Depresión

Efectos secundarios de la sertralina


Los efectos secundarios de la sertralina pueden ser aumentar el apetito, insomnio, depresión, despersonalización, ansiedad, disminución de la líbido, mareos, temblores, palpitaciones, diarrea y dolor torácico.

La sertralina es un medicamento inhibidor de la recaptación de serotonina que se utiliza como antidepresivo para tratar alteraciones del estado de ánimo. Su principal utilización radica en la intervención de episodios depresivos mayores, aunque también se emplea con frecuencia para tratar trastornos obsesivos compulsivos, trastornos de angustia, agorafobia, fobia social y trastorno por estrés postraumático.

Se consume por vía oral y, tras su ingesta, sus principios activos acceden a las regiones cerebrales donde realizan la acción propia del nombre del fármaco: inhiben de forma selectiva la recaptación de serotonina. Este hecho se traduce en que cuando se consume sertralina, en el cerebro incrementan las cantidades de esta sustancia.

¿Qué efectos secundarios causa la sertralina?

El consumo de sertralina puede originar un gran número de efectos secundarios, por lo que su consumo debe realizarse siempre bajo receta y seguimiento médico.

A pesar de que los efectos secundarios, como veremos a continuación, son numerosos, cabe destacar que estos no suelen ser muy frecuentes, ni se exceden en cantidad y gravedad respecto a los de otros medicamentos.

De hecho, si el medicamento se administra correctamente, en las personas que requieren este fármaco y con dosis adecuadas, es poco probable que aparezcan estos efectos secundarios.

No obstante, en el mundo de la medicina, controlar todas las variables resulta prácticamente imposible, por lo que siempre que tomamos un medicamento nos exponemos a posibles reacciones adversas.

Los síntomas principales que pueden aparecer con el consumo de sertralina son:

Aumento de apetito

La sertralina puede producir alteraciones en el apetito. Lo más común es que este aumente, aunque también puede presenciarse otro tipo de síntomas.

De forma general, el consumo de sertralina puede incrementar ligeramente el apetito, pero si la alteración resulta muy notoria debe consultarse por el médico para evaluar la dimensión del efecto secundario.

Insomnio, pesadillas y somnolencia

El sueño también puede verse alterado a través de la sertralina. Estas alteraciones suelen producirse sobre todo al inicio del tratamiento y pueden ir solucionándose con el paso del tiempo.

No obstante, hay que estar alerta sobre esto síntomas ya que pueden afectar notablemente en el bienestar de la persona.

Lo más habitual es que el medicamento cause somnolencia pero también puede provocar el efecto contrario originando insomnio e incluso pesadillas.

Depresión

Por paradójico que parezca, un medicamento antidepresivo como la sertralina puede inducir depresión.

Estos efectos son especialmente importantes cuando se administra el fármaco para tratar alteraciones distintas a la depresión y, ante su aparición, se debe consultar rápidamente con el profesional médico.

Despersonalización

La despersonalización es una alteración de la percepción o la experiencia de uno mismo, de tal manera que la persona se siente “separada” de los procesos mentales o del cuerpo.

Esta experiencia suele durar unos pocos segundos y durante su transcurso se tiene la sensación de que lo que está pasando es irreal.

Ansiedad, agitación y nerviosismo

Especialmente con las primeras dosis consumidas de sertralina, se pueden experimentar cuadros de ansiedad, agitación o nerviosismo.

Si los síntomas de activación no remiten de forma rápida es importante consultar con el médico para revisar el tratamiento.

Disminución de la libido, insuficiencia eyaculatoria y disfunción eréctil

Los principios activos de la sertralina afecta de forma bastante directa sobre regiones cerebrales que controlan el funcionamiento sexual.

De este modo, este medicamento puede producir alteraciones como disminución del libido, insuficiencia eyaculatoria o incluso disfunción eréctil.

Estas alteraciones suelen remitir cuando se deja de consumir el medicamento.

Mareos, náuseas y vómitos

Los efectos de la sertralina sobre el sistema nervioso central pueden producir mareos, náuseas y vómitos.

Estos tres efectos son síntomas muy molestos que aparecen como reacciones adversas en un gran número de medicamentos, incluida la sertralina.

Temblor e hipertonía

El consumo de este medicamento también puede afectar en el funcionamiento de las articulaciones y producir temblor o hipertonía (aumento del tono muscular).

Alteración de la atención, alteraciones visuales y parestesias

Por lo que respecta el plano cognitivo, la sertralina puede producir efectos secundarios sobre la atención.

De forma menos frecuente, también puede ocasionar alteraciones visuales y parestesias.

Palpitaciones, sofocos, bostezos y boca seca

A parte de los mareos y las náuseas, la activación del sistema nervioso central originada por la sertralina puede causar otros síntomas.

Las palpitaciones, los sofocos, los bostezos y la boca seca son los más habituales. Ante la aparición de estos síntomas resulta especialmente relevante consultar con el médico.

Diarrea, estreñimiento, dispepsia y dolor abdominal

La sertralina también puede afectar sobre el sistema digestivo y producir síntomas muy diversos como el estreñimiento o la diarrea.

Además, también se puede experimenta dispepsia (trastorno de la secreción, motilidad gastrointestinal o sensibilidad gástricas que perturban la digestión) y dolor abdominal.

Artralgia, mialgia y dolor torácico

Finalmente, los últimos efectos secundarios que se pueden experimentar como forma directa del consumo de sertralina abarca un gran número de dolores.

Los dolores en las articulaciones (artralgia) en los grupos musculares (mialgia) y el dolor torácico son los más frecuentes. La aparición de cualquiera de estos síntomas tras la toma de sertralina, debe consultarse con un médico.

El médico deberá evaluar la sintomatología presente, valorar si esta está originada por los efectos directos de la sertralina y tomar decisiones respecto al tratamiento para mitigar las reacciones adversas padecidas.

Embarazo y uso de sertralina

No existen estudios sobre los efectos que causa este medicamento en mujeres embarazadas. En los estudios con animales no se evidencia teratogenicidad, pero se presencian efectos negativos en los fetos nacidos.

Por lo general se desaconseja el uso de psicofármacos durante el embarazo, incluido la sertralina. No obstante, en casos de mujeres embarazadas que necesiten tratamiento psiquiátrico, se deberá valorar el beneficio/riesgo de ingerir sertralina.

Por lo que respecta la lactancia, también se recomienda evitar el uso de sertralina si se va a amamantar a un recién nacido. Sin embargo, como en el caso anterior, en cada caso un profesional médico deberá realizar una valoración de beneficio/riesgo.

Sertralina y conducción

Uno de las principales dudas que aparecen cuando se toman psicofármacos recae en los efectos que estos tiene en la conducción. ¿Puedo conducir si tomo un psicofármaco? ¿Cómo me afectará en la conducción? ¿Es peligroso? ¿Es ilegal?

Estas dudas pueden aparecer siempre que se toma un medicamento y por norma general, se debe consultar con el profesional médico para salir de dudas.

Sin desmentir lo comentado hasta ahora (la consulta con el médico se debe realizar siempre), la sertralina no es, a priori, incompatible con la conducción. De este modo, una persona que toma este medicamento, que responde bien al tratamiento y que no experimenta efectos secundarios, puede conducir sin problemas.

No obstante, si el consumo de sertralina produce alguno de los síntomas anteriormente descritos como sedación, náuseas, somnolencia o mareos, se tiene que tener una mayor precaución.

Por lo general, se desaconseja por completo que ante la aparición de estos síntomas se realicen tereas potencialmente peligrosas, por lo que se deberá evitar la conducción o utilizar maquinaria pesada.

Si ante la aparición de los efectos secundarios se consulta con el médico y se puede restablecer el tratamiento, consiguiendo la eliminación de los efectos secundarios, se podrá volver a conducir.

Así pues, la relación entre sertralina y conducción no van tan ligada a las características del fármaco sino a los efectos que causa en la persona.

Si el medicamento origina cualquier síntoma que puede poner en peligro el acto de conducir, se tendrá que evitar por completo esta actividad. Sin embargo, si no origina ninguna reacción adversa, se pueden garantizar unas condiciones óptimas para la conducción.

Referencias

  1. Cooper, J.R., Bloom, F.L. & Roth, R.H. The biochemical basis of neuropharmacology. Oxford University Press 2003.
  2. Davis KL, Charney D, Coyle JT, Nemeroff CB. Neuropsychopharmacology: The Fifth Generation of Progress. Lippincott Williams & Wilkins, 2002
  3. Urretavizcaya M, Pérez-Solà V. Clínica de la depresión. En: Vallejo J, Leal C.
  4. de Psiquiatría. Volumen II. Ars Médica. Barcelona, 2010.