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Mycobacterium bovis: qué es, características, morfología, patogenia


¿Qué es la Mycobacterium bovis?

La Mycobacterium bovis es una de las bacterias que pertenecen al complejo de bacterias que pueden ocasionar tuberculosis. Es un patógeno conocido de mamíferos como el ganado bovino, aunque ha sido aislado en otros como búfalos, alces y venados, entre otros.

Debe su nombre a los investigadores Karlson y Lessel, quienes lo instituyeron en 1970. Esta bacteria es la responsable de generar tuberculosis en animales, siendo el primer caso descrito en 1909.

Asimismo, a través de diversos estudios se ha establecido que también es responsable de un pequeño porcentaje de casos de tuberculosis en el ser humano.

Debido a que tiene muchas similitudes con la Mycobacterium tuberculosis, cuando se sospecha de algún caso es necesario aplicar ciertas pruebas para así determinar de forma fehaciente el agente causal.

En este caso, la diferencia básica se determina al aplicar las pruebas de producción de niacina y de reducción de nitratos. En la Mycobacterium bovis estas pruebas son negativas.

En muy raras ocasiones, la Mycobacterium bovis afecta al ser humano, en especial por las normas sanitarias en lo concerniente a la manipulación de alimentos, así como también por la extensión de la pasteurización como mecanismo para eliminar microorganismos de la leche y sus derivados.

Taxonomía

La clasificación taxonómica de la bacteria Mycobacterium bovis es:

Dominio: Bacteria

Filo: Actinobacteria

Orden: Actinomycetales

Suborden: Corynebacterineae

Familia: Mycobacteriaceae

Género: Mycobacterium

Especie:Mycobacterium bovis.

Morfología

La Mycobacterium bovis comparte muchas de sus características morfológicas con otros miembros del mismo género.

Sus células tienen forma de barra alargada, que pueden ser rectas o ligeramente curvadas. De igual forma, cuando se ven en el microscopio se pueden observar células individuales o pequeños grupos.

Tienen un tamaño promedio de 0,2-0,7 micras de ancho por 1-10 micras de largo. Asimismo, sus células no presentan una cápsula protectora ni tampoco producen esporas.

Su pared celular, al igual que en otras bacterias del género Mycobacterium, es bastante gruesa. Está conformada por un peptidoglicano conocido como lipoarabinomanano. De igual forma, más del 60% de la membrana está compuesta por lípidos.

La pared celular tiene una capa intermedia, ancha, compuesta por un polisacárido denominado arabinogalactano.

Además de esos compuestos, en la pared celular hay abundancia de otros como los ácidos micólicos, que en el caso de las micobacterias, es una molécula que tiene más de 90 átomos de carbono.

Asimismo, en la estructura de la pared celular se pueden apreciar también glucolípidos.

En los cultivos se aprecian colonias de aspecto céreo áspero, que posteriormente puede transformarse en gruesa y arrugada. Se extiende por toda la superficie del cultivo.

El material genético de la bacteria se encuentra en un único cromosoma circular que contiene aproximadamente 3.952 genes que codifican la expresión de ciertas proteínas. Su genoma es muy similar al de la bacteria Mycobacterium tuberculosis.

Características generales de la Mycobacterium bovis

Es mesófila

Para su crecimiento y desarrollo adecuado, la Mycobacterium bovis requiere de un rango de temperatura de entre 32° C y 38° C, siendo su temperatura óptima 37° C.

Es una bacteria ácido-alcohol resistente

En los procedimientos estándar de tinción, uno de los pasos es la decoloración, ya sea por algún ácido o algún alcohol.

En el caso de la Mycobacterium bovis, gracias a la estructura de su pared celular, es resistente a este procedimiento. Por lo tanto, no puede ser decolorada a través de estos métodos tradicionales.

Es un parásito

La Mycobacterium bovis, para replicarse, desarrollarse y crecer, requiere obligatoriamente encontrarse en el interior de un huésped. En este caso, parasita a los macrófagos, células sanguíneas responsables en gran medida de hacer frente a infecciones bacterianas.

Es microaerófila

La bacteria Mycobacterium bovis es aeróbica estricta. Dentro del grupo de las bacterias aeróbicas, se encuentra el subgrupo de las microaerófílas.

Las microaerófilas son bacterias que requieren obligatoriamente desarrollarse en un ambiente con disponibilidad de oxígeno. Sin embargo, requiere niveles muy bajos de los que normalmente hay en la atmósfera.

Susceptible a ciertas condiciones, pero muy resistente a otras

Esta bacteria es muy sensible a la luz solar, la luz ultravioleta y al calor, ya que las altas temperaturas tienden a causar desnaturalización de sus proteínas constituyentes.

Asimismo, la Mycobacterium bovis es muy resistente a las bajas temperaturas, incluida la congelación. También resisten eficazmente la desecación.

Es catalasa positiva

La Mycobacterium bovis produce una variedad de enzima catalasa que es termosensible, es decir, su eficacia está condicionada por la temperatura del ambiente en el que se encuentra el microorganismo.

Esto significa que a temperatura ambiente es positiva, pero a altas temperaturas (aproximadamente 68° C) se inactiva.

Es de crecimiento lento

Esta bacteria presenta un patrón de crecimiento lento. Puede tardar entre 16 y 20 horas  como tiempo de generación.

El medio de cultivo es el empleado para todas las micobacterias, el Löwenstein-Jensen. Cuando hay presencia de glicerol, el crecimiento de la Mycobacterium bovis es pobre, en tanto que con piruvato es más eficaz.

Es patógena

La Mycobacterium bovis es un conocido patógeno en diversos mamíferos, como el ganado bovino.

Asimismo, puede ser un patógeno ocasional en el ser humano, cuando este ingiere carne contaminada con la bacteria o leche que no ha sido sometida al proceso de pasteurización.

Patogenia

La vía de contagio más común de esta bacteria es a través del aire. El individuo sano (animal o ser humano) adquiere la bacteria a través de las partículas inhaladas.

Una vez dentro del organismo, la bacteria es atacada por los macrófagos, que la fagocitan. Dentro de los macrófagos, a través de una serie de mecanismos, la bacteria es capaz de evitar la acción lítica de los lisosomas, por lo que comienzan a replicarse tanto dentro como fuera de las células.

Posteriormente, pueden diseminarse a través de los conductos linfáticos y afectar diversos órganos y tejidos.

Si el contagio ocurre por ingestión de leche contaminada, el proceso patogénico se inicia en las vías digestivas, evidenciándose lesiones en la mucosa intestinal, afectación de nódulos linfáticos mesentéricos, del hígado, pulmones, el bazo y otros órganos.

Factores de virulencia

Los factores de virulencia son todos y cada uno de los mecanismos y medios de los que se vale un agente patógeno para infectar a un huésped. En el caso de la Mycobacterium bovis, sus factores de virulencia están orientados a dos fines principalmente:

  • Facilitar la entrada de la bacteria en su célula diana (macrófagos).
  • Impedir el correcto funcionamiento de los mecanismos de defensa de los macrófagos.

Entre los factores de virulencia más representativos están:

Factor cordón

Es un glicolípido. Su función es estimular el crecimiento de las bacterias en forma de cordón (de allí su nombre). Además de esto, se ha determinado que es tóxico para los leucocitos.

Sulfolípidos

Son sumamente importantes, ya que interfieren en la unión de los fagosomas con los lisosomas. De esta manera se evita que las enzimas contenidas en estos últimos entren en contacto con las células bacterianas y ocasionen su destrucción.

Mycobacterium bovis en humanos

La infección de Mycobacterium bovis en seres humanos es muy infrecuente. Puede ocurrir por consumo de productos lácteos que no han atravesado un adecuado proceso de pasteurización.

Quienes están en mayor riesgo de infectarse son aquellos que tienen ocupaciones laborales en las que están en contacto continuo con animales, como, por ejemplo, trabajar en un matadero, ser carnicero o trabajar en lugares de producción de lácteos.

Los síntomas que se manifiestan son similares a los de la tuberculosis ocasionada por Mycobacterium tuberculosis. Entre estos se pueden contar:

  • Fiebre
  • Pérdida de peso
  • Sudores nocturnos
  • Tos con expectoración sanguinolenta.

En el caso de una localización diferente a la pulmonar, por ejemplo gastrointestinal, los síntomas pueden ir desde un dolor abdominal hasta una diarrea intensa.

El tratamiento que debe aplicarse es con antibióticos. Sin embargo, es el médico quien decide el antibiótico a recetar, tomando en cuenta los estudios de susceptibilidad y resistencias realizados al cultivo diagnóstico.

Referencias

  1. Biología de las micobacterias. Obtenido de: fcq.uach.mx
  2. Bovine tuberculosis. Obtenido de: oie.int
  3. Mycobacterium bovis. Obtenido de: wildpro.twycrosszoo.org
  4. Mycobacterium bovis. Obtenido de: microbewiki
  5. Mycobacnetrium bovis. Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Obtenido de: insht.es
  6. Mycobacterium bovis. Obtenido de: vetbact.org
  7. Prat, C., Domínguez, J. y Ausina V. Mycobacterium bovis. Obtenido de: seimc.org.