Anatomía y fisiología

Diartrosis: dónde se encuentran, características, tipos


Las diartrosis son articulaciones de movimiento libre, son especialmente abundantes entre los huesos del esqueleto apendicular, que es aquella división del esqueleto animal que forma las extremidades anteriores y posteriores (los brazos y las piernas), razón por la cual se dice que facilitan la mayoría de los movimientos corporales.

Una articulación se define como el lugar de “conexión” entre dos huesos o entre huesos y cartílagos. Los anatomistas las clasifican de acuerdo con su estructura y con su función.

Según su estructura, las articulaciones pueden ser fibrosas, cartilaginosas o sinoviales. En las articulaciones fibrosas, los huesos que se conectan lo hacen a través de tejido conectivo fibroso y en las cartilaginosas lo hacen a través de cartílago hialino o fibrocartílago.

En las articulaciones sinoviales los huesos no están en conexión física directa, sino que se “acercan” unos a otros dentro de una cavidad llena de un fluido lubricante; dicha cavidad también se conoce como cavidad articular.

Según su función, las articulaciones se clasifican por la cantidad de movimiento que permiten. Existen las sinartrosis, las anfiartrosis y las diartrosis. Las sinartrosis son articulaciones inmóviles, las anfiartrosis son ligeramente móviles y las diartrosis, finalmente, son articulaciones de movimiento libre.

Las articulaciones sinoviales son todas articulaciones del tipo diartrosis y son las que proveen el movimiento para la mayor parte del cuerpo.

Índice del artículo

¿Dónde se encuentran las diartrosis?

Las diartrosis se encuentran principalmente en el esqueleto apendicular, es decir, aquel que forma los brazos y las piernas, por lo que se dice que son las que hacen posible la amplia cantidad de movimientos de las extremidades.

Ejemplos de estas son la articulación de la cadera, que permite una enorme movilidad a su alrededor y las articulaciones de los tobillos que, aunque no son igual de móviles que la de la cadera, ejercen una función especial para el soporte de los impactos repetidos durante la caminata o el trote.

Características de las diartrosis

Todas las articulaciones de tipo diartrosis son articulaciones sinoviales y desde el punto de vista funcional y morfológico se caracterizan por 4 elementos principales: la cápsula articular o fibrosa, la membrana sinovial, el cartílago articular o hialino y la cavidad articular.

La cápsula articular es donde se encuentra la articulación, es decir, donde se encuentran los huesos; se forma como una extensión del periostio del hueso, que es la capa de tejido conjuntivo que recubre a los huesos, que los nutre y que facilita muchos de sus procesos fisiológicos.

Esta cápsula está compuesta por una capa externa de tejido fibroso y otra interna formada por la membrana sinovial. La capa fibrosa se asegura de estabilizar la articulación y su estructura consiste principalmente en fibras de colágeno.

La membrana sinovial forma una especie de “saco” donde se encuentra el fluido sinovial, que es una sustancia amortiguadora y lubricante que separa los dos huesos que participan en la articulación, los cuales están protegidos en sus extremos por una capa conocida como cartílago articular.

Tipos de diartrosis y sus funciones

Existen diversos tipos de diartrosis a lo largo y ancho del cuerpo humano, los más conocidos son 6:

Articulaciones esferoidales o de rótula

Estas son articulaciones entre dos huesos que tienen superficies complementarias: uno de ellos tiene una superficie redondeada que se mueve en la superficie del otro, que forma una especie de cavidad.

Las articulaciones de rótula permiten una gran libertad de movimiento (la mayor de todas en el cuerpo humano) y están muy desarrolladas en el hombro y la cadera, permitiendo el balanceo de los brazos y de las piernas en distintas direcciones, así como la rotación de estos miembros sobre huesos “estacionarios”.

Articulaciones en pivote

También llamadas articulaciones trocoides o cicloideas, las articulaciones en pivote son articulaciones que permiten el movimiento de dos huesos en un solo plano. En estas, el hueso móvil rota en una especie de “anillo” formado por el hueso menos móvil y sus ligamentos conjuntos.

Ejemplo de estas articulaciones es la que se encuentra entre la primera y la segunda vértebra cervical, bajo el cráneo, que permite el movimiento de lado a lado de la cabeza. También son de este tipo las articulaciones que permiten el movimiento de torsión del antebrazo contra el brazo.

Articulaciones condíleas

Son las que permiten los movimientos circulares, de flexión y de extensión. Son articulaciones condíleas aquellas de la muñeca que ocurren entre el radio y los huesos carpianos.

Articulaciones de bisagra

Estas, también conocidas como articulaciones trocleares, son articulaciones que permiten el movimiento en un solo eje como, por ejemplo, la flexión y la extensión. Las más importantes del cuerpo son las de los dedos de las manos (entre las falanges) y las de los codos (entre los huesos del brazo y el antebrazo).

Usualmente, este tipo de articulación se da entre dos huesos, uno con superficie cóncava y otro con superficie convexa.

Articulaciones deslizantes

Son conocidas también como articulaciones planas, pues se dan entre huesos cuyas superficies son planas y muy similares entre sí. Los ligamentos asociados con estas articulaciones impiden que estas puedan facilitar el movimiento de los huesos en muchas direcciones y se dice que en estas un hueso se desplaza sobre la superficie del otro.

Un ejemplo de articulaciones deslizantes se da entre los huesos del tarso de los pies (en la parte posterior, entre los metatarsianos y los huesos de la pierna) y entre los huesos del carpo de las manos (en las muñecas).

Articulaciones en silla de montar

Estas también se encuentran entre huesos con superficies cóncavas y convexas, pero estas pueden permitir movimiento en dos ejes, como la flexión y la extensión y la abducción y aducción, por ejemplo.

En el dedo pulgar de mano hay una articulación deslizante entre el primer hueso metacarpiano y el trapecio del carpo, lo que facilita el movimiento del pulgar en posición perpendicular a la mano y la oposición del mismo.

Movimientos

Según el número de ejes de movimiento que facilitan (transversal, frontal y sagital), las diartrosis pueden ser clasificadas en tres grupos, a saber:

Diartrosis o articulaciones uniaxiales

Las articulaciones uniaxiales permiten el movimiento entre dos huesos en un solo plano, es decir, alrededor de un solo eje. Un ejemplo de este tipo de diartrosis es la articulación del codo, que solo permite mover el antebrazo hacia afuera (extendiéndolo) o hacia adentro (doblándolo).

Diartrosis o articulaciones biaxiales

Las articulaciones biaxiales, como su nombre lo indica, permiten el movimiento en dos planos. Un buen ejemplo de estas articulaciones son las articulaciones metacarpofalángicas de la mano, ubicadas entre los huesos metacarpianos y las falanges de los dedos.

Estas articulaciones permiten el movimiento de acortamiento y estiramiento de los dedos (un plano) y el movimiento de alejamiento entre los dedos (segundo plano).

Diartrosis o articulaciones multiaxiales

Las diartrosis multiaxiales son las que permiten el movimiento en varias direcciones, es decir, a lo largo de los tres ejes mencionados.

Ejemplos de estas articulaciones son las articulaciones de los hombros y de las caderas, pues permiten el movimiento de brazos y piernas, respectivamente, tanto en dirección antero-posterior como en medial-lateral-medial y, al mismo tiempo, permiten el movimiento de rotación alrededor de su eje más largo.

Referencias

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  4. Netter, F. (2010). Atlas of Human Anatomy. Netter Basic Science.
  5. Rice University. Joints: Classification of Joints. In Anatomy and Physiology. BCcampus Open Education. Retrieved from opentextbc.ca