Equilibrio social: concepto, mecanismos y ejemplo
¿Qué es el equilibrio social?
El equilibrio social es un concepto nacido en la economía y en la sociología. En líneas generales, se trata de un sistema en el que los componentes mantienen una posición equilibrada, sin que existan grandes desigualdades que puedan ser fuente de conflictos.
En el aspecto social, esto se traduce en dos elementos distintos. El primero, el equilibrio interno, que se da en el interior de un grupo. El segundo tipo es el equilibrio externo, que es el que se presenta entre grupos diferentes. Si la sociedad logra ambos objetivos, la convivencia se convierte en algo más sencillo.
Existen diversos mecanismos para alcanzar el equilibrio social. Normalmente son potenciados por las administraciones, aunque la sociedad civil también participa activamente en buscar soluciones a los desequilibrios. Dar la posibilidad de mejorar socialmente gracias a la educación es uno de los ejemplos clásicos de estos mecanismos.
En los últimos años, con los cambios tecnológicos y las consecuencias de la crisis económica, se han venido proponiendo nuevos mecanismos para alcanzar el equilibrio. El más conocido y del que se han hecho prueba en algunos países es la llamada Renta Básica Universal.
Concepto
El equilibrio social fue definido por el sociólogo estadounidense Talcott Parsons como un sistema en el que los diversos grupos que forman parte de la sociedad mantienen un equilibrio de ganancias y aportaciones.
Para muchos estudiosos ese equilibrio es un estado ideal, aunque difícilmente alcanzable en la realidad; en todo caso, se debe tender a alcanzarlo. En caso contrario, un desequilibrio grande puede causar tensiones, revoluciones o guerras.
Equilibrio interior y exterior
El equilibrio al que se refiere el término se produce en dos ámbitos diferentes. Así, los sociólogos hablan de un equilibrio interior, que se produce entre los integrantes de un grupo concreto; y uno exterior, que se presenta entre los diversos grupos sociales.
Dentro de cada grupo se forma un equilibrio entre dos tendencias: las aportaciones de cada miembro y los beneficios que cada uno recibe. Si el balance de ambos aspectos es el correcto, el grupo funcionara sin problema. En cambio, si alguien aporta mucho más de los que recibe, las tensiones florecerán de manera inevitable.
Parte de los problemas aparece cuando algún individuo —o algún grupo si hablamos del equilibrio exterior— quiere obtener mucho más de lo que le correspondería por sus aportaciones. De esta manera, al final se crean diferentes clases, basadas en lo que cada uno extrae del grupo.
Situación injusta
Los grupos o individuos que se apoderan de más de lo que les corresponde acaban provocando una reacción injusta. Solo la actuación de autoridades superiores, ya sea la empresa o el Estado, puede corregir la situación creada.
Hay que tener en cuenta que las tensiones por parte de los miembros menos favorecidos, aunque todos actúen respetando las reglas, van a ser corrientes. Si esas reacciones son muy intensas, pueden acabar provocando revoluciones o cambios violentos del paradigma social.
De esta forma, el único modo de que la paz social se mantenga es que cada individuo o grupo pueda recibir lo suficiente para que su vida sea digna.
Distorsiones
Al final, los sociólogos apuntan que los grupos sociales (o clases) tienen un comportamiento similar al de los individuos. Existen algunos con un comportamiento egoísta a los que no les importa romper el equilibrio social si pueden obtener beneficios propios.
Un aspecto que distorsiona aún más el equilibrio es cuando aparece algún individuo o grupo que ha obtenido sus beneficios, ventajas o prestigio de una manera que el resto de la sociedad considera injusto. Al ser considerado un gran desequilibrio, la reacción general va a ser muy negativa.
Mecanismos de equilibrio social
Límites al mercado
A pesar de que la teoría clásica del liberalismo económico afirma que el mercado es capaz de regularse a sí mismo y, así, beneficiar a la sociedad, lo cierto es que en la realidad no funciona así. Sin regulación, el libre mercado acaba generando desigualdades que generan grandes bolsas de pobreza.
La correcta regulación de la actividad económica puede corregir este problema. La igualdad de oportunidades, la promulgación de derechos laborales e, incluso, el control de precios en los bienes fundamentales, han sido mecanismos habitualmente usados para buscar el equilibrio.
Educación y ascensor social
En una sociedad con diversas clases económicas, la existencia del denominado ascensor social ejerce grandes beneficios a favor de mantener el equilibrio.
El concepto se refiere al cambio —a mejor— de condiciones socioeconómicas; por ejemplo, que alguien proveniente de la clase baja tenga la opción de llegar a ser abogado o médico.
El mecanismo tradicional que ha asegurado esto ha sido la educación. Para ello, el Estado tuvo que hacerse cargo del sistema de enseñanza y asegurar que todos los niños, no solo los de familias favorecidas, tuvieran acceso a esta.
Para completar el sistema se han establecido unos programas de becas para que cualquiera que cumpla los requisitos tenga la opción de llegar a la universidad.
Subsidios de desempleo
La disparidad de sueldos puede llevar a un enorme desequilibrio en la sociedad. La situación más grave es cuando alguien pierde su trabajo; el riesgo de caer en la pobreza sería casi seguro de no existir subsidios pagados durante un tiempo determinado.
Legislación contra la discriminación
La discriminación por cualquier causa lleva también al desequilibrio general de la sociedad. Ya sea por razón de sexo, de raza o de orientación sexual, muchos individuos corren el riesgo de ser marginados, tanto en la búsqueda de un empleo como en aspectos como el acceso a la vivienda.
Los gobiernos han creado mecanismos legales para evitar los efectos de esa discriminación. Lo han hecho creando leyes que castiguen cualquier actitud de ese tipo, además de elaborar programas educativos para cambiar las mentalidades que la provocan.
Redistribución de las riquezas
No se trata de una redistribución literal de las riquezas. La vía de hacerlo es mediante un sistema de impuestos cuya cuantía esté ligada a los ingresos. Lo recaudado se usa para financiar la sanidad pública, la educación y otros programas sociales.
De esta forma, los menos favorecidos pueden acceder a servicios fundamentales para mantener cierta calidad de vida.
Ejemplo de equilibrio social
Un ejemplo histórico de mecanismo para restaurar el equilibrio social fue el New Deal propugnado por el gobierno estadounidense tras la Gran Depresión de 1929.
La sociedad del país se derrumbó en muy pocos meses. La ruina llegó a amplias capas de la población, pero afectó de manera más acusada a los trabajadores menos cualificados. De repente, estos se vieron sin trabajo, sin ninguna ayuda y vagando de un estado a otro en busca de cualquier tipo de empleo.
El mecanismo que el presidente Roosevelt aprobó, y que fue diseñado por el economista Keynes, rompió con la ortodoxia económica liberal de la época para intentar solucionar el gran problema. De esta forma, comenzó a invertir dinero público en diversos sectores de la economía.
Como muestra se puede nombrar el enorme número de obras públicas que comenzaron a desarrollarse. Era una forma de aumentar el empleo, aunque fuera pagado por el propio Estado. La intención era aumentar el consumo, lo que dinamizaría el sector servicios y el de la vivienda, entre otros.
Aunque costó unos años, la recuperación de los Estados Unidos se produjo. Los mecanismos creados por el gobierno funcionaron y el equilibrio social casi regresó a los niveles previos.
Referencias
- Concepto y Definición. Definición De Equilibrio Social. Obtenido de conceptoydefinicion.com
- Silverio Álvarez, Pedro. El difícil equilibrio social. Obtenido de diariolibre.com
- Moanack, Gloria. Hacia un nuevo equilibrio social. Obtenido de eltiempo.com
- The Editors of Encyclopaedia Britannica. Social equilibrium. Obtenido de britannica.com
- Antonio, Margaret. Maintaining Social Equilibrium: The Rationale Behind Holding Doors Open. Obtenido de bcfreshink.com