Nódulos de Ranvier: qué son y funciones
Los nódulos de Ranvier son una serie de interrupciones que se originan en intervalo regulares a lo largo de la longitud del axón de una neurona. Se tratan de unos pequeños nódulos que ocurren en la vaina de mielina (una capa de sustancia blanca) que envuelven los axones de las neuronas.
Los nódulos de Ranvier se caracterizan por constituir espacios de tamaño muy reducido. Concretamente, presentan una dimensión de un micrómetro. Así mismo, estos nódulos se exponen a la membrana del axón al líquido extracelular, y sirven para que el impulso nervioso transmitido entre neuronas se traslade con mayor velocidad, de una forma saltatoria.
En este artículo se revisan las principales características de los nódulos de Ranvier y se comenta su relación funcional con la velocidad de las transmisiones sinápticas entre neuronas.
Características de los nódulos de Ranvier
Los nódulos o nodos de Ranvier son unas pequeñas interrupciones que presentan algunas neuronas en sus axones.
Estos nódulos fueron descubiertos por el anatomista francés Louis-Antoine Ranvier a principios del siglo pasado y resultan unos de los elementos básicos de las transmisiones sinápticas mielínicas.
De hecho, la formación de estos pequeños saltos ubicados en el axón de la neurona (región de la célula encargada de transmitir la información) se encuentra altamente vinculada con la vaina de mielina.
La vaina de mielina es una estructura multilaminar formada por las membranas plasmáticas que rodean los axones. Está constituida por material lipoproteico que forma algunos sistemas de bicapas fosflipídicas.
Cuando esta vaina se adhiere a las células del cerebro, genera las conocidas neuronas de sustancia blanca. Este tipo de neuronas se caracterizan por presentar una transmisión sináptica más rápida que las demás.
El incremento de la velocidad de transmisión se genera principalmente a través de los nódulos de Ranvier que se originan en los axones recubiertos de mielina de las neuronas.
En este sentido, los nódulos de Ranvier dan lugar a una transmisión saltatoria, la cual incrementa la velocidad de la circulación de los impulsos nerviosos.
Funciones de los nódulos de Ranvier
Los nódulos de Ranvier son unos pequeños surcos generados en los axones de las neuronas que afectan principalmente a la transmisión sináptica.
La transmisión sináptica o sinapsis es el intercambio de información que realizan las neuronas entre sí. Dicho intercambio de información da lugar a la actividad cerebral y, por lo tanto, a todas las funciones controladas por el encéfalo.
Para poder realizar dicho intercambio de información, las neuronas dan lugar a la actividad conocida como potencial de acción. Dicho fenómeno intracerebral origina la transmisión sináptica propiamente dicha.
Generación de potenciales de acción
Los potenciales de acción constituyen una serie de respuestas fisiológicas de las neuronas que permiten propagar el estímulo nervioso de una célula a otra.
Concretamente, las neuronas se encuentran en un entorno iónico de carga diferente. Es decir, el espacio intracelular (dentro de la neurona) presenta una carga iónica distinta a la de la del espacio extracelular (fuera de la neurona).
El hecho de que las dos cargas sean distintas separa las neuronas entre sí. Es decir, en condiciones de reposo, los iones que componen la carga interior de la neurona no pueden salir de ella y los que componen la región exterior no pueden entrar, inhibiendo así la transmisión sináptica.
En este sentido, los canales iónicos de las neuronas solo pueden abrirse y permitir la transmisión sináptica cuando ciertas sustancias estimulan su carga iónica. Concretamente, la transmisión de información entre neuronas se realiza a través del efecto directo de neurotransmisores.
Así pues, para que dos neuronas puedan comunicarse entre sí hace falta la presencia de un transportador (el neurotransmisor) que viaje desde una neurona hacía la otra y, de este modo, realice el intercambio de información.
Propagación de los potenciales de acción
La actividad neuronal comentada hasta ahora resulta idéntica tanto para las neuronas que contienen nódulos de Ranvier como para las neuronas que no presentan estas pequeñas estructuras.
Así pues, el efecto de los nódulos de Ranvier se produce una vez se ha realizado el potencial de acción y la información debe viajar por el interior de la célula.
En este sentido, es preciso tener en cuenta que las neuronas captan y envían la información a través de una región que se localiza en uno de sus extremos conocida como dendritas.
No obstante, las dendritas no elaboran la información, por lo que para completar la transmisión de información los impulsos nerviosos deben viajar hasta el núcleo, el cual se halla generalmente en el otro extremo de la neurona.
Para viajar de una región hasta la otra, la información debe viajar a través del axón, una estructura que une las dendritas (que reciben la información) con el núcleo (que elabora la información).
Axones con nódulos de Ranvier
Los nódulos de Ranvier producen sus efectos principales en el proceso de transmisión de información que se realiza entre las dendritas y el núcleo de la célula. Esta transmisión lleva a cabo mediante el axón, región de la célula donde se localizan los nódulos de Ranvier.
Concretamente, los nódulos de Ranvier se hallan en axones de neuronas recubiertos de vaina de mielina. Dicha vaina de mielina resulta una sustancia que genera una especie de cadena que recorre todo el axón.
Para poder ejemplificarlo de un modo más gráfico, se puede comparar la vaina de mielina con un collar de macarrones. En este caso, el collar en su totalidad sería el axón de la neurona, los macarrones en sí las vainas de mielina y el hilo que hay entre cada macarrón serían los nódulos de Ranvier.
Esta estructura distinta de los axones permite que la información no deba pasar por todas las regiones del axón para llegar al núcleo de la célula. Por lo contrario, puede viajar mediante una transmisión saltatoria a través de los nódulos de Ranvier.
Es decir, el impulso nervioso viaja por el axón “saltando” de nódulo en nódulo, hasta alcanzar el núcleo de la neurona. Este tipo de transmisión permite incrementar la velocidad de la sinapsis y da lugar a una conexión neuronal y un intercambio de información mucho más rápido y eficaz
Referencias
- Carlson, N.R. (2011). Fisiología de la conducta. Madrid: Addison-Wesley iberoamericana España.
- Del Abril, A; Caminero, AA.; Ambrosio, E.; García, C.; de Blas M.R.; de Pablo, J. (2009) Fundamentos de Psicobiología. Madrid. Sanz y Torres.
- Kalat, J.W. (2004) Psicología Biológica. Madrid: Thomson Paraninfo.