Ansiedad

Tripofobia: definición, síntomas, causas y tratamientos


¿Qué es la tripofobia?

La tripofobia, fobia a los agujeros, a los hoyos o a los puntos, es el miedo extremo o repulsión provocado por cualquier patrón de figuras geométricas muy juntas, especialmente hoyos o huecos pequeños, aunque también pueden ser rectángulos pequeños o círculos convexos.

Se trata de una fobia bastante común en humanos, aunque poco conocida en realidad. Si bien la tripofobia no figura en el Manual de Diagnóstico de Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, miles de personas afirman sentir repulsión y síntomas de ansiedad al observar patrones de pequeños agujeros aglomerados.

Esta fobia puede provocar emociones como el asco, miedo y en algunos casos el pánico. Aunque no se considera una enfermedad, si interfiere en el bienestar mental es conveniente acudir a un profesional para evaluarla y tratarla.

Algunos de los objetos que pueden causar esta sensación son corales, paneles de abejas, burbujas de jabón, un traje a lunares, un puñado de troncos apilados o una tableta de chocolate aireado.

Causas de la tripofobia

La mayoría de las fobias son causadas por experiencias traumáticas o son aprendidas culturalmente.

Sin embargo, este no sería el caso de la tripofobia según una investigación llevada a cabo por la Universidad de Essex, cuyos resultados fueron publicados recientemente en la revista Psychological Science.

Según Geoff Cole, investigador experto en ciencias de la visión, los patrones visuales que desencadenan los síntomas en las personas con tripofobia son similares a los que aparecen en diversos animales venenosos.

Algunos de los animales más mortíferos del mundo, como el pulpo de anillos azules, la cobra real, ciertos escorpiones y diversas arañas, presentan en su superficie patrones de manchas.

Teniendo en cuenta esto, se podría inferir que la tripofobia tiene una sencilla explicación evolutiva: las personas que sienten repulsión al observar estos patrones se alejan de los animales peligrosos, lo que les ayuda en su supervivencia.

De esta manera, no es extraño que aún hoy en día muchas personas presenten síntomas de ansiedad al observar patrones de manchas o agujeros que recuerdan a los que se ven en los animales más venenosos del mundo.

Sería una reminiscencia de un miedo que antiguamente ayudó a muchos humanos a sobrevivir.

Síntomas de la tripofobia

Si quieres saber si en tu caso la tripofobia es realmente una fobia y necesita tratamiento, se deben cumplir las siguientes condiciones:

  • El temor debe ser persistente, excesivo e irracional, y debe ser desencadenado por la presencia o anticipación del estímulo, en este caso, la observación de un patrón geométrico determinado.
  • La exposición al estímulo debe provocar invariablemente una respuesta de ansiedad intensa o una crisis de angustia.
  • Evitas las situaciones que te provocan estos síntomas o las soportas apenas, siempre bajo una intensa sensación de malestar o ansiedad.
  • Estos comportamientos de evitación y los síntomas de ansiedad (que aparecen incluso cuando tan solo cuando piensas en un panal de abejas) interfieren en tu vida cotidiana: en tu trabajo, tus estudios, tu vida social y tu rutina normal.

Tratamientos

Como todas las fobias, hay varios tratamientos posibles, diversas terapias psicológicas y algunos medicamentos:

Terapia de exposición

En la terapia de exposición, el terapeuta te expondrá poco a poco al estímulo que provoca tus síntomas, ayudándote a controlar la ansiedad mediante diferentes herramientas.

La exposición gradual y repetida en el tiempo hará que cada vez sientas menos ansiedad y así podrás controlar la situación cuando veas patrones de pequeños agujeros. Puedes aprender más de esta terapia en este artículo.

Terapia cognitivo-conductual

Resumidamente, la terapia cognitivo-conductual consiste en el cambio de pensamientos y conductas.

Implica también la exposición gradual al estímulo, combinada con otras técnicas que te ayudarán a lidiar con las situaciones que te provocan ansiedad de diferentes maneras. También cambiarán tus creencias respecto de tu fobia y el impacto que tiene sobre tu vida.

Medicamentos

Deben ser prescritos por un médico siquiatra. Para el tratamiento de algunas fobias se prescriben medicamentos antidepresivos, tranquilizantes o beta bloqueadores.

Los beta bloqueadores son medicamentos que neutralizan los efectos de la adrenalina en el organismo. Disminuyen el ritmo cardíaco, bajan la presión arterial y reducen los temblores.

Los antidepresivos que habitualmente se prescriben para los casos de fobias severas son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Es posible que el médico recete también otro tipo de antidepresivos para el control de los síntomas, dependiendo de cada caso.

Por último, un cierto tipo de medicamentos tranquilizantes llamados benzodiacepinas pueden ayudar a controlar la ansiedad en las personas que padecen diversos tipos de fobias. Deben utilizarse con precaución porque pueden tener efectos secundarios adversos y varias contraindicaciones.

Cabe aclarar que en la mayoría de los casos se recurre a la medicación cuando los síntomas de la fobia son realmente incontrolables e interfieren en la vida cotidiana de la persona, impidiéndose realizar sus actividades normalmente.

Para los demás casos, se recomiendan las terapias psicológicas y cualquier otro método que ayude a controlar la ansiedad, como el yoga o la meditación, por ejemplo.