Anatomía y fisiología

Hueso parietal: anatomía, consideraciones patológicas


El hueso parietal es una estructura ósea que forma parte del esqueleto de la bóveda del cráneo, siendo uno de los dos huesos pares que conforman la parte superior. Está ubicado lateralmente, protegiendo la parte superior y lateral del encéfalo.

El parietal es un hueso cuadrado que combina tejido óseo compacto y esponjoso. Tiene una cara externa y una interna y cuatro ángulos que cobran importancia durante el examen físico pediátrico para la evaluación del correcto desarrollo del cráneo del lactante.

Tiene funciones de soporte de estructuras músculo-tendinosas y de protección, ejerciendo, como el resto de los huesos que lo acompañan, una importante labor en preservar la integridad de la parte más importante del sistema nervioso central y de todas sus estructuras vasculares.

Sus medios de fijación con los huesos vecinos son producto de la evolución de sus estructuras de soporte, las cuales comienzan a formarse en el feto y completan su desarrollo después del nacimiento.

Índice del artículo

Anatomía

El cráneo, llamado coloquialmente “calavera”, es una estructura ósea compleja que incluye el esqueleto superior (que protege el cerebro) y el inferior (que forma la cara).

Cuando se habla de cráneo en anatomía, se distinguen dos partes: el viscerocráneo y el neurocráneo.

El viscerocráneo, o esplanocráneo, se refiere a los huesos de la cara. Su articulación a los huesos de la base del cráneo forma las cavidades orbitales, la cavidad nasal y la bucal.

A su vez, el neurocráneo es el conjunto óseo que cubre el encéfalo. Está formado por ocho huesos que se encargan de la protección del cerebro y del soporte de estructuras musculares y tendinosas.

Los huesos que conforman el neurocráneo son el frontal, el etmoides, el occipital y el esfenoidal que son huesos únicos; y los huesos temporal y parietal que son huesos pares.

Estas estructuras están articuladas y unidas entre sí mediante un tipo de tejido conectivo fuerte. Estas uniones se denominan sindesmosis.

Hueso parietal

El parietal es un hueso par que forma parte de los huesos de la bóveda craneana o neurocráneo.

Está ubicado en la porción lateral y superior del cráneo y se ocupa de proteger el cerebro, además de servir de soporte para algunas estructuras musculares que se encuentran en las cercanías.

Su forma es cuadrada y consta de dos caras. Una cara parietal o externa y una visceral o interna que está en contacto con las capas protectoras del encéfalo.

El plano externo es liso y, al estudiar su superficie, se observan dos líneas curvas, una encima de la otra, ubicadas en el centro del hueso, que son denominadas líneas temporales.

La línea temporal superior marca el sitio donde se inserta un tejido fibroso llamado fascia temporal, y la línea inferior indica el sitio donde se origina el músculo temporal.

Por su parte, la superficie de la cara visceral es más compleja. Al examinarla se pueden evidenciar múltiples depresiones que indican el sitio de las circunvoluciones o giros cerebrales.

También se observan surcos que corresponden a las múltiples ramas de la arteria meníngea media, que es el principal vaso que otorga suplemento sanguíneo a las meninges cerebrales.

También se pueden evidenciar algunos desniveles que corresponden a las llamadas granulaciones aracnoideas, que son prolongaciones de las meninges por donde circula el líquido cefalorraquídeo hacia el torrente sanguíneo.

Embriología y desarrollo

Los huesos del cráneo comienzan a diferenciarse durante las primeras 4 semanas del embarazo. En este tiempo, las células formadoras de hueso comienzan el desarrollo de las estructuras correspondientes a la bóveda craniana.

Las células que forman los huesos parietales comienzan la diferenciación ósea hacia la 8va semana de embarazo. Las estructuras van acercándose y llegando a su posición final durante toda la gestación.

Al momento del nacimiento, las separaciones entre los huesos del cráneo son relativamente anchas y el tejido que los une es bastante laxo. A medida que pasa el tiempo y el recién nacido crece estos espacios van cerrándose, terminando su proceso completo de fusión alrededor del segundo año.

Las líneas que unen a los huesos mediante tejido conectivo se denominan suturas. Una vez cerradas, el cráneo no se desarrolla más.

Cuando las suturas se fusionan, el cráneo tiene la forma que mantendrá durante el resto de su vida.

Cuando el niño nace, pueden palparse a través del cuero cabelludo unos puntos blandos que corresponden a la separación de los huesos del cráneo. Estas zonas se denominan fontanelas.

Las fontanelas más amplias son la anterior y la posterior. La fontanela anterior está formada por la sutura coronal, que es el sitio donde coinciden los dos huesos parietales con el hueso frontal.

La fontanela posterior la constituyen la sutura sagital y la lambdoidea. Esta es el área de unión de los huesos parietales y el hueso occipital.

La fontanela anterior se cierra entre los diez y los veinticuatro meses después del nacimiento; mientras que la posterior, por lo general, lo hace entre el segundo y el tercer mes.

Consideraciones patológicas

Cuando hay un aumento de la presión dentro del cráneo, las fontanelas permanecen abiertas para poder soportar las altas presiones. Esto hace que aumente el tamaño de la circunferencia cefálica ocasionando una condición conocida como hidrocefalia.

Por el contrario, cuando hay un cierre prematuro de estos espacios, el cráneo pierde la capacidad de crecimiento normal, comenzando a crecer paralelamente al eje de la sutura fusionada.

La fusión anormal de las suturas óseas y el cierre prematuro de las fontanelas se conoce como craneosinostosis.

Referencias

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