Biología celular

Estrato basal: características y funciones


El estrato basal es la capa más interna de la epidermis y está conformada por células con características germinativas. Esta capa celular se encarga de la renovación de la piel, proceso que ocurre de forma cíclica. Las células del estrato basal sufren mitosis, efectuando de esta forma la renovación celular. Es conocida también como capa basal.

A medida que se van dividiendo las células, van siendo empujadas hacia la superficie queratinizandose progresivamente hasta alcanzar el estrato córneo donde se descaman. La capa basal se compone de células vivas, mientras que el estrato córneo contiene células muertas y funciona como una barrera contra el ambiente.

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Características

El estrato basal se compone de una capa de células con un grosor de una sola célula. Se caracteriza por ser la capa germinativa de la epidermis, ya que contiene células madre que dan origen a los queratinocitos. Estos últimos son los constituyentes de los estratos espinoso, granuloso, lúcido y córneo. Además de las células madre, en este estrato se encuentran melanocitos y queratinocitos.

Las células del estrato basal son de pequeño tamaño y de forma cúbica o cilíndrica. Poseen poco citoplasma, por lo que los núcleos quedan cercanos entre sí. El estrato basal presenta basofilia, tendiendo a teñirse fácilmente por cualquier colorante básico.

La melanina que está contenida principalmente en los melanocitos es capaz de migrar desde estos a las demás células del estrato, conformando cantidades variables en el citoplasma de dichas células.

Unas estructuras denominadas desmosomas, mantienen a las células basales unidas entre sí y con los queratinocitos. Estos se unen a la dermis a través de una membrana basal.

Las células madre se dividen y diferencian en queratinocitos. Estos van migrando luego hacia los estratos siguientes y llegan a la capa externa de la epidermis, donde sufren queratinización y forman la capa córnea de la piel.

Células madre del estrato basal

En la capa basal existen dos clases de células germinativas: las células madre y las células progenitoras de la capa basal o de amplificación transitoria.

Las células madre son pluripotenciales y se encuentran en la zona apical de los folículos pilosos o bulbo piloso. Estas se desplazan hacia cualquier región de la epidermis y actúan en la regeneración y reconstrucción de tejido en caso de una lesión. Tienen una lenta división, realizando recambios de tres a cuatro veces al año, y poseen una vida larga.

Las células de amplificación transitoria se derivan de las células madre y se encuentran en la zona de unión entre la dermis y la epidermis.

Estas células son unipotentes y pueden realizar división celular (mitosis) más rápidamente, hasta una vez por semana. Tienen una vida más corta, ya que luego de un limitado número de divisiones, sufren una diferenciación terminal hacia queratinocitos.

Tipos de división de las células madre

Las células madre del estrato basal deben renovarse para mantener la homeóstasis en dicho estrato. Estas pueden dividirse de forma simétrica o asimétrica.

Al dividirse de forma asimétrica, se producen dos células, una con el fenotipo original y otra que se diferencia en algún otro tipo celular. Esto asegura que el pool de células madre se mantenga constante.

Cuando se dividen de manera simétrica las dos células hijas poseen un fenotipo diferenciado. En el desarrollo embrionario, las células del estrato basal se diferencian mayormente de forma simétrica y paralelas al eje del estrato. De esta forma, se asegura el crecimiento uniforme de la superficie del embrión, quedando el epitelio en una sola capa.

Al estratificarse el epitelio en varias capas, las divisiones de las células basales son mayormente asimétricas (alrededor del 70% de las divisiones), lo que asegura que se desarrollen células supra-basales, provocando el establecimiento de una barrera cutánea al formarse la epidermis y mantenerse su homeóstasis en la edad adulta.

Funciones

Las células del estrato basal tienen una función esencial en la reparación y renovación epidérmica. En los peces, durante el desarrollo, esta capa tiene la función de producir colágeno e interactuar con el mesénquima para la formación de las escamas. Posiblemente también actúa en el depósito de sustancias epidérmicas en las escamas.

Esta capa basal o germinativa produce nuevas células a partir de las células madre. Estas se diferencian y migran hacia los estratos superiores hasta llegar a la superficie de la piel donde se queratinizan, pierden sus núcleos y se descaman.

Este recambio constante de células permite renovar permanente de la piel, manteniendo la homeóstasis cutánea (número constante de células).

A pesar de que en cada región del estrato las células madre se encargan de reemplazar las células diferenciadas que mueren, es posible que puedan migrar hacia otras regiones y participen en su reparación, en caso de que las células madre de dichas regiones estén defectuosas.

Existen evidencias que demuestran que las células progenitoras del estrato basal se encargan más eficientemente de mantener la homeostasis cutánea. Por otro lado, las células madre se encargan de la reparación y cicatrización de la epidermis, activándose al detectar una agresión o herida.

Cicatrización

Las células del estrato basal actúan también en el proceso de cicatrización cuando existe un daño tisular. Los mecanismos de acción de las células madre frente a un daño varían según la región donde se haya producido el mismo.

En la reparación de tejido interfolicular, por ejemplo, ocurre un acaparamiento de las células madre próximas al área de la herida. Estas células se dividen y sus clones viajan desde la periferia de la herida hasta el centro de la misma, permaneciendo en esa área por tiempo prolongado.

Por otro lado, las células progenitoras de la capa basal se diferencian y migran hacia la zona dañada, en un número mucho menor que las células madre y permanecen muy poco tiempo allí.

Las células madre de la base del folículo y del infundíbulo tienen la capacidad de migrar hacia las capas externas de la epidermis, trabajando en la reparación de dicha área. Al migrar a la epidermis, los marcadores para folículo piloso de estas células quedan inactivos, pudiendo adoptar un fenotipo similar al de las células madre interfoliculares.

Referencias

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