Cultura general

Juan Nepomuceno Almonte: quién fue, biografía


¿Quién fue Juan Nepomuceno Almonte?

Juan Nepomuceno Almonte (1803-1869) fue un político, militar y diplomático mexicano que participó en algunos de los hechos históricos más importantes durante la primera mitad del siglo XIX. Fue veterano de las batallas de El Álamo y de San Jacinto.

Nació en Nocupétaro (Michoacán) en 1803 y fue hijo natural de José María Morelos. Se marchó del país y regresó una vez proclamado el Plan de Iguala, aunque volvió a irse cuando Agustín Iturbide se proclamó emperador de México. Después esperó hasta la llegada de la República para instalarse definitivamente en el país.

Ocupó varios puestos diplomáticos, destacando sus negociaciones con Inglaterra y con los Estados Unidos. Igualmente, participó en el ataque de Santa Anna contra los rebeldes de Texas.

Fue Secretario de Guerra con Anastasio Bustamante y, posteriormente, de Hacienda. Almonte dejó este último cargo al negarse a firmar la Ley de Manos Muertas, pasándose a continuación al Partido Conservador. Como representante ante España e Inglaterra, fue el firmante del Tratado Almonte-Mon, siendo acusado de traidor por parte de Juárez.

Almonte participó activamente en la búsqueda de un monarca para México. El elegido fue Maximiliano, que llegó a ocupar el trono del Segundo Imperio Mexicano. Almonte lo acompañó durante los años que duró dicho imperio (1863-1867).

Biografía de Juan Nepomuceno Almonte

Primeros años

Juan Nepomuceno Almonte nació el 15 de mayo de 1803. Aunque algunos historiadores afirman que su lugar de nacimiento fue Parácuaro, la mayoría lo sitúa en Nocupétaro, en el actual estado de Michoacán. Su padre biológico fue José María Morelos, quien al ser sacerdote no pudo darle su apellido, aunque sí lo mantuvo a su lado.

Juan Nepomuceno participó en varias campañas con su padre siendo aún un niño. Formó parte de una compañía de niños soldados, llamada “Los Emulantes”, que destacó en batallas como la del sitio de Cuautla.

El joven Juan fue herido en el ataque a Valladolid, en 1813. Gracias a sus méritos, el Congreso de Chilpancingo lo nombró general brigadier ese mismo año.

En 1814, Juan Nepomuceno fue enviado a Estados Unidos, concretamente a la ciudad de Nueva Orleans. Allí se enteró de la ejecución de su padre, el 22 de diciembre de 1815.

Regreso a México

En los EE.UU., el joven recibió formación, aprendió el idioma y trabajó como dependiente. Su estancia en el vecino del norte duró hasta 1821, cuando regresó a México al proclamarse el Plan de Iguala.

Sin embargo, cuando Iturbide se coronó como emperador, Almonte decidió volver a los Estados Unidos. En esta ocasión estuvo allí menos tiempo. En 1824, ya con la República, volvió a México, donde recuperó el grado de general brigadier.

Carrera diplomática

Almonte comenzó su carrera diplomática acometiendo las negociaciones que culminarían con el primer tratado internacional de la historia del país. Formó parte de la delegación de Trespalacios, que se desplazó a Londres junto con el embajador Michelena. Allí, consiguieron firmar un acuerdo comercial y de amistad con los británicos.

Guerra en Texas

En 1834, Almonte fue nombrado Comisario en las negociaciones con Estados Unidos que debían marcar los límites fronterizos entre ambas naciones.

Fue en Texas donde recuperó su faceta de militar. Se unió a la expedición liderada por Antonio López de Santa Anna para luchar contra los separatistas tejanos. Durante este conflicto participó en la toma de El Álamo y en la acción de San Jacinto, en la que fue hecho prisionero.

Hasta 1837 no pudo retornar a México, al igual que ocurrió con Santa Anna. En ese momento, Almonte había ganado bastante popularidad en los ambientes políticos y fue nombrado Secretario de Guerra y Marina por el presidente Bustamante. Entre sus políticas destacó la creación de la infantería ligera.

Más adelante fue ministro ante el gobierno estadounidense, entre 1841 y 1845. Su principal tarea durante ese tiempo fue tratar de impedir cualquier intervención militar de los Estados Unidos, además de evitar que Texas se uniera a la Unidad Americana.

En 1846 regresó al cargo de Secretario de Guerra, durante el conflicto contra los estadounidenses. Formó la Guardia Nacional y organizó la ayuda al Puerto de Veracruz en septiembre de ese año ante el desembarco de los soldados de EE.UU.

Paso al Partido Conservador

A finales de 1846, Almonte fue nombrado ministro de Hacienda. Solo duró 11 días en el cargo, ya que renunció para no tener que firmar la Ley de Manos Muertas, que expropiaba los bienes de la Iglesia.

Los expertos afirman que esto, más los Tratados de Guadalupe Hidalgo, firmados por el gobierno liberal y los Estados Unidos y que cedían parte del territorio mexicano a sus vecinos, provocó que cambiara su orientación política.

De esta forma, pasó de ser liberal a ser miembro del Partido Conservador. A pesar de esto, el presidente Comonfort lo nombró representantes de México ante Gran Bretaña, Austria y España en 1856.

Aparte de sus tareas políticas, Almonte perteneció a la Sociedad Mexicana de Geografía y Catecismo de Geografía Universal para uso de los establecimientos de instrucción pública y de la Guía de forasteros y repertorio de conocimientos útiles.

Tratado Mon-Almonte

Al estallar la Guerra de Reforma, Almonte permaneció en el bando conservador. Félix de Zuloaga, presidente por este sector, lo convirtió en su representante y, como tal, firmó en París el Tratado Mon-Almonte.

Este tratado, suscrito el 26 de septiembre de 1859, recuperaba las relaciones con España, rotas por el asesinato de algunos españoles en México. A cambio, el gobierno mexicano se comprometía a pagar indemnizaciones a las víctimas, entre otras medidas. Se trató, en realidad, de una manera de conseguir el apoyo español durante la guerra.

Los liberales, ante lo que consideraban una intolerable sumisión a los extranjeros, declararon a Almonte traidor a la patria.

Maximiliano

El triunfo de los liberales en la guerra civil hizo que Almonte abandonara el país rumbo a Europa. Sin embargo, no abandonó en absoluto sus actividades políticas y se unió a Gutiérrez Estrada y otros conservadores con la idea de establecer una monarquía en México.

Para ello estuvieron negociando para encontrar el mejor candidato, y el propio Almonte conspiró para facilitar la intervención francesa en México. Además, fue uno de los que propusieron a Maximiliano de Habsburgo como futuro monarca mexicano.

Almonte volvió a México aprovechando la invasión francesa. De hecho, se proclamó presidente interino en 1862, aunque no obtuvo ningún apoyo.

Junto a los franceses participó en algunas acciones militares, como la batalla del 5 de mayo. Cuando los europeos tomaron la capital, ocupó uno de los puestos de la Junta de Regencia. Fue esta Junta la que proclamó el Imperio y llamó a Maximiliano para que ocupara la corona.

Lugarteniente del emperador y muerte

A pesar de ciertas dudas iniciales, Maximiliano aceptó el ofrecimiento y el Segundo Imperio se estableció en México. Almonte pasó a ser uno de los lugartenientes del monarca y, después, mariscal del Imperio.

Como tal, viajó a Francia en 1866 para tratar de convencer a Napoleón III de que no retirara las tropas de México. El fracaso de esa misión, más la guerra en su país que acabó con el derrocamiento del emperador, hizo que Almonte decidiera quedarse en París.

Allí vivió durante tres años más, falleciendo el 21 de marzo de 1869.

Referencias

  1. Carmona Dávila, Doralicia. Juan Nepomuceno Almonte. Obtenido de memoriapoliticademexico.org
  2. México 2010. Juan Nepomuceno Almonte. Obtenido de archivohistorico2010.sedena.gob.mx
  3. Mcnbiografias. Almonte, Juan Nepomuceno (1803-1869). Obtenido de mcnbiografias.com
  4. McKeehan, Wallace L. Juan Nepomuceno Almonte 1803-1869. Obtenido de sonsofdewittcolony.org
  5. McKenzie, David Patrick. Juan Nepomuceno Almonte. Obtenido de davidmckenzie.info
  6. The University of Texas Arlington. Juan Nepomuceno Almonte. Obtenido de library.uta.edu