Pregones: concepto, características y ejemplos
Los pregones son expresiones que se dicen en voz alta y de manera consecutiva para captar la atención de las personas. Son usados para ofrecer algún servicio, bien sea de venta o de mano de obra. A quien lo utiliza se le llama pregonero y este generalmente lo implementa en mercados, calles y plazas de alguna ciudad o pueblo.
En México son muy usados los pregones desde tiempos de los aztecas. Son muchos los vendedores que puedes encontrar en distintas partes del país diciendo proclamas para promocionar variedad de alimentos u objetos. También lo hacen ofreciendo sus servicios o algún intercambio.
Los pregones tuvieron parte importante en la historia por ser mensajeros de reinos y gobiernos. En nuestros tiempos, en algunos casos pueden pasar desapercibidos por ruidos de tráfico y lo acelerado de la vida cotidiana. Pero siempre están presentes recordar la tradición y costumbres de los mexicanos.
Índice del artículo
- 1 Características de los pregones
- 2 Pregoneros famosos de México
- 3 Ejemplos de pregones cortos
- 4 Referencias
Actualmente los pregones se expresan de forma oral y forman parte de tradición urbana y popular.
Los pregones por lo general hacen frases que tienen gran musicalidad. Su forma puede variar de acuerdo a la persona y para lo que sean usados. Se pregona en voz alta, cantando o hasta gritando para lograr llamar la atención del público.
Muchos pregones también son muy bien trabajados y contienen hermosas rimas llenas de poesía. Estos detalles añaden un toque especial a los pregones y brindan gran ritmo a dichas frases.
Los pregones en México se han mantenido a través del tiempo. A pesar de que actualmente poseen usos distintos a los de sus comienzos, todavía conservan su esencia: transmitir un mensaje. Es por ello que forman parte de la jerga diaria de los pueblos y barrios, teniendo vocablos propios que los representan.
El frutero puede vender en una tienda física estable, en pequeñas mercados o en carros que son empujados por el hombre o mujer. Algunos ejemplos de pregones de frutas son:
- ¡Lleve sus ricas frutas, que la calor ‘ta dura!
- ¡Delicioso mango para que baile el tango!
- ¡Trozos de zapote, toma el más grandote!
- ¡Cómprame la uva, antes de que suba!
- ¡Rica sandía para el que come y el que cría!
Un pregonero que está en la historia de México es el afilador, que transitaba con su silbido montando en bicicleta o triciclo. Sus principales clientes eran amas de casa, carniceros o cualquier vendedor de mercado que necesitara afilar un cuchillo. A lo lejos se escuchaba su pregón “¡aaafiiiiladoooor!” y el sonido de su esmeril.
Un famoso pregonero ya casi inexistente. Salía de noche a encender las farolas y a cuidar las calles mientras gritaba pregones de cómo estaba la ciudad. Algunos pregones de sereno son:
– “¡Las doce han
dado y sereno,
y la noche está tranquila!”.
– “¡Camino con mi farol
por la ciudad dormida!
¡Los faroles de las calles
yo me encargo
de encender para que
usted mi negrita
no se vaya a caer!”.
Es un popular pregonero que pasaba a pie, bicicleta o alguna camioneta pequeña. Se dice que son de los que más lograban vender. Se dejaban escuchar con su grito de “¡Pan, calientito!” y usando una chicharra que hacían sonar. Este es un ejemplo de pregón de panadero:
– “Pan casero para
el pueblo entero.
Pan casero para
el nieto y el abuelo”.
Este pregonero también es de los más famosos por ser usado para muchas películas. Es muy conocido por la serie de televisión El Chavo del 8. Era una persona que recorría los barrios comprando y vendiendo ropa usada. Existían varios pregones que tienen los ropavejeros. Un ejemplo de estos es:
– “¡Sombreros estropeados,
pantalones remendados!
¡Cambio, vendo y compro por igual!”.
El pastelero es otro pregonero que también lo usaban para películas. Negrete o Infante llegaron a interpretar personajes como este. Tenía pregones llenos de alegría y rima. Algunos de los que podemos nombrar son:
– “¡Pasteles calientitos,
hoy no podían
faltar
pa’ los mozos
y mocitas
que han venido
a festejar!”.
– “¡Pastelitos con dulce de ciruela!
¡Para todos los que esperan
ser dueños de una patria nueva!”.
– “¡Aquí llegan los pasteles
que prepara el pastelero!
Vayan a lavarse las manos
¡para chuparse los dedos!”.
En época colonial se hizo muy conocido el pregonero que vendía escobas, cepillos o plumeros. Se paseaba por los barrios ofreciendo con sus gritos para que todos los escucharan. Ciertos pregones de escoberos son:
– “¡Yo soy el negrito Tino
que siempre pasa por acá
vendiendo escobas y plumeros
y nadie me quiere comprar!”.
– “¡Plumeros y cepillos,
escoba, escobillones
para limpiar el piso
de salitas y salones!”.
– “¡Escoba, escobillón
para limpiar el piso
del gran salón!”.
Un pregonero famoso es el vendedor de leche, tanto así que aún se pueden escuchar sus pregones por las calles. Varios de ellos son:
– “¡Traigo leche para todos,
leche para beber
blanca, fresca y deliciosa
para ayudarles a crecer!”
– “¡Vendo leche fresquita
para tomar en tacita,
leche recién ordeñada
para tomar de mañana!”.
– “¡Leche recién ordeñada,
leche espumosa para usted,
mi linda moza!”.
Otro personaje significativo es el vendedor de aguas, que existe aún en la actualidad. En tiempos pasados era quien vendía y distribuía el agua en las poblaciones. Pero también vende los que los mexicanos llaman aguas aromatizadas de distintos sabores. Algunos ejemplos de estos pregones son:
– “¡Agua fresca, clara y pura
para la doña y el don.
Aquí pasa el aguatero
y se va con su pregón!”.
– “¡Agua fresca traigo del río,
tu cara sucia podrás cambiar;
si compras agüita para lavar!”.
– “¡Agüita fresca, patrona!,
¡para borrar las tristezas
y espantar a la corona!”.
Se trata de un oficio de cientos de años donde mujeres ofrecían sus servicios para lavar la ropa. Se convirtieron en pregoneras por ofrecer su trabajo con frases y cantos en voz alta por las calles de los pueblos. Algunos de los pregones que usaban eran:
– “¡A la ropa, ropa lavo
del señor y de la amita,
la mojo en agua del río
y la saco bien limpita!”.
– “¡Voy caminando al río
para lavar su ropita,
verá linda señora
como queda blanquita!”.
– “¡Para tener la ropita de primera,
désela a esta negrita
que es la mejor lavandera!”.
Un pregonero de los más destacados y que sigue en las calles ofreciendo empanadas con palabras rimadas y enalteciendo sus atributos. Tenemos los siguientes ejemplos de sus pregones:
– “¡Empanadas bien sabrosas
para las buenas mozas!”.
– “¡Empanadas bien calientes
para todos los valientes!”.
– “¡A las ricas empanadas
del negro Carmelo,
los niños y las niñas
se chupan los dedos!”.
– “¡Empanadas con aceituna!,
¡tan sabrosas que sólo
me quedan algunas!,
¡son para los patriotas!,
para los gordos…
¡ninguna!”.
– ¡Llegó el pan, a solo tres pesitos llegó el pan!
– ¡Leche espumosa para usted mi linda moza!
– ¡Pásele a los tamalitos y al atole; son estilo Veracruz!
– ¡Sale el camión pa’ la central! ¡Aquél que va al centro ya sale! ¡Súbale!
– ¡Empanadas de leche, de fresa, cajeta y piña! ¡Llévele que se acaban!
– ¡Dulces de leche! ¡a diez pesitos su dulcecito de leche!
– ¡Hay naranjas y hay limones!
– ¡Vendo aguita fresquita para refrescar su boquita!
– ¡Aquí hay pitaya y guamúchil, los de temporada, fresquecitos, sabrocitos!
– ¡Melón, melón para que en, su casa, no se le caiga el calzón!
– ¡Aguacate barato!
– ¡Le podo el pasto, le pinto la casa, le saco a pasear al perro!
– ¡Compro botellas de vidrio: de cerveza o refresco!
– ¡Vengo pasando a su casa para llevarme todo lo que ya no le sirva: refrigeradores en mal estado, televisiones viejas, monedas de cobre, de plata. También cacharros viejos, colchones rotos aquí se lo venimos comprando!
– ¡Compren tinta! ¡Zapatos que remendar! ¡Sillas que entular!
– ¡Se compran, colchones, tambores, refrigeradores, estufas, lavadoras, microondas o algo de fierro viejo que vendan!
– ¡El señor Tlacuache compra cachivaches! ¡Botellas que vendan! ¡Zapatos usados! ¡Sombreros estropeados, pantalones remandados! Cambio, compro y vendo por igual.
– ¡Hay tamales oaxaqueños, tamales calientitos! ¡Pida sus ricos tamales oaxaqueños! ¡Ya llegaron sus ricos y deliciosos tamales oaxaqueños! ¡Acérquese y pida sus ricos tamales oaxaqueños!
– ¡Pepitorias, palanquetas, cocadas, alfajores y mucho más!
– ¡Empanadas de leche, de fresa, cajeta y piña! ¡Llévele que se acaban!
– ¡Agua, agüita para las damas bonitas!
– ¡Soy el sereno,
caminando voy
y muy contento
la hora doy!
– ¡Vendo velitas,
que hacen
tus noches
claritas!
– ¡Mazamorra calentita
para llenar la pancita,
mazamorra, la mejor
para el negrito gordinflón!
– “Comed con ganas y con pasión
Tened compasión de vuestro cuerpo,
bebed hasta que os duela el aliento,
bailad hasta que se dispare la tensión,
cantad llenos de sentimiento,
y no dejéis nunca sediento el desierto del amor.
El pregón llega al final, ¡gracias a Dios!
¡Podéis ir en paz!”.
“Domingo de Resurrección, día para meditar y pensar. Día de alegría y esperanza en el hombre y en su acción transformadora.
“No hay ¡Aleluya!, si no hay cambio en mi ser, no hay ¡Aleluya! si no hay muerte en mi yo, no hay ¡Aleluya!, sin cruz, clavo y lanzada. No hay ¡Aleluya!, sin transformación. Brotes de Olivo.
“Este es mi Pregón, seguro que cada uno de los aquí presentes tiene el suyo y seguro que mucho mejor y más acertado que el que acabáis de escuchar”.
- (S. f.). (N/A): Educación inicial. Recuperado de: educacioninicial.com.
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