Ansiedad

Anuptafobia: qué es, causas, síntomas, tratamiento


¿Qué es la anuptafobia?

La anuptafobia es una fobia específica donde el elemento temido radica en estar soltero. Una persona que padece esta alteración psicológica presenta un miedo extremadamente elevado siempre que se expone a su situación temida, es decir, cuando no tiene pareja o piensa que podría no tenerla.

Para poder delimitar correctamente este trastorno de ansiedad, es necesario conocer con exactitud cuáles son las cualidades que caracterizan el temor experimentado. De hecho, todas las personas podemos padecer un cierto miedo a estar solteros en muchos momentos de nuestras vidas.

Sobre todo en esos momentos en los que terminamos una relación sentimental o empezamos a tener problemas con nuestra pareja, podemos sentir un cierto temor a la idea de estar solos y perder la compañía que hemos tenido durante tanto tiempo.

Del mismo modo, en ciertas etapas vitales que se relacionan con el compromiso, tener hijos o formar una familia, también podemos estar más predispuestos a ponernos nerviosos ante la idea de no tener una persona con quien materializar estos planes de futuro.

Sin embargo, la anuptafobia va más allá de un simple temor a estar solteros, por lo que el miedo que se experimenta en este trastorno debe cumplir una serie de características. Por otra parte, pueden sufrirlo hombres y mujeres, aunque en estas últimas hay una mayor incidencia por presiones sociales.

Síntomas

Para poder distinguir la anuptafobia de los miedos no patológicos a estar soltero, resulta muy clarificador atender a las características clínicas de este trastorno.

En términos generales, se pueden delimitar tres áreas principales que se encuentran alteradas por la presencia de la anuptafobia: el plano fisiológico, el plano cognitivo y el plano conductual.

Plano fisiológico

La anuptafobia comporta una respuesta de miedo muy elevada y extremadamente intensa. 

Esta activación se caracteriza por la puesta en marcha de todo un conjunto de respuestas fisiológicas producidas por un incremento de la actividad del sistema nervioso central (SNA).

Las principales respuestas suelen ser:

– incremento de la tasa cardiaca,

– aumento de la respiración y la sudoración,

– tensión muscular,

– dilatación de la pupila,

– boca seca,

– en algunos casos, dolores de estómago, náuseas y vómitos.

Así nivel físico se manifiesta a través de la misma activación que experimentan las personas cuando se exponen a un elemento que puede resultar altamente peligroso para su integridad.

Plano cognitivo

En el plano cognitivo, el individuo que padece anuptafobia desplegará toda una serie de creencias sobre la situación temida, es decir, sobre el hecho de no tener pareja.

Estas creencias suelen estar caracterizadas por una serie de atributos negativos, así como ideas pesimistas sobre la propia capacidad de afrontamiento.

Pensamientos como “nunca encontraré pareja”, “siempre estaré solo/a”, “nadie me querrá” o “nunca seré feliz”, son algunos de los que pueden aparecer con mayor frecuencia.

Plano conductual

Finalmente, el último elemento que resulta fundamental para delimitar la presencia de anuptafobia radica en el efecto que tiene el temor sobre la conducta y el comportamiento de la persona.

El miedo, los temores y todas las manifestaciones que hemos comentado hasta el momento afectan de forma directa en el comportamiento del individuo.

Este puede variar en cada caso, aunque las conductas más habituales suelen ser resistencia a la separación, búsqueda obsesiva de pareja y comportamientos de pesimismo, o incluso depresivos cuando se está soltero.

Causas

Existen muchos factores que pueden influir a la hora de desarrollar anuptafobia. Se piensa que no existe una única causa para este tipo de trastornos y que su aparición depende de la conjunción de distintos factores, la mayoría de ellos ambientales.

Los más habituales son los que tienen que ver con el condicionamiento durante las primeras etapas de la vida.

Especialmente, padecer experiencias traumáticas relacionadas con el compromiso y las relaciones sentimentales, como haber presenciado una mala separación de los progenitores, pueden resultar aspectos importantes.

Asimismo, se sostiene que la obtención de información verbal durante la infancia puede ser también un elemento relevante. Haber sido educado en un ambiente donde se otorga un exceso de importancia a la vida en pareja, el hecho de tener hijos o la conformación de una familia estable, también puede predisponer al desarrollo de anuptafobia.

Los rasgos de personalidad anteriormente comentados, como la dependencia o la baja autoestima, son otros factores de riesgo que pueden dar lugar a la aparición del trastorno.

Finalmente, se concuerda que la presión y el rechazo social que existe sobre las personas solteras de edad avanzada pueden ser factores que incrementan la prevalencia de este trastorno.

¿Por qué se debe tratar la anuptafobia?

La anuptafobia es un trastorno que puede deteriorar notablemente la vida de las personas. 

El individuo con este trastorno puede exponerse a sensaciones y manifestaciones de ansiedad muy elevadas, las cuales pueden repercutir en su comportamiento, en su día a día, y especialmente en su calidad de vida.

Además, superar esta alteración sin ayuda de profesionales de salud mental resulta prácticamente imposible. No obstante, como en la mayoría de fobias específicas, no suele ser común la petición de ayuda por parte de los individuos con anuptafobia.

La mayoría de personas que buscan ayuda psicológica para superar su fobia lo hacen por uno de estos tres determinantes:

– Ha cambiado algo en la vida del paciente que hace que el estímulo fóbico adquiera mayor presencia o relevancia.

– Un acontecimiento brusco ha provocado que aparezcan determinados miedos que antes no existían y le condicionan su vida actual.

– La persona está cansada de vivir con un determinado miedo y decide, por sí misma o influida por terceros, solucionar su problema.

Tratamientos

Uno de los aspectos más optimistas de la anuptafobia es que puede superarse y remitir si se aplican las intervenciones adecuadas.

En el tratamiento de este trastorno no se suelen utilizar fármacos, excepto en esos casos en los que la respuesta de ansiedad es extremadamente elevada y se requiera el uso de ansiolíticos para la estabilización.

De este modo, la principal intervención que se debe aplicar en la anuptafobia es la psicoterapia. Específicamente, la terapia cognitivo-conductual puede aportar técnicas eficaces para el tratamiento de la anuptafobia.

La técnica de desensibilización sistemática, la exposición en imaginación, la terapia cognitiva y la relajación son los tratamientos psicológicos que se utilizan con mayor frecuencia en este tipo de alteraciones.

A través de estas técnicas se expone al paciente a los elementos temidos y se trabaja para evitar la respuesta de evitación, por lo que poco a poco el individuo se va habituando a sus miedos y va desarrollando habilidades que le permiten afrontarlo.

Referencias

  1. Diagnostic and statistical manual of mental disorders (DSMIII) (1980). Washington, DC: American Psychiatric Association.
  2. Marks I. (1990). Miedos, fobias y rituales. Edt. Martínez Roca. Barcelona.
  3. Mineka S, Zinbarg R. (2006). A contemporary learning theory perspective on the etiology of anxiety disorders: it’s not what you thought it was. Am. Psychol.