Sociedad virreinal: qué es, grupos, características, leyes, gobierno
¿Qué es la sociedad virreinal?
La sociedad virreinal era el sistema de organización político-social utilizado por la Corona española para administrar las colonias americanas. Tras la conquista española de los Imperios mexica e inca, España buscó garantizar el control real sobre la región.
El tamaño del nuevo territorio, su alejamiento de España y la amenaza de que los conquistadores ejercieran un poder no regulado llevaron al monarca español, (Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico), a crear un sistema de virreinato colonial que reflejara la organización política de la propia España.
El virrey era el funcionario español más importante de las colonias y la unidad principal de la administración colonial española era el virreinato.
En 1535 la Corona creó el virreinato de Nueva España, con sede en la ciudad de México, que contenía el territorio del antiguo Imperio mexica. En 1542 creó el virreinato de Perú, con sede en la ciudad de Lima, gestionando las tierras del antiguo Imperio inca.
Posteriormente, como consecuencia del crecimiento sustancial del imperio español en el hemisferio occidental durante el siglo XVIII, se crearon dos virreinatos nuevos: el de Nueva Granada en 1739 ubicado al norte de América del Sur y el virreinato del Río de la Plata en 1776, ubicado en Sudamérica.
Durante el período colonial, la posición del virrey fue casi siempre asignada a burócratas o militares españoles nacidos en Europa. La razón de esta práctica era en parte porque se esperaba que, como forasteros, los virreyes españoles serían imparciales en la administración de las posesiones coloniales.
Para la mayoría, la posición extremadamente prestigiosa del virrey era una recompensa por una carrera de servicio a la Corona. Sin embargo, la posición no solía ser permanente, por lo que el tiempo medio de ocupación del cargo era relativamente corto, normalmente entre cinco y ocho años.
Sistema de gobierno
El sistema de virreinato en su conjunto estaba organizado de forma jerárquica y burocrática. La Corona estaba sola en lo alto del gobierno imperial.
Debajo del monarca estaba el Consejo de Indias, ubicado en España, que supervisaba la administración colonial. En el Nuevo Mundo, las colonias se dividían en Virreinatos, que a su vez se subdividian en unidades políticas más pequeñas denominadas Audiencias.
El término “Audiencias” se refería no solo a un territorio dentro del virreinato sino también a un alto tribunal que ejercía importantes funciones ejecutivas.
Los integrantes de este gabinete eran seleccionados por la Corona, fortaleciendo el carácter jerárquico del gobierno y garantizando que solo los españoles asumieran los cargos políticos importantes.
A pesar de las complejidades de estas múltiples jerarquías, los virreyes gozaban de cierta flexibilidad en su gobierno.
Sus principales responsabilidades eran la recaudación de impuestos, la defensa interna y externa, la gestión de obras públicas y los deberes administrativos generales, que normalmente eran bastante sencillos.
Sin embargo, también tenían que mantener las leyes españolas, que eran muchas y con frecuencia contradictorias.
Leyes de la sociedad virreinal
El monarca pretendía restringir las interacciones sociales que los funcionarios de la corona establecían con la colonia, por lo que decretó leyes que delimitaban la vida social del virrey y la corte. Seguidamente, se resumen algunos de estos enunciados:
- El virrey y los ministros de la audiencia no podían visitar a los miembros de la sociedad colonial.
- La ley prohibía al virrey y su esposa participar en festividades.
- Los virreyes solteros no podían unirse en matrimonio sin una licencia real y ciertamente no con personas nativas de la colonia.
- El virrey podía comer solo en compañía de su esposa y criados, evitando la presencia de la sociedad local.
- El rey también prohibió que los hijos del virrey lo acompañaran a América.
- La ley prohibía a los virreyes y a sus esposas poseer bienes inmuebles como haciendas, casas o jardines.
- No se les permitía participar en ninguna clase de negocio, comercio o actividad minera, ni intervenir en exploraciones o conquistas de territorio no conquistados.
- El virrey no podía aceptar créditos ni regalos.
- El virrey no podía ser servido por más de cuatro esclavos.
En teoría, estas leyes limitaban al virrey de la mayor parte de la vida social de la colonia y lo reducían a un siervo leal de la corona, una especie de “rey filósofo”.
Sin embargo, en la práctica la respuesta de los burócratas parecía ser “obedezco pero no ejecuto”, se reconocía la autoridad de la Corona, pero se postergaba o suspendía la obediencia de sus mandatos.
Para contrarrestar esto, el Monarca Español agregó nuevas políticas para la América Española, dentro de las que destacan: el juicio de residencia, una revisión judicial de fin de mandato, y la visita, una investigación secreta que podía ser desarrollada en cualquier momento.
Cada una de estas prácticas se utilizaban para garantizar que los virreyes fueran diligentes en sus deberes y no tomaran demasiadas libertades.
Pese a todos los esfuerzos de la Corona por mantener un estricto control en las nuevas colonias, en la práctica los virreyes y la sociedad local burlaban las reglas.
Los funcionarios de la Corona establecían contactos con las redes sociales coloniales, y la socialización formaba parte de la política.
Sociedad de castas: grupos sociales
En el siglo XVIII, la Corona Española había trasladado su cultura al Nuevo Mundo, recreando allí una versión de la vida ibérica modificada por la influencia local.
Los españoles obligaron o persuadieron a los indios a adoptar el cristianismo como su religión y desalentaron o suprimieron las lenguas locales en favor del español.
La clave para el desarrollo social fue la mezcla de los diferentes grupos raciales. Los indios nativos, los colonizadores españoles y los esclavos africanos (traídos al Nuevo Mundo para trabajar en las plantaciones y en la explotación de metales preciosos), se unieron para producir una sociedad multirracial única.
Las nuevas sociedades surgieron poco a poco, creando distinciones basadas en las razas. Los criollos, personas de ascendencia ibérica nacidas en América Latina. La mezcla de pueblos originó a los mestizos, personas descendientes de blanco e indio, y los mulatos, una mezcla de ascendencia africana y blanca o india .
Los grupos mixtos eventualmente representaron una porción considerable de la población en muchas colonias. En México y Perú se desarrollaron grandes grupos mestizos, mientras que los mulatos fueron especialmente destacados en Cuba.
Las personas nacidas en Europa llamadas peninsulares, veían a los criollos, mestizos y mulatos con condescendencia o desprecio, considerándolos razas inferiores.
Mientras que los peninsulares siempre disfrutaron de un alto estatus social, los esclavos africanos y los indios ocuparon el fondo de los grupos sociales. Los mestizos llenaron las categorías intermedias.
Se impusieron restricciones a las personas de origen mixto, pero no se detuvo la movilidad social. Con el tiempo, crecieron las distinciones entre los nacidos en España (peninsulares) y los españoles nacidos en el Nuevo Mundo (criollos).
Estos últimos dominaron las economías locales y desarrollaron un fuerte sentido de identidad que más tarde contribuyó a los movimientos independentistas.
La sociedad en su conjunto permanecía sometida a las formas patriarcales ibéricas. Las mujeres estaban bajo la autoridad masculina; las mujeres de clase alta estaban limitadas a las ocupaciones domésticas, pero muchas mujeres de las clases inferiores participaban en la economía.
Una característica notable de la sociedad latinoamericana fue el papel dominante del gran terrateniente, plebeyos españoles que vinieron a América a apropiarse de inmensas haciendas, en donde los indios trabajaban como peones.
Este sistema de grandes terratenientes y campesinos dependientes ha seguido siendo uno de los rasgos persistentes de la sociedad latinoamericana.
Hacia el final del período colonial, los problemas financieros en España provocaron que la corte buscara maneras de hacer el imperio más rentable, por lo que la Corona comenzó a vender importantes nombramientos burocráticos en las colonias, incluso el título de virrey era vendido. Esto permitió que más españoles nacidos en América ocuparan estas posiciones.
Referencias
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- Hunefeldt, C. (2004). A Brief History of Peru. Broomall, Chelsea House Publishers
- Lockard, C. (2011). Societies, Networks, and Transitions, Volume II: Since 1450. Wadsworth, Cengage Learning.
- Rosenmüller, C. (2008). Patrons, Partisans, and Palace Intrigues: The Court Society of Colonial Mexico. Calgary, University of Calgary Press.
- Seaman, R. (2013). Conflict in the Early Americas. An Encyclopedia of the Spanish Empire’s Aztec, Incan, and Mayan Conquest. Santa Barbara, ABC-Clio.