Inteligencia cristalizada
La inteligencia cristalizada es un tipo de inteligencia que depende de la experiencia vital de la persona, se solidifica con el paso de los años y experimenta una transformación mínima. Fue desarrollada por el psicólogo británico Raymond Bernard Cattell a mediados del siglo pasado.
Se trata de un tipo de inteligencia que implica el conocimiento que proviene de la formación previa y la experiencia del pasado. La inteligencia cristalizada se contrapone de la inteligencia fluida, un tipo de conocimiento que hace referencia a la capacidad de resolver problemas en sentido amplio y estricto.
La inteligencia cristalizada es una competencia que está principalmente constituida por aptitudes relativas a la comprensión verbal, el establecimiento de relaciones semánticas, la evaluación y valorización de la experiencia, el establecimiento de juicios y conclusiones, los conocimientos mecánicos y la orientación espacial.
Teoría de Catell de la inteligencia
Raymond Cattell acuñó el término de inteligencia cristalizada para hacer referencia a las competencias y capacidades que las personas adquieren a través del aprendizaje. Abarca un conjunto de capacidades, estrategias y conocimientos que representan el nivel de desarrollo cognitivo alcanzado a través de la historia de aprendizaje de la persona.
La inteligencia cristalizada se engloba dentro de la teoría de Catell y, según el psicólogo británico, constituye una de las dos capacidades cognitivas principales de la persona juntamente con la inteligencia fluida.
De hecho, según esta teoría, el desarrollo de la inteligencia cristalizada depende de la medida en que una persona invierta su inteligencia fluida en experiencias de aprendizaje.
Dicho de otra forma, la capacidad de aprender nuevos conceptos (inteligencias fluida) y el esfuerzo dedicado en el aprendizaje, determinará el grado de inteligencia cristalizada de las personas.
En este sentido, la inteligencia cristalizada y la inteligencia fluida se retroalimentan a la hora de establecer el desarrollo intelectual de la persona. Así mismo, ambas estructuras se encuentran estrechamente relacionadas con componentes fisiológicos, psicológicos y contextuales.
Inteligencia cristalizada e inteligencia fluida
Inteligencia cristalizada
La inteligencia cristalizada hace referencia al conjunto de capacidades, estrategias y conocimientos que constituyen el grado de desarrollo cognitivo logrado a través del aprendizaje, la inteligencia fluida conforma un conjunto de capacidades de pensamiento o razonamiento que pueden aplicarse a cualquier tema o contenido.
Dicho de otra forma, la inteligencia fluida determina la capacidad de la persona para aprender, mientras que la inteligencia cristalizada hace referencia a los conocimientos adquiridos por la persona.
Inteligencia fluida
A diferencia de la inteligencia cristalizada que puede incrementarse durante toda la vida, la inteligencia fluida adquiere su punto máximo de desarrollo de forma temprana, alrededor de la adolescencia.
Así pues, según la teoría de Cattell, se entiende que la inteligencia general resulta la suma de la inteligencia fluida y la inteligencia cristalizada.
A mayor inteligencia fluida, mayor será la capacidad de desarrollo de la inteligencia cristalizada, por lo que la fluida determinaría el potencial de aprendizaje de la persona, mientras que la cristalizada establece el conocimiento total adquirido durante los años.
Componentes de la inteligencia cristalizada
Se han descrito seis componentes principales de la inteligencia cristalizada:
- Comprensión del lenguaje
- Uso de relaciones semánticas
- Valoración de la experiencia
- Establecimiento de juicios y conclusiones
- Conocimientos mecánicos
- Orientación espacial
Comprensión del lenguaje
Se considera que la capacidad de comprensión del lenguaje resulta el elemento más importante de la inteligencia cristalizada.
El desarrollo de esta competencia está principalmente determinado por la inteligencia fluida de la persona. Es decir, en sus capacidades personales para elaborar la comprensión del lenguaje.
Uso de relaciones semánticas
Este constructo hace referencia a la capacidad de la persona no solo de entender el significado del lenguaje, sino en construirlo, desarrollarlo y expresarlo.
En la elaboración de esta competencia intelectual radica buena parte de la capacidad comunicativa de la persona, tanto de forma escrita como de forma oral.
Valoración de la experiencia
La valoración de la experiencia abarca el resultado que se produce de todas las experiencias de aprendizaje a las que se expone una persona. Este elemento constituye todo conocimiento que un individuo es capaz de adquirir a través tanto de los procesos formativos como de la vivencia de experiencias concretas.
Establecimiento de juicios y conclusiones
El establecimiento de juicios y conclusiones es un elemento que se encuentra estrechamente relacionada tanto con las competencias intelectuales de la persona como con sus rasgos de personalidad.
Hace referencia a la capacidad de elaborar pensamientos y opiniones personales, las cuales se encuentran basadas en la experiencia y el estilo cognitivo desarrollado por el individuo.
Conocimientos mecánicos
Los conocimientos mecánicos constituyen todas esas competencias relacionadas con la realización de conductas determinadas que desarrolla una persona.
Este elemento de la inteligencia cristalizada abarca todo tipo de competencias. Aprender a ir en bicicleta resulta un conocimiento mecánico de la misma forma que lo es saber conducir o ser capaz de reparar un congelador.
Orientación espacial
Finalmente, la orientación espacial constituye una habilidad básica que juega un papel principal en el desarrollo y el aprendizaje de los niños. De hecho, aspectos como la lateralización o el desarrollo psicomotor dependen de esta competencia de la inteligencia cristalizada.
Por otro lado, la orientación espacial juega un rol fundamental en la adquisición de la escritura y la lectura, por lo que se relaciona directamente con otros elementos como la comprensión del lenguaje o el desarrollo lingüístico.
Inteligencia cristalizada y envejecimiento
Una de las líneas de investigación que demuestran con mayor eficacia la existencia de dos tipos de inteligencia (fluida y cristalizada) es la que se centra en evaluar el deterioro cognitivo asociado a la edad.
En la actualidad, existe un amplio consenso y una elevada evidencia científica que demuestra que, con la edad, las capacidades cognitivas e intelectuales de las personas tiende a decrecer.
Este hecho se hace especialmente notorio durante la vejez, momento en el cual pueden aparecer mayores dificultades de tipo cognitivo. No obstante, se ha observado que mientras la inteligencia fluida tiende a disminuir con el paso de los años, la inteligencia cristalizada se mantiene más estable.
Es decir, el deterioro cognitivo asociado a la edad motiva una reducción de la capacidad de aprendizaje de la persona (inteligencia fluida) pero no motiva un exceso de deterioro de los conocimientos adquiridos a lo largo de la vida (inteligencia cristalizada).
Referencias
- H. J. (1983). Estructura y medidas de la inteligencia. Barcelona: Herder.
- Galton, F. (1883). Inquiries into human faculty and its development. Londres: Macmillan Co.
- Sperman, C. (1923). The nature of “intelligence” and the principles of cognition. London: McMillan.