Anatomía y fisiología

Tensor de la fascia lata: origen, irrigación e Inervación, funciones


El tensor de la fascia lata es un músculo largo y fusiforme de la pierna, que se encuentra en una posición lateral y externa. Se encuentra anclado a la pelvis y llega hasta el fémur y su longitud varía según la persona. Su función principal es la de abrir la pierna hacia afuera y rotarla.

El tensor de la fascia lata tiene múltiples funciones al trabajar, junto con otros músculos. Por ejemplo, en la deambulación, ayuda a numerosos músculos del glúteo y de la pierna a mantener la estabilidad del cuerpo. Y todo ello pese a su pequeño tamaño.

Su inervación y suplemento sanguíneo están íntimamente relacionados con aquellos de los músculos glúteos. El tensor de la fascia lata es además un músculo que cobra especial importancia en el área traumatológica al momento de identificar estructuras anatómicas durante las cirugías.

Índice del artículo

Origen e inserción

El tensor de la fascia lata es un músculo que pertenece al grupo de los músculos glúteos. Tanto en su origen como en su función, se encuentra relacionado con el músculo glúteo mayor.

El músculo comienza en la porción anterior de la pelvis, en la llamada cresta ilíaca, que es la parte anterior del ala de la misma. Se encuentra inmerso en una banda gruesa de tejido conectivo que se llama fascia lata o banda ilio-tibial.

La fascia lata es una estructura de tejido fibroso que envuelve al tensor de la fascia lata. Al llegar al fémur, el músculo se une con esta banda en un haz tendinoso que termina en la tibia.

Así, el tensor de la fascia lata presenta una trayectoria descendente por la parte externa de la pierna y termina en el fémur, donde se une a la fascia lata, hasta llegar a la tibia que es su inserción final.

Irrigación e inervación

El tensor de la fascia lata se encuentra agrupado entre los músculos glúteos. Esto se debe a que su función, su origen, su irrigación y su inervación se encuentran íntimamente relacionadas con las de estos músculos.

Irrigación

La irrigación comprende la nutrición sanguínea de los órganos. En el caso del tensor de la fascia lata, su principal aporte sanguíneo viene de parte de la arteria glútea superior. Esta es una gruesa arteria que nace de la división posterior de un importante vaso sanguíneo de los miembros inferiores, que es la arteria ilíaca interna.

La glútea superior se encarga también de proporcionar irrigación sanguínea a los músculos glúteo medio y glúteo mayor.

Inervación

Cuando hablamos de inervación, nos referimos a la distribución de las raíces nerviosas en los distintos órganos del cuerpo para su funcionamiento.

El tensor de la fascia lata recibe inervación del nervio glúteo mayor que se forma a partir de las gruesas raíces nerviosas lumbares y sacras, L4-L5-S1.

Este nervio proporciona inervación a los músculos glúteos mayor y menor, así como al tensor de la fascia lata.

Funciones

La función principal del tensor de la fascia lata es, como su nombre lo indica, mantener la tensión de la fascia lata o tracto ilio-tibial. A través de esta función, logra la estabilidad del cuerpo sobre todo cuando hay flexión de la espalda.

Otra de las funciones de este músculo es la de trabajar junto al glúteo menor y glúteo medio en la realización del movimiento de rotación del fémur y alejar la cadera del cuerpo (abducción).

El tensor de la fascia lata también actúa como músculo secundario en la flexión de la pierna, cuando ya hay cierto grado de flexión. Su capacidad para esta función aumenta cuando la flexión es mayor de 30°.

Además de este aspecto funcional activo del músculo, es también importante destacar su uso en la cirugía ortopédica. En estos casos se usa como una referencia anatómica para orientar al cirujano en las cirugías de cadera.

Una vez identificado el tensor de la fascia lata, pueden evidenciarse fácilmente otras estructuras anatómicas importantes durante ese tipo de procedimientos quirúrgicos.

Importancia clínica

Debido a que el tensor de la fascia lata ayuda en movimientos de la cadera y a la estabilidad de la pelvis, cuando hay alguna lesión en cualquier parte de su recorrido los síntomas son importantes.

Las lesiones de este músculo pueden ocurrir a cualquier persona, sin embargo, son más comunes en deportistas especialmente en corredores y ciclistas.

Cuando se inflama la parte inferior del músculo, que se inserta en el fémur, ocurre el síndrome denominado ‘síndrome de la Fascia Lata’, también conocido como ‘síndrome de la Cintilla Ilio-Tibial’ o ‘síndrome del Corredor’.

Esta condición ocurre por la sobrecarga sobre la porción del músculo que descansa sobre el fémur. Se caracteriza por dolor en la parte lateral de la rodilla, que mejora con el reposo y empeora con la actividad. También es característica la presencia de un sonido de roce en la rodilla.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico del síndrome de la fascia lata es básicamente clínico a través del examen físico que realiza el traumatólogo en un paciente en el que se sospecha esta lesión.

Una vez diagnosticada la afección, debe orientarse el enfoque terapéutico según los síntomas y limitaciones que presente el paciente.

La primera parte del tratamiento es conservador. Esto quiere decir que se evitan los procedimientos invasivos, como inyecciones o cirugías, y se comienza un plan con terapia con frío, analgésicos y rehabilitación física.

La terapia física consiste en ejercicios especiales para lograr el calentamiento y estiramiento adecuados del músculo. Si se nota mucha inflamación, en algunos casos se considera la inyección de corticosteroides que sirven como antiinflamatorios locales.

En caso de que esta primera fase del tratamiento fracase y el paciente continúe con los síntomas, se comienza la segunda etapa terapéutica en donde se aplican métodos como el ultrasonido y la terapia con ondas eléctricas y estimulación muscular.

En algunos casos, en los cuales la terapia conservadora no es eficiente, debe considerarse la terapia quirúrgica. Sin embargo, estos son casos raros y la mayoría de los individuos que presentan el síndrome mejoran con las terapias conservadoras.

Referencias

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