Psicología

11 teorias de la motivacion en psicología y sus autores


Las teorías de la motivación explican cómo surge, se desarrolla, aumenta y disminuye la motivación en los seres humanos. En psicología, la motivación se define como una serie de procesos que inicia, guía y mantiene todos los comportamientos relacionados con la capacidad de alcanzar una meta.

La motivación tiene que ver tanto con los pensamientos como con las emociones y los comportamientos, por lo que es uno de los procesos más importantes a nivel mental. La motivación está relacionada con todas las situaciones de la vida cotidiana que requieran algún tipo de acción, desde ir a la cocina a por un vaso de agua hasta el hecho de empezar a estudiar una carrera para mejorar nuestras oportunidades laborales.

Así, se trata de un proceso psicológico muy amplio que nos afecta en todo momento, por lo que ha sido de mucho interés para los expertos en la conducta humana a lo largo de la historia.

Existen muchos factores diferentes que afectan a la motivación, incluyendo los que son de tipo biológico, social, cognitivo y emocional. Debido a ello, existen todo tipo de teorías de la motivación que se retroalimentan entre sí y que explican diferentes partes del proceso de actuar en base a las metas.

A lo largo de la historia se han propuesto muchas teorías motivacionales distintas, y hoy en día todavía no existe un consenso sobre cuál es la mejor forma de explicar este fenómeno psicológico. En este artículo veremos algunas de las más importantes, con el objetivo de entender cómo funciona este proceso de la mejor manera posible.

Índice del artículo

Teorías de la motivación más importantes

– Teoría de los dos factores de Hertzberg

Una de las primeras explicaciones sobre cómo funciona la motivación que aparecieron en el ámbito de la psicología fue la teoría de los dos factores, propuesta por Frederick Herzberg en los años 50 del siglo pasado. Este psicólogo realizó encuestas a más de 200 empleados para comprender qué provocaba los sentimientos positivos y negativos que estos sentían hacia su trabajo.

Después de analizar todas sus respuestas, Herzberg se dio cuenta de que existían principalmente dos tipos de factores que determinaban el nivel de satisfacción que los empleados mostraban hacia sus responsabilidades laborales: los de motivación, y los de higiene.

Por un lado, los factores de motivación son aquellos que llevan a los empleados a esforzarse, innovar, sentirse satisfechos y trabajar más duro. Entre los más importantes se encuentran la sensación de ser reconocido en el propio puesto, lo agradables que sean las tareas a realizar, y la sensación de que la propia carrera va progresando.

Por otra parte, los factores de higiene son aquellos que provocan falta de motivación y de satisfacción laboral si no están presentes. Algunos de los más comunes son el salario, los beneficios laborales, o las buenas relaciones con los jefes y los compañeros de trabajo.

Curiosamente, ambos tipos de factores parecían funcionar de forma independiente: la presencia de varios factores de higiene no aumenta la motivación a partir de cierto punto, y la ausencia de los de motivación no disminuye la satisfacción a partir de un nivel determinado.

– Pirámide de las necesidades de Maslow

Una de las teorías de la motivación que más éxito han tenido tanto dentro como fuera del ámbito de la psicología fue la propuesta por Abraham Maslow en su trabajo “Una teoría de la motivación humana” de 1943. En este artículo, el investigador defendía que nuestras necesidades son jerárquicas; es decir, que las más básicas tienen que cumplirse antes de que se activen las de los niveles superiores.

Así, la mayoría de individuos comienzan su vida actuando desde los niveles más bajos de motivación, y según van cubriendo sus necesidades pueden ir pasando a los siguientes. Según la teoría de Maslow, los tipos de motivación que existen se organizan en cinco niveles distintos: necesidades fisiológicas, de seguridad, de pertenencia, de estima y de actualización.

Necesidades fisiológicas

Este nivel incluye todas las necesidades que es necesario cubrir para garantizar la supervivencia y la reproducción del individuo. Por lo tanto, incorpora elementos como la búsqueda de comida, agua, calor, refugio y sexo. Se encuentran en un nivel muy bajo en el cerebro, y tienen una prioridad absoluta sobre todos los demás tipos.

Necesidades de seguridad

Una vez que se han logrado las metas de supervivencia, la persona empieza a preocuparse más por su bienestar y seguridad a largo plazo. En este nivel encontramos metas relacionadas, por ejemplo, con el nivel financiero, la salud física y la estabilidad, tanto a nivel personal como del entorno en que vive el individuo.

Necesidades de pertenencia

El tercer nivel de la teoría de la motivación de Maslow tiene que ver con la necesidad de conectar con otras personas, ya sea en forma de una amistad o en una relación de pareja. Quienes se encuentran en este punto se centran en formar relaciones fuertes y estables, basadas en el cariño y el respeto mutuo.

Necesidades de estima

El cuarto nivel de la pirámide de Maslow tiene que ver con la necesidad de sentirse respetado por otras personas y por uno mismo. Quienes se encuentran en este punto suelen tratar de marcar la diferencia, aportar algo al mundo y destacar en algo en concreto, ya sea a nivel laboral o personal.

Necesidades de actualización

El último nivel descrito por Maslow es el más raro, y se calcula que menos del 10% de la población opera desde él en la actualidad. Quienes se encuentran aquí se centran principalmente en sacarse el máximo partido en todos los ámbitos, y en llegar a desarrollar todo su potencial.

– Teoría de la necesidad de logro

Otra de las teorías más importantes sobre la personalidad es la que desarrolló McClelland sobre la necesidad de logro. Este investigador se dio cuenta de que mientras que la mayoría de personas buscan el éxito debido a las recompensas externas que este les proporcionará, otros individuos sienten la necesidad de mejorar simplemente por el hecho de alcanzar un logro personal.

Muchas de las teorías de motivación clásicas (sobre todo las provenientes del conductismo) no contemplaban la posibilidad de que una persona actuase de forma motivada si no existía un refuerzo externo que la impulsara a ello. Para McClelland, sin embargo, algunos individuos necesitan empujarse a sí mismos a ser mejores simplemente por la propia satisfacción de hacerlo.

Esta teoría de la motivación es muy útil para explicar por qué ciertas personas son capaces de realizar logros muy complicados en situaciones en las que parece que no hay una recompensa suficiente, como podría ser el caso de un investigador científico que destaca en su campo tras muchos años de duro trabajo sin ningún tipo de reconocimiento externo.

– Teoría de las necesidades básicas

Partiendo del trabajo de McClelland, algunos investigadores se dieron cuenta de que la necesidad de logro no era la única que podía llevar a un individuo a luchar para conseguir metas difíciles o para enfrentarse a situaciones complicadas. Según las últimas investigaciones sobre las necesidades básicas, existen tres motivaciones principales: la de logro, la de afiliación y la de poder.

En esta teoría, la necesidad de logro es la misma que en la de McClelland. Las personas que se sienten motivadas de esta manera actúan para conseguir sentirse bien consigo mismas al alcanzar las metas que se han propuesto, y las recompensas externas no son tan importantes para ellas.

La necesidad de afiliación es completamente distinta. Los individuos con esta necesidad básica se sienten motivados principalmente por su necesidad de ser aceptados y gustarle a los demás. Suelen sentirse incómodos con los conflictos, y buscan el apoyo social en todo aquello que hacen. Debido a ello, sus metas suelen estar determinadas por lo que creen que desean las personas de su alrededor.

Por último, las personas con necesidad de poder sienten el deseo de controlar todos los aspectos de su vida y de la de los demás. Normalmente buscan alcanzar posiciones de estatus, en las que puedan influir a otros individuos; y les preocupa mucho más su posición social que las metas que alcancen o los logros que consigan.

– Teoría evolucionista de la motivación

Una de las corrientes más importantes dentro de la psicología actual es la evolucionista. Desde esta perspectiva, se estudian los comportamientos, pensamientos y sentimientos humanos desde el punto de vista de nuestro desarrollo como especie, examinando por qué se formó cada uno de estos elementos en el pasado distante como una adaptación al entorno.

La teoría evolucionista de la motivación defiende, por tanto, que nuestros deseos, instintos, impulsos y metas guardan una relación directa con el entorno en el que nos desarrollamos como especie. Así, nuestra forma de actuar estaría determinada por aquello que habría supuesto una mayor probabilidad de supervivencia y reproducción en nuestro pasado evolutivo.

Una parte muy importante de la teoría evolucionista de la motivación es la teoría de optimización. Según este paradigma, los humanos siempre buscamos maximizar las recompensas que obtenemos mientras minimizamos la energía que gastamos para conseguirlas. De esta manera, en todo momento estamos llevando a cabo análisis de coste-beneficio.

– Teoría de las expectativas

La teoría de las expectativas defiende que las personas elegirán de qué manera actuar en función de cuáles son las consecuencias que esperan que se deriven de sus comportamientos. Por lo tanto, según esta teoría las metas de los individuos son 100% pragmáticas y dependen del contexto en que se muevan.

Sin embargo, la teoría de las expectativas no se basa únicamente en las recompensas que se cree que se pueden conseguir, sino también en cómo de probable determina la persona que es que estas se den. Así, las personas tendemos a esforzarnos más para conseguir algo que sabemos que se va a producir si se dan ciertas condiciones, que si creemos que una recompensa solamente es probable.

Por otra parte, cuando se analizan la motivación de un individuo partiendo de esta teoría, se examinan tres elementos: las expectativas, la instrumentalidad y la valencia. En función de estas tres características, las ganas de actuar de las personas aumentarán y disminuirán junto con su probabilidad de actuar de forma enfocada.

La expectativa es la creencia de que los propios esfuerzos van a llevar a la persona a alcanzar las metas que se ha propuesto. Este elemento se basa en las experiencias pasadas del individuo, su autoestima, y la percepción sobre cómo de complicado es alcanzar un objetivo concreto.

La instrumentalidad, por otro lado, es la probabilidad que se le atribuye a conseguir una recompensa determinada si se actúa de manera correcta. Por último, la valencia es el valor que se le atribuye a esta recompensa.

– Teoría de reducción del impulso

La teoría de la reducción del impulso se centra en la idea de que los humanos actuamos principalmente para satisfacer en la medida de lo posible nuestras necesidades, con el objetivo de mantenernos en un estado de equilibrio conocido como homeostasis. Esta teoría fue propuesta por primera vez en 1943 por Clark Hull.

Hull creía que los humanos solamente nos sentimos motivados para actuar en los momentos en los que se producen alteraciones en nuestro estado de homeostasis. Estas alteraciones pueden provenir de fuentes muy distintas, desde las más simples como el hambre, hasta las más complejas como la pérdida de un trabajo o la muerte de un familiar.

Además de esto, la teoría de reducción del impulso se hace una distinción entre motivaciones primarias y secundarias. Las primarias son aquellas que tienen que ver con la satisfacción directa de nuestros impulsos naturales, como por ejemplo el hambre, la sed, o la necesidad de sexo.

Por otro lado, las motivaciones secundarias son las relacionadas con la satisfacción indirecta de nuestros impulsos. Por ejemplo, el deseo de conseguir dinero se debe a que con este elemento podemos comprar comida o refugio, lo que a su vez puede ayudarnos a satisfacer nuestras necesidades primarias.

– Teoría del arousal

La teoría del arousal fue propuesta por los psicólogos Stanley Schachter y Jerome E. Singer. Su idea principal era la de que nuestra motivación depende de la activación del sistema nervioso, lo que provoca un estado psicológico de alerta y estimulación y se traduce en lo que se conoce como arousal.

Schachter y Singer estudiaron el estado cerebral de varios pacientes y descubrieron que la dopamina, un neurotransmisor encargado de los niveles de alerta y de placer, provocan cambios muy importantes en la motivación. En base a este descubrimiento, los psicólogos determinaron que las diferencias en motivación tienen que ver con la sensibilidad a esta sustancia.

De hecho, se ha comprobado que cuando una persona alcanza una meta importante para ella recibe una dosis de dopamina que provoca un gran placer y aumenta la probabilidad de que esta vuelva a comportarse de manera motivada en el futuro. Por eso, para quienes defienden esta teoría las metas deben ser tan reforzantes como sea posible con el objetivo de mantener un estado mental adecuado.

– Teoría del incentivo

La teoría del incentivo en motivación está basada en los principios del conductismo, que establecen que las personas solamente actúan de forma direccionada en respuesta a un incentivo, que puede ser tanto interno como externo.

De esta manera, quienes defienden este punto de vista creen que las personas no actuamos para ser felices o porque creamos que una actividad es satisfactoria, sino de manera puramente utilitaria.

Así, según la teoría del incentivo los humanos solamente actuaríamos para evitar castigos o para obtener recompensas, pudiendo venir ambos tanto del entorno o de otras personas, como de nuestro propio interior. Por ejemplo, un individuo podría buscar un trabajo con el objetivo de evitar morirse de hambre, o para mejorar su estatus social.

Desde la teoría del incentivo, elementos como los valores se dejan de lado para estudiar en mayor profundidad otros como la probabilidad de recibir una recompensa o un castigo si se lleva a cabo una acción determinada.

– Teoría temporal

La teoría temporal de la motivación fue desarrollada por los investigadores Piers Steel y Cornelius König. Ambos psicólogos querían estudiar la manera en que el tiempo y los plazos afectaban a la motivación humana, con el objetivo de comprender fenómenos como la procrastinación y el establecimiento de metas.

Los estudios de ambos psicólogos les permitieron descubrir que la motivación de una persona va aumentando según se va acercando el final del plazo que tiene para llevar a cabo una acción concreta. De esta manera, la procrastinación sería un componente esencial de la naturaleza humana, ya que la motivación es siempre baja cuando el tiempo no apremia.

– Teoría de Festinger

Una de las aportaciones más importantes de todo el siglo XX al campo de la psicología fue el concepto de disonancia cognitiva, propuesto por el investigador Leon Festinger. Según este psicólogo, cuando existe una discrepancia entre nuestros pensamientos o creencias y nuestras acciones, tendemos a sentirnos profundamente incómodos.

Si esta incomodidad alcanza un nivel muy alto, nos sentiremos motivados para actuar de tal manera que podamos librarnos de ella. Generalmente, esto se traducirá en comportamientos que estén más alineados con nuestras creencias, ya que es muy complicado cambiar la manera en que vemos el mundo.

Sin embargo, Festinger también creía que en casos en que la disonancia cognitiva es muy potente, podemos llegar a cambiar por completo nuestras creencias con el objetivo de adaptarnos a un entorno que no se corresponde con aquello que pensamos.

Referencias

  1. “5 Psychological Theories of Motivation to Increase Productivity” en: Contactzilla. Recuperado en: 27 Noviembre 2019 de Contactzilla: contactzilla.com.
  2. “Theories of Motivation and Their Application in Organizations: A Risk Analysis” en: Research Leap. Recuperado en: 27 Noviembre 2019 de Research Leap: researchleap.com.
  3. “Motivation Theories” en: Knowledge Hut. Recuperado en: 27 Noviembre 2019 de Knowledge Hut: knowledgehut.com.
  4. “8 Theories of Motivation and Human Desire” en: Chopra Center. Recuperado en: 27 Noviembre 2019 de Chopra Center: chopra.com.
  5. “Motivation” en: Wikipedia. Recuperado en: 27 Noviembre 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.