Organismos

Mycoplasma hominis: qué es, características, morfología, patogenia


¿Qué es la Mycoplasma hominis?

Mycoplasma hominis es una bacteria muy pequeña que puede encontrarse en el tracto genitourinario de hombres y mujeres. La tasa de colonización está entre un 0 a 31%, estando directamente relacionada con la actividad sexual con múltiples parejas.

Por ello, este microorganismo es considerado un microorganismo de transmisión sexual. Aunque puede estar colonizando de forma asintomática, su hallazgo es importante en pacientes con infertilidad, pues se le ha relacionado con esta afectación.

Además, se encuentra asociado a enfermedad pélvica inflamatoria en mujeres y a uretritis no gonocócica en hombres. Otro aspecto relevante de M. hominis es que no tiene pared celular rígida, por lo tanto, no son susceptibles a las penicilinas y otros antibióticos que actúan sobre esta estructura.

Sin embargo, son susceptibles a una variedad de otros antibióticos de amplio espectro. Pero en este sentido hay que tener cuidado, ya que M. hominis ha adquirido resistencia a muchos de ellos.

Características de la Mycoplasma hominis

– Mycoplasma hominis no utiliza la glucosa, pero sí utiliza la arginina y forma productos finales básicos a partir de ella. Esta característica la diferencia de M. pneumoniae y de M. genitalium.

– Crece a un pH óptimo de 5,5 a 8 con atmósfera de CO2 a 35° C, aunque crece también en anaerobiosis.

– Todas las especies del género Mycoplasma son exigentes desde el punto de vista nutricional, necesitando para su crecimiento in vitro la adición de esteroles, purinas y pirimidinas.

M. hominis es la menos exigente de todas. Por ello, en ocasiones puede aislarse en medios de cultivo de rutina como el agar Columbia y agar chocolate, siempre que no contenga SPS como algunos frascos de hemocultivos.

Factores de virulencia

Posee polipéptidos en su superficie denominados P50, P100, P140, P110, MG218 y MG317, que le ayudan en la adherencia a las células eucariotas, es decir, cumplen función de adhesinas.

– Tiene especial afinidad por los glicolípidos sulfatados presentes en los espermatozoides y en el tracto urogenital del hombre y la mujer.

Esto explica el tropismo que tiene este microorganismo al tejido urogenital y a la rápida adhesión a las células espermáticas, que en estudios in vitro ha ocurrido en apenas 10 minutos de exposición.

Taxonomía

  • Dominio: Bacteria
  • Phylum: Firmicutes
  • Clase: Mollicutes
  • Orden: Mycoplasmatales
  • Familia: Mycoplasmataceae
  • Género: Mycoplasma
  • Especie: hominis

Morfología

– La bacteria Mycoplasma hominis mide aproximadamente 0.2-1 μm de diámetro.

– Carece de pared celular y contiene una membrana plasmática con tres capas (trilaminar).

La ausencia de la pared celular le brinda excesiva plasticidad y flexibilidad a la bacteria, logrando adoptar diversas formas (pleomorfismo).

Además, el no tener pared celular hace que esta bacteria sea incapaz de teñirse con la tinción de Gram. 

– Se cree que su incapacidad para formar la pared celular se debe a que su ADN está compuesto por 500.000 pares de bases. Es decir, es sumamente pequeño.

– La morfología típica de la colonia de M. hominis es en huevo frito, y mide de 50 a 300 µm de diámetro y crecen de  5 a 7 días.

– Las colonias pueden teñirse con la tinción de Dianes como ayuda para la visualización. En cultivos líquidos como el caldo M, produce una leve turbidez, además de un cambio de color.

Patología

El papel de M. hominis como microorganismo patógeno es controversial, ya que se ha encontrado en personas asintomáticas, por tanto, se piensa que pueda actuar como oportunista.

En este sentido, Mycoplasma hominis se ha relacionado con cuadros de vaginosis bacteriana. Si el mismo es acompañado de gérmenes anaerobios y Gardnerella vaginalis como co-patógenos, producen enfermedad inflamatoria pélvica e infertilidad.

Este microorganismo, solo o asociado con otras bacterias, es un elemento de riesgo para la fertilidad humana y por ello debe ser investigado siempre que el motivo de consulta sea imposibilidad de procrear.

Enfermedad inflamatoria pélvica, vaginitis e infertilidad

Puede causar infertilidad si persisten por mucho tiempo sin tratamiento. Los Mycoplasmas ascienden por las mucosas y se instalan en los epitelios del aparato reproductor femenino o masculino.

Producen cambios en el pH vaginal, alteran las características de la cérvix y moco cervical, lo que adelgaza el epitelio endocervical y aumenta la fragilidad capilar que facilita el sangrado.

Todo ello interfiere en la fecundación (interacción mococervical-semen).

Endometriosis y abortos en las mujeres

A través de las relaciones sexuales, los espermatozoides infectados llegan al útero de la mujer, generando alteraciones como endometriosis y trastornos en el embarazo que pueden causar pérdida embrionaria.

También se ha aislado M. hominis de la sangre de un 10% de mujeres con fiebre posparto o post aborto.

Uretritis no gonocócica, no clamidial en hombres

Se ha aislado M. hominis en muchos pacientes con esta afectación que han dado pruebas negativas para N. gonorrhoeae y C. trachomatis.

Infertilidad en hombres

Muchas investigaciones in vitro han revelado que Mycoplasma hominis es capaz de adherirse en cualquier parte del espermatozoide, dañando la membrana y el acrosoma, modificando su morfología.

Los cambios morfológicos observados en los espermatozoides consisten en enrollamientos de colas y vesículas en el cuello. Todo ello disminuye su viabilidad.

La motilidad se ve afectada por el daño de la membrana interna del espermatozoide. Esto se debe a la formación de peróxido de hidrógeno y especies reactivas de oxígeno (ROS) que inducen la peroxidación de los lípidos del espermatozoide.

La disminución de la motilidad y la viabilidad influye en la capacidad de penetración en los ovocitos, siendo causa de infertilidad. Además, la bacteria también aumenta el índice de fragmentación del ADN espermático.

Diagnóstico

Todo espermograma que presente un alto porcentaje de anormalidades morfológicas y aumento de leucocitos por campo es candidato para estudios de Mycoplasma hominis.

Aunque esta no es la única bacteria que se debe investigar, pues otras bacterias similares, como Mycoplasma genitalium y Ureaplasma urealyticus, son importantes en pacientes que se quejen de infertilidad.

Estas bacterias no son visibles en microscopio de campo claro, lo que dificulta su diagnóstico a simple vista, por lo que se debe contar con metodologías que permitan su detección e identificación.

Entre ellas se tienen métodos de cultivo y pruebas de biología molecular para una rápida y eficiente identificación. Actualmente, se cuenta con el KIT Mycoplasma System Plus, entre otros.

Este sistema consta de 24 pocillos que contienen sustratos bioquímicos y antibióticos desecados. Sirve para la identificación semicuantitativa y ejecución del antibiograma a los micoplasmas urogenitales aislados por hisopados vaginales.

Este ensayo permite detectar la susceptibilidad antimicrobiana a tetraciclina, pefloxacina, ofloxacina, doxiciclina, eritromicina, claritromicina, minociclina, clindamicina y azitromicina.

Es importante resaltar que su detección incluso en pacientes asintomáticos puede evitar la aparición de enfermedades a nivel ginecosbtétricos.

Tratamiento

La terapia antibiótica en pacientes con Mycoplasma hominis es recomendable, ya que mejora la calidad seminal y aumenta la probabilidad de embarazo.

Entre los antibióticos que pueden ser utilizados están: fluoroquinolonas, tetraciclinas y cloranfenicol. Por otra parte, azitromicina y ofloxacina también son eficaces.

Sin embargo, algunos estudios han revelado cepas de Mycoplasma hominis resistentes a los macrólidos (claritromicina, azitromicina y eritromicina), además se han reportado casos de resistencia a tetraciclina.

En infecciones persistentes se ha recomendado la combinación de doxiciclina y azitromicina. Así mismo, M. hominis ha presentado alta sensibilidad a la minociclina y clindamicina.

Por razones obvias, Mycoplasma hominis no puede ser tratada con antibióticos que tienen como sitio blanco de unión la pared celular, ni tampoco los que intervienen con la síntesis del ácido fólico, como los betalactámicos y rifampicina, respectivamente.

Referencias

  1. Zotta C, Gómez D, Lavayén S, Galeano M. Infecciones de transmisión sexual por Ureaplasma urealyticum y Mycoplasma hominis. Salud (i) Ciencia.
  2. Rivera-Tapia J,  Rodríguez-Preval N. Micoplasmas y antibióticos. Salud pública Méx. Disponible en www.scielo.org
  3. Koneman E, Allen S, Janda W, Schreckenberger P, Winn W. Diagnóstico Microbiológico (5.ª ed.). Argentina, Editorial Panamericana S.A.