Contrato de comodato: características, elementos, ejemplos
El contrato de comodato describe una relación legal de ley común en la que la posesión física de una propiedad personal se transfiere de una persona, denominada comodante, a otra persona llamada comodatario, que posteriormente tiene la posesión de la propiedad de forma temporal.
Surge cuando una persona le da una propiedad a otra persona para su custodia. Es un préstamo gratuito, una concesión sin retribución económica de cualquier cosa mueble o inmueble, que se da por un cierto período de tiempo, con la condición de restaurarlo nuevamente al mismo individuo después de cierto tiempo.
Por tanto, es un tipo de contrato de préstamo, pero con una diferencia: el préstamo es gratuito y no se transfiere la propiedad.
La cosa prestada debe devolverse en su esencia, sin deterioro. Por esta razón, las cosas que se consumen por ser utilizadas, o con el tiempo, no pueden ser objeto de un comodato, sino de un préstamo, ya que aunque se puedan devolver como especie, no podrán devolverse con su misma identidad.
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El contrato de comodato es un concepto típico del derecho común, aunque existen conceptos similares en el derecho civil.
Se distingue de un contrato de venta o de un regalo de la propiedad, ya que solo implica la transferencia de la posesión, pero no de su propiedad. Se caracteriza por el tipo de relación que dio lugar al comodato.
En un comodato voluntario, el comodatario acuerda aceptar la responsabilidad por la posesión de los bienes. En un comodato involuntario, el comodatario tiene la posesión de los bienes sin tener la intención de hacerlo.
Una situación que genera un comodato voluntario se da por ejemplo cuando una persona deja un bien con alguien para hacerle un servicio. Por ejemplo, aseo de mascotas o reparación del automóvil.
El comodatario debe mantener los bienes seguros para que el comodante pueda reclamarlos en un plazo razonable.
Un comodato involuntario se produce cuando una persona toma posesión de una propiedad por error o de forma accidental, como cuando alguien se encuentra unas llaves de automóvil perdidas.
Si una persona acuerda aceptar una tarifa por mantener la posesión de los bienes, están sujetos a un estándar de atención más alto que el de una persona que lo hace sin recibir un pago.
Se considera que un comodante que deja una pertenencia por un plazo fijado, si no la retira al final del mismo, ha abandonado la propiedad.
Por ejemplo, una propiedad abandonada en una caja de seguridad bancaria, eventualmente pasará a ser propiedad del banco.
Sin embargo, si no hay un plazo claramente acordado de comodato, las mercancías no se pueden considerar abandonadas.
Los bienes deben ponerse en posesión legal del comodatario. Se debe hacer la entrega para algún propósito. Generalmente, el propósito es que sirva como garantía para el pago de un préstamo.
La entrega está sujeta a un contrato que indique cómo se realizará la devolución de los bienes entregados por el comodante.
Se debe manifestar el interés de celebrar el correspondiente contrato, ya sea de forma tácita o expresa. Es decir, se necesita que el consentimiento que las partes manifiestan sea eficaz y válido.
Se debe revisar si el contrato origina efectos legales válidos o discutibles entre las partes. Esto se consigue constatando que no existen vicios en el consentimiento.
Se puede dar en comodato cualquier cosa inmueble o mueble. El objeto del contrato está constituido por bienes no fungibles, que no se consumen con su uso.
La finalidad del contrato corresponde a establecer las prestaciones recíprocas que asume cada una de las partes en el contrato.
Es la disposición para contraer deberes y adquirir derechos. Hay dos tipos de capacidad: de derecho o jurídica, y de hecho o de obrar.
La jurídica es la idoneidad para ser titular de un derecho. La de obrar es la capacidad de los individuos para actuar en la vida civil por sí mismos.
Si el comodante es incapaz, se considerará nulo el comodato. Puede entonces reclamar que el comodatario restituya los bienes antes del plazo acordado. El comodatario capaz no puede afrontar la nulidad al comodante incapaz.
Se crea un comodato para el beneficio mutuo de las dos partes cuando existe un intercambio de desempeños entre las partes.
Por ejemplo, esto ocurre en el comodato que se da para la reparación de algún artículo, cuando el propietario del mismo está pagando para que se realice dicha reparación.
Un comodante recibe el beneficio exclusivo de un comodato cuando el comodatario se desempeña de forma gratuita.
Por ejemplo, el propietario deja un artículo de mucho valor, como un automóvil o una pieza de joyería, bajo el resguardo de un amigo de confianza, mientras el propietario viaja al extranjero sin haber llegado a ningún acuerdo para compensar al amigo con un pago.
Se crea un comodato para el beneficio exclusivo del comodatario cuando el comodante se desempeña de manera gratuita.
Por ejemplo, el préstamo de un libro a un cliente, que es el comodatario, por parte de una biblioteca, que sería comodante.
El comodato surge en muchas situaciones, tales como en el almacenamiento de productos, o el transporte de mercancías.
El comodante entrega las mercancías para su beneficio exclusivo y el comodatario no obtiene ningún beneficio de ello.
Por ejemplo, “A” deja sus mascotas con “B”, que es su vecino, y que las deberá atender durante la ausencia física de A. En este caso, solo A se beneficia del comodato.
En otro caso, el comodante entrega la mercancía al comodatario para el beneficio exclusivo de este, sin que el comodante obtenga nada del contrato.
Por ejemplo, cuando alguien le presta su libro a un amigo durante una semana, sin ningún cargo o favor. En este caso, el comodatario del libro es el único beneficiario de esta transacción de comodato.
En este caso, la entrega de bienes se realiza para beneficio mutuo de ambas partes. Por ejemplo, “A” contrata un coche a “B”. Aquí B es el comodante y recibe el pago del alquiler, y A es el comodatario y disfruta del uso del automóvil.
De manera similar, cuando “A” le da su ordenador portátil a algún técnico para que lo reparare, tanto “A” como el técnico se beneficiarán con este contrato, ya que el ordenador se repara y el técnico obtiene el pago por su trabajo.
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