Pasivo circulante: estructura, razón de protección, cálculo
El pasivo circulante, a corto plazo o corriente es el conjunto de las obligaciones o deudas de una empresa que vencen en el transcurso de un año o un ciclo operativo normal. Además, los pasivos corrientes se liquidarán mediante el uso de un activo corriente, como el efectivo, o creando un nuevo pasivo corriente.
Por tanto, en contabilidad, los pasivos corrientes a menudo se entienden como todos los pasivos de la empresa que se liquidarán en efectivo dentro del año fiscal o el ciclo operativo determinado de una empresa, dependiendo del período que sea más largo.
Los pasivos a corto plazo aparecen en el balance general de la compañía e incluyen las deudas a corto plazo, cuentas por pagar, pasivos acumulados y otras deudas similares.
El grupo de pasivos que comprenden los pasivos circulantes deben vigilarse de cerca, ya que una empresa debe tener suficiente liquidez para garantizar que se pueda pagar cuando sea necesario.
Todos los demás pasivos se reportan como pasivos a largo plazo, que se presentan en una agrupación más abajo en el balance general, debajo de los pasivos circulantes.
Índice del artículo
- 1 Ciclo operativo y liquidez
- 2 Estructura del pasivo circulante
- 3 Razón de protección al pasivo circulante
- 4 Cómo se calcula el pasivo circulante
- 5 Diferencia con activo circulante
- 6 Ejemplos de pasivo circulante
- 7 Referencias
El ciclo operativo es el período de tiempo requerido para que una empresa adquiera inventario, lo venda y convierta la venta en efectivo. En la mayoría de los casos, se aplicará la regla de un año.
En los casos excepcionales en los que el ciclo operativo de una empresa dure más de un año, un pasivo corriente se define entonces como pagadero dentro del término del ciclo operativo.
Dado que los pasivos a corto plazo se pagan normalmente mediante la liquidación de activos corrientes, la presencia de un monto alto en los pasivos a corto plazo debe llamar la atención sobre la posible liquidez para poder compensarlos con los activos corrientes que figuran en el balance de la empresa.
Los pasivos corrientes también pueden liquidarse mediante su reemplazo con otros pasivos, como ocurre con la deuda a corto plazo.
La clasificación adecuada de los pasivos proporciona información útil para los inversores y otros usuarios de los estados financieros. Se considera esencial para permitir que personas externas obtengan una imagen real de la salud fiscal de una organización.
Los pasivos circulantes se informan por orden de su fecha de liquidación en el balance general, de forma separada antes de la deuda a largo plazo.
Se enumeran primero las cuentas por pagar, al igual que las notas por pagar, con las fechas de liquidación más cercanas a la fecha actual, seguidas de los préstamos que se pagarán posteriormente en el año.
Son generalmente el componente principal del pasivo circulante, que representa el pago a proveedores dentro de un año por las materias primas compradas, como lo demuestran las facturas de suministro.
Son obligaciones financieras a corto plazo, comprobadas por instrumentos negociables como préstamos bancarios u obligaciones para la compra de equipos. Pueden ser con intereses o sin ellos.
Se trata de los adelantos a corto plazo realizados por los bancos para compensar los sobregiros de cuenta debido a un exceso de fondos por encima del límite disponible.
La parte circulante de la deuda a largo plazo es la porción de la deuda a largo plazo que se debe pagar en el transcurso del año.
Son las obligaciones por alquiler o arrendamiento que se deben al arrendador en el corto plazo.
Impuesto sobre la renta que se tiene adeudado al gobierno, pero que aún no ha sido pagado.
Gastos que aún no han sido pagados a un tercero, pero que ya se han incurrido, como intereses y salarios por pagar. Estos se acumulan con el paso del tiempo, pero sin embargo, se pagarán a su vencimiento.
Por ejemplo, los salarios que los empleados han ganado, pero que no se han pagado, se reportan como salarios acumulados.
Son los dividendos declarados, pero que aún no se han pagado a los accionistas. Por tanto, se registran como pasivos corrientes en el balance.
Son los pagos anticipados realizados por los clientes por trabajos futuros que se completarán en el corto plazo, tales como una suscripción anticipada a una revista.
Esta razón constituye la garantía o protección que brindan los dueños de la empresa a sus acreedores de deudas a corto plazo.
La razón de protección al pasivo circulante viene dada por la siguiente fórmula: capital contable tangible / pasivo circulante.
Esta razón generalmente se emplea para establecer la protección o garantía que tiene el crédito otorgado por los acreedores a corto plazo. Las razones estándares de orden práctico establecidas para los diferentes tipos de empresa son:
– Empresas comerciales minoristas: 1,25.
– Bancos o empresas financieras: -2.
– Empresas industriales: 1,5.
Cuando se hace la comparación de las razones estándares de orden práctico contra las reales, si las primeras son menores se puede pensar que la compañía tiene supuestamente una posición financiera buena.
Por otro lado, si las razones estándares de orden práctico son superiores a las reales, se puede pensar que el patrimonio tiene una solidez mala. De hecho, cuando la razón real es inferior a la unidad, se puede decir que la empresa se encuentra en manos de los acreedores.
Los acreedores y los analistas a menudo usan la razón circulante (activos corrientes divididos entre pasivos corrientes), o la razón rápida (activos circulantes menos inventarios, divididos entre pasivos circulantes), para determinar si una empresa puede pagar sus pasivos a corto plazo.
Una aplicación de esto se encuentra en la razón circulante. Una razón mayor que 1 significa que los activos circulantes, si todos pueden convertirse en efectivo, son más que suficientes para pagar las obligaciones circulantes.
Los valores más altos de esta razón implican que para una empresa será más fácil cumplir con sus obligaciones en el transcurso del año.
Cuando una compañía determina que recibió un bien económico que debe pagarse en el transcurso de un año, debe registrar una entrada de crédito en el pasivo circulante.
Dependiendo de la naturaleza del bien recibido, se clasificará como un activo o como un gasto.
Por ejemplo, un gran fabricante de automóviles recibe de su proveedor un envío de sistemas de escape, a quien debe pagar $10 millones en los próximos 90 días.
Debido a que estos materiales no son colocados de inmediato en producción, se registra una entrada de crédito en las cuentas por pagar y una entrada de débito al inventario, por $10 millones.
Cuando la compañía paga el saldo adeudado al proveedor, entonces debita las cuentas por pagar y acredita en la cuenta de efectivo $10 millones.
Supongamos que una empresa recibe de su auditor externo un servicio para la preparación de impuestos, y debe pagar por ello $1 millón en los próximos 60 días.
El contador de la compañía registra una entrada de débito de $1 millón en la cuenta de gastos de servicios de auditoría y una entrada de crédito de $1 millón en la cuenta de otros pasivos corrientes.
Cuando se realiza el pago de $1 millón, se realiza una entrada de débito de $1 millón a la cuenta de otros pasivos corrientes y un crédito de $1 millón a la cuenta de efectivo.
La fórmula para el cálculo de los pasivos circulantes es bastante sencilla. Es simplemente la suma de todos los pasivos corrientes de la empresa.
Algunos pasivos circulantes son: notas por pagar, cuentas por pagar, gastos acumulados, ingresos no devengados, parte corriente de la deuda a largo plazo y otras deudas a corto plazo. Matemáticamente, la fórmula de pasivos corrientes se representa como:
Pasivos circulantes = notas por pagar + cuentas por pagar + gastos acumulados + ingresos no devengados + porción corriente de la deuda a largo plazo + otras deudas a corto plazo.
El pasivo corriente promedio de una compañía se refiere al valor promedio de los pasivos a corto plazo, desde el período inicial del balance hasta su período final.
Para calcular el pasivo corriente promedio para un período en particular, se suma el valor total de los pasivos circulantes en el balance general al comienzo del período con su valor total al final del período, y luego se divide entre dos. La fórmula del promedio del pasivo corriente es la siguiente:
(Total de pasivos corrientes al comienzo del período + total de pasivos corrientes al final del período) / 2
Al analizar el balance de una empresa, es importante conocer la diferencia entre los activos circulantes y los pasivos circulantes.
Los activos corrientes son los recursos a corto plazo de una empresa, ya sea en efectivo o en equivalentes de efectivo, que pueden liquidarse en el transcurso de doce meses o dentro de un período contable.
Los pasivos corrientes son las obligaciones a corto plazo de una empresa, que se espera liquidar en el transcurso de doce meses o dentro de un período contable.
Los activos corrientes se convertirán en efectivo o se consumirán durante el período contable.
Los pasivos corrientes se cancelarán con el activo circulante de efectivo o de banco. Es decir, se liquidan mediante activos corrientes, o mediante el ingreso de nuevos pasivos corrientes.
Una diferencia importante entre los activos circulantes y los pasivos circulantes relacionados con la liquidez del negocio es que cuando el monto de los activos corrientes sea mayor esto significará un alto capital de trabajo, lo que a su vez significa una alta liquidez para el negocio.
Por otro lado, cuando el monto de los pasivos corrientes sea más alto esto significará un capital de trabajo bajo, lo que se traduce en una baja liquidez para el negocio.
Los activos circulantes se colocan en el lado de los activos de un balance, en el orden según su liquidez.
Los pasivos circulantes se colocan en el lado del pasivo de una hoja de balance. Por lo general, se muestra primero la porción principal de los documentos por pagar, luego las cuentas por pagar y el pasivo corriente restante al final.
La resta entre el activo corriente y el pasivo corriente se conoce como capital de trabajo, que representa la liquidez operativa disponible para las empresas.
Para asegurar que una compañía sea capaz de llevar a cabo su negocio se necesita un capital de trabajo positivo y la posesión de los fondos adecuados para poder satisfacer las deudas con vencimiento a corto plazo, así como los futuros gastos operativos.
El capital de trabajo es una medida de la liquidez, la eficiencia operativa y la salud financiera a corto plazo de una empresa. Si una empresa tiene un capital de trabajo sustancial, entonces debería tener el potencial de invertir y crecer.
Si los activos circulantes de una empresa no exceden sus pasivos circulantes, entonces esta puede tener problemas para crecer o pagar a los acreedores, o incluso quebrar.
Los ejemplos de pasivos circulantes varían según la industria o según las distintas regulaciones gubernamentales.
– Cuentas por pagar: es el dinero que se debe a los proveedores. Representan las facturas de proveedores no pagadas.
– Gastos acumulados: se trata de dinero que se debe a un tercero, pero que aún no es pagable. Por ejemplo, los salarios a pagar.
– Sobregiros en cuentas bancarias: son anticipos a corto plazo realizados por el banco por sobregiros.
– Préstamos o pagarés bancarios: son la parte principal circulante de una nota a largo plazo.
– Notas por pagar (distintas de las notas bancarias): son la parte principal corriente de las notas a largo plazo.
– Notas a corto plazo por pagar: estos préstamos se deben pagar dentro del próximo año.
– Depósitos de clientes o ingresos no devengados: son pagos efectuados por los clientes como anticipo por futuros trabajos, que se espera que sean terminados durante los próximos 12 meses.
– Intereses por pagar: es el interés adeudado a los prestamistas, que no se ha pagado.
– Pagos de alquiler: son pagos adeudados por el alquiler de edificios, terrenos, u otras propiedades o estructuras.
– Impuestos sobre la renta por pagar: son los impuestos adeudados al gobierno que aún no se han pagado.
– Dividendos por pagar: son los dividendos declarados por la junta directiva de la compañía, que aún no se han pagado a los accionistas.
– Impuestos de ventas por pagar: son los impuestos cobrados a los clientes, que deben pagarse al gobierno.
– Impuestos de nómina por pagar: son los impuestos retenidos de los empleados o los impuestos relacionados con la compensación de los empleados.
Frecuentemente se usa una cuenta llamada “otros pasivos circulantes” como una partida global en el balance general para incluir todos los demás pasivos a vencerse en menos de un año y que no están clasificados en ninguna otra parte.
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