Trastornos mentales/Psicopatología

Coprolalia: características, causas y tratamientos


La coprolalia es una enfermedad neurológica que se caracteriza por la tendencia a expresar verbalmente obscenidades. Las personas que padecen esta alteración presentan impulsos del habla que los lleva a realizar un uso incontrolable e involuntario de palabras despectivas. Suele asociarse de forma frecuente con el síndrome de Tourette, aunque no es la única enfermedad que puede presentarla.

La coprolalia afecta a cualquier tipo de vocablo que resulte ofensivo o considerado como socialmente inaceptable. De este modo, esta alteración no se limita a la verbalización de palabras o insultos determinados.

La persona que padece esta alteración puede emitir términos mal sonantes y despectivos de una forma totalmente involuntaria y sin ningún tipo de intención. Normalmente, las palabras emitidas se expresan mediante un tono de voz elevado e intenso, diferenciándose del discurso normal que puede desarrollar la persona.

A efectos prácticos es como si la persona experimentara explosiones repentinas de rabia que se traducen de forma automática en palabras obscenas.

Síntomas

Los síntomas principales de la coprolalia se basan en la emisión de palabras mal sonantes. Esta alteración no implica más manifestaciones que las propias verbalizaciones que realiza la persona.

Aparición repentina

Las palabras mal sonantes típicas de la coprolalia suelen aparecer de forma repentina. El individuo con esta alteración puede estar realizando un discurso “normal” y de repente experimentar una explosión de palabras obscenas y ofensivas.

Las más prominentes suelen estar relacionadas con componentes sexuales. No obstante, en la coprolalia se pueden emitir cualquier tipo de palabras y frases malsonantes.

Una vez emitida la palabra, el tono del discurso suele modificarse notablemente. Este tiende a incrementarse y la persona puede expresar una emotividad generalizada de hostilidad o enfado.

Repetición mental

Así mismo, aparte de las verbalizaciones directas, también resulta común que la persona con esta alteración repita mentalmente palabras inapropiadas.

Esta segunda manifestación resulta menos plausible a la vista de los demás pero aparece con frecuencia en la coprolalia. Además, el hecho de repetir mentalmente palabras obscenas suele tener un efecto directo en la capacidad de concentración de la persona.

Cuando los individuos con coprolalia experimentan la explosión repentina de palabras malsonantes (ya sean verbalizadas o mentalmente repetidas), la atención del sujeto pasa a estar totalmente centrada en los vocablos, por lo que su concentración resulta nula.

Causas

Los factores que originan la coprolalia se desconocen en la actualidad. De hecho, no se conocen cuáles son las anomalías físicas y químicas que se producen en la estructura cerebral para dar lugar a esta alteración.

La posición científicamente más aceptada radica en que supone una “multiafectación” del funcionamiento cerebral. Es decir, se hipotetiza que el mal funcionamiento de varios neurotransmisores del cerebro darían lugar a la coprolalia.

Parece que la alteración podría originarse en las capas más profundas y primarias del cerebro. Es decir, las estructuras que se encargan del control de los impulsos y los movimientos involuntarios y reflejos.

Así mismo, la investigación actual se centra en estudiar las anomalías en el funcionamiento de los mecanismos inhibitorios que provocan los típicos tics del síndrome de Tourette.

Algunos estudios apuntan que alteraciones en las sustancias químicas que se encargan de inhibir los impulsos provocarían la incapacidad de reprimir los pensamientos relacionados con las obscenidades típicas de la coprolalia.

Por otro lado, algunos investigadores se centran en examinar los factores genéticos de la alteración. Se hipotetiza que estos podrían resultar relevantes en el desarrollo de la coprolalia, pero tal y como sucede con el resto de elementos no se poseen datos concluyentes.

Consecuencias

La coprolalia constituye una alteración importante en la persona. De hecho, esta afección suele afectar tanto psicológica como sobretodo socialmente a los individuos que la padecen.

Expresar palabras malsonantes de forma repentina y agresiva suele repercutir notablemente en la vida social de la persona. Resulta habitual que los individuos con esta afección presenten un círculo social reducido y vayan perdiendo amistades progresivamente.

Así mismo, la coprolalia suele tener un efecto devastador para el ámbito laboral de las personas afectadas. Mantener un trabajo y un estilo de vida estable con esta alteración suele resultar altamente complicado.

Finalmente, hay que tener en cuenta que la alteración psicológica que puede provocar la coprolalia tiende a ser grave.

Las personas con esta alteración no quieren expresar palabras malsonantes de forma voluntaria, aún menos en contextos sociales y relacionales donde dicha expresión puede dañar o herir a los demás.

Por este motivo, es habitual que las personas con coprolalia experimenten vergüenza y autorreproches de forma posterior a emitir los vocablos obscenos.

En este sentido, la coprolalia genera habitualmente alteraciones de ansiedad y/o fobia social. La persona es consciente de que actúa mal en situaciones sociales de forma constante, hecho que repercute en su autoconfianza par relacionarse con los demás.

Enfermedades relacionadas

Coprolalia en el síndrome de Tourette

El síndrome de Tourette es un trastorno neuropsiquátrico genético. Se inicia en la infancia y se caracteriza por la presentación de múltiples tics físicos y vocales. Estos tics fluctúan a lo largo del tiempo. Es decir, incrementan y disminuye durante el curso de la enfermedad. Así mismo, son precedidos por un impulso premonitorio incontrolable.

Uno de los tics más conocidos de la enfermedad son los de expresar palabras obscenas, es decir la coprolalia. No obstante, únicamente el 10% de los sujetos que padecen síndrome de Tourette presentan esta alteración.

Tanto la coprolalia como el resto de tics característicos de esta enfermedad suelen aparecer antes de los 18 años de edad. Puede afectar a personas de cualquier grupo étnico y sexo, aunque los hombres presentan una prevalencia de la patología entre 3 y cuatro veces mayor que las mujeres.

Coprolalia en la esquizofrenia

La esquizofrenia es una enfermedad del neurodesarrollo que afecta aproximadamente a un 1% de la población general. Resulta una enfermedad crónica y grave, afectando a múltiples áreas de la persona.

Las manifestaciones más típicas de la enfermedad son los conocidos síntomas positivos; es decir, los delirios y las alucinaciones. No obstante, la esquizofrenia no presenta únicamente manifestaciones psicóticas. La sintomatología de esta enfermedad abarca muchas más alteraciones.

Entre las otras manifestaciones destacan los síntomas negativos como el aplanamiento afectivo, la apatía o la alogía, los síntomas desorganizados, el deterioro cognitivo y las alteraciones afectivas.

De este modo, entre el grande grupo sintomatológico de la enfermedad, la esquizofrenia puede originar coprolalia, así como alteraciones semejantes como la ecolalia o la ecopraxia. Sin embargo, la coprolalia no es  uno de los síntomas más prominentes de la esquizofrenia, y su prevalencia en esta población es relativamente baja.

Tratamiento

Al no conocerse los factores que originan la aparición de la coprolalia ni los mecanismos cerebrales implicados en esta alteración, hoy en día no existe ningún tratamiento que permita curarla.

No obstante, en la actualidad sí que se aplican intervenciones que permiten reducir la prevalencia y sobre todo la severidad de los síntomas.

Toxina botulínica

Uno de los tratamientos más utilizados en la actualidad es la aplicación de toxina botulínica. Esta sustancia, comúnmente conocida como “botox” es un tipo de bacteria tóxica que puede ser inyectada en distintas regiones del cuerpo.

En la intervención de la coprolalia, se utiliza la administración de esta toxina en las cuerdas vocales del sujeto. Al aplicar “botox” en estas regiones, los músculos de la zona se paralizan temporalmente, hecho que permite tranquilizar arrebatos verbales.

No obstante, el uso de esta intervención presenta una eficacia moderada, motivo por el cual no se utiliza en todos los sujetos. La aplicación de “botox” únicamente disminuye de forma ligera los impulsos verbales, pero por lo general no reduce su prevalencia.

Terapia psicológica y relajación

Por otro lado, los sujetos con coprolalia pueden presentar una mayor alteración en momentos de estrés e inestabilidad emocional. En esos individuos se suele tratar la afección mediante terapias psicológicas que permitan reducir la ansiedad de la persona.

Las técnicas de relajación, los ejercicios de reducción del estrés o la reestructuración cognitiva para mejorar la adaptación a la coprolalia suelen ser la intervenciones más utilizadas.

Otras intervenciones

Estudios recientes han mostrado que algunas personas con síndrome de Tourette y coprolalia encuentran estrategias y mecanismos para esconder sus verbalizaciones inadecuadas.

Estos mecanismos se aplican principalmente en situaciones públicas, sociales o laborales, teniendo como objetivo principal disminuir el efecto y las consecuencias negativas a nivel social.

Una de las principales estrategias consiste en arrastrar las primeras letras de la palabra o frase con el objetivo de no pronunciar el vocablo entero y su significado. Verbalizar “Ccccooo” cada vez que se presenta el impulso de expresar una palabrota empezada por “co” sería un ejemplo.

Por otro lado, otras estrategias empleadas para evitar expresar el significado de palabras malsonantes consisten en expresar los vocablos entre dientes o cubriendo la boca para amortiguar su perceptibilidad.

Emplear estas técnicas cumple una doble función en la persona con coprolalia. Por un lado permite a esta expresar la palabra impulsada por su cerebro. Por otro lado, permite que los demás no perciban e interpreten el significado verbalizado.

Referencias

  1. Djebra MB, Worbe Y, Schupbach M, et al. Aripiprazole: a treatment for severe coprolalia in ‘refractory’ Gilles de la Tourette syndrome. Mov Disord 2008; 23: 438–440.
  2. Freeman RD, Zinner SH, Muller-Vahl KR, et al. Coprophenomena in Tourette syndrome. Dev Med Child Neurol 2009; 51: 218–227.