¿Qué es la psicología energética?
La psicología energética es un método que intenta combinar dos enfoques contrapuestos, pero que pueden aportarse mucho entre sí. Este tipo de terapia utiliza la información que le brinda el enfoque occidental basado en la investigación, y a su vez emplea el conocimiento obtenido desde un enfoque holístico.
“Holístico” se refiere a tomar a la persona como un ser global, como algo más que su síntoma, su patología o su mente. La psicología energética toma conciencia sobre la enfermedad y el paciente de una forma parecida a como lo hace la medicina china y la acupuntura. Podría definirse el método como acupuntura sin agujas.
¿Cuál es la teoría de la psicología energética?
Según la psicología energética, para que el organismo esté sano necesita que la energía que fluye en su interior esté equilibrada.
Si el flujo energético se ve alterado, la salud también lo estará. Según este tipo de método, si manipulamos esa energía, podremos ayudar al paciente a recuperarse de una forma óptima.
Los psicólogos que utilizan esta técnica utilizan intervenciones físicas para poder regular el flujo energético y se basan en la idea de la hiperactivación o hiperexcitación.
Existe un principio básico a nivel orgánico basado en la cantidad de energía que emplea un cuerpo para una situación en concreto. Por ejemplo, los recuerdos traumáticos o las fobias de algún tipo crean en la persona un estado de activación muy elevado cuando se encuentran con el recuerdo o con el estímulo que les da miedo.
Cuando el estado de activación es muy alto, nos referimos a hiperexcitación. Se trataría de un aumento de actividad corporal, fisiológica y psicológica que implica que el organismo en su totalidad está en estado de alerta y tensión.
No solo los músculos se ven afectados por esa tensión continuada, sino incluso las emociones.
Puede sentirse disminución del umbral del dolor, tensión muscular, sentimientos negativos como miedo, insomnio, hiperreactividad emocional, etc.
La hiperexcitación también puede verse en personas que tienen trastornos relacionados con la ansiedad y el estrés. De hecho, lo patológico en estos casos sería que el paciente está casi constantemente en un alto estado de alerta, o al menos cuando no tiene por qué estarlo.
Desde la psicología energética se cree que si se empareja el estímulo negativo con la estimulación del punto o puntos meridianos correctos, las personas pueden comenzar a experimentar una menor activación y malestar cuando se encuentren con los factores desencadenantes que les hacían no sentirse bien.
Por ejemplo, imagina que tienes miedo a los perros. Según esta teoría, el profesional que practica la psicología energética, mientras te expones a este animal, ya sea en el recuerdo, en una imagen o en vivo, estimularía unos determinados puntos energéticos en ti, para que la energía y la activación volvieran a su estado normal y tu cerebro entendiera una nueva forma de manejar la situación cuando volvieras a encontrarte con un perro.
¿De qué enfoques o técnicas se nutre la psicología energética?
La psicología energética está enriquecida con otras técnicas y terapias que hacen que la persona no solo tenga un camino para su recuperación, sino varias alternativas para conseguir volver a un estado de bienestar.
Terapia de campo mental o TFT
Esta terapia fue desarrollada por el doctor Roger Callahan. La TFT puede conocerse con varios nombres: terapia de campo mental, terapia holística de campo del pensamiento o terapia de campo del pensamiento.
La técnica incluye la palabra campo, la cual se puede definir como una estructura o material invisible que influye sobre la materia. El término fue acuñado por Michel Faraday.
Es decir, cuando hablamos de campo mental nos referimos a un tipo de vibración energética que tiene influencia sobre nuestro cuerpo. Dentro de la psicología energética, cuando pensamos en algo que nos crea malestar, influirá sobre los meridianos y puntos energéticos corporales.
Por ejemplo, si hemos vivido un suceso traumático, cada vez que volvamos a recordar el evento, nuestro cuerpo entrará en un estado nervioso, hormonal, químico y cognitivo idéntico a como estaba en el momento en el que pasó el suceso.
Por tanto, TFT consiste en realizar acupresión o tapping sobre los meridianos para estimular los puntos necesarios y devolver el cuerpo a un estado de tranquilidad y bienestar, reequilibrando el sistema nervioso autónomo.
Técnica de acupresión Tapas o TAT
Esta técnica fue desarrollada y acuñada por Tapas Fleming, una terapeuta de California. En la TAT se utiliza también la presión, pero con la variante de que la propia persona puede autoadministrársela.
La autopresión se realiza con los dedos, sobre la zona facial y la cabeza.
La persona debe centrarse en imágenes negativas mientras se realiza la presión. Más tarde debe pensar en imágenes positivas, y por último debe pensar y centrarse en aquello que cree que es la causa de los problemas que tiene.
El procedimiento, una vez aplicado, puede enseñarse al paciente para que lo realice fuera de la terapia.
Técnicas de Liberación Emocional o EFT
La EFT se basa en la asociación del recuerdo de un evento traumático con el tapping, o golpeteo, en los meridianos específicos y la pronunciación de autoafirmaciones. La EFT es una de las variantes que tiene la TFT, y su precursor fue Gary Craig.
Las autoafirmaciones deben ser frases dirigidas hacia nosotros mismos donde nos expresemos amor, perdón y compasión. La idea es dejar de hacernos daño a nosotros mismos por aquellos errores que comentemos u otras ideas negativas.
La mayoría de técnicas que utiliza la psicología energética pueden ser autoadministradas. El profesional se encargará de enseñar al paciente cómo debe actuar y autoaplicarse la técnica, en función del problema que presente.
Hay que tener en cuenta que existen muchos tipos de personas, así como diversos tipos de conflicto, y que puede que, si el problema es severo, la auto-administración no sea igual de eficaz que la aplicación directa realizada por un profesional.
Aplicación y práctica de la psicología energética
La psicología energética puede ser aplicada por aquellos profesionales que trabajen con pacientes que padecen síntomas y/o trastornos, como el síndrome de estrés postraumático, estados de ansiedad, fobias, adicciones y, en general, estados psicológicos alterados.
La psicología energética no solo pueden aplicarla psicólogos, pues existen formaciones a las que puede acceder un gran número de profesionales relacionados con el sistema sanitario. Sí es cierto que siempre que el profesional tenga una cierta base, el desarrollo de la terapia será más adecuado.