Ataques de Pánico: Síntomas, Causas y Tratamientos
Un ataque de pánico es una experiencia brusca de miedo intenso o malestar, acompañada de síntomas como palpitaciones del corazón, sensación de ahogo o dolor en el pecho.
Los ataques de pánico aparecen a menudo fuera del hogar, aunque pueden ocurrir en cualquier lugar y momento. Normalmente los signos y síntomas aumentan y llegan a su pico a los 10 minutos. La mayoría finalizan a los 20-30 minutos de su inicio y raramente duran más de una hora.
Se pueden dar ataques aislados, sin que haya que preocuparse. Sin embargo, cuando los ataques se dan con frecuencia, se puede estar desarrollando el trastorno de pánico.
Índice del artículo
- 1 Clases/tipos
- 2 Síntomas
- 3 Síntomas del trastorno de pánico
- 4 Causas
- 5 Diagnóstico
- 6 Tratamientos
- 7 Patofisiología
- 8 Algunos consejos para los ataques o trastorno de pánico
- 9 Referencias
Clases/tipos
Existen 3 clases de ataques de pánico:
- Ataque asociado a situaciones: ataques asociados a situaciones determinadas, como montar en autobús, tren o acudir a lugares transitados. Son comunes en las fobias específicas o en la fobia social.
- Ataques inesperados: se pueden dar inesperadamente en cualquier situación o lugar.
- Ataque predisposicional situacional: se tienen más probabilidades de que ocurra un ataque por haber ocurrido antes en un mismo lugar. Por ejemplo, no saber si ocurrirá un ataque en un centro comercial, aunque ha ocurrido antes.
Síntomas
Un ataque de pánico incluye una combinación de los siguientes signos y síntomas:
- Hiperventilación o poco aire.
- Palpitaciones del corazón.
- Sensación de ahogo.
- Sentirse separado del ambiente externo.
- Sudar.
- Náuseas o malestar en el estómago.
- Entumecimiento.
- Sensación de frío o sofoco.
- Miedo a morir, a perder el control o a volverse loco.
- Sensación de mareo, desvanecimiento o desmayo
- Malestar o dolor en el pecho.
- Temblores o estremecimiento.
Síntomas del trastorno de pánico
Puedes sentir un ataque de pánico aislado sin otras complicaciones o episodios. Si solo has tenido uno o dos, no te tendrías porqué preocupar. Sin embargo, si esos ataques se dan con frecuencia se puede desarrollar el trastorno de pánico. Este se caracteriza por ataques de pánico repetidos, combinados con cambios importantes en el comportamiento.
Puedes tener el trastorno de pánico si:
- Experimentas ataques de pánico frecuentes e inesperados.
- Te preocupas en exceso por tener otro ataque de pánico.
- Te comportas de forma diferente, como evitando lugares que antes no temías.
Si tienes el trastorno de pánico, los ataques pueden resultar en un alto coste emocional; aunque los ataques puedan durar solo unos minutos, el recuerdo de los mismos puede ser intenso y pueden influir sobre la autoestima y perjudicar a la calidad de vida.
A medida que se desarrolla, aparecen estos síntomas:
- Ansiedad anticipatoria: ansiedad provocada por el miedo de tener ataques futuros.
- Evitación de lugares o situaciones: evitar situaciones o ambientes que antes no se temían y que objetivamente no son peligrosos. Esta evitación se puede basar en la creencia de que la situación o lugar provocó un ataque previo. También se pueden evitar lugares en los que es difícil escapar o pedir ayuda.
Causas
El tipo de reacciones emocionales que se dan en los ataques de pánico no tienen una única causa, sino varias: biológicas, psicológicas, ambientales y sociales.
La tendencia a que estés nervioso o tenso puede ser hereditaria, aunque también influirá tu sensación de control sobre el mundo (algo aprendido), tu ambiente y tus circunstancias sociales.
Factores biológicos
Si en tu familia existe la tendencia a “estar nervioso” , tendrás más probabilidades de heredar ese rasgo. No es que haya un gen único que predisponga a tener ansiedad. Más bien, la influencia se debe a un conjunto de genes.
Es decir, existen muchos genes que producen la tendencia a que seas demasiado ansioso. Además, esos genes afectarán al desarrollo de tu ansiedad cuando cumplas con una serie de factores psicológicos, ambientales y sociales.
Factores ambientales
Por ejemplo, se conoce que los adolescentes que fuman más cigarrillos tienen más probabilidades de desarrollar trastornos de ansiedad cuando sean adultos, sobre todo trastorno de ansiedad generalizada y trastorno de pánico.
Factores psicológicos
El miedo que sientes en los ataques de pánico puede ser resultado de un condicionamiento o de un aprendizaje. Según este modelo, en la infancia o adultez habrías desarrollado un incertidumbre sobre tu capacidad para controlar y enfrentar los acontecimientos.
La sensación de falta de control es el factor que más vulnerable hace a la ansiedad: puedes sentir que lo harás mal en una presentación o que suspenderás un examen por mucho que estudies.
Existen muchos estudios que apoyan la influencia de la educación de los padres en la sensación de control de los niños:
- Los padres sobreprotectores, que no dejan que sus hijos experimenten adversidades, contribuyen a que los niños aprendan que no pueden controlar lo que sucede.
- Los padres que estimulan la exploración del mundo por parte de los niños, padres que responden a las necesidades de sus hijos, predecibles y que dejan que consigan cosas por ellos mismos, fomentan el desarrollo de la sensación de control.
Condicionamiento cognitivo
Puede que durante una alarma real tengas una alta sensación de miedo, y la hayas asociado a señales externas (por ejemplo montar en coche) o internas (por ejemplo fuertes latidos del corazón) que se dieron en la situación real.
De ese modo, cuando sientes las señales externas o internas, tienes la sensación de miedo, aunque no se de la situación real peligrosa.
Por ejemplo, un día tienes un accidente de coche y sientes un fuerte miedo. A partir de entonces, puedes asociar subir al coche al miedo o subirte al coche con fuertes latidos del corazón.
Este aprendizaje o condicionamiento puede resultar difícil de separar, debido a que las claves que desencadenan las respuestas emocionales de miedo pueden ser inconscientes. Esta asociación de los ataques de pánico a señales internas o externas se llaman alarmas aprendidas.
Factores sociales
Costumbres culturales o sociales, como tener que destacar en el trabajo, universidad o colegio también pueden contribuir al desarrollo de la ansiedad o ataques de pánico.
Distintas circunstancias vitales, como exámenes, divorcios o muertes de familiares actúan como estresores que pueden provocar en ti reacciones como ataques de pánico o dolores de cabeza.
Los ataques de pánico también pueden ser provocados por condiciones médicas y otras causas físicas:
- Hipertiroidismo (glándula tiroides hiperactiva).
- Hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en la sangre).
- Uso de estimulantes (anfetaminas, cocaína, cafeína).
- Retirada de la medicación.
Diagnóstico
Criterios diagnósticos según el DSM-IV
Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 minutos:
- Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca.
- Sudoración.
- Temblores o sacudidas.
- Sensación de ahogo o falta de aliento.
- Sensación de atragantarse.
- Opresión o malestar torácico.
- Náuseas o molestias abdominales.
- Inestabilidad, mareo o desmayo.
- Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo).
- Miedo a perder el control o volverse loco.
- Miedo a morir.
- Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigeo).
- Escalofríos o sofocaciones.
Tratamientos
La terapia cognitivo conductual es la forma más efectiva de tratar este trastorno. Se basa en modificar los patrones de pensamiento y comportamiento por otros más adaptativos.
Para tratar el trastorno de pánico, la estrategia puede estar centrada principalmente en la educación sobre el mismo trastorno y en el aprendizaje de técnicas:
Educación
Se trata de enseñar a la persona lo que sucede y porqué sucede. Algunos aspectos a enseñar son:
- Qué es la ansiedad.
- El valor adaptativo de la ansiedad.
- Componentes de la ansiedad fisiológico, cognitivo y conductual, y cómo interactúan entre si.
Técnicas de control de la activación
Las técnicas a enseñar son:
- Respiración diafragmática: al controlar la respiración se reduce la activación fisiológica.
- Entrenamiento en relajación muscular: tiene como objetivo reducir la tensión muscular y se pueden utilizar la relajación muscular progresiva, yoga, entrenamiento autógeno o meditación.
Técnicas de exposición
- Exposición a estímulos internos: la meta es exponer al paciente a los síntomas que teme para que perciba que sus pensamientos autómaticos no son reales, para que se habitúe y para que aprenda a controlar los síntomas. Se realiza con varios ejercicios sencillos que provocan cambios fisiológicos similares a los del ataque de pánico.
- Exposición a estímulos externos: la meta es la exposición a los lugares o situaciones que provocan la ansiedad. Se pretende que la persona se habitúe y percibe esas situaciones como normales o no catastróficas.
Técnicas de reestructuración cognitiva
La meta es identificar los pensamientos irracionales de tipo catastrófico y cambiarlos por otras interpretaciones más positivas.
Medicación
La medicación se puede usar temporalmente para reducir algunos de los síntomas del trastorno de pánico. Sin embargo, por si sola no resuelve el problema, se recomienda especialmente en los casos más graves y es más efectiva si se combina con la terapia cognitiva-conductual.
La medicación incluye:
- Antidepresivos.
- Benzodiacepinas.
Patofisiología
El proceso fisiológico de un ataque de pánico se puede entender de la siguiente manera:
- En primer lugar, se da la aparición de miedo a partir de un estímulo.
- Esto lleva a la liberación de adrenalina, la cual provoca la respuesta de lucha o huída en la que el cuerpo de la persona se prepara para la actividad física.
- Esto guía a un incremento de la tasa cardíaca (taquicardia), a la respiración rápida (hiperventilación) y a la sudoración.
- La hiperventilación conduce a una caída en los niveles de dióxido de carbono en los pulmones y luego en la sangre.
- Esto provoca cambios en el PH de la sangre (alcalosis respiratoria o hipocapnia), que puede provocar síntomas como hormigueo, mareos, sensación de desmayo o entumecimiento.
- La liberación de adrenalina también provoca vasoconstricción, resultando en menor flujo de sangre hacia la cabeza, lo cual provoca mareos y aturdimiento.
Algunos consejos para los ataques o trastorno de pánico
Aunque el tratamiento con terapia profesional es lo que marca la mayor diferencia, hay ciertas indicaciones que puedes llevar a cabo por ti mismo:
- Aprender sobre el pánico: conocer sobre el miedo y los ataques puede hacer que que disminuyan los síntomas y aumente tu sensación de control. Aprenderás que las sensaciones y sentimientos que tienes durante un ataque son normales y que no te estas volviendo loco.
- Evitar cafeína o fumar: en las personas que son susceptibles, el tabaco y la cafeína pueden provocar ataques de pánico. Por tanto, es mejor evitar fumar, el café y otras bebidas con cafeína. También es necesario revisar los compuestos químicos de fármacos que puedan contener estimulantes.
- Aprender a controlar la respiración: la hiperventilación provoca muchas sensaciones que ocurren durante el ataque de pánico. Por otra parte, la respiración profunda puede disminuir los síntomas. Al aprender a controlar tu respiración desarrollas una habilidad que puedes usar para tranquilizarte antes de sentirte ansioso.
- Practicar técnicas de relajación: actividades como relajación muscular progresiva, meditación o yoga estimulan la respuesta de relajación del cuerpo, la contraria a la respuesta de pánico y ansiedad.
Referencias
- American Psychiatric Association. (2000). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (4th ed., text rev., p. 479). Washington, D.C.: American Psychiatric Association.
- DSM-TR diagnostic criteria for panic disorder.
- Anxiety: management of anxiety (panic disorder, with or without agoraphobia, and generalised anxiety disorder) in adults in primary, secondary and community care. National Institute for Health and Clinical Excellence. Clinical Guideline 22. Issue date: April 2007.
- “Panic attack – Definition and More from the Free Merriam-Webster Dictionary”. M-w.com. 2010-08-13. Retrieved 2012-06-15.
- November 12, 2013. What is a panic attack? National Health Service. Retrieved: 4 February 2015.
- Bourne, E. (2005). The Anxiety and Phobia Workbook, 4th Edition: New Harbinger Press.