Medicina

Modelo biopsicosocial: concepto, factores, ventajas, desventajas


¿Qué es el modelo biopsicosocial?

El modelo biopsicosocial es un enfoque que entiende la enfermedad y la salud como un conjunto de factores que incluyen los biológicos, los psicológicos y los sociales. Fue desarrollado por el psiquiatra George Engels como oposición al modelo médico tradicional, que solía centrarse solo en los aspectos físicos de los problemas.

A pesar de haber sido creado en un principio solo para aplicarse a la medicina, más tarde se extendió a otros ámbitos como la psicología, la sociología y el trabajo social. Desde entonces, se ha convertido en el enfoque predominante en estas disciplinas debido a su mayor poder explicativo y de intervención.

El mayor avance del modelo biopsicosocial es que permitió a los especialistas dejar de buscar una única causa para los trastornos (tanto físicos como mentales).

Por el contrario, desde que fue adoptado se entiende que cada problema está causado por un conjunto de factores que hay que comprender por completo para poder trabajar sobre ellos.

Los 3 factores del modelo biopsicosocial

La principal característica del modelo biopsicosocial es que entiende que las enfermedades de todo tipo están causadas por varios factores de distinta naturaleza.

Así, se contrapone al modelo biomédico, cuyos seguidores pensaban que cualquier problema tenía que ver solamente con la química del cuerpo y del cerebro.

Por el contrario, los especialistas de la salud que se basan en este enfoque tratan de buscar factores de tres tipos para explicar por qué surge una enfermedad: biológicos, psicológicos y sociales. Veamos cada uno de ellos:

Factores biológicos

Casi todas las enfermedades tienen parte de su base en la química del cuerpo o del cerebro. En el caso de las de origen físico, esto está muy claro: un trastorno puede estar provocado por el fallo en la función de un órgano, por la invasión de un agente externo o por un desequilibrio hormonal, entre otros motivos.

Sin embargo, las enfermedades mentales también suelen tener una causa física, aunque esta puede no ser tan evidente como en el caso de las que afectan al cuerpo.

Por ejemplo, hoy en día sabemos que la depresión está asociada a una falta de producción de serotonina, por lo que sus efectos pueden paliarse aumentándola de forma artificial.

Por otro lado, los factores biológicos también incluyen aquellos relacionados con la carga genética de un individuo. En las últimas décadas se ha descubierto que los genes juegan un papel muy importante en la aparición de ciertas enfermedades, tanto las que afectan al cuerpo como las del cerebro.

Factores psicológicos

Tradicionalmente, los factores psicológicos —como los pensamientos, las creencias y las actitudes— han sido dejados de lado por la mayoría de los profesionales de la salud que no se dedicaban directamente a tratar enfermedades mentales. Sin embargo, recientemente se ha descubierto que tienen una gran importancia en todo tipo de trastornos.

Así, en aquellos que afectan a la mente —como la depresión o la ansiedad— es evidente que la manera en la que pensamos tiene una gran influencia en el desarrollo y mantenimiento de los síntomas.

La revolución ha venido con el descubrimiento de que estos factores también pueden favorecer o mitigar los problemas asociados a enfermedades físicas.

Por ejemplo, hoy en día sabemos que las emociones son un factor muy importante dentro de la recuperación de los pacientes de enfermedades como el cáncer. Por lo tanto, es importante que los médicos estén también entrenados en tratar la parte psicológica de sus pacientes.

Factores sociales

Por último, los factores sociales habían sido dejados de lado en el tratamiento de todo tipo de enfermedades, tanto físicas como mentales.

Sin embargo, desde la aparición del modelo biopsicosocial sabemos que el apoyo de un buen círculo social o una familia estructurada puede ser clave para la recuperación de los enfermos.

Incluso, pertenecer a un buen ambiente social puede retrasar o prevenir la aparición de trastornos físicos y mentales: puede hacerlo promoviendo buenos hábitos de salud o mejorando el estado emocional de las personas afectadas.

Ventajas

El cambio de un enfoque biomédico al biopsicosocial no ha sido rápido ni sencillo. Sin embargo, las ventajas del segundo enfoque se están imponiendo, por lo que cada vez más profesionales de la salud están adoptándolo. A continuación veremos las ventajas más importantes:

Se centra en la prevención

Al reconocer la importancia de factores como las emociones, el entorno social y los pensamientos en el desarrollo de las enfermedades, se han podido generar campañas de prevención mucho más efectivas.

Esto ocurre principalmente porque el modelo biopsicosocial ha permitido descubrir más factores implicados en los trastornos, con los que se puede intervenir de manera más efectiva que aquellos en los que se centra el modelo biomédico.

Reducción del estigma

Las personas afectadas por un trastorno no son vistas como una anomalía dentro de este enfoque. Esto ayuda a paliar parte de las consecuencias sociales y emocionales provocadas por la mayoría de las enfermedades.

Otorga mayor control al paciente

Debido a que el modelo biopsicosocial resalta la importancia de factores que están dentro de la esfera de control de la persona que padece la enfermedad, esta puede adquirir un papel más activo dentro de su propia recuperación.

Por otra parte, al adoptar este modelo el paciente también es capaz de hacer más cosas para prevenir la aparición de la enfermedad en primer lugar.

Desventajas

Al igual que todas las teorías de la salud, el modelo biopsicosocial también presenta una serie de inconvenientes. Veamos a continuación cuáles son:

Requiere profesionales más expertos

Una de las ventajas del modelo biomédico es que los médicos tan solo tienen que saber mucho sobre un tema concreto para curar a sus pacientes: las causas físicas de las enfermedades.

Por el contrario, un profesional de la salud que trabaje con el enfoque biopsicosocial tiene que preocuparse también por cuidar de los sentimientos y pensamientos del paciente; además, debe buscar que este cuente con un apoyo social adecuado.

Provoca que haya diagnósticos más complejos

Al incluir otros dos factores tan amplios como posibles causas de todo tipo de enfermedades, los diagnósticos ya no son tan sencillos.

En ocasiones, esto puede dificultar dar con el origen exacto de la enfermedad, lo que puede llegar a retrasar la administración de un tratamiento adecuado.