Relaciones

Consejos para tratar a niños con padres separados


¿Qué consejos seguir para tratar a niños con padres separados?

Los padres separados pueden realizar una serie de acciones para evitar problemas en sus hijos, mantener una calidad de vida adecuada, bienestar y en definitiva mantener la felicidad. Las rupturas de pareja nunca son plato de buen gusto para nadie.

Para los adultos supone un proceso doloroso y difícil, para los niños un cambio de vida inesperado, que no siempre comprenden o comparten. Son situaciones desagradables que les vienen “de regalo”, sin que nada puedan hacer o decidir para cambiarlo.

Si bien la ruptura a veces es inevitable, su abordaje con respecto a los más pequeños puede llevarse de un modo menos doloroso, evitando sufrimientos inesperados.

Los niños son los más vulnerables a la noticia de la inminente separación, y la nueva situación puede interferir mucho en su estabilidad emocional.

Las leyes básicas de los padres separados

Aunque en este artículo te vamos a dar muchos más consejos, estas tres directrices son las más básicas a seguir con los hijos ante una separación:

Los niños tienen derecho a ver a sus dos progenitores por igual

Los que se separan son los adultos, que han decidido no continuar con la relación. Pero los hijos no se separan de ninguno de los padres, y estos no deben poner trabas para que los niños vean al otro progenitor.

Los más pequeños necesitan a sus dos padres: a ti, y a tu expareja. Recuerda que tú puedes decidir cambiar de pareja, pero tus hijos no pueden cambiar de padre o madre.

Los niños tienen derecho a recibir una imagen “limpia” de ambos padres

Es común caer en el error de soltar descalificaciones sobre la expareja, tonos sarcásticos, malas miradas o desdén. Aunque algunos comentarios y tonos pueden ser sutiles, lo cierto es que los niños son sensibles a esta negatividad, aunque no sepan muy bien ponerle nombre.

Es importante para el desarrollo emocional y afectivo de los más pequeños que mantengan a sus padres con una buena imagen, pues ambos son sus pilares de referencia.

Los hermanos y hermanas tienen derecho a vivir y crecer juntos

Los hermanos y hermanas son personas claves en el desarrollo infantil. Son figuras de apego temprano, y se debe evitar la separación entre ellos, pues viven exactamente la misma situación.

Pueden comprenderse, mimarse, jugar juntos y “sanar heridas emocionales”, desahogándose entre ellos.

El momento de dar la noticia a los hijos

Que la situación sea difícil de comprender para un niño, no significa que no tenga capacidad para entender lo que ocurre.

Los niños viven en un mundo donde las separaciones (o los divorcios) son cada vez más comunes, de manera que si saben que las cosas no van bien entre sus padres, habrá un momento en que una posible separación será una idea que rondará por sus cabezas.

Estas son algunas recomendaciones para el momento de dar la noticia:

– Ante todo, la noticia deben darla ambos padres juntos, pues es signo de interés y preocupación por los hijos. Es el momento de explicar que ya no estáis bien juntos, que lo hacéis por el bien de todos y que eso no significa que vaya a dejar de verlos a ninguno de los dos.

– Los padres deben hacerle saber a los hijos que es una decisión conjunta, aunque en realidad no sea así. De este modo, se evita que haya “un malo” para los hijos, que es el que (para el niño) ha decidido dejar la relación.

– La información debe estar ajustada a la edad de los niños. No es lo mismo cuando tus hijos tienen 5 años que 15, y las palabras que utilices y las explicaciones que des deben adaptarse a su edad.

– Es importante que solo se dé la información a los hijos que puedan entender, y que no invada la intimidad de los padres. No es necesario que tus hijos sepan, por ejemplo, que hubo una tercera persona.

– Los padres deben intentar controlar la emotividad que puede sentir al dar la noticia. Es tan importante lo que comunicáis como cómo la forma en que lo hacéis. Comunicar esta noticia de manera demasiado apasionada (esto es, con ansiedad, depresión, llanto sin control…) puede hacer que tus hijos se preocupen más de lo debido y se sientan inseguros.

De los primeros meses después de la separación en adelante

Al principio, la nueva situación será difícil para todos. Los padres viven un proceso de duelo, con los posibles problemas que han llevado a la ruptura, la separación de bienes, mudanza, abogados, etc.

Son muchos los factores que pueden potenciar el malestar de los padres, pero, por difícil que sea, deben intentar evitar que los hijos sufran, en la medida de lo posible, las consecuencias de estas desavenencias.

Debes saber que la adaptación llevará su tiempo, pero llegará. Los seres humanos estamos hechos para adaptarnos a las nuevas circunstancias. Con paciencia, cariño y respeto, todo se estabilizará.

Para los primeros meses desde el momento de la separación, puedes seguir los siguientes consejos:

Evitar discusiones

Lo que más ayuda a la adaptación psicológica de los más pequeños es la ausencia de conflictos.

En ningún caso es conveniente que los niños vean discutir a sus padres, faltas de respeto, o signos de desprecio entre ellos. Las discusiones en casa desestabilizan con fuerza a niños y jóvenes, siendo la principal causa de desajuste emocional en los casos de separación.

Acordar rutinas y turnos

Otro aspecto clave desde el momento de la separación en adelante es la comunicación entre los propios progenitores. Como padres, debéis acordar desde un principio las rutinas y turnos con los hijos, y trabajar juntos en favor de una educación conjunta.

Ambos debéis estar informados y haceros cargo de todas las necesidades de vuestros hijos, incluyendo las económicas, emocionales y afectivas, de vestimenta, higiene, etc.

En la medida de lo posible, sería bueno que los hijos mantuvieran las mismas actividades de siempre, como ir al mismo centro escolar, mantener sus actividades extraescolares, y hacer esas salidas que hacía con su madre o con su padre normalmente (ir a ver partidos de fútbol, al centro comercial, senderismo…).

Evitarle inseguridades

Es importante hacerles saber que no deben preocuparse, porque sus necesidades siempre van a estar cubiertas.

En las separaciones, es común que los hijos sientan cierta desesperanza y sobre todo inseguridad ante la nueva situación y quién se hará cargo de según qué cosas (como pagarle los gastos, la ropa, la carrera universitaria…).

Cuanto más mayores sean los hijos, más fácil será que sientan esta inseguridad de la que hablamos.

Tomar decisiones conjuntas

Las decisiones que vayan a ir surgiendo sobre los hijos, también deben ser siempre conjuntas, pues los hijos son de los dos. Estas decisiones son educativas, de normas, las pagas cuando son adolescentes, etc.

No hacer chantaje emocional

Es necesario evitar el chantaje emocional inconsciente que aparece ante frases como “con tu padre estás mejor que conmigo” o “prefieres estar con tu madre antes que conmigo”.

Los hijos sienten esa rivalidad y celos por parte de sus padres, y esta situación les coloca en una posición incómoda, en la que se sienten culpables por el hecho de disfrutar con el otro progenitor.

Esto les llevará con el tiempo a no comentar qué hacen con el otro, al percibir las malas caras o los comentarios desagradables.

Evitar sobreprotección

Hay que tener cuidado con caer en la sobreprotección o ser demasiado permisivos con los hijos a raíz de la separación. A veces, por sentimiento de culpa, hay padres que caen en el error de permitir conductas que no tolerarían para “evitar más sufrimiento al hijo”.

Sin embargo, lo único que se consigue es sumar a las consecuencias emocionales de la separación, aquellas conductas típicas de hijos de padres permisivos que no son las más deseadas.

Disfruta de tu hijo

El tiempo que los adultos permanezcan con sus hijos, debe centrarse en el disfrute de su compañía. Es el momento de disfrutar de tu hijo, y olvidarte de los malos rollos que pudieras tener con tu excónyuge.

Evita hacer preguntas con segundas intenciones acerca del otro progenitor (para sonsacar información, para ver cómo es su relación con el otro…), pues, como ya hemos dicho, los niños y jóvenes no son tontos, y se sentirán fatal al ver las intenciones deshonestas de su padre o madre al preguntarle.

Referencias

  1. Espada, S., Calvo, L. (2010). Nos hemos separado… ¿Y nuestros [email protected]? Gobierno de Aragon. Departamento de Servicios sociales y familia.
  2. Laucirica, N., Villar, G., Abal, M. (2008). Guía para padres y madres en situación de separación y/o divorcio. Programa municipal de mediación. Ayuntamiento de Vitoria.