Principales retos de la lectura en México en la era de internet
Entre los principales retos de la lectura en México en la era de internet destaca la necesidad de comprobar la legitimidad de los medios de difusión para confirmar que se trata de información de calidad, así como evaluar la posibilidad real de acceso a los medios tecnológicos, sin los cuales muchos quedarán fuera del impacto comunicacional de internet.
Es innegable que internet ha penetrado la sociedad actual a todo nivel. Ya no es un lujo o algo desconocido y misterioso; internet es ahora esa red invisible, necesaria y de obligatoria posesión y manejo, para ejecutar y monitorear las actividades humanas más básicas del día a día.
Esta red ha implicado nuevos retos, y uno de los ámbitos que ha impactado directamente es el de la lectura. Este hábito, sea por el medio que sea, siempre reportará beneficios a quien lo practique, pero es importante comprender todas las implicaciones que trae la era de internet en este contexto.
Por ejemplo, en esta era se hace aún más necesario filtrar la información a consumir y evitar el desarrollo del fenómeno denominado fake news, cuyo único propósito es promover la desinformación.
Los 7 retos principales de la lectura en México en la era de Internet
Resistencia personal
Uno de los restos de la sociedad mexicana es la ya conocida resistencia a leer, que tiende a afianzarse aún más cuando la dinámica cotidiana acelera y fomenta la rapidez en el consumo de información.
La predisposición a no querer leer puede aumentar en el contexto que brinda Internet, en el que en muchos casos se da prioridad al contenido de fácil y rápido consumo, como videos o imágenes, en lugar de priorizar aquel contenido escrito que permita la profundización de un conocimiento a través de su lectura.
Topografía
México es un extenso país de casi 2 millones de km2 que presenta una geografía cambiante. Se puede pasar en cuestión de pocas horas de las planicies más abrasadoras e interminables a tupidas sabanas e incluso bosques subtropicales.
Estas marcadas diferencias suponen un reto a vencer a la hora de comunicar poblaciones vecinas e integrarlas a una única red. Hay comunidades con menos acceso a las interacciones por esta vía y, por ende, con menor tendencia a consumir contenido escrito a través de ese medio.
Limitado acceso a la web o a los equipos para navegar
Si bien es cierto que muchos mexicanos tienen un nivel de vida que les permite tener un equipo celular con acceso a la red, no todos pueden costear el servicio de Internet en su hogar, o incluso disfrutar de las ventajas de tener una computadora con acceso web.
Se debe recordar que el costo por el servicio de internet depende del mercado de oferta y demanda; no lo provee el gobierno. Este último concede licencias a operadores privados que establecen el precio de cada uno de los planes a contratar, y mientras más veloz sea el acceso contratado, más cara será la factura a fin de mes.
En México aproximadamente un 65 % de los habitantes tiene acceso a internet. Bajo este contexto, pensar que actualmente internet pueda ser aprovechada a su máxima capacidad como vía fundamental para acceder a lecturas formativas de calidad disponibles para toda la población, resulta inconcebible.
Fake news
Una consecuencia negativa que ha traído la era de internet es la noción de las fake news, anglicismo que significa “noticias falsas”. Se trata de informaciones difundidas con el único propósito de engañar sobre algún tema y generar una atmosfera de desinformación.
Es un concepto que puede ser peligroso, pues las llamadas fake news están diseñadas para parecer noticias reales, por lo que a veces se hace muy difícil determinar si efectivamente es una información legítima o si se trata de un engaño.
Conocedores del tema como el periodista español Marc Amorós, señalan que las fake news no son un concepto nuevo, pues la historia de la humanidad está llena de difusión de información manipulada y tendenciosa. La importante diferencia que surge actualmente es que esta difusión se propaga a una velocidad antes impensable gracias a internet.
Ante este panorama resulta vital contar con mecanismos que permitan evaluar la confiabilidad de las fuentes consultadas, para de esta forma intentar quedar al margen de este fenómeno cuando se consuma contenido en línea.
Comprobación de legitimidad de las fuentes
Este reto tiene que ver con el concepto anterior, y es que la gran cantidad de información disponible (tanto real como falsa) ha hecho que se dé mayor valor a aquel medio que demuestra responsabilidad e integridad.
El 2018 fue un año complejo para México en este contexto, pues las estadísticas indican que se ubicó en el puesto número 2 de entre 37 países en los que se evaluó la exposición a las fake news.
Según estos estudios, los mexicanos prefieren enterarse de las noticias a través de la televisión o la prensa escrita, y esta última goza de la mayor confianza por parte de la población.
Esta situación es el reflejo de que los habitantes de México han perdido la confianza en internet como medio para informarse, pues estadísticas demuestran que 1 de entre 2 mexicanos no confía en las noticias que obtiene a través de la red.
Sin embargo, la confiabilidad de este tipo de contenido aumenta cuando la información proviene de los portales oficiales de las fuentes informativas, a diferencia de lo que ocurre con las noticias obtenidas a través de las redes sociales.
Entonces, para los mexicanos ha sido necesario enfocarse en quién es el emisor de una información y qué tanta confiabilidad tiene, y todo contenido que no responda satisfactoriamente a dichas preguntas no es tomado en cuenta como veraz.
Distracciones
Según varios autores, estudios recientes parecen demostrar que la lectura de libros físicos es más efectiva que la de aquellos que se leen en una pantalla. La razón que lo explica es sencilla y previsible: las distracciones que bombardean permanentemente a todo lector impiden una concentración óptima.
Las redes sociales, las publicidades y los miles de pop-ups que invaden las pantallas se convierten en los principales agentes de desconcentración de la tarea inicial.
Esta situación evidencia que el acto de leer a través de internet no será tan efectivo si se efectúa considerando la misma dinámica que se aplica al leer un libro físico. Al tratarse de un medio diferente, la aproximación a la lectura a través de internet también debe ser distinta de la habitual; solo así podrá ser efectiva.
Nivel de alfabetismo
A pesar de ser una nación pujante, México mantiene un nivel de analfabetismo de un 4 %. Si tomamos en cuenta que los mexicanos suman unos 134 millones de personas, se habla de casi 5,4 millones de habitantes que aún no saben leer.
Como consecuencia de esto, la gran cantidad de contenidos que ofrece internet resulta insuficiente ante una audiencia que primero debe pasar por un proceso de alfabetización.
Referencias
- “La lectura en la era móvil: una mirada desde México” en Unesco. Recuperado en 10 de marzo de 2019 de Unesco: unesco.org
- “Así leen los mexicanos en la era digital” en Diario Excélsior. Recuperado en 10 de marzo de 2019 de Diario Excélsior: excelsior.com.mx
- “Lectura, gran reto para México” en Revista Vanguardia. Recuperado en 10 de marzo de 2019 de Revista Vanguardia: vanguardia.com.mx
- “Los restos de la lectura en la era de Internet” en Revista ¿Cómo Ves?, Universidad Nacional Autónoma de México. Recuperado en 10 de marzo de 2019 de Revista ¿Cómo Ves?, Universidad Nacional Autónoma de México: comoves.unam.mx
- “Challenges of Reading in the Internet Era” en Books de Google. Recuperado en 10 de marzo de 2019 de Books de Google: books.google.co.ve
- Meneses, G. “Las fake news: quién las crea, para qué y cómo se propagan” en Un(code). Recuperado en 10 de marzo de 2019 de Un(code): uncode.cafe
- “México ocupa el segundo lugar a exposición a fake news a nivel mundial” en Infobae. Recuperado en 10 de marzo de 2019 de Infobae: infobae.com