Medicina

Cintigrama óseo: qué es, para qué sirve, valores normales


¿Qué es un cintigrama óseo?

El cintigrama óseo es un estudio de imagen especial que permite determinar la presencia de anomalías en el esqueleto. Utiliza técnicas de medicina nuclear y pequeñas cantidades de contraste radioactivo para “teñir” los huesos, los cuales son posteriormente fotografiados a través de equipos muy parecidos a los usados para obtener rayos X.

Este contraste —o más correctamente, este isótopo trazador— viaja a través de la sangre y se deposita en los huesos. Allí le cede su capacidad radioactiva al tejido óseo en forma de rayos gamma, los cuales son detectados entonces por sensores especiales ubicados en los equipos de cintigrafía. Estos aparatos generan una imagen parecida a una radiografía.

Si existen alteraciones en los huesos, cualquiera que sea su causa, se modifica la captación del isótopo trazador. Esa modificación puede ser un incremento en la captación (conocido como hipercaptación) o disminución (conocida como hipocaptación). Los resultados de estas imágenes son analizados por un médico radiólogo u otro especialista con experiencia.

¿Para qué sirve un cintigrama óseo?

El cintigrama óseo tiene múltiples aplicaciones en el mundo médico. La mayoría de estas son lesiones directas del hueso u otras enfermedades sistémicas que puedan afectar el esqueleto. Los motivos más importantes para la indicación de este estudio son procesos infecciosos, oncológicos y traumáticos.

Este estudio tiene una sensibilidad muy alta cuando existen alteraciones del metabolismo óseo. Puede incluso detectar lesiones tempranas en el hueso cuando ni siquiera han aparecido manifestaciones clínicas importantes o lesiones aparentes en radiografías clásicas.

Uno de los usos más frecuentes del cintigrama óseo es la visualización global del esqueleto humano. Es uno de los pocos estudios que permiten esta posibilidad, ayudando a los profesionales de la salud a evaluar la totalidad de los huesos sin necesidad de revisar varias placas como ocurre con las radiografías tradicionales, tomografías o resonancias.

Procesos infecciosos

La osteomielitis (infección del hueso) es la principal indicación del cintigrama óseo. Desde la aparición de los fosfatos y polifosfatos, la imagenología nuclear se ha vuelto imprescindible en el diagnóstico y control de las infecciones óseas, aportando información muy valiosa a los médicos tratantes.

El examen más solicitado es el cintigrama de tres fases. Dependiendo del tiempo transcurrido desde la administración del isótopo se puede evaluar el espacio perivascular en una primera fase, el espacio de fluido óseo en la segunda fase, y en la tercera y última fase se evalúa el hueso como tal.

Cáncer

El cintigrama es el procedimiento estándar para la detección de metástasis óseas generadas por cualquier tumor primario. Es mucho más sensible cuando existen lesiones osteolíticas con elevada respuesta osteoblástica; esto significa que en linfomas o varios tumores sólidos, con respuesta osteoblástica escasa, puede dar información imprecisa.

Sin embargo, cuando se utiliza en conjunto con la resonancia magnética, es el estudio ideal para evaluar las metástasis.

También es parte del protocolo habitual en los tumores óseos primarios, aunque no es el estudio inicial, ya que no permite la evaluación de los tejidos blandos circundantes ni las mediciones anatómicas necesarias.

Trauma

Numerosas son las indicaciones que tiene el cintigrama óseo en el mundo traumatológico. Una de las ventajas es su uso en lesiones tempranas y ocultas que, a pesar de tener manifestaciones clínicas, no pueden ser detectadas con estudios radiológicos clásicos. También se combina con la resonancia magnética para obtener mejores resultados.

Las lesiones deportivas pueden ser detectadas a través de este estudio. Durante mucho tiempo fue el examen de imágenes por excelencia cuando se sospechaban fracturas por estrés o síndrome de estrés tibial medial, pero ha sido reemplazado últimamente por la misma resonancia y sus variantes especializadas.

Otros usos clínicos

En otras condiciones médicas puede estar indicada la realización de un cintigrama óseo. Entre las más importantes tenemos las siguientes:

Reumatología

Artritis, fascitis plantar, polimiositis y enfermedad de Paget.

Enfermedades metabólicas

Hiperparatiroidismo, osteomalacia y acromegalia.

Pediatría

Osteocondritis de la cadera, infartos óseos por drepanocitosis, osteoma osteoide.

Valores normales

Al no tratarse de un examen de laboratorio, no existe una rango de valores o niveles considerados normales. La evaluación de los resultados se basa en las dos condiciones que se mencionaron antes: hipercaptación o hipocaptación de los isótopos trazadores reactivos.

Hipercaptación

La mayor parte de las enfermedades que afectan al hueso producen hipercaptación del isótopo radioactivo utilizado. Esto se debe a la respuesta inflamatoria perióstica y osteoblástica normal que se genera en el tejido óseo ante una agresión, lo cual es un factor favorecedor de la captación.

La gran mayoría de las enfermedades oncológicas que producen lesión o metástasis óseas —con la excepción del linfoma y algunos tumores sólidos— genera hipercaptación del trazador. Lo mismo ocurre con los procesos infecciosos, en los cuales la imagen es concluyente para el diagnóstico de osteomielitis.

Hipocaptación

Las lesiones traumatológicas que generan solución de continuidad en el hueso, especialmente si existe daño vascular, pueden ocasionar hipocaptación local con hipercaptación perióstica o perivascular. Es evidente que, al no haber irrigación sanguínea adecuada, el isótopo no alcanza el sitio de la lesión.

Algunos tumores benignos como quistes u osteomas, al no estar vascularizados, son lesiones hipocaptantes. Este fenómeno ocurre también cuando lesiones crónicas no son tratadas correctamente y el tejido óseo se desvitaliza.

Al no haber reacción osteoblástica o producción de hueso nuevo, no hay captación ni generación subsecuente de rayos gamma.

Precauciones

Para realizar este estudio se debe tener cierta cautela en algunos casos, existiendo incluso contraindicaciones absolutas.

Alergias e interacciones medicamentosas

Aunque son extremadamente raras, las reacciones alérgicas a los radiofármacos pueden ocurrir. Suelen ser leves y no generan complicaciones, pero no deben obviarse.

También se han descrito interacciones del isótopo con ciertos medicamentos, algunos de uso común como los corticoesteroides, la nifedipina y el hierro.

Reacciones locales

La administración de un isótopo trazador puede ocasionar dolor, flebitis y enrojecimiento de la piel. Esta reacción depende en gran medida de la velocidad de infusión y del calibre del vaso en el cual se insertó el catéter. Las molestias ceden rápidamente y no limitan la realización del estudio.

Lesión tisular

Siempre hay cierto riesgo de lesión y muerte celular cuando se administra un isótopo radioactivo, pese a su bajo nivel de radiación. Ocurría más frecuentemente con los fosfatos, pero en la actualidad los trazadores son mucho más seguros.

Embarazo y lactancia

La gran mayoría de los autores recomienda que el estudio se contemporice hasta que terminen el embarazo y la lactancia.

Si la condición clínica de la mujer obliga a realizar el estudio, ella debe estar al tanto de las posibles complicaciones sobre su salud y la del feto. Las probabilidades de aborto, muerte fetal y malformaciones congénitas son altas.