Sexualidad

Métodos anticonceptivos temporales: qué son, tipos y características


¿Qué son los métodos anticonceptivos temporales?

Los métodos anticonceptivostemporales son las técnicas existentes, de carácter reversible, para evitar que se produzca el embarazo. Es decir, que si se interrumpe su uso la mujer podrá quedar embarazada.

Un gran porcentaje de mujeres casadas o en pareja en edad reproductiva de todo el mundo utilizan algún método anticonceptivo, aunque depende de los países, bajando el porcentaje en lugares menos desarrollados.

Los métodos anticonceptivos reversibles son más comunes en África y Europa, mientras que los permanentes se utilizan más en Asia y Norteamérica. Existen varias formas de conseguir esto, y la mayoría de los métodos están centrados en la mujer.

Los anticonceptivos reversibles se clasifican según sus características, como los hormonales, donde encontramos la píldora o el parche, los de barrera, que incluye el preservativo, las técnicas conductuales, como la marcha atrás, o bien métodos de tipo natural, basados en la observación de los ciclos hormonales de la mujer.

Métodos anticonceptivos temporales

Hormonas inyectables

Es una inyección de progestina, que provoca que el moco del cuello uterino se vuelva espeso, impidiendo que los espermatozoides lleguen a fecundar el óvulo. También se adelgaza el revestimiento del útero y, en algunos, impide la liberación de un óvulo.

Se coloca en el brazo o glúteo cada 3 meses, aunque las hay de diferentes duraciones (12- 13 semanas).

Parches

Son parches delgados adhesivos, que miden 5x5cm y liberan hormonas al torrente sanguíneo a través de la piel. Se colocan en los glúteos, la zona inferior del abdomen, parte externa del brazo, o parte superior del cuerpo.

Las hormonas que contiene son las mismas de la píldora, y actúa de la misma forma: impide la ovulación, afina el revestimiento uterino y espesa el moco cervical.

Los parches se aplican durante 3 semanas una vez a la semana, dejando una semana libre para que llegue la menstruación.

Píldoras

La píldora, o anticonceptivos orales combinados, son fármacos con distintas combinaciones sintéticas de hormonas femeninas: estrógeno y progesterona. El tipo de fármaco se adapta a las necesidades que tenga cada mujer después de que el médico haya hecho los análisis requeridos.

Estas hormonas evitan que los ovarios liberen óvulos, el proceso conocido como ovulación, cuando la mujer puede quedar embarazada. La píldora se debe tomar diariamente, preferiblemente a la misma hora, durante 21 días, y luego descansar una semana para que llegue el período.

Actualmente, hay unas nuevas píldoras combinadas que se toman cada día durante 12 semanas, con una frecuencia de la menstruación de una vez cada 3 meses, en vez de una vez al mes.

Esto también se puede hacer con las píldoras convencionales, tomando las pastillas durante tres meses sin parar, sin efectos nocivos conocidos de esta práctica.

Implante subdérmico

Es un implante de una pequeña varilla flexible de unos 40 mm de largo, que se coloca justo debajo de la piel en la parte superior del brazo. Debe insertarla un profesional, y su efecto puede durar hasta 3 años.

El implante funciona liberando poco a poco progestina al torrente sanguíneo que espesa el moco cervical y adelgaza el revestimiento del útero.

Preservativo masculino

Es el método anticonceptivo de barrera más usado. Es una funda fina de látex o poliuretano que se coloca en el pene cuando está erecto, antes del coito.

Encierra el semen y evita que entre en el interior de la mujer. Tiene que desecharse después de cada uso. Algunos vienen con espermicida, para disminuir aún más la probabilidad de embarazo.

Preservativo femenino

Son parecidos a los masculinos, pero más anchos. Consiste en una bolsa de plástico delgada, flexible y blanda que se introduce en el interior de la vagina antes de las relaciones sexuales, para evitar que el semen llegue al útero y disminuir el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.

Cubre toda la vagina y queda sobresaliendo afuera de ella con una abertura donde se debe introducir el pene. Al igual que los preservativos masculinos, los femeninos tienen un solo uso.

Capuchones cervicales

Es una cúpula circular pequeña y delgada de silicona que se introduce en la vagina tapando el cuello del útero. Debe colocarse antes de la penetración para evitar que el esperma avance en el interior de la mujer.

El médico determinará cuál es el capuchón adecuado para cada mujer, ya que puede tener distintos tamaños.

Este método debe acompañarse con el uso de espermicidas para disminuir la probabilidad de embarazo, y tiene que permanecer en la vagina después de la relación sexual de 6 a 8 horas.

Sin embargo, hay que retirarlo antes de las 48 horas y proceder a su correcta limpieza. Son parecidos al diafragma, pero más pequeños, rígidos y menos perceptibles.

Diafragma

Es una copa flexible de látex o goma suave que se inserta en la vagina (no muy profundamente) antes del coito, e impide que el semen llegue al útero. Al igual que los capuchones, el diafragma debe utilizarse conjuntamente con un espermicida.

Como el anterior, también debe permanecer en su sitio de 6 a 8 horas después de las relaciones sexuales, debiendo retirarse y lavarse en 24 horas.

Para que sea efectivo, el médico determinará el tamaño correcto que necesita cada mujer. Es un método reutilizable que solo debe reemplazarse después de 1 o 2 años.

DIU

Es un pequeño dispositivo en forma de “T”, de cobre o plástico, y que se introduce en el útero con la ayuda de un profesional.

Libera una pequeñísima cantidad de cobre en el útero, que evita que el óvulo fecundado se implante en el útero o simplemente deteniendo el avance del esperma. Hay otro tipo que libera progesterona poco a poco, llamado Sistema Intrauterino o SIU.

Según UW Health, este método está cada vez más extendido por ser el más eficaz, controlando la natalidad de forma reversible (más del 99%). Actualmente, son seguros y pueden ser efectivos a muy largo plazo (de 5 a 10 años).

Existen distintos tipos y tamaños. Por ejemplo, los que contienen más cobre son los que tienen más efectividad protegiendo a la mujer contra el embarazo.

Anillo vaginal

Es un método de barrera que contiene hormonas, concretamente, estrógeno sintético (etinilestradiol) y progestina, que impiden la liberación del óvulo.

Es un anillo pequeño, delgado y flexible que se inserta en la vagina y libera las hormonas durante 3 semanas. A la 4 semana se retira para la menstruación y luego, a los 7 días, se introduce uno nuevo.

Espermicidas

Es una sustancia cuya función es destruir los espermatozoides. El agente más habitual es un producto químico llamado nonoxinol-9 (N-9) y se puede utilizar solo o junto a otro método para hacerlo más efectivo.

Puede encontrarse en diferentes formatos, como en espuma, gel, cremas o supositorios, y debe insertarse en la vagina profundamente y comenzar las relaciones antes de que pasen 30 minutos.

Esponja con espermicida

Consiste en una pequeña esponjita desechable llena de espermicida que se inserta en la vagina antes de cada relación sexual.

La esponja bloquea la entrada del esperma en el interior de la vagina, asegurando la muerte de los espermatozoides a través del espermicida. Debe permanecer al menos 6 horas sin retirarse, y luego se debe sacar antes de 30 horas.

Métodos naturales

Tienen la ventaja de que, si se hacen correctamente y se combinan varios métodos naturales, puede llegar a tener una efectividad del 99%.

Si no se llevan a cabo según las instrucciones y se cometen pequeños errores, la probabilidad puede disminuir a un 75%. Además, no tienen ningún efecto para el cuerpo.

La mujer debe mantener un registro diario estricto de sus señales de fertilidad, como la forma de sus fluidos, su temperatura o los días del mes.

Aproximadamente, se puede tardar de 3 a 6 meses (o ciclos menstruales) para aprender bien los métodos. La enseñanza suele darla un profesional de la salud.

Es importante saber que las señales de fertilidad se pueden alterar por factores como enfermedades, cambios de ambiente o de rutina o periodos estresantes.

Método del calendario

Este método atiende a los ciclos hormonales para ubicar los días del mes en los que se es más o menos fértil, aprovechando los días de poca fertilidad para tener relaciones sexuales.

El ciclo menstrual dura desde el primer día de la menstruación hasta el día antes del siguiente periodo, siendo de 28 días aproximadamente.

Sobre la mitad del ciclo menstrual se produce la ovulación, que es el periodo de máxima fertilidad. En este momento, una mujer podría quedar embarazada fácilmente, pues los espermatozoides pueden vivir en el interior del cuerpo de una mujer durante máximo 7 días.

No se recomienda solo este método para evitar el embarazo, sino combinarse con los otros dos siguientes.

Método de temperatura basal

Se basa en la idea de que existe un pequeño aumento de la temperatura corporal en los periodos de infertilidad. Para ello, se debe utilizar un termómetro diseñado especialmente para ello, pues el cambio de temperatura es muy pequeño, y estos termómetros son más precisos. Se pueden encontrar en farmacias.

El procedimiento consiste en tomarse la temperatura cada mañana justo después de levantarse de la cama, antes de comer ni beber nada, siendo además más exacto si se hace siempre a la misma hora.

Si transcurren 3 días en los que la temperatura es superior a los 6 días anteriores, se puede practicar sexo sin protección.

Método del moco cervical

Otra señal es el cambio en la cantidad y consistencia de la mucosidad liberada por el cuello uterino en los diferentes momentos del ciclo menstrual. Para comprobarlo, se puede introducir un poco el dedo medio en la vagina y examinar el flujo.

Los primeros días después del periodo, la vagina está más seca y casi no puede percibirse el moco.

Sin embargo, a medida que se acerca la ovulación, el nivel de hormonas sube y el flujo suele ser más pegajoso y blanquecino al principio, y se vuelve más húmedo, transparente y elástico, indicando el nivel máximo de fertilidad.

Cuando esta etapa ha pasado y el moco vuelve a ser más espeso y pegajoso, está llegando el periodo no fértil.

Para controlar esto mejor, se pueden utilizar gráficos de fertilidad, e incluso aplicaciones web para registrar la información combinada de los tres métodos.

Método de amenorrea de la lactancia (MELA)

Este método es utilizado en los primeros 6 meses después de haber dado a luz, cuando las mujeres están en periodo de amenorrea, o ausencia de menstruación, que transcurre de forma natural durante el periodo de lactancia.

En este momento, la mujer es infértil, pero volverá a serlo cuando acabe ese período. Además, resulta mucho más efectivo si la mujer va controlando su fertilidad gracias a los métodos anteriormente señalados.

Referencias

  1. Birth Control. Recuperado de plannedparenthood.org.
  2. Birth control methods fact sheet. Recuperado de Women’s Health, U.S.