Psicología

El que no arriesga no gana: concepto, significado, ejemplos


¿Qué significa “el que no arriesga no gana”?

El que no arriesga no gana significa que es necesario arriesgar algo para conseguir vencer en algo. Es un dicho popular que transmite la idea de que si se quieren obtener resultados positivos en algún campo es necesario actuar y arriesgar algo, ya sea dinero, tiempo, o algún otro recurso personal o material.

En un mundo de 7.000 millones de habitantes, si haces lo mismo que los demás es improbable que consigas buenos resultados. Y ganar es conseguir muy buenos resultados. 

Un prestigioso profesor de la Universidad de Harvard, Ronald Heifetz, dice que si tomas una decisión drástica en tu vida, ya haces mucho más que la mayoría de las personas. Tomar un riesgo real es entonces una auténtica rareza.

-No nos atrevemos porque las cosas son difíciles. Son difíciles porque no nos atrevemos.-Séneca.

-No hagas caso a los comentarios maliciosos de aquellos amigos que, sin tomar riesgos nunca, solo pueden ver los fracasos de otras personas.-Paulo Coelho.

La psicología del perder-ganar

Como comenta uno de los psicólogos más importantes del mundo, Kahneman, en su libro Pensar rápido, pensar despacio, el ser humano tiende a la seguridad y evita el riesgo.

Por tanto, nos duele más perder que el placer que produce ganar. Esta podría ser una explicación de por qué pocos son los que se atreven a intentar cosas difíciles.

Sin embargo, creemos que hay personas que genéticamente tienden al riesgo y que como consecuencia tienen más probabilidades de conseguir grandes resultados. 

Pero no nos engañemos: si no arriesgas no ganas, aunque el arriesgarse no garantiza ganar. Puede que de 100 gane 1 (1%), y los otros 99 se quedarán más cerca o más lejos. El problema es que nuestro foco de atención va al ganador, olvidándonos de todos los demás, que en realidad son la gran mayoría.

Debido a este fenómeno psicológico, ocurre por ejemplo el típico caso de que alguien gana la lotería y automáticamente se venden más billetes de lotería. Lo que no podemos olvidar es que hay millones a los que no les ha tocado.

Aumentando las probabilidades de ganar

En nuestra opinión, la mejor forma de aumentar tus probabilidades de lograr lo que te propones es arriesgarse y perseverar. Cuanto más perseveras, más gente abandona y más avanzas en el camino que lleva a tu meta.

Aunque el riesgo no debería suponerte una pérdida que influya gravemente en tu salud o situación económica: por ejemplo, nunca nos arriesgaríamos a endeudarnos con el banco por miles de euros.

En nuestra opinión, el riesgo debe conllevar algún beneficio, aunque al final no te lleve a tu meta principal. Ejemplos:

  • Si te arriesgas a presentarte como líder de grupo en tu trabajo y no lo consigues, al menos habrás aprendido del proceso. Pero no habrás arriesgado tu salud ni tu dinero.
  • Si te arriesgas a ir a vivir con tu pareja a otro país y la relación se rompe, no habrás perdido tu salud ni te volverás pobre.
  • Si te arriesgas a montar tu empresa sin endeudarte y no lo logras, habrás aprendido de los errores y muchas habilidades durante el camino.
  • Si te vas a buscar trabajo al extranjero y no encuentras nada, habrás practicado un idioma, habrás ganado autonomía y habrás visitado otro país.

En cuanto a la lotería, está claro que si no compras no ganas, pero es algo que no recomendamos. No tiene ningún mérito que toque porque no depende nada de uno y, por otra parte, las probabilidades son infinitesimales.

Según hemos leído, en el Euromillón tienes 1 probabilidad entre 116.531.800. Esto es difícil de entender para la mente humana, pero imagina que una persona en todo el país tiene una canica en su bolsillo.

Tú tienes que elegir quién es, al azar, sin tener ni idea de quién puede ser esa persona. ¿Tienes pocas probabilidades de acertar, verdad? Pues en la lotería esas pocas probabilidades casi se multiplican por 3.

Cómo tener más ganas de ganar

Como hemos comentado, el ser humano tiende a evitar el riesgo, no quiere pérdidas. Y también hemos explicado cómo te puedes arriesgar sin perder demasiado.

¿Entonces, cómo encontramos la motivación para arriesgarnos? 

Sin duda, enfocándote en la recompensa. Pero esa recompensa debe tener un auténtico valor para ti. 

  • Los enamorados, por ejemplo, se arriesgan a ir a vivir a otros países por sus amados porque la otra persona supone un valor de mucho peso.
  • Se dice que algunas de las personas que consiguen grandes logros tienen baja autoestima y al llegar a sus metas tienen el reconocimiento social tan ansiado.
  • Los grandes futbolistas, tenistas, nadadores y ciclistas tienen una motivación de logro. Es decir, ansían y quieren de verdad lograr trofeos y campeonatos. ¿Has visto alguien más motivado por conseguir el balón de oro que Cristiano Ronaldo? ¿O más trabajador que Nadal?

4 casos de personas que se arriesgaron y ganaron

En realidad, todo el que ha conseguido un gran logro, se ha arriesgado de cierta forma. Aunque no lo veamos, en un momento u otro han debido tomar un paso que no era seguro y que podía suponer una “caída” (tú ya sabes que hay que arriesgarse a caer, pero con probabilidades de volver a levantarte). 

Importante: estos casos son de inspiración, no hace falta que te arriesgues tanto ;).

1. Raoul Wallenberg

Fue un diplomático sueco que salvó a unos ¡100.000!, judíos del holocausto nazi. En este caso, no ganó tanto para sí mismo, sino para los demás.

Debido a su estatus -primer secretario de la delegación sueca en Budapest (Hungría)-, entregaba pasaportes protegidos a los judíos, los cuales los identificaba como suecos. Estos documentos no eran legalmente válidos, pero tenían apariencia de oficiales y eran aceptados por los alemanes y húngaros. 

También llegó a refugiar a cientos de judíos en casas que hacía pasar por “Biblioteca de Suecia” o “Instituto Sueco de Investigaciones”, y negoció con altos oficiales nazis, como Adolf Eichmann, para evitar la deportación de más judíos a los campos de concentración.

Sin duda, se arriesgó a ser asesinado por los nazis, de hecho, llegó a conseguir que altos cargos desobedecieran a Hitler. Aunque al final fue acusado por el Ejército Rojo de ser un espía de EE.UU.

2. Bill Gates

Este hombre es hoy una de las cinco personas más ricas del mundo y dona miles de millones de dólares a actos caritativos. Es probable que hayas comprado alguno de sus productos.

También se arriesgó; en 1976 dejó la carrera en una de las mejores universidades del mundo -Harvard- y se trasladó a Albuquerque para trabajar en su empresa. Si hubiera ido “a lo seguro”, terminar la carrera y encontrar un trabajo, la historia sería completamente diferente.

3. Cristóbal Colón

Cristobal Colón

Se sabe casi a ciencia cierta que no fue el primer europeo en pisar América y es probable que alguien le dijese (Alonso Sánchez) que viajando hacia el oeste se podía llegar a lo que él creía que eran las Indias.

El caso es que sin duda se arriesgó, no sabía lo que se iba a encontrar ni qué tendría que hacer. De hecho, en uno de sus viajes estuvo a punto de morir y llegó a estar aislado en una isla cercana a la que hoy es la República Dominicana.

Si no se hubiera atrevido, seguro que la historia sería totalmente distinta. Para bien y para mal.

4. Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin “Buzz”

Fueron los primeros hombres que pisaron la Luna (aunque hay gente que dice que no) y en realidad el viaje del Apolo 11 tuvo muchas probabilidades de fracasar. 

Más tarde hubo otras 5 misiones: Apolo 12 (1969), 14 (1971), 15 (1971), 16 (1972) y 17 (1972) con 15 astronautas que llegaron a la órbita lunar: Charles Conrad, Richard Gordon, Alan L. Bean, Alan B. Shephard, Stuart A. Roosa, Edgar Mitchell, David Scott, James B. Irwin, Alfred Worden, John Young, Thomas Mattingly, Charles Duke, Eugene Cernan, Ronald Evans y Harrison Schmitt. 

Pero sin duda, los tres primeros tuvieron el valor de realizar por vez primera una misión que cambió por completo nuestra visión del Universo. Y como dijo Jonathan Swift: “Fue un hombre valiente el primero en comerse una ostra”.