Animales

Sarcoptes scabiei: características, morfología, transmisión, síntomas


Sarcoptes scabieies un animal que pertenece al filo de los artrópodos, específicamente a la familia Sarcoptidae. Se caracteriza por su cuerpo globoso y por tener unas patas muy pequeñas, casi atrofiadas.

Esta especie fue descrita por primera vez por el biólogo sueco Charles De Geer en 1778. Actualmente se sabe que dentro de esta especie existen algunas variedades, unas 8 aproximadamente. Cada variedad parasita a un mamífero en específico.

Este es un ácaro que es de vida parasitaria. Su huésped principal es el ser humano y es el responsable de una patología conocida como escabiosis, cuyo síntoma principal es el prurito intenso.

Índice del artículo

Características

Sarcoptes scabiei es un ácaro que, como miembro el dominio Eukarya, está conformado por células eucariotas. En el interior de estas, el ADN se encuentra debidamente empaquetado en el núcleo, formando a los cromosomas. Son pluricelulares porque están conformados por diversos tipos de células.

Son tripoblásticos y celomados. Esto tiene que ver con su desarrollo embrionario. Durante este período se hace evidente la presencia de tres capas germinativas: endodermo, mesodermo y ectodermo. Estas son importantes porque a partir de ellas se forman los diferentes órganos y estructuras que conformarán al individuo adulto.

Además, presentan una cavidad interna llamada celoma. Tienen simetría bilateral, lo que quiere decir que su cuerpo se encuentra constituido por dos mitades exactamente iguales, unidas en el plano longitudinal.

Son dioicos, lo que implica que los sexos se encuentran separados. Se reproducen de forma sexual, con fecundación interna y desarrollo indirecto.

Así mismo, son de costumbres parasitarias, específicamente son ectoparásitos. Esto quiere decir que para poder sobrevivir, obligatoriamente deben encontrarse adheridos a la superficie corporal de su huésped.

Finalmente, existen distintas variedades de Sarcoptes scabiei, cuya clasificación depende del animal que utilizan como huésped. Es así como está Sarcoptes scabiei var hominis, que afecta al hombre; Sarcoptes scabiei var bovis, que afecta a bovinos; y Sarcoptes scabiei var cuniculi, que ataca conejos, entre otros.

Taxonomía

La clasificación taxonómica de Sarcoptes scabiei es la siguiente:

  • Dominio: Eukarya
  • Reino: Animalia
  • Filo: Arthropoda
  • Subfilo: Chelicerata
  • Clase:  Arachnida
  • Subclase: Acarina
  • Orden: Astigmata
  • Familia: Sarcopidae
  • Género: Sarcoptes
  • Especie: Sarcoptes scabiei

Morfología

Sarcoptes scabiei es un parásito extremadamente pequeño, cuyos individuos adultos miden entre 0.3 y 0.5 mm de longitud. Tal como ocurre en muchas especies de animales, las hembras suelen ser de mayor tamaño que los machos.

El cuerpo es de aspecto globoso y se encuentra conformado en dos áreas o zonas: gnatosoma e idiosoma. En su superficie dorsal se pueden apreciar elementos como espinas, surcos transversales, cerdas y escamas.

El gnatosoma se corresponde con lo que sería la cabeza. Allí se pueden observar los llamados quelíceros, que son unos apéndices en forma de pinza que están provistos de dientes.

Por otra parte, el idiosoma es la porción más grande del cuerpo de animal. De este emergen las patas, las cuales se organizan en cuatro pares. Dos pares se encuentran orientados hacia la región anterior y los otros dos hacia la parte posterior.

Es importante mencionar que las patas anteriores se encuentran mucho más desarrolladas que las posteriores. Las hembras presentan ventosas en los pares de patas 1 y 2, en tanto que los machos las presentan en los pares 1, 2 y 4.

Así mismo, también hay diferencias en cuanto a la ubicación del poro genital. En el caso de los machos, este se ubica por detrás del par 4 de patas, mientras que en las hembras se localiza entre los pares de patas 2 y 3.

Ciclo biológico

Debido a que este ácaro presenta un desarrollo indirecto, a lo largo de su ciclo de vida presenta varios estadios, los cuales son: huevo, larva, ninfa y, finalmente, individuo adulto.

Todo el ciclo biológico ocurre en su único huésped, el ser humano. Como es conocido, este es un parásito que se deposita en las capas de la piel, por lo que es allí, específicamente, donde causa estragos.

Fecundación

Su reproducción es sexual, por lo que se requiere que ocurra un proceso de cópula entre la hembra y el macho. Una vez ocurre esto, se da la fecundación. Es importante destacar que este proceso ocurre en la superficie cutánea del huésped.

Tras esto la hembra inicia su traslado hacia el interior de las capas de la piel, específicamente hacia la capa córnea. Durante todo el transcurso, va creando túneles y también va desovando, es decir, va dejando sus huevos. Deja un promedio de 3 huevos por día.

El período de incubación de estos es de entre 3 y 8 días. La hembra muere en el interior de los túneles excavados por ella, aproximadamente a las 5 semanas de la fecundación. El macho muere mucho antes, inmediatamente después de la fecundación.

Larvas

Tras el tiempo de incubación, los huevos eclosionan y de ellos salen unas larvas que comienzan a desplazarse hacia la superficie de la piel. Durante su trayecto, forman pequeños túneles que se conocen con el nombre de bolsas larvarias. Permanecen en esta forma larvaria unos 3 días aproximadamente.

Ninfas

Dentro de las bolsas larvarias, las larvas mudan y se transforman en ninfas, que son pequeñas y que posteriormente experimentan otra muda para convertirse en ninfas más grandes. Su aspecto es similar al de los ácaros adultos, pero de un tamaño mucho más reducido.

Adulto

Finalmente ocurre una última muda y emerge entonces el individuo adulto. Estos se localizan principalmente en las muñecas y dedos del huésped, a cuya superficie se mantienen fijos gracias a la presencia de unas ventosas que tienen en sus patas posteriores.

Enfermedad

Sarcoptes scabiei es el agente causal de una enfermedad llamada escabiosis. De forma coloquial, esta enfermedad también es conocida como sarna.

Es una patología bastante molesta, que se caracteriza por lesiones cutáneas y mucho prurito. Se encuentra ampliamente distribuida por todo el planeta, pero es especialmente abundante en lugares de poca higiene y en sitios en los que hay hacinamiento de personas.

Transmisión

La escabiosis se contagia a través del contacto directo entre una persona infectada y otra sana. Esto se debe a que el parásito se encuentra en la superficie cutánea.

Generalmente, la forma más frecuente de contagio es a través de las relaciones sexuales o al dormir juntos, ya que en esas actividades el contacto piel con piel es prolongado, permitiendo la transferencia del ácaro.

Igualmente, el contagio es posible, aunque en menor medida, al compartir implementos personales como toallas, ropa y sábanas.

Hay lugares en los que se puede dar el brote de escabiosis, debido a que allí hay muchas personas que se encuentran en contacto constante. Estos son escuelas, guarderías de niños, geriátricos e incluso prisiones.

Síntomas

La escabiosis es una patología que tiene una sintomatología bastante característica. Entre los síntomas que se presentan, se pueden mencionar:

  • Prurito. Este es extremadamente molesto, sobre todo porque se intensifica en horas de la noche, que es cuando la hembra deposita los huevos. Puede ser generalizado o estar localizado en pliegues cutáneos, que es donde se aloja preferentemente el parásito.
  • Erupción cutánea. Esta puede estar representada por protuberancias pequeñas ubicadas principalmente en el espacio entre los dedos, los pliegues de las rodillas, el codo o las muñecas, el ombligo, el pliegue por debajo de los senos, la parte inferior de los glúteos y en las axilas.
  • Líneas delgadas en la superficie de la piel, las cuales son evidencia de los pequeños túneles que excavan, tanto las hembras como las larvas del parásito.
  • Úlceras en la piel. Estas son consecuencia del intenso rascado de las lesiones cutáneas.

El tiempo que transcurre entre la infección y la presentación de los síntomas es de aproximadamente seis semanas.

Diagnóstico

Generalmente el diagnóstico se basa en la observación de las manifestaciones clínicas de la infección por Sarcoptes scabiei. El médico puede observar la presencia de lesiones cutáneas hechas por el parásito y sus larvas cuando se desplaza a través de las capas de la piel. Así mismo, la presencia simultánea del prurito ayuda a orientar el diagnóstico.

Sin embargo, para estar más seguros, hay especialistas que prefieren tomar una muestra de piel mediante un raspado de la misma. Esta muestra es observada en el microscopio y así se puede confirmar la infección, identificando huevos, larvas, ninfas e incluso ácaros adultos en dicha muestra.

En ocasiones el médico puede incluso extraer los ácaros de las lesiones superficiales de la piel.

Tratamiento

El tratamiento para la escabiosis se basa en la erradicación total del ácaro. Tanto la persona infectada como aquellos que viven con él deben someterse al tratamiento por igual, incluso si no manifiestan ningún tipo de síntomas.

Los medicamentos que se utilizan con mayor frecuencia son permetrina, lindane, benzoato de bencilo, cromatiton y azufre con vaselina. Estos son medicamentos tópicos que deben colocarse, no únicamente sobre las lesiones, sino también en toda la superficie corporal desde el cuello hacia abajo.

Así mismo, el tratamiento también incluye la profilaxis con toda la ropa del afectado. En este sentido, se debe lavar la ropa y las sábanas a una temperatura aproximada de 60°C. Tras ello, deben ser secadas también a elevadas temperaturas, con la finalidad de erradicar a los parásitos, huevos o larvas que puedan encontrarse allí.

Si no se puede lavar toda la ropa del afectado, entonces es importante mantenerla lejos del paciente y de cualquier persona por espacio de 72 horas. De esta manera, si hay algún parásito allí, morirá, ya que no pueden sobrevivir más de 3 días sin estar en contacto con algún huésped.

Una vez más, esto debe aplicarse a todos los que conviven con la persona infectada por Sarcoptes scabiei.

Prevención

Debido a que la transmisión de Sarcoptes scabiei se basa en el contacto directo entre personas, así como también en el uso de implementos personales, las medidas preventivas se encuentran orientadas hacia esto.

En primer lugar, lo primero que debe evitarse es compartir la ropa, las toallas y las sábanas con otras personas, muy especialmente si se sabe que alguien está infectado por este ácaro.

Igualmente, si alguien conocido ha sido diagnosticado con escabiosis, es importante evitar el contacto directo, piel con piel, con esta persona. También es importante lavar toda la ropa con agua lo suficientemente caliente como para que pueda matar al parásito.

Referencias

  1. Brusca, R. C. & Brusca, G. J., (2005). Invertebrados, 2ª edición. McGraw-Hill-Interamericana, Madrid
  2. Campillos, M., Causín, S., Duro, E., Agudo, S., Martínez, S. y Sánchez, J. (2002). Escabiosis: revisión y actualización. Medifam 12.
  3. Carretero, J., Giménez, R. y Robles, M. (2000). Escabiosis: revisión y actualización terapéutica. MC 2000 7 (7)
  4. Cordero, M., Rojo, F. y Martínez, A. (1999). Parasitología veterinaria. McGraw-Hill
  5. Curtis, H., Barnes, S., Schneck, y Massarini, A. (2008). Biología. Editorial Médica Panamericana. 7° edición.
  6. Prieto, G. (1976). Dermatología. 8va edición. Madrid: Científico – Médica
  7. Hickman, C. P., Roberts, L. S., Larson, A., Ober, W. C., & Garrison, C. (2001). Integrated principles of zoology (Vol. 15). McGraw-Hill.