Cultura general

Deformaciones craneanas: definición, historia, culturas


Las deformaciones craneanas eran formas artificiales de modificar intencionalmente el cráneo. Se hacía mediante el uso de diversos artefactos deformadores como tablones de madera, gorros o vendado con aplicación de fuerza.

Este procedimiento estético ocurría durante la infancia de la persona que es sometida a la distorsión craneal. Durante la niñez, la estructura ósea del cráneo es más blanda y maleable. Por lo tanto, la cabeza era más fácil de modificar.

Existen cuatro formas de deformación craneal posible: aplanamiento, alargamiento, forma redonda provocada con vendajes de tela y la forma de cono.  El aplanamiento y alargamiento se producen mediante el vendaje de dos placas a ambos lados de la cabeza.

La diversas culturas indígenas latinoamericanas practicaron este tipo de tradiciones como símbolo de belleza y de poder. Estos grupos incluyen los paracas, los incas, los nazcas, los mayas, entre otros.

Por lo general, el vendado de cabeza y los demás métodos de deformación craneal comienzan desde el momento del nacimiento del niño y se extiende por unos seis meses.

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Características de las deformaciones craneanas

Las deformaciones craneanas son conocidas también como aplanamiento o vendada de cabeza. Se producen cuando el niño es sometido a un proceso de moldeo del cráneo mediante varios métodos.

La distorsión craneal se debe realizar a temprana edad, incluso al momento de nacer el niño, cuando los huesos de la cabeza son más blandos y permiten esta modificación.

En la edad adulta no es posible hacerlo, debido a la dureza del cráneo cuando está formado totalmente. Se realiza a través de varias técnicas.

Aplanamiento

El aplanamiento de la cabeza se producía utilizando tablas duras de madera, lo que provocaba un efecto elongado en el cráneo. Durante un largo período, la cabeza era presionada contra los tablones, uno por la frente y otro por detrás.

Algunas tribus nativas precolombinas y de Estados Unidos utilizaban un aparato de madera en la cuna para ir moldeando el cráneo de los niños.

Vendaje

Otra técnica consistía en vendar la cabeza del niño con fuerza hacia arriba para producir el efecto del cráneo de forma cilíndrica. Con la misma técnica de colocar vendas sobre la cabeza, se moldeaba la cabeza para dar la forma de cono.

Este era un método peligroso; si el vendaje se apretaba mucho, el niño corría el riesgo de morir, como se ha comprobado en distintas excavaciones arqueológicas en los Andes.

Historia

El moldeado o deformación de la cabeza fue practicado a lo largo de la historia por muchos pueblos de América, África, Europa, Asia y Oceanía,  de manera simultánea.

Incluso, algunas tribus de la República del Congo y Vanuatu aún lo practican. Esto indica que la técnica fue inventada más de una vez por distintas culturas.

Los datos arqueológicos conocidos hasta ahora indican que la práctica de las deformaciones craneanas se viene realizando desde hace unos 45.000 años en varios lugares del planeta.

Otros registros antiguos que datan de la época de Hipócrates en el año 400 a.C. describen la forma de los cráneos de una tribu africana llamada Macrocéfalos o Cabezas largas.

Las razones para realizarlas eran estéticas o como símbolo de poder. Hace unos 2.000 años la deformación de cabeza era habitual entre las tribus cazadoras – recolectoras de la Patagonia.

Culturas que utilizaron esta técnica

Diversos pueblos y culturas históricamente han recurrido a la práctica de la deformación craneal. Todos por motivos de estatus y estéticos, tanto en el continente americano como en África.

La forma de la cabeza era alterada según los deseos de los padres de los niños, unas eran anchas otras alargadas. Para ello se utilizaban distintas herramientas y métodos. También existían variantes entre una cultura y otra.

Estos fueron algunos de los pueblos precolombinos que la practicaron:

Paracas

Los paracas fueron un pueblo que vivió en la costa de Perú al sur de Lima, entre el año 700 a.C. y el 100 d.C., según estudios antropológicos realizados.

En las excavaciones arqueológicas hay evidencias de la práctica de las deformaciones de cabeza mediante la técnica del vendado. Pero, esta práctica estaba reservada a la nobleza como un símbolo de estatus y distinción.

Los cráneos deformados han sido encontrados en varios cementerios indígenas, específicamente en Chongos, un lugar cercano a la ciudad de Pisco, ubicado al norte del pueblo portuario de Paracas.

Se les conoce como las cabezas largas por su apariencia tubular. Son más grandes que una cabeza normal, con una capacidad craneal de 1, 5 litros. El promedio de una cabeza actual es de 1.4 litros o cm³.

En la cultura paracas se usaba una almohadilla rellena de lana que era colocada en el hueso frontal y otra bolsa de tejido rellena de lana también en el área occipital, ambas amarradas con cuerdas.  Mientras tanto, el niño era inmovilizado en una envoltura en su cuna probablemente colgante.

El gorro tejido o turbante (llauto) llevaba en la parte posterior y trasera de la cabeza bolistas con cañas pequeñas que iba deformando el área occipital. Se usaba contra una almohada de lana rellena de lana o pelo de vicuña.

Nazcas

Los paracas se fusionaron con los nazcas. Este pueblo peruano vivió hace 1200 aproximadamente.

Usaban artefactos similares a los paracas, como el turbante para provocar deformación craneana de bóveda alta y las almohadillas que colocaban en la parte frontal y occipital del niño.

Los principales hallazgos de cráneos con deformación de la cultura nazca, se hicieron en los cementerios de Montegrande, Callango Tunga, Laramate y Palpa.

Incas

Los incas hacían modificaciones craneales como símbolo de estatus social también. Generalmente, se utilizaba para distinguir a la nobleza. Las personas de clase alta tenían la cabeza de forma tubular erecta.

Esta cultura usó el método de la cuna y el llauto para provocar las deformaciones craneanas. En los primeros años de la Colonia, los conquistadores españoles advirtieron esta costumbre.

Para 1576, el I Concilio provincial de Lima dictó leyes para combatir “la superstición de amoldar las cabezas”, debido a las muertes de muchos niños.

Tres años más tarde, el virrey del Perú, Francisco de Toledo, ordenó que “ningún indio, ni india, apriete las cabezas de las criaturas recién nacidas” porque sus cráneos se recrecían, provocándoles daños irreparables.

Los Oruro de Bolivia, otra cultura precolombina, también practicaron las deformaciones craneanas como símbolo de clase social.

La aristocracia indígena tenía cabeza tubular erecta y los individuos de la clase media eran de cabeza oblicua tubular. El resto tenía la cabeza con forma de anillo.

Mayas

Para los antiguos mayas, la práctica de la deformación craneal fue un símbolo de belleza.

Cráneos que se conservan en el Museo de la Cultura Maya de Mérida (Yucatán, México) muestran los métodos usados por los aborígenes mesoamericanos para lograr estas deformaciones.

Se creyó inicialmente que los mayas deformaban sus cráneos alargándolos para utilizar grandes tocados. Pero, luego se encontraron más cráneos con deformaciones de formas más redondeadas.

Los mayas usaban la técnica del aplastamiento de cabeza, utilizando tablas de madera atadas fuertemente a la cabeza del niño por delante y por detrás. También realizaban el redondeado del cráneo mediante el uso de vendas.    

Referencias

  1. ¿Por qué y cómo algunas culturas antiguas deformaban los cráneos de los bebés?. Recuperado el 12 de febrero de 2018 de bbc.com.
  2. El enigma de los olmecas y las calaveras de cristal (PDF). Recuperado de books.google.co.ve.
  3. Allison, Marvin J. y otros (PDF): La práctica de la deformación craneana entre los pueblos andinos precolombinos. Recuperado de books.google.co.ve.
  4. Borja Villanueva, César Andrés y Gálvez Calla, Luis H (PDF): Deformaciones cefálicas artificiales en el antiguo Perú. Recuperado de google.co.ve.
  5. La deformación craneal como ideal de la belleza de los mayas. Recuperado de ellitoral.com.