Arte

Teatro renacentista: origen, características y obras


¿Qué es el teatro renacentista?

El teatro renacentista hace referencia al drama europeo desde aproximadamente el siglo XV hasta principios del XVII. En este período, el redescubrimiento y la imitación de obras clásicas establecieron los cimientos del teatro moderno. En este sentido, el Renacimiento se preocupó principalmente por la cultura y los ideales clásicos.

El drama renacentista de Italia, Francia, España e Inglaterra reflejó un interés y una emulación de los clásicos griegos y romanos. Una de las dos direcciones que tomó el teatro renacentista en Europa se basó en la recreación del pasado, un movimiento llamado Neoclasicismo: seguía las reglas de los antiguos tal como lo interpretaban los modernos.

La otra dirección del teatro estaba más centrada en las palabras y los escenarios de los isabelinos y los españoles. El teatro de Inglaterra fue el más prolífico en las obras de Shakespeare, Jonson, Marlow y otros.

Por su parte, el teatro español se asemejaba al teatro isabelino en su presentación, pero se basó más en el tema religioso y en las convenciones medievales que en alterar la fuerte influencia religiosa de la Iglesia y el gobierno.

Origen del teatro renacentista

El teatro renacentista comenzó en Italia, con académicos que intentaron inicialmente recrear las obras griegas y romanas originales, y luego adaptarlas a la vestimenta y el habla contemporáneas.

El nuevo interés en el drama clásico se inició con el redescubrimiento de Eurípides, Séneca, Plauto y Terencio. La Poética de Aristóteles salió a la luz en el siglo XV; esta definía los géneros clásicos de la tragedia y la comedia.

Así pues, la profesión del actor pasó de tener una mala fama a asumir una nueva dignidad, y se formaron las primeras empresas profesionales.

El diseño del escenario renacentista también se remonta a modelos clásicos, especialmente a Vitruvio (siglo I a. C.). Sus ideas influyeron en la construcción de las primeras casas de teatro permanentes en Italia y Francia.

Por su parte, los teatros de Gran Bretaña y España adaptaron las características de los patios de posadas donde se habían llevado a cabo representaciones previamente.

Las ideas grecorromanas influyeron en la arquitectura de los teatros italianos. Se incorporaron dispositivos clásicos como el periaktoi, una construcción prismática giratoria para el rápido cambio de escenario.

También se introdujeron nuevas características, como el arco del proscenio. Este consiste en un marco que separa el escenario del auditorio. A través de este arco se ve la acción de una obra de teatro.

Tragedia renacentista

En el campo de la tragedia, la principal influencia sobre los escritores del Renacimiento fue el trabajo de Séneca. Ya en 1315 Albertino Mussato (1261-1329) escribió una tragedia latina, Ecerinis.

La primera tragedia importante del Renacimiento fue la Sofonisba de Giangiorgio Trissino, escrita en 1515.

En el teatro renacentista las solemnes escenas de tragedia a menudo se entremezclaban con interludios: cantos y bailes tomados de las obras satíricas grecorromanas.

Estos interludios finalmente se convirtieron en la mascarada en Inglaterra, la ópera en Italia y el ballet en Francia.

Comedia

El descubrimiento de la comedia romana, con sus característicos personajes e intrincadas tramas, inspiró a los dramaturgos renacentistas a escribir obras similares.

La primera comedia significativa escrita en italiano fue Calandria (1506) de Bernardo Dovizi da Bibbiena (1470-1520).

En la Italia del siglo XVI los autores de la comedia comenzaron a combinar aspectos de la comedia romana y la tragedia con elementos del drama litúrgico. Uno de los principales escritores de la comedia erudita fue Ludovico Ariosto (1474-1533).

Características del teatro renacentista

El teatro renacentista tiene una serie de características:

– A diferencia de los actores en el teatro medieval, el teatro renacentista estaba compuesto por actores profesionales: algunos se especializaban en papeles trágicos y otros en papeles cómicos. Como no eran miembros de un gremio, se colocaron bajo el patrocinio de la realeza. De este modo eran considerados siervos y, por lo tanto, se les permitía actuar.

– Todos eran hombres. Los más jóvenes desempeñaban los roles femeninos. Estos usaban ciertos gestos dramáticos de manera consistente para significar emociones específicas de la audiencia.

– Consistía en un teatro íntimo, ya que el actor no estaba a más de doce metros de su audiencia; y era unificado, en tanto que permitía la asistencia de todas las clases sociales.

– Al principio los teatros se representaban en tabernas con mesas puestas juntas como escenario. Más tarde se construyeron a tres pisos de altura, alrededor de un espacio abierto en el centro.

– A menudo, los dramaturgos escribían obras de teatro para una compañía en particular. Leían la obra a los actores y estos daban sus opiniones. Por lo tanto, las obras de teatro solían ser empresas conjuntas entre escritor y actor.

– Las interpretaciones de una obra eran muy frecuentes; con el paso del tiempo, esta frecuencia disminuía. Al cabo de aproximadamente un año y medio, la obra dejaba de ser interpretada.

Dramaturgos del teatro renacentista

En el teatro renacentista destacaron dramaturgos tanto del género de la tragedia como de la comedia en Italia, España, Inglaterra y Francia.

Tragedia

Italia

Giangiorgio Trissino, Giambattista Giraldi Cinthio, Pietro Aretino, Giovanni Giraldi y Torquato Tasso.

España

Juan de la Cueva.

Inglaterra

William Shakespeare, Thomas Kyd y Christopher Marlowe.

Francia

Étienne Jodelle, Pierre Corneille, Thomas Corneille, Jean Racine y Jean Galbert de Campistron.

Comedia

Italia

Nicolás Maquiavelo y Ludovico Ariosto.

España

Lope de Rueda y Bartolomé de Torres Naharro.

Inglaterra

William Shakespeare y Ben Jonson.

Francia

Molière (Jean-Baptiste Poquelin), Jacques Grévin y Pierre de Larivey.

Obras representativas

Las obras más representativas del teatro renacentista pertenecen al dramaturgo inglés William Shakespeare. Entre sus producciones más famosas están:

Ricardo III (1592-93).

La fierecilla domada (alrededor de 1594).

Sueño de una noche de verano (1596).

El mercader de Venecia (1596-97).

Mucho ruido y pocas nueces (1598-99).

Romeo y Julieta (1595-96).

Julio César (1599-1600).

Hamlet (1600-01).

Otelo (1603-04).

Rey Lear (1605-06).

Macbeth (1606).

Por su parte, algunas de las obras de teatro de Christopher Marlowe son:

Tamerlán el Grande (1587-88).

Dr. Fausto (1588-89).

El judío de Malta (alrededor de 1590).

Del dramaturgo Ben Jonson, destacan la siguientes obras:

Cada hombre fuera de su humor (1598).

Las fiestas de Cynthia (1600).

El poetastro (1601).

Referencias

  1. Law, J. (2013). The Methuen Drama Dictionary of the Theatre. Londres: Bloomsbury.
  2. Dublin Institute of Technology. (s/f). Renaissance:Theatre and Dr. Faustus. Tomado de comp.dit.ie.
  3. Hochman, S. (1984). Encyclopedia of World Drama. Nueva York: McGraw-Hill.
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  5. Galens, D. (2002). Literary Movements for Students. Farmington Hills: Gale.