Conciencia moral: qué es, características, ejemplos
¿Qué es la conciencia moral?
La conciencia moral es aquella voz en nuestro interior que nos orienta en torno a lo que podemos y no podemos hacer, lo que está bien y lo que está mal. Nos permite tomar decisiones y corregir el rumbo cuando hace falta.
En los dibujos animados, cuando un personaje debe tomar una decisión que podría ser incorrecta, suelen aparecer un ángel y un diablito sobre cada hombro, recomendándole actuar bien o mal. La conciencia moral vendría a ser el ángel.
La conciencia moral puede estar vinculada a valores sociales, como el deber ciudadano, la ley, el nacionalismo, los principios políticos y religiosos, pero es sobre todo un órgano interno, que nos permite saber si un acto es correcto o incorrecto, sin importar cómo lo vean los demás.
La conciencia moral es un modo consciente –lúcido, despierto– y ético de andar por la vida.
Características de la conciencia moral
Puede ser externa o interna
Se puede hablar de una conciencia moral externa cuando esta es producto de valores, principios y reglas provenientes del exterior, como por ejemplo, la que nos hace juzgar desde un punto de vista religioso (algo es pecado o inmoral); o desde un punto de vista político (“eso que hace es tan burgués”).
Se puede hablar en cambio de conciencia moral interna cuando es producto de una suma de factores, que pueden incluir la religión, los valores familiares, culturales y educativos, y la capacidad personal para juzgar al mundo.
Es un acto de la voluntad
La conciencia moral es una elección personal: cada persona elige hacer lo correcto, o decide cómo actuar cuando se ve enfrentado a situaciones que demandan ejercer una acción, o expresar una opinión.
Establece diferencias entre lo bueno y lo malo
Sin importar tu orientación religiosa o política, la conciencia moral te permite diferenciar una acción inmoral de una acción correcta, y te dice cuál es el modo correcto de actuar.
Juzga previa y posteriormente
Por un lado, la conciencia moral te indica antes de actuar qué está bien y qué está mal; y una vez realizado un acto, te avisa si actuaste correctamente o no. Cuando no es así suelen aparecer los “remordimientos de conciencia”.
Tiene carácter histórico y cultural
La conciencia moral no es una voz atemporal y rígida, puede cambiar como cambian continuamente las sociedades y culturas. La conciencia moral de un español de principios del siglo XX se parece muy poco a la de un español de principios del siglo XXI.
Sin embargo, hay principios y nociones del bien y del mal que nos acompañan desde hace miles de años. Por ejemplo, aquella que nos dice que matar o robar son malas acciones.
Es un acto de responsabilidad
La conciencia moral nos lleva a actuar responsablemente y a asumir nuestros errores cuando nos equivocamos o actuamos mal. Esta responsabilidad puede ponernos en situaciones difíciles, cuando debemos actuar u opinar en contra de una mayoría.
Es irrenunciable
Aunque hayas escuchado decir de alguien que es un ser “sin conciencia”, la conciencia moral siempre está presente, incluso en aquellos que actúan mal a sabiendas, o bajo el argumento de que están cumpliendo órdenes.
Se puede adquirir o construir
La conciencia moral se va construyendo y modificando a medida que nos educamos e interactuamos en los distintos niveles de la sociedad (la escuela, el trabajo, el hogar, etc.). No se trata de una propiedad innata o que no se pueda adquirir.
Es una herramienta de opinión
La conciencia moral nos lleva a participar en los distintos debates y situaciones que se plantean en cada sociedad, de allí la expresión “vota de acuerdo con tu conciencia”.
Promueve la tolerancia y los derechos humanos
Tener conciencia moral no significa ser rígido o intolerante con las formas de ser y de pensar de los otros. La conciencia moral te pone del lado de la defensa de los derechos humanos, del respeto a las diferencias y en contra de cualquier forma de discriminación.
Ejemplos de conciencia moral
Conciencia moral y honestidad
César va al mercado y al cancelar la compra le devuelven más cambio del debido. El empleado se equivocó y le dio más dinero del que debía. Hay personas que se irían sin decir nada, justificando su acción con diversos razonamientos o racionalizaciones, y sin importar que el faltante pueda ser deducido del salario del empleado.
Pero César hace caso de su conciencia moral, advierte al empleado de su error y devuelve el dinero de más.
Conciencia moral y derechos humanos
Leonor va por la calle cuando ve a dos policías golpeando a una persona indefensa. Muchas personas pasan a su lado sin hacer nada, o tal vez pensando que quizás se lo merezca, que sea un ladrón u otra clase de criminal. Además, nadie quiere meterse en problemas con agentes policiales.
Leonor interviene y exige que dejen de golpear a la persona, porque aunque los policías pueden estar autorizados para ejercer la violencia, esta debe cesar cuando el ciudadano se ha rendido o no presenta ningún peligro.
Conciencia moral y violencia cotidiana
Si ves a alguien pegando o maltratando a un niño en la calle, así sean sus padres, si haces caso de tu conciencia moral te verás obligado a intervenir. Es la misma situación cuando sabes que algún vecino es objeto de violencia verbal o física, tu conciencia moral te exigirá actuar o denunciar la situación a las autoridades competentes.
Conciencia moral y cumplimiento de las leyes
Cumplir las leyes de tránsito y todas aquellas que norman el comportamiento ciudadano debe hacerse, aunque no haya testigos o autoridades que te obliguen a acatarlas.
Esperar a que cambie la luz de un semáforo, aunque ambas direcciones estén vacías; no botar basura en la vía pública; usar el tapaboca, son acciones que realizas porque tu conciencia moral va de la mano de la conciencia ciudadana.
Conciencia moral y derechos de las minorías y los indefensos
Si observas que alguien es maltratado debido a su color, género, nacionalidad o religión, tu conciencia moral te va a impulsar a actuar en defensa del agredido. Lo mismo respecto al bullying: tu conciencia moral es la que te impulsa a actuar en defensa de la víctima de acoso escolar.
Conciencia moral y leyes de estado
En varias grandes guerras del siglo XX muchas personas fueron a la cárcel al negarse a empuñar un arma o por hacer campaña contra la guerra. Este es un ejemplo de cómo la conciencia moral puede llevarnos a enfrentar leyes injustas de los estados.