Boom latinoamericano: qué es, características, temas, autores, obras
¿Qué fue el boom latinoamericano?
El boom latinoamericano fue un movimiento literario y editorial que se dio en la década de los sesenta y setenta, y que colocó la narrativa de América Latina en un primer plano internacional.
Aun ya existiendo figuras literarias de renombre e influencia cada vez mayor, como Jorge Luis Borges, Miguel Ángel Asturias o Juan Rulfo, además de poetas como Pablo Neruda, fue este boom el que puso en lugar destacado la literatura del continente americano.
Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes fueron los principales autores del boom, que también incluyó autores de Brasil, Cuba, Paraguay, Uruguay, Chile, etc.
Este movimiento singular se da gracias a la aparición en muy corto tiempo de obras como Rayuela (Julio Cortázar), Cien años de soledad (Gabriel García Márquez), La ciudad y los perros (Mario Vargas Llosa), La muerte de Artemio Cruz (Carlos Fuentes) y Tres Tristes Tigres (Guillermo Cabrera Infante).
Origen y contexto histórico
La década de los sesenta en América Latina se vio marcada por el triunfo de la Revolución cubana (1959), la agitación de izquierda en gran parte de América Latina y la reacción militar y conservadora, con los golpes de estado y las diversas dictaduras.
A esta situación hay que sumar el crecimiento económico de la década de los sesenta, la presencia de una clase media lectora y un papel cada vez más relevante de las universidades.
Es también un período con una industria editorial en crecimiento, con al menos tres polos importantes:
- México DF (con Fondo de Cultura Económica, la principal casa editorial estatal mexicana).
- Buenos Aires (principalmente la editorial Sudamericana, privada).
- Barcelona, España (con la editorial Seix Barral al frente, también privada).
Además, con un movimiento migratorio provocado en gran parte por las convulsiones políticas, que favoreció la presencia de investigadores latinoamericanos en centros académicos de Estados Unidos y Europa.
Esta presencia académica, así como la de escritores hispanoamericanos viviendo en Francia y España, y los congresos y premios literarios, crearon las condiciones para el surgimiento del boom.
Antecedentes literarios
Desde los años treinta la novela y el cuento latinoamericano, en parte influenciados por la narrativa norteamericana y por las vanguardias europeas, venían abriéndose camino y mostrando una calidad extraordinaria.
Muestra de ello son las obras de autores como el uruguayo Juan Carlos Onetti, los argentinos Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Ernesto Sábato, el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, los brasileños Jorge Amado, Clarice Lispector y João Guimarães Rosa, el mexicano Juan Rulfo y el cubano Alejo Carpentier, entre otros.
Características del boom latinoamericano
La novela como hecho total
Aunque también publicaran cuentos, el género por excelencia del boom latinoamericano es la novela, vista como un instrumento para explorar distintas vertientes de la historia y la realidad latinoamericana.
Literatura e integración
El boom rompe con la visión de la literatura nacional y promueve otra perspectiva, externa e interna, que permite hablar de una literatura latinoamericana, con objetivos e intereses comunes.
El compromiso social
En la mayor parte de los autores involucrados en el fenómeno editorial del boom había un fuerte interés por reflejar en sus obras las condiciones sociales y políticas de los países hispanoamericanos.
Democracia y revolución
Esta postura de compromiso social entre los escritores del boom derivó en un fuerte apoyo a la Revolución cubana, que ejercerá gran influencia en figuras como las de Gabriel García Márquez y Julio Cortázar.
Autores como Mario Vargas Llosa o el cubano Guillermo Cabrera Infante se separaron de estas ideas y tomaron posición por los proyectos democráticos del continente.
Exilio y literatura
Un factor que favorece la integración y la noción de una literatura latinoamericana es el hecho de que los autores del boom realicen parte de su obra fuera de sus países de origen.
A manera de ejemplo: Julio Cortázar escribió Rayuela en París, Gabriel García Márquez Cien años de soledad en México, y Mario Vargas Llosa La ciudad y los perros entre Madrid y París.
La crítica y la industria editorial
En la difusión e internacionalización del premio fueron esenciales las editoriales españolas, argentinas y mexicanas, así como las agencias literarias, entre las que sobresale la de Carmen Balcells en Barcelona (España).
Por otro lado, críticos literarios y profesores universitarios promovieron, a través de sus clases y congresos, la lectura de autores latinoamericanos en Estados Unidos y Europa.
La novela histórica
Los autores del boom dieron un nuevo impulso a la novela histórica, al recrear momentos claves de la historia de Latinoamérica y España, haciendo énfasis en la figura de los dictadores (como en Yo el Supremo, de Augusto Roa Bastos, o El otoño del patriarca, de García Márquez).
La ruptura formal con la tradición
Los autores del boom tienen en común una preocupación por renovar radicalmente el género narrativo, incorporando elementos de las vanguardias europeas (monólogo interior, rupturas temporales, elementos surreales u oníricos), la oralidad y el lenguaje popular, etc.
En todos hay un profundo cuestionamiento de la novela tradicional y de su función de entretenimiento.
El papel de los premios y reconocimientos
En la difusión de las novelas del boom fueron también importantes algunos premios literarios, como el Premio Rómulo Gallegos (otorgado en Caracas a García Márquez, Vargas Llosa y Fuentes), o el Premio Biblioteca Breve de Novela, de Seix Barral (España).
El papel de los medios en la difusión del boom
El crítico Ángel Rama atribuye un papel importante en la difusión de los narradores del boom a los equipos periodísticos de revistas y semanarios de Hispanoamérica, Estados Unidos y Europa, que contribuyeron a través de reseñas y entrevistas a la difusión de los autores latinoamericanos.
Temas frecuentes
Existen una serie de temas recurrentes en el boom latinoamericano:
- Conflictos sociales, políticos, económicos y sociales.
- Política, represión social, denuncia social gobiernos totalitarios, masacres indígenas, etc.
- Amor.
- Violencia.
- Fantasía.
Consecuencias del boom latinoamericano
Primer plano
El boom colocó en primer plano la literatura latinoamericana en su conjunto, al conseguir lectores no solo en Europa y el resto del mundo (gracias a numerosas traducciones), sino también en los mismos países latinoamericanos, que empezaron a leer a sus propios autores.
El realismo mágico
La obra del colombiano Gabriel García Márquez, especialmente Cien años de soledad (que quizá sea la novela en español más traducida en el mundo, junto con El Quijote), convirtió la corriente literaria conocida como realismo mágico en un fenómeno de carácter e influencia mundial.
España y Latinoamérica
Aunque el boom estuviera conformado por escritores latinoamericanos, hubiera sido imposible sin la presencia de España. El boom contribuyó a un acercamiento y al diálogo entre escritores y lectores de España y América.
Reforzamiento del habla y la cultura popular
La difusión de novelas escritas en las diferentes formas dialectales del español (argentino, peruano, mexicano, cubano, etc.), fortaleció la percepción y la autoestima de los lenguajes locales, y enriqueció el idioma español como un todo.
Papel de las agencias literarias
El papel jugado por las agencias literarias contribuyó a hacer más equitativas las relaciones entre escritores y editoriales, en lo relativo a derechos de autor.
Difusión de otros autores y obras
El boom contribuyó a dar a conocer la obra de autores latinoamericanos que publicaron antes de la década del sesenta, o cuya obra había sido menos difundida.
Representantes y obras del boom latinoamericano
Mario Vargas Llosa (Perú, 1936)
Narrador y ensayista peruano (nacionalizado español), incursionó en la política peruana como candidato presidencial y ha sido objeto de numerosos premios y reconocimientos, entre los que sobresale el Nobel de Literatura (2010).
Es autor de una extensa obra narrativa, en la que destacan La ciudad y los perros (1963), La Casa verde (1966), Conversación en La Catedral (1969), La guerra del fin del mundo (1981) y La fiesta del Chivo (2000).
Gabriel García Márquez (Colombia, 1927-2014)
Narrador y periodista colombiano, autor de una gran obra narrativa, en la que destaca el ciclo de cuentos y novelas en torno a Macondo, lugar imaginario donde se desarrolla su principal novela, Cien años de soledad (1967).
Recibió el Nobel de Literatura en 1982 y entre sus obras destacan El coronel no tiene quien le escriba (1962), El otoño del patriarca (1975), Crónica de una muerte anunciada (1981) y El amor en los tiempos del cólera (1985), entre otras.
Julio Cortázar (Argentina, 1914-1984)
Narrador, poeta, ensayista y traductor, este escritor argentino es autor de una de las novelas más importantes del siglo XX, Rayuela (1963), y junto con Jorge Luis Borges, ha sido considerado uno de los mayores cuentistas en lengua española.
Es autor de los libros de cuentos Bestiario (1951), Final de juego (1956), Las armas secretas (1959), Historias de cronopios y de famas (1962) y Octaedro (1974), entre otros, y de novelas como Los premios (1960), 62 Modelo para armar (1968) o Libro de Manuel (1973).
Carlos Fuentes (México, 1928-2012)
Este escritor mexicano cultivó la narrativa, el teatro y el ensayo y es considerado uno de los grandes autores latinoamericanos. Entre sus principales obras destacan: La región más transparente (1958), La muerte de Artemio Cruz (1962), Aura (1962), Cambio de piel (1967), Terra Nostra (1975) y Gringo viejo (1985).
Guillermo Cabrera Infante (Cuba, 1929-2005)
Narrador, ensayista y guionista cubano (nacionalizado británico), se exilió de Cuba en 1965 y es calificado como uno de los grandes renovadores de la literatura latinoamericana.
Su obra fundamental es la novela Tres tristes tigres (1967), y es autor también de Así en la paz como en la guerra (1960), Un oficio del siglo XX (1963), La Habana para un infante difunto (1979) y Delito por bailar el chachachá (1995).