Adicción al trabajo: síntomas y tratamiento
La adicción al trabajo es característica de personas que le dan una importancia excesiva a su vida profesional y puede empeorar mucho la calidad de vida. Si sientes que pasas las 24 horas del día pensando en el trabajo, dedicas los fines de semana y tiempo libre a adelantar tareas pendientes y no desconectas ni te dedicas tiempo para ti, puede que seas adicto al trabajo.
La mayoría de las cosas tienden a funcionar o proporcionar mejores resultados si se llevan a cabo en su justa medida: el deporte, las horas de sueño, tiempo de ocio… son actividades que, tanto si te quedas corto como si se realizan en exceso, pueden reportarte menor beneficio que si se les dedicas el tiempo oportuno, ni más, ni menos.
El trabajo, como los ejemplos anteriores, es una de esas actividades en las que debes cuidar el tiempo que te está llevando. Si no trabajas tanto como tu puesto requiere, es posible que no obtengas los resultados que te proponer o los objetivos previstos por tu compañía.
Del mismo modo, trabajar en exceso puede hacer que tu rendimiento no sea el óptimo y que, por consiguiente, durante todo el tiempo adicional que estés trabajando de más, tus resultados no estén siendo de la calidad esperada. Para rendir al máximo como trabajador, es fundamental saber gestionar tu dedicación en su justa medida.
Por este motivo, las personas adictas al trabajo pueden obtener peores resultados en su día a día laboral, a pesar de dedicar a esta actividad mucho más tiempo que otros trabajadores.
A continuación podrás observar cómo detectar una posible adicción al trabajo a través de 5 conductas propias de la misma, y se te propondrán 5 consejos para disminuirla.
Índice del artículo
- 1 4 señales de la adicción al trabajo
- 1.1 Llegas el primero a tu lugar de trabajo
- 1.2 La mayoría de los días te quedas adelantando trabajo un rato más tras tu jornada laboral
- 1.3 Los fines de semana sueles trabajar desde casa
- 1.4 En tu tiempo libre siempre llevas el smartphone del trabajo encima
- 1.5 Tus compañeros, familia o amigos te lo advierten
- 2 ¿Cómo superar la adicción al trabajo?
4 señales de la adicción al trabajo
Llegas el primero a tu lugar de trabajo
La primera de esta serie de señales que indican que podrías ser un adicto al trabajo comienza a verse reflejada en tu conducta desde la primera hora de cada día.
Te despiertas antes de que suene el despertador. Incluso voluntariamente haces que suene la alarma exageradamente antes de lo necesario, para repasar la organización de tu jornada laboral y llegar antes de la hora de entrada al trabajo. Te gusta estar en tu puesto y con todo preparado para empezar antes del momento indicado para ello.
Esta actitud puede ser propia de una persona muy previsora y puntual, o que simplemente desea evitar caravanas de tráfico a horas punta. No obstante, la reiteración abusiva de este comportamiento, junto a una combinación de los que veremos a continuación, puede ser indicador de una adicción al trabajo.
La mayoría de los días te quedas adelantando trabajo un rato más tras tu jornada laboral
Tu hora establecida de salida es a las 7 de la tarde, pero en rara ocasión sales antes de las 8 y media… si esta situación te resulta familiar puede que seas adicto al trabajo.
Es normal que días puntuales te quedes a repasar alguna cuestión en particular o a adelantar un trabajo que estimas que te va a costar entregar a tiempo. Sin embargo, si has convertido en costumbre salir más de una hora tarde de trabajar, tal vez deberías reflexionar al respecto y valorar si eres adicto al trabajo.
Como se ha comentado anteriormente, el trabajo, como casi todo, ha de realizarse en su justa medida. Trabajar en exceso, y más si es a deshora, puede influir en la calidad final del trabajo realizado.
Antes de quedarte trabajando tras finalizar tu jornada laboral, valora si los resultados que vas a obtener en ese momento podrían verse aumentados si dejaras la tarea para el día siguiente, tras haber dormido y descansado.
Los fines de semana sueles trabajar desde casa
Esta conducta llevada al exceso puede repercutir negativamente en la calidad de los resultados que obtienes. Esto se debe a que el tiempo extra que pasas trabajando es tiempo que estás restando de desconectar, descansar y, en definitiva, de cuidar de ti mismo para mantener las mejores condiciones para rendir bien.
El fin de semana y los otros momentos fuera de tu jornada laboral, están organizados de esta manera para que puedas retomar la energía suficiente para realizar tu trabajo, obteniendo los mejores resultados posibles y para que te sientas en las mejores condiciones, tanto física como mentalmente.
En tu tiempo libre siempre llevas el smartphone del trabajo encima
Hoy en día existen muchos medios tecnológicos que nos ayudan y que hacen que realicemos de una forma más cómoda, más ágil y con un menor esfuerzo muchas de las tareas del día a día.
Estas tecnologías han llegado al mundo laboral en forma de smartphones, portátiles, tablets, etc., que facilitan en muchos aspectos el desarrollo del trabajo y que, en otros muchos casos, te mantienen encadenado a él.
Puede ser muy positivo estar disponible en algunos momentos decisivos o durante un proyecto en concreto. En ocasiones el trabajo se agiliza enormemente pudiendo acceder a un mail en concreto en cualquier momento y desde cualquier punto del mundo en el que te encuentres.
No obstante, que estos medios te ayuden o te encadenen a tu trabajo depende del uso que tú mismo les des, y de qué limites tomes al respecto.
Tus compañeros, familia o amigos te lo advierten
En muchas ocasiones uno mismo no es consciente de la imagen que está proyectando al exterior. Como en todas las adicciones, es posible que tú mismo, al estar completamente dedicado a la causa de tu comportamiento adictivo, no dispongas de la atención suficiente para darte cuenta de lo que verdaderamente te está ocurriendo.
Si eres adicto al trabajo, es muy probable que pases horas y horas trabajando, y durante estos periodos de tiempo estés tan involucrado con la tarea que no te des cuenta de cosas importantes.
Por ejemplo, que te encuentras cansado y no estás en condiciones de trabajar más, has olvidado un cita importante o reunión familiar o de amigos, tienes hambre o sueño, ¡o que incluso estás pasando por alto aspectos fundamentales de tu tarea o cometiendo errores importantes!
En definitiva, cuando el trabajo supone para ti una conducta que realizas de forma adictiva, no eres consciente de las circunstancias que concurren a tu alrededor, o de lo que te ocurre a ti mismo, y todo ello está influyendo en tus resultados y en tu bienestar, tanto laboral como personal.
Por este motivo, es importante prestar atención a tu alrededor y escuchar a las personas que te rodean. En muchas ocasiones, son los propios compañeros de trabajo o seres queridos quienes se dan cuenta antes de tu situación e intentan alertarte de la misma.
¿Cómo superar la adicción al trabajo?
Si te has sentido identificado con los 5 datos anteriores o has identificado algunas señales, no necesariamente todas, que indiquen que puedes ser adicto al trabajo, y quieres mantener este comportamiento bajo control, a continuación se presentan 5 formas de conseguirlo:
Márcate un horario para trabajar
Recuerda lo mencionado anteriormente: más tiempo de trabajo no significa mejores resultados.
A partir de unas horas determinadas de trabajo constante, que suelen depender de cada persona, un profesional ya no es capaz de rendir de forma óptima. Estarás obteniendo peor calidad en el trabajo realizado durante ese tiempo extra invertido y, probablemente, cometiendo errores que en otro momento no cometerías.
Es normal que un día puntual, o en un proyecto determinado, necesites invertir más tiempo del habitual. Lo importante es que no lo conviertas en hábito. Márcate un horario de inicio y fin de tu jornada laboral, con sus correspondientes descansos cada vez que estimes que sea necesario. De esta manera tus condiciones serán las óptimas para sacar partido a tu jornada de trabajo.
Ocupa tu tiempo libre con otras actividades
Es probable que recurras a trabajar en tu tiempo de descanso si durante tu tiempo libre no has organizado ninguna actividad a la que dedicar tiempo, simplemente para evitar estar sin nada que hacer. Como ya se ha expuesto en apartados anteriores, esta conducta puede desembocar en resultados laborales de peor calidad.
Para no recurrir al trabajo en tu tiempo libre, ocúpalo con otras actividades que sean de tu interés y que durante los días laborales no te puedes permitir realizar. Por ejemplo, ir al monte o a la playa, inscribirte en un equipo de un deporte que te guste, aprende a tocar un instrumento cuyo sonido te agrade…
Además, la actividad física o deporte fomentará que tu cuerpo y mente estén preparados para rendir al máximo en los momentos que sí dediques a trabajar.
Apaga tus herramientas de trabajo fuera de tu horario laboral
La finalidad de este tipo de herramientas es ayudarte y agilizar tu trabajo, no encadenarte a él. A no ser que estés esperando, o que por algún motivo sea probable que recibas una llamada o correo electrónico urgente, acostúmbrate a mantener estas herramientas apagadas o, al menos, fuera de tu alcance (bolsillos, mesilla del dormitorio…), durante tu tiempo libre.
Reserva tiempo para ti y para descansar
Si valoras tu trabajo, querrás estar en las mejores condiciones para llevarlo a cabo. Para ello, tanto tu cuerpo como tu mente han de estar en forma y descansados.
No dejes que tu trabajo haga que te olvides de ti, quien, al fin y al cabo, eres el que lo realiza. Actividades como salir a correr, meditar o dedicar un rato a tus pensamientos, escuchar música, dibujar o pintar, disfrutar de una siesta o ir al gimnasio, favorecerán que tu cuerpo y tu mente estén en forma de cara a rendir en el trabajo de la mejor manera posible.
Disfruta de tu familia y personas allegadas
Si has vivido una etapa de adicción al trabajo, te habrás dado cuenta de que hay personas a tu alrededor que te reclaman, precisan de tu compañía y te echan en falta.
Es precisamente de estas de las que más debes disfrutar en tu tiempo libre. Pueden ser tus amigos, que han organizado varios planes últimamente a los que no has acudido; familiares, que a pesar de la cercanía, hace tiempo que no disfrutan de tu compañía; tus hijos, que echan en falta jugar contigo; o incluso tus propios compañeros de trabajo con quienes tienes amistad, que desean que os toméis un café juntos al que tú no sueles asistir.
Dedícales tiempo y disfruta de su compañía y de estar junto a ellos, ya que el trabajo es algo caduco y puede ser temporal, pero ellos permanecerán a tu lado toda la vida.
¿Y tú qué otras señales conoces de la adicción al trabajo?