Historia

Ocupación de la Araucanía: qué fue, antecedentes, causas, consecuencias


¿Qué fue la Ocupación de la Araucanía?

La Ocupación de la Araucanía, también conocida como Pacificación de la Araucanía, fue un conflicto bélico acaecido en la zona sur de Chile. Esta estaba ocupada, principalmente, por los mapuches y los pehuenches. Se calcula que residían allí alrededor de 100.000 nativos.

Existen dos versiones sobre esta ocupación que tuvo lugar entre los años 1861 y 1883. Algunos autores la califican como un proceso pacífico, en el que ambas partes llegaron a acuerdos para integrar la zona al país. Otros, en cambio, señalan que se trató de una auténtica guerra de conquista y que produjo la aculturación de los indígenas.

El área en la que se desarrolló el conflicto se encuentra ubicada entre los ríos Biobío por el norte y Toltén por el sur. A diferencia del resto del territorio chileno, los indígenas siempre habían conservado una cierta independencia respecto a las autoridades centrales, produciéndose varias revueltas durante el siglo XIX.

La relación entre los mapuches y el gobierno chileno empeoró cuando algún líder golpista se refugió en su zona y se alió con los indígenas para levantarse en armas. Lo que terminó de decidir al gobierno a intervenir en la zona fue la aparición de un francés que trató de crear un reino en el área.

Antecedentes

En la época en la que se produjo la ocupación se calcula que residían en la zona más de 100.000 indígenas. Los pueblos más numerosos eran el mapuche y el pehuenche, ambos con una gran tradición cultural.

La Araucanía fue uno de los territorios que ofreció más resistencia a la conquista española. De hecho, mantuvo su rebelión desde la Guerra de Arauco contra los conquistadores.

A pesar de su inferioridad en armas, mantuvieron cierta independencia desde entonces, sin que nadie consiguiera derrotarlos completamente.

Tras la independencia

Cuando Chile logró su independencia, ya durante la época republicana, se produjo un intento de negociación entre el gobierno central y los mapuches radicados al sur de río Biobío.

El objetivo de estas conversaciones era llegar a un acuerdo sobre la relación entre la república y los indígenas. Fruto de ellas, se realizó el Parlamento de Tapihue.

Sin embargo, algunos acontecimientos posteriores hicieron que el gobierno chileno enviara tropas a la zona fronteriza.

Más adelante, cuando estalló la Revolución de 1851, el líder golpista consiguió el apoyo de varios jefes mapuches para luchar contra el gobierno. La insurrección fue derrotada, pero los caciques indígenas no quisieron rendirse.

En lugar de eso, retrocedieron hasta la frontera acompañados de soldados rebeldes. Allí, muchos se dedicaron al pillaje durante 4 años. Para acabar con estos bandidos, el ejército destinó otro batallón a ese área, manteniéndose allí hasta enero de 1856.

Al llegar la Revolución de 1859, los indígenas se pusieron del lado de los liberales que protagonizaron la rebelión, aumentando las tensiones con el gobierno central.

Problemas con los colonos

Los indígenas se encontraban con un problema añadido aparte de sus conflictos con las autoridades chilenas. A partir de la fiebre del oro de 1848, se había producido un gran auge en la siembra de cereales.

Algunos colonos se trasladaron para cultivarlo a la Araucanía, donde no tuvieron escrúpulos para estafar a los indígenas con tal de conseguir tierras.

Causas de la Ocupación de la Araucanía

Inestabilidad en la zona

Como se ha comentado anteriormente, la independencia de Chile no se desarrolló de igual manera en todo el territorio.

En la zona central y norte se había creado una administración dependiente del gobierno central. En el sur, en cambio, las autoridades no habían conseguido ejercer un control efectivo.

La causa de esa inestabilidad no se debía solo a los indígenas mapuches, siempre reacios a perder independencia, sino también a la cantidad de bandoleros, soldados prófugos y rebeldes que andaban por la zona asaltando las haciendas.

El apoyo a los levantamientos de 1851 y 1859 empeoraron aún más la situación. Los indígenas tomaron partido de acuerdo a sus intereses, pero solo sirvió para que el gobierno central decidiera actuar contra ellos.

Interés económico

Otra de las causas de la Ocupación de la Araucanía fue la riqueza de sus recursos naturales. Chile se fijó pronto en la fertilidad de los campos que se encontraban en la zona. Eras unas tierras que, además, los mapuches no cultivaban.

Por otra parte, el país quería buscar más posibilidades de desarrollo económico para completar los beneficios que dejaba el salitre.

En el plan que idearon las autoridades chilenas se encontraba la creación de ciudades y la instalación de infraestructura de comunicaciones y transportes.

En cuanto a las tierras conquistadas, la intención era cederlas a colonos de manera gratuita con el fin de atraer población y que se comenzara a cultivar trigo.

Orélie Antoine de Tounens

Aunque se consideraba algo poco probable, existía la preocupación de que algún otro país intentara apoderarse de la zona, lo que hubiera supuesto partir en dos el territorio chileno. Esto nunca llegó a producirse, pero si hubo un acontecimiento que puso en alerta el gobierno.

Un francés, llamado Orélie Antoine de Tounens, apareció repentinamente en la región en 1861. En un breve plazo de tiempo se las arregló para que los indígenas lo nombraran regente de un reino que el mismo inventó, el de la Araucanía y la Patagonia. El aventurero tomó el nombre de Orélie Antoine I.

Consecuencias de la Ocupación de la Araucanía

Unificación del país

Cuando la ocupación finalizó en 1861, el principal objetivo de los chilenos se había consumado: el país tenía la soberanía total sobre todo el territorio.

Desde la época de la colonia, la Araucanía se había resistido a todos los intentos de unificación. Una vez logrado, Chile dejaba de estar dividido en dos partes.

Abusos sobre los mapuches

La derrota de los mapuches los hizo blanco de numerosos abusos y estafas de todo tipo. Por una parte, fueron concentrados en pequeñas reservas, llamadas reducciones.

Estas estaban separadas unas de otras por zonas habitadas por colonos chilenos y europeos y se consideraban propiedad comunal.

El terreno que le fue asignado solo representaba poco más del 6% de lo que habían sido sus tierras. Además, la mayoría de esas tierras concedidas eran las menos fértiles.

Este tipo de organización, totalmente ajena a sus costumbres y modo de vida, acabó provocando serios problemas de convivencia, tanto entre los propios indígenas, como con los colonos.

Por último, se sucedieron las matanzas de mapuches por parte de buscadores de oro y estancieros, provocando que la población indígena descendiera de manera dramática.

Pérdida de la cultura indígena

Muchos autores afirman que la Ocupación de la Araucanía provocó que la cultura mapuche perdiera parte de sus características tradicionales.

La interacción con colonos de otros lugares que, además, formaban la clase dominante, hizo que sus costumbres fueran desapareciendo.

A lo largo de los siglos XIX y XX, los criollos discriminaron social, cultural y laboralmente a los indígenas. Pese a la afirmación de que se pretendía integrarlos en el país, lo cierto es que solo le era permitido participar en aspectos muy concretos y, a menudo, secundarios.

Otras rebeliones

Pese a todo lo anterior, el pueblo mapuche siguió manteniendo una parte de la rebeldía que había mostrado desde la llegada de los españoles.

Ocasionalmente, se produjeron levantamientos, como el de 1934, cuando 477 mapuches y campesinos fueron asesinados por el ejército cuando protestaban contra los abusos laborales.

Las revueltas se han producido cada pocos años. En el siglo XXI, los mapuches han protagonizado algunos actos violentos en defensa de sus derechos.

En la actualidad, existe un grupo que reclama el derecho de autodeterminación para decidir cómo organizarse como pueblo y sobre sus tierras históricas.