Lengua y literatura

Álvaro Cepeda Samudio: biografía, estilo, obras, frases


Álvaro Cepeda Samudio (1926-1972) fue un reconocido escritor y periodista colombiano que sobresalió por desarrollar con originalidad y calidad lingüística géneros literarios como el cuento y la novela. El intelectual formó parte del Grupo de Barranquilla y fue precursor del boom latinoamericano que surgió a mediados del siglo XX.

La obra literaria de Cepeda Samudio se caracterizó por el uso de un lenguaje culto, bien estructurado y expresivo. Sus escritos tuvieron rasgos modernos, de ese modo alejó a la literatura colombiana de lo tradicional. El autor publicó cuatro libros, entre ellos destacan Todos estábamos a la espera y La casa grande.

Este letrado colombiano también fue un notable periodista, su personalidad curiosa lo llevó a investigar y dar a conocer lo que para muchos se encontraba oculto. Se inició en la carrera periodística cuando tenía dieciocho años de edad y desarrolló mayormente los géneros crónica y reportaje.

Índice del artículo

Biografía

Nacimiento y familia

Álvaro nació el 30 de marzo de 1926 en Barranquilla, provino de una familia culta y de buena posición económica. Su padre se llamó Luciano Cepeda y Roca y su madre tuvo por nombre Sara Samudio.

Cepeda fue el único hijo que tuvo la pareja, aunque del lado paterno contó con dos hermanos. Del lado paterno el autor fue nieto del político Abel Cepeda Vidal, quien ostentó dos veces el título de alcalde de Barranquilla.

Años de infancia

La infancia de Álvaro estuvo marcada por la separación de sus padres en 1932 y por sus frecuentes ataques de asma. Cuando tenía seis años de edad se mudó con su madre a la localidad de Ciénaga, donde vivió hasta que falleció su padre en 1936. Luego de esa tragedia el autor volvió a la ciudad que lo vio nacer.

Estudios

Cepeda fue un estudiante sobresaliente, sus primeros años de estudios fueron en Ciénaga y cuando regresó a Barranquilla completó su formación en el Colegio Americano. Fue en esa época cuando comenzó su interés por la escritura y el periodismo, y en 1944 logró un espacio en las páginas del periódico El Heraldo con la columna política “Cosas”.

Cepeda Samudio fue un estudiante con criterio, eso lo llevó a escribir críticas contra los profesores y en 1945 fue expulsado del colegio. Ingresó a una institución pública y un año más tarde se reincorporó al Americano. Allí produjo el periódico estudiantil y en 1947 escribió para El Nacional.

Formación universitaria

Álvaro obtuvo el título de bachiller en 1948 y un año después recibió una beca del gobierno para estudiar en Estados Unidos. En agosto de 1949 inició estudios de literatura y periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York, después de unos meses de vida errante.

Cepeda no fue muy dado a asistir a clases, pero eso no le impidió ser un alumno destacado; prefirió salir a comer, pasear y leer en compañía de su amigo Enrique Scopell. Invirtió tiempo en aprender sobre las tendencias vanguardistas, diseño de revistas y en el amor que sintió por Sandra, una joven que conoció en su paso por Michigan.

De regreso a su tierra

En junio de 1950 Cepeda Samudio volvió a Barranquilla cargado de nuevos conocimientos e ideas. Fue en aquella época que se incorporó al club literario Grupo de Barranquilla, donde compartió con los intelectuales Gabriel García Márquez, Meira Delmar, Alfonso Fuenmayor, Germán Vargas y Julio Mario Santo Domingo.

En 1953 el periodista comenzó a trabajar en el cargo de director del periódico El Nacional. Su intención fue reestructurar la línea editorial y el contenido informativo, así que le pidió ayuda a su amigo García Márquez.

A pesar de su enorme esfuerzo, Álvaro Cepeda no pudo concretar su objetivo de modernizar el diario y fue removido de su puesto finales de ese año.

Vida matrimonial

En su natal Barranquilla Álvaro Cepeda tuvo oportunidades laborales y un encuentro con el amor. En 1954 publicó Todos estábamos a la espera y un año después se casó con una joven llamada Teresa Manotas.

El matrimonio concibió dos hijos: Zoila Patricia y Álvaro Pablo. Se sabe que el escritor también tuvo dos hijos fuera del matrimonio que se llamaron Darío y Margarita.

Entre el periodismo y el cine

Desde su niñez Cepeda Samudio fue un apasionado del cine. En 1954 su interés por el llamado séptimo arte lo condujo a filmar el cortometraje de ficción La langosta azul. Tres años después el intelectual creó el primer cine club que tuvo Barranquilla y allí ejerció el cargo de director por tres años.

En el ámbito periodístico, a comienzos de los sesenta, Cepeda llevó a cabo la dirección del Diario del Caribe. Su desempeño fue brillante y llegó a cambiar el diseño, la forma de presentar la información y a las editoriales les puso sello humorístico. En 1962 el escritor dio a conocer su novela La casa grande.

Últimos años y fallecimiento

Los últimos años de vida de este notable intelectual transcurrieron dedicados al periodismo y la escritura. Su última publicación fue Los cuentos de Juana en 1972, en ese tiempo comenzó a presentar problemas de salud.

Por recomendación médica viajó a Nueva York para tratarse la afección pulmonar que padeció. Ingresó al Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, pero falleció el 12 de octubre de 1972. Fue sepultado con reconocimiento fúnebre en el cementerio Jardines del Recuerdo de Barranquilla.

Estilo literario

El estilo literario de Álvaro Cepeda Samudio se caracterizó por ser innovador y transformador del costumbrismo de su época. El escritor narró sus historias, crónicas y reportajes a través de un lenguaje claro y preciso. La temática principal de sus publicaciones se relacionó con la cultura e historia de su país, pero desde lo vanguardista.

El estilo en las obras de Cepeda también se vio fuertemente influenciado por los escritos del escritor estadounidense William Saroyan.

Obras

– Proyecto para la biografía de una mujer sin tiempo (1947). Cuento.

– Todos estábamos a la espera (1954). Cuentos.

– La casa grande (1962). Novela.

– Los cuentos de Juana (1972). Cuentos.

Breve descripción de algunas de sus obras

Todos estábamos a la espera (1954)

Esta obra fue una de las más conocidas de Cepeda Samudio y perteneció al género literario del cuento. Estuvo conformada por ocho relatos inspirados en sus experiencias en Ciénaga y Nueva york. La publicación se llevó a cabo el 5 de agosto de 1954, recibió buenas críticas y el elogio de varios intelectuales, entre ellos Gabriel García Márquez y Hernando Téllez.

Los relatos más sobresalientes de este libro fueron:

– “Un cuento para Saroyan”.

– “Todos estábamos a la espera”.

– “Hoy decidí vestirme de payaso”.

Fragmento

“… Caminé detrás de ellos hasta que encontré un pequeño claro de arena blanca. Entonces oí que ya él había terminado. Ya su ametralladora no sonaba. Estaban de espaldas. Yo comencé a llorar. Cuando él llegó su ametralladora volvió a sonar. Yo me dije que no quería oír más. Y ni siquiera oí cuando las balas se callaron…”.

La casa grande (1962)

Fue la única novela que escribió el periodista y su desarrollo le llevó ocho años. Eso se debió a los diferentes compromisos laborales del autor. En un principio salieron algunos capítulos en medios impresos y en 1962 se publicó completamente bajo la editorial Mito.

Álvaro Cepeda contó en esta obra la conocida matanza de las bananeras que ocurrió en Ciénaga en 1928. Fue una obra de carácter histórico, pero contada desde el estilo original del escritor. El lenguaje y los recursos expresivos que empleó le valieron buena crítica.

Los cuentos de Juana (1972)

Se trató del último trabajo literario que escribió Álvaro Cepeda Samudio y su publicación fue póstuma. La obra estuvo integrada por veintidós relatos y tuvo como protagonista a una joven llamada Juana, inspirada en Joan Mansfield, una estadounidense con quien el autor sostuvo una relación en Barranquilla.

La obra fue original, eso se debió a que Juana varió física e históricamente de acuerdo con las historias que fue narrando. El autor retrató a algunos de sus seres queridos y usó como paisajes frecuentes las principales locaciones del Caribe colombiano y de Barranquilla.

Frases

– “Cuando no se tienen sueños, cuando no esperamos nada, tenemos que meternos en las salas de cine y tomar los sueños prestados de las películas”.

– “Todavía no eran la muerte: pero llevaban ya la muerte en la yema de los dedos: marchaban con la muerte pegada a las piernas: la muerte les golpeaba una nalga a cada trance: les pesaba la muerte sobre la clavícula izquierda; una muerte de metal y madera”.

– “… Todas las preguntas que no pudieron hacerse cuando la poca y miserable vida de los jornaleros les fue arrebatada a tiros en las estaciones… porque precisamente trataban de ejercer lo que ellos creían, lo que yo principalmente creía, que era su derecho a preguntar, a indagar la razón para la desigualdad y la injusticia…”.

– “El cine es el arte de nuestro tiempo, el arte moderno por excelencia. Es una forma de expresión que no tiene antecedentes. Cuando equivocadamente trata de ser literario, teatral o pictórico, es cine malo, fracasa”.

– “… Y no he podido cumplir con ninguna de las promesas que te hice. Es decir, las literarias, porque lo que es el amor eterno sigue”.

– “… La otra porción es la que ha perdido totalmente este sentimiento de sumisión: la que descubre asombrada un tanto que el maestro puede equivocarse y que no está de acuerdo con muchas de las cosas que el libro de turno dice…”.

– “Hay veces, créemelo, que esta vaina de morir asusta”.

Referencias

  1. Álvaro Cepeda Samudio. (2019). España: Wikipedia. Recuperado de: wikipedia.org.
  2. Álvaro Cepeda Samudio. (2017). Colombia: Banrepcultural. Recuperado de: enciclopedia.banrepcultural.org.
  3. Álvaro Cepeda Samudio. (S. f.). Cuba: EcuRed. Recuperado de: ecured.com.
  4. Biografía de Álvaro Cepeda Samudio. (2019). (N/a): Biografía Dee. Recuperado de: biografiadee.com.
  5. Nieto, L. (2019). Álvaro Cepeda Samudio: la reivindicación de un grande de las letras. Colombia: El Tiempo. Recuperado de: el tiempo.com.