Bivalvos: características, hábitat, reproducción, alimentación
Los bivalvos son animales con el cuerpo blando, protegido por una concha caliza formada por dos valvas. Se encuentran dentro del grupo de los moluscos. Habitan ambientes acuáticos, tanto marinos como de agua dulce.
Viven enterrados en el lecho marino o en el sustrato de los cuerpos de agua dulce donde habitan. Algunas especies están adaptadas a vivir adheridas a distintas superficies, como rocas, cascos de barcos o muelles.
Se alimentan de pequeños organismos o de partículas orgánicas en suspensión que obtienen al filtrar el agua. También pueden arrastrar hasta la boca su alimento gracias a las corrientes de agua que generan con cilios y branquias.
Las ostras, almejas, mejillones, conchas de peregrino, son algunos ejemplos conocidos de este grupo. Son un alimento muy nutritivo que el ser humano ha aprovechado desde tiempos inmemoriales. De sus conchas se extrae el nácar, empleado para la elaboración de utensilios y adornos muy delicados y costosos.
De las ostras se obtienen las perlas, secreciones de nácar que produce el animal para envolver gusanos parásitos o cuerpos extraños que penetran en su cuerpo.
En algunos casos las conchas de los bivalvos tienen valor emblemático. Por ejemplo, la concha del peregrino (Pecten spp.) es el símbolo de los peregrinos del Camino de Santiago.
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Son animales de simetría bilateral que alcanzan desde 1 mm (familia Dimyidae) hasta 1 metro de longitud. Su cuerpo, blando y sin una cabeza diferenciada, está cubierto por dos valvas calcáreas articuladas en su parte dorsal. Estas valvas pueden ser simétricas como en la almeja o asimétricas como en la ostra.
En la medida que el individuo crece, sus valvas crecen concéntricamente. Por tanto, los llamados umbones o ápice del cono achatado se corresponde con el primer anillo de crecimiento del bivalvo.
Las valvas están articuladas mediante un ligamento, conformando el dorso del bivalvo. El cuerpo blando del animal está contenido en un integumento o capa llamada manto que tapiza el interior de las valvas.
El manto tiene tres pliegues. El interno contiene los músculos radiales. El del medio lleva tentáculos y órganos sensoriales. El externo segrega los componentes de las valvas.
Las vísceras están adheridas al manto en la parte dorsal. Se diferencian en boca (simple abertura) con palpos labiales, corazón, estómago, intestino y ano. Hay un amplio espacio donde se encuentran las branquias (órganos respiratorios). A esta cavidad acceden las corrientes de agua que llevan el alimento.
Los bivalvos poseen un órgano musculoso denominado pie que emerge de la masa visceral con función de desplazamiento. En algunas especies tiene forma de hacha y está especializado en cavar en sustratos blandos como la arena.
Algunos linajes han perdido esta estructura o se ha transformado para desplazarse reptando en superficies duras.
Hay especies adaptadas a vivir adheridas a sustratos. Para esto emplean un órgano formado por filamentos orgánicos denominado biso. Estos filamentos están formados por una sustancia proteica que segrega la glándula bisal. Esta sustancia se solidifica al contacto con el agua y forma los filamentos.
En algunas especies esta glándula segrega carbonato de calcio, que genera la cementación de una de las valvas al sustrato.
Los bivalvos sirven de alimento a muchos animales, además del ser humano. Entre los depredadores más comunes están las aves, los tiburones, los peces telosteos, fócidos, espongiarios, gastrópodos carnívoros y asteroidos.
Estos últimos son sus mayores depredadores. Para protegerse al menos de los depredadores pequeños, los bivalvos han evolucionado engrosando sus valvas y logrando un cierre hermético de las mismas difícil de abrir.
Cuando ocurre la “marea roja”, en los que proliferan dinoflagelados tóxicos, muchos mejillones los consumen y acumulan la toxina. Al ser a su vez consumidos por los seres humanos, constituyen un grave caso de salud pública.
Los bivalvos viven en su mayoría en ambientes marinos bien oxigenados, desde la zona intermareal (zona costera) hasta la abisal (grandes profundidades marinas). En menor proporción hay especies que viven en aguas salobres o dulces. Habitan desde la zona ecuatorial hasta las zonas polares.
En general son bentónicos (sujetos al sustrato). Se entierran en el cieno o la arena del fondo del agua o se adhieren a rocas, objetos sumergidos o flotantes, o incluso a otros animales, como las ballenas y cachalotes.
Se adhieren bien sea generando una sustancia cementante o mediante un dispositivo orgánico a base de fibrillas (biso). Unas pocas especies se desplazan nadando por la masa de agua cortas distancias.
Algunos bivalvos, de los géneros Teredo y Xylophaga, perforan la madera de muelles y de embarcaciones, problema que se conoce desde tiempos de Aristóteles.
Los bivalvos son también mencionados en la literatura como lamelibránquios (por sus branquias laminares) o como pelecípodos (por la forma de su pie).
Incluyen entre 15.000 y 20.000 especies. Constituyen la clase Bivalvia del filo Mollusca y normalmente son divididos en cuatro subclases: Protobranchia, Heterodonta, Palaeoheterodonta y Pteriomorfa.
Incluye especies marinas de muy pequeño tamaño. Está conformada por tres órdenes con especies existentes: Nuculanoida, Nuculida y Solemyoida; y un orden con especies extintas: Praecardioida.
Agrupa especies marinas conocidas comúnmente como almejas (orden Myoida) y los berberechos (orden Veneroida). La integran seis órdenes, de los cuales solo dos no incluyen especies extintas.
Agrupa especies de agua dulce. De los dos órdenes que la integran, solo Unionoida forma familias con especies existentes, el resto están extintas.
En la familia Margaritiferidae se encuentra Margaritifera margaritifera, la llamada “ostra perlífera de agua dulce”. Los individuos de esta especie pueden vivir más de un siglo. Actualmente se encuentra en la lista de animales en peligro de extinción de la UICN.
Es el grupo más diverso, con seis órdenes con especies existentes y dos órdenes extintos. Son bivalvos marinos. Al orden Ostreoida pertenecen las verdaderas ostras. En el orden Mytiloida se ubican los mejillones (familia Mytilidae).
La mayoría de los bivalvos tienen un sistema reproductor simple. En general tienen sexos separados. Descargan los gametos en la cavidad del manto y de ahí salen al exterior por la corriente exhalante. En el medio acuático externo ocurre la fecundación y desarrollo embrional y larval.
Sin embargo, existen diversas especializaciones. Algunas especies son hermafroditas, otras incuban al embrión y la larva en la cavidad del manto.
En algunos casos ocurre la alternancia anual del sexo, es decir un animal que en una etapa es masculino y en otra pasa a ser femenino. Esto ocurre por ejemplo, en Ostrea edulis.
Una vez formado el embrión, puede darse un desarrollo directo del bivalvo dentro del huevo. Otra vía de desarrollo pasa por uno o dos estados larvales. Los dos estados larvales posibles se denominan trocóforo y veliger. A estas siguen el estadio juvenil y finalmente adulto.
En algunos bivalvos los embriones se desarrollan dentro de unas bolsas o marsupios que se encuentran en la cavidad del manto. En otros, los huevos permanecen en incubación y al eclosionar dan origen a una pequeña larva conocida como gloquideo.
En especies de agua dulce, como por ejemplo Lampsilis cardium, se dan ciclos de vida parásitos. Su larva gloquideo se adhieren a las branquias de la “perca americana” (Micropterus salmoides) para completar allí su desarrollo.
Una estrategia notable para obtener hospederos para sus larvas es la de las especies del género Epioblasma. Estas atrapan a pequeños peces entre sus valvas y liberan las gloquidias directamente hacia ellos antes de liberarlos.
Se alimentan principalmente de animales microscópicos que están en suspensión en el agua. Entre estos tenemos diatomeas, dinoflagelados, otras algas, protozoos y bacterias. Pocas especies son consumidoras de restos orgánicos y aún menos son carnívoras.
El proceso de alimentación consiste en promover una corriente inhalante de agua que penetra a la cavidad del manto arrastrando el alimento (también provee el oxígeno).
Otra corriente exhalante expulsa los desechos. La corriente inhalante entra por la cavidad ventral anterior, mientras que la exhalante sale por la cavidad ventral posterior.
Los bivalvos han representado un alimento muy nutritivo para el ser humano desde tiempos prehistóricos. Poseen un alto contenido proteico, además de fósforo y otros elementos fundamentales.
Entre las especies de más valor comercial están las ostras (Ostrea), los mejillones o choros (varias especies de la familia Mytilidae), las almejas (nombre común para muchas especies que viven enterradas en la arena) y las vieiras (una variedad de especies de la familia Pectinidae).
Las aglomeraciones de conchas generadas por su consumo en épocas pasadas son sitios de gran valor. Dichas aglomeraciones de conchas, originadas naturalmente o por la acción de consumo humano, son materia prima para la elaboración de fertilizantes, alimentos y cal. Para esto se pulverizan las conchas que son ricas en calcio.
La industria de las perlas representa una fuente importante de riqueza. Las perlas se obtienen de las ostras, bien sea por recolección en ostrarios naturales o en cultivo.
Está formada por una excrecencia de nácar o madreperla emitida por el bivalvo para asilar una partícula intrusa. El nácar está compuesto por carbonato de calcio cristalizado y la proteína conquiolina
El nácar también tapiza el interior de algunas valvas. Este producto es extraído de las conchas de los bivalvos y empleado en la elaboración de botones, adornos y otros artefactos.
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