Cultura general

Fuentes de consulta: para que sirven, tipos y ejemplos


Las fuentes de consulta son recursos que suministran información o conocimiento sobre un tema determinado. Esta información puede ser requerida por una persona o una institución y se puede conseguir directamente (como ocurre, por ejemplo, a través de Internet) o con la ayuda de un profesional experto en el área que se desea investigar.

Así mismo, las fuentes de consulta son objeto de estudio en varias disciplinas tales como la biblioteconomía y la metodología de la investigación. En ambos casos, las fuentes constituyen el vehículo para acceder a la información necesaria y al conocimiento general.

Por estos motivos, las fuentes de consulta son determinantes para documentar una investigación de forma fiable. Sin embargo, durante el proceso de consulta es preciso realizar varias búsquedas y saber seleccionar -dependiendo del tema a documentar- cual fuente es de mayor utilidad.

Índice del artículo

Origen y evolución de las fuentes de consulta

Las fuentes de consulta surgieron a partir de la necesidad del hombre por registrar ideologías, conceptos y sucesos.

Entre estos primeros intentos, la biblioteca de Alejandría es quizás el ejemplo más popular de la antigüedad. Fue construida por Ptolomeo I Sóter (362-283 a. C.) y estaba dividida en dos estancias, la primera (principal) contenía aproximadamente 490.000 obras, mientras que la segunda (filial) estaba constituida por 42.800 manuscritos.

En la evolución del conocimiento humano, fue decisiva la invención de la imprenta por parte de Johannes Gutenberg en 1452. De esta forma, al publicarse una gran variedad de trabajos de forma impresa, las actividades y conocimientos de la humanidad cambiaron significativamente.

La gran mayoría de estos documentos y trabajos -producto de las investigaciones realizadas por especialistas en diferentes áreas del conocimiento- se guardaron en las bibliotecas de las ciudades y los recintos universitarios, donde eran consultados por los estudiantes o los interesados en los distintos temas.

En la actualidad

Hoy en día, gracias a la llegada y proliferación de los recursos tecnológicos, se cuenta con bibliotecas digitales, lo que ha cambiado de forma considerable la manera de realizar las consultas. Debido a esto, las publicaciones y fuentes electrónicas se han convertido en un ejercicio primordial para el proceso de investigación.

¿Para qué sirven las fuentes de consulta?

Las fuentes de consulta pueden ser utilizadas por investigadores, profesionales de la información y por el público en general. Así mismo, sirven para satisfacer todo tipo de demanda académica o pedagógica y son indispensables como herramientas de trabajo y en los procesos educativos.

No obstante, son especialmente útiles para el investigador, ya que le permiten conocer las bases teóricas de su trabajo, así como también los antecedentes o hechos sucedidos en el pasado y los que continúan vigentes en el presente. Toda esta información le ayuda a elaborar la hipótesis de su investigación y a explicar los hallazgos.

Cabe destacar que, para que una investigación resulte exitosa, se deben tener en cuenta algunos aspectos respecto a las fuentes de consulta tales como: dónde consultarlas, si son accesibles, ventajas, desventajas y si se está capacitado para manejarlas.

Tipos de fuentes de consulta y ejemplos

Existen muchos tipos de fuentes de consulta, por lo que se han clasificado de distintas maneras. A continuación se presentan algunas de ellas:

Clasificación según la originalidad de la información

Dependiendo de su originalidad, las fuentes se han dividido en primarias, secundarias y terciarias.

Fuentes de consulta primarias

Son las que contienen información única u original, es decir, se trata de una información que no ha sido interpretada, condensada o evaluada. Generalmente, son creadas por una persona, grupo o institución que está relacionada directamente con el tema.

Estas fuentes son utilizadas principalmente en los procesos de investigación, sin embargo, una de las desventajas es que pueden ser afectadas por valoraciones subjetivas y críticas por parte de quien las consulta.

Por ejemplo: diarios, cartas, autobiografías, objetos de arte, artículos de investigación escritos por quienes la realizaron, actas de congresos, tesis doctorales, entrevistas, artículos de prensa escritos por un periodista que presenció el evento, etc.

Fuentes de consulta secundarias

Las fuentes secundarias están constituidas por recopilaciones o resúmenes realizados a partir de la información suministrada por fuentes primarias u originales. Es decir, surgen cuando la fuente primaria sufre un proceso de modificación, selección o reorganización con un fin específico.

Estas fuentes inicialmente facilitan el acceso a las fuentes primarias. De igual forma, al interpretar y reorganizar los conceptos, son muy utilizadas por los investigadores para corroborar una información.

Por ejemplo: biografías, historias, monografías, revisión de artículos, libros de texto y cualquier índice o bibliografía que se use para localizar fuentes primarias.

Fuentes de consulta terciarias

Estas fuentes son producto de una recopilación de datos primarios y fuentes secundarias. No son muy trabajadas y tienen el riesgo de estar desactualizadas. Por ejemplo: algunos libros y almanaques, manuales y guías de bases de datos o de referencia.

– Clasificación según su utilización en investigación

En este tipo de clasificación, las fuentes más importantes son:

Artículos, publicados en línea y en forma impresa

Estos artículos son publicados de forma periódica por los investigadores y académicos; en ellos se documentan los resultados y hallazgos de sus investigaciones. Los artículos cubren temas importantes y tienen la característica de no ser extensos (es decir, se desarrollan en pocas páginas).

Dichos artículos, en su mayoría, son evaluados previamente por un grupo de expertos en el área del tema a publicar. Esta evaluación previa le confiere confiabilidad al trabajo.

Artículos periodísticos y editoriales

Los artículos periodísticos son escritos por un trabajador de la prensa (el cual debe ser especialista en el área) y se basan en entrevistas directas e investigaciones.

Por otra parte, las editoriales son fuentes de consulta que aportan opiniones subjetivas de un periódico o revista, sobre un tema específico de actualidad y relevancia.

Libros, publicados en línea y en forma impresa

Los libros que sirven como fuente de consulta suelen ser escritos por especialistas en un tema determinado. En estos ejemplares, la información no es tan reciente como la publicada en un artículo, pero generalmente es mucho más amplia.

Sitios web

Estas fuentes de consulta son realizadas y estructuradas por agencias gubernamentales, organizaciones y empresas. Son muy variadas y comprenden libros, artículos, datos breves, etc.

De igual forma, las bibliotecas, archivos y museos digitalizan información de interés como documentos, imágenes, audios, videos y las colocan en sus sitios web.

– Clasificación según su naturaleza física

Según su naturaleza física, las fuentes de consulta se han dividido en dos categorías: documentales y no documentales.

Fuentes documentales

Estas son las fuentes de consultas registrada en papel u otro material que se puede manejar físicamente, transportar y preservar a través del tiempo. Estos incluyen manuscritos, materiales grabados, libros impresos, publicaciones periódicas, fotografías, registros en discos compactos o en memorias USB (Bus Universal en Serie), etc.

Fuentes no documentales

Las fuentes de consulta no documentales son muy importantes en el proceso de comunicación y de obtención de información. Este grupo está constituido por las universidades, los departamentos gubernamentales, las instituciones tecnológicas, centros de datos y de referencia, seminarios y conferencias.

Referencias

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