Anatomía y fisiología

Placas de Peyer: características, funciones, histología


Las placas de Peyer son regiones anatómicas ubicadas bajo la mucosa del tracto gastrointestinal, específicamente en la lámina propia del intestino delgado. Son sitios de agregación de gran cantidad de linfocitos y de otras células accesorias, por lo que representan parte del sistema inmunitario de las mucosas.

Al igual que las amígdalas en la faringe y que los folículos linfoides en la submucosa del apéndice, las placas de Peyer se asemejan a los ganglios linfáticos respecto a su estructura y su función, con la diferencia de que las primeras no están encapsuladas como los ganglios.

Es importante recordar que la respuesta inmune (el sistema de defensa del cuerpo contra agentes “invasores” externos) está mediada por varios tipos de células, siendo los linfocitos de las más importantes, pues, gracias a su capacidad de reconocimiento de antígenos, se encargan de desencadenar las respuestas inmunitarias específicas.

Las placas de Peyer fueron descritas en 1645 como “folículos linfoides” por el italiano Marco Aurelio Severino, pero no fue sino hasta 1677 que se acuñó el término de “placas de Peyer” en honor al patólogo suizo Johann Conrad Peyer, quien realizó una descripción detallada de las mismas.

Su función, sin embargo, fue determinada muchos años después cuando, en 1922, Kenzaburo Kumagai notó la capacidad de “absorción” de células patogénicas y foráneas desde el epitelio hasta el “domo” epitelial de las placas de Peyer.

Índice del artículo

Características

Las placas de Peyer pertenecen a lo que se conoce como el “tejido linfoide asociado con el intestino” o GALT (del inglés Gut-Associated Lymphoid Tissue”), que está compuesto por folículos linfoides distribuidos a lo largo del tubo gastrointestinal.

Este tejido linfoide asociado con el intestino representa uno de los órganos linfoides más grandes del cuerpo, puesto que contiene casi el 70% de las células inmunes o “inmunocitos”.

Un folículo linfoide es un agregado o conjunto de células linfoides que no tiene una estructura definida ni una organización particular.

Por lo general, en el tejido linfático asociado al intestino, estos folículos están aislados unos de otros, pero los folículos presentes en el íleon (la última porción del intestino delgado) se agrupan para formar las placas de Peyer.

En el intestino delgado humano, las placas de Peyer tienen una forma “ovalada” y están distribuidas irregularmente. Cornes, en 1965, determinó que el número de placas durante el desarrollo humano tiene un pico entre los 15 y los 25 años y disminuye posteriormente con la edad.

Otros investigadores han asegurado que el área ocupada por las placas de Peyer en el íleon tiene un punto máximo durante la tercera década de vida y que la mayor proporción de estas se concentra en los últimos 25 cm del íleon.

Como muchos otros tejidos del cuerpo humano, la organogénesis de las placas de Peyer depende, en gran medida, de la participación de citoquinas específicas que median la diferenciación y el arreglo de estas regiones anatómicas.

Funciones

La función principal de las placas de Peyer como parte del sistema inmunitario de las mucosas intestinales es la de proteger a la “caparazón” de los intestinos de la invasión por microorganismos potencialmente patogénicos.

Algunas de las células de los folículos linfoides presentes en esta “región” del intestino se encargan de discriminar entre los microorganismos patogénicos y los “comensalistas” (que pertenecen a la microflora nativa), ya que dichos folículos interactúan directamente con el epitelio intestinal.

En la inducción de la tolerancia inmune “oral”

Las placas de Peyer participan en la “absorción” de células foráneas o patogénicas, sin embargo, se ha demostrado que las células pertenecientes a dicha región también son capaces de distinguir entre ciertos antígenos y entre las bacterias no patogénicas asociadas con el tracto intestinal.

A este proceso de reconocimiento de lo no patogénico se le conoce como “tolerancia oral” y se trata de un proceso activo que conlleva a la formación de linfocitos T específicos que son capaces de evitar el desencadenamiento de una respuesta inmunológica innecesaria.

La tolerancia oral se define también como la eliminación antígeno-específica de las respuestas inmunes humorales y celulares hacia antígenos que llegan al cuerpo por la vía oral, siendo especialmente útil para la protección de la mucosa intestinal frente a las respuestas inmunes inflamatorias desfavorables.

Histología

Las placas de Peyer forman parte de la lámina propia del intestino delgado. La lámina propia está compuesta por el tejido conectivo laxo que, al mismo tiempo, forma parte de lo que se denomina el “núcleo” de las vellosidades intestinales.

En la lámina propia se encuentran diversos tipos de células plasmáticas, linfocitos, leucocitos, fibroblastos, células cebadas y otros, y las placas de Peyer son la porción de la lámina propia donde se encuentran conjuntos permanentes de nódulos o folículos linfoides.

– Estructura

Las placas de Peyer se distinguen arquitectónicamente en tres dominios principales conocidos como:

1- El área folicular

2- El área interfolicular y

3- El epitelio asociado a los folículos linfoides.

Área folicular e interfolicular

Esta región está comprendida por los nódulos o folículos linfoides de característicos de las placas de Peyer que se componen de células B (linfocitos B) rodeadas de una porción menos compacta (laxa) de células T (linfocitos T) y muchas células dendríticas foliculares o “células presentadoras de antígeno” (APC, del inglés Antigen Presenting Cells).

La porción donde se encuentran los linfocitos o las células B replicativas, las células dendríticas y otro tipo de células, los macrófagos, se denomina “centro germinal”. Cada folículo linfoide, a su vez, está rodeado por lo que se conoce como “corona” o “domo subepitelial”.

El domo subepitelial también posee una mezcla células linfoides (linfocitos B y T), células dendríticas foliculares y macrófagos, y esto es lo que representa el área interfolicular.

Se ha demostrado que, en los folículos linfoides de ratones adultos, la proporción de células B en la región interna de dichas estructuras es de más o menos el 50 o el 70% , mientras que las células T representan solo del 10 al 30%.

Algunas investigaciones sugieren, además, la presencia de otro tipo especializado de células conocido como eosinófilos, cuya proporción aumenta después de la exposición a alérgenos orales.

Epitelio asociado a los folículos linfoides

El íleon está recubierto por un epitelio simple (una sola capa de células) dispuesto cilíndricamente. Sin embargo, en las regiones adyacentes a los folículos linfoides de las placas de Peyer se encuentra gran cantidad de células escamosas conocidas como células M, células de micropliegues o células de membrana especializadas.

Aparentemente, la función principal de las células M adyacentes a estos folículos es la de capturar antígenos y dirigirlos o transferirlos hacia unos macrófagos que también están asociados con las placas de Peyer.

Las células M no poseen microvellosidades y están activamente realizando pinocitosis para conseguir el transporte desde la luz del intestino delgado hacia los tejidos subepiteliales.

El sistema inmune asociado a las mucosas está conectado con el resto del sistema inmune corporal gracias a la capacidad de activación y migración de los linfocitos T de las placas de Peyer, que pueden alcanzar la circulación sistémica para ejercer sus funciones inmunitarias.

Otras características distintivas

Distinto al caso del epitelio de la mucosa de las vellosidades intestinales, el epitelio asociado a los folículos linfoides tiene una escasa producción de moco, además, las enzimas digestivas se expresan pobremente y los patrones de glicosilación de los elementos asociados con el glicocálix son diferentes.

– Vasculatura de las placas de Peyer

A diferencia de otros tejidos linfoides, como los ganglios linfáticos, las placas de Peyer no poseen vasos linfáticos aferentes que transporten linfa hacia su “interior”. No obstante, sí poseen drenaje eferente o vasos linfáticos eferentes, capaces de transportar linfa fuera de los folículos linfoides.

Las células dentro de las placas están irrigadas por arteriolas o vasos sanguíneos pequeños capaces de formar un lecho capilar drenado por vénulas de endotelio alto.

Enfermedades relacionadas

Dada la importante función que cumplen las placas de Peyer en el cuerpo humano, existe gran cantidad de patologías asociadas, entre las que se puede hacer mención a las siguientes:

Enfermedad de Crohn

Es una patología inflamatoria que se caracteriza por la inflamación recurrente del tracto digestivo. La implicación de las placas de Peyer en esta enfermedad se debe a que las lesiones típicas de esta suponen el desencadenamiento de respuestas inmunes adaptativas o innatas a la flora bacteriana.

Además, parece que la enfermedad de Crohn afecta especialmente la porción distal del íleon, justo donde se encuentra una copiosa cantidad de placas de Peyer.

Enfermedad de Injerto contra hospedador o “Graft versus Host Disease” (GvHD)

Esta condición es evidente como una “batalla” entre injertos o trasplantes de un paciente a otro genéticamente no compatible.

Se piensa que la interacción entre la flora bacteriana y la respuesta inmune epitelial contribuye a la elicitación de las señales inflamatorias que contribuyen a la estimulación de las células T derivadas del donante, mediada por las células presentadoras de antígeno del hospedador.

La participación de las placas de Peyer en este proceso fue reconocida por Murai y colaboradores, quienes demostraron que estas estructuras son el lugar anatómico donde ocurre la infiltración de las células T del donante y donde se forman las células T citotóxicas “anti hospedador”.

Referencias

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