Bienestar socioafectivo: características, adolescentes y recursos
El bienestar socioafectivo es un conjunto de elementos que determinan la calidad de la vida emocional y de las relaciones de una persona. Se trata de uno de los aspectos más importantes de la existencia de un individuo, y comprende componenetes como la autoestima, los sentimientos, y el cumplimiento de las necesidades emocionales.
El bienestar socioafectivo es importante en todas las épocas de la vida; pero existen algunos momentos en los que el riesgo de que este elemento disminuya es mayor. Por ejemplo, los niños y adolescentes son especialmente vulnerables a tener un nivel de bienestar social y emocional bajo. Algo similar ocurre con las personas de tercera edad.
Son muchos los factores que influyen en el establecimiento de un nivel de bienestar socioafectivo adecuado. Algunos de ellos son totalmente externos, como el estilo de enseñanza que tengan los padres de un niño o el hecho de que su entorno social sea saludable o no.
Otros factores, por el contrario, tienen que ver más con factores intrínsecos a la persona. Entre estos se encuentran su nivel de flexibilidad cognitiva, sus habilidades de gestión emocional, sus creencias, su personalidad o sus estilos de afrontamiento habituales.
Índice del artículo
- 1 Características
- 2 Los adolescentes y su bienestar socioafectivo
- 3 Recursos para la construcción del bienestar socioafectivo
- 4 Referencias
Conseguir un nivel adecuado de bienestar socioafectivo implica desarrollar una relación positiva tanto con uno mismo como con las personas que nos rodean. Esto nos ayuda a que nuestras necesidades psicológicas básicas estén cubiertas, ya que la autoestima y la creación de buenas relaciones son necesarias para llevar una vida satisfactoria.
A continuación veremos brevemente cuáles son las características más importantes del bienestar socioemocional.
Uno de los aspectos más importantes a la hora de comprender el bienestar socioafectivo y las maneras en las que se puede modificar es entender que este tiene tanto una parte que depende enteramente de uno mismo, como otra que varía en función del entorno. Ambas son fundamentales para conseguir niveles lo más altos posibles de este rasgo.
Así, por una parte las personas tenemos un gran control sobre nuestras propias emociones, acciones y pensamientos, por lo que podemos variar en gran medida algunos de los componentes del bienestar socioafectivo. Sin embargo, otros dependen casi por completo de la manera de actuar del resto y del entorno en el que vivimos.
Uno de los problemas más comunes a la hora de mejorar el bienestar socioafectivo de una persona es descubrir exactamente cómo influye cada aspecto de su vida en el mismo. Esto ocurre debido a que la forma en la que los elementos que lo componen afectan de forma distinta a cada individuo.
Por ejemplo, una persona puede sentirse muy sola si lleva varios días sin hablar con nadie. Esto afectaría a su autoestima y empeoraría sus emociones. Sin embargo, para otro individuo esta podría ser una gran oportunidad para conocerse a sí misma y descansar, por lo que su bienestar emocional aumentaría en la misma situación.
Las investigaciones relacionadas con el bienestar socioafectivo han demostrado que las necesidades de las personas van modificándose a lo largo de las etapas vitales por las que pasa. A pesar de que los principios del mismo siempre son los mismo, lo que nos hace sentir bien a nivel de relaciones con otros y con nosotros mismos depende en gran medida de la edad.
Por ejemplo, durante los primeros años de la niñez uno de los aspectos más importantes de este fenómeno es la necesidad de afecto incondicional. Este va perdiendo fuerza a lo largo de los años, y en la edad adulta es sustituido casi por completo por la necesidad de respeto y admiración por parte de otros.
Otro ejemplo es el que se da con la necesidad de encajar y ser similar a otras personas. Los adolescentes sienten este deseo de manera especialmente fuerte, mientras que la mayoría de adultos lo sustituyen por la necesidad de ser independiente y crearse a uno mismo.
La adolescencia es una de las etapas más complicadas a nivel emocional en la vida de la mayoría de personas. Al llegar a este momento, las rutinas, creencias y formas de actuar de la infancia ya no sirven, y las necesidades cambian repentinamente de forma radical. Por eso, es especialmente necesario trabajar con los adolescentes sobre este campo de sus vidas.
Se pueden nombrar muchas necesidades distintas relacionadas con el bienestar social y emocional en la adolescencia. Sin embargo, las más importantes son las siguientes:
– Comprensión. Durante estos años, las personas comienzan a descubrir quiénes son realmente y qué rasgos les diferencian del resto. Para que la transición se produzca de la manera más sencilla posible, necesitan sentir que los demás les entienden.
– Pertenencia a un grupo. Una de las necesidades más importantes de los adolescentes es la de encontrar a un grupo de personas con las que se sientan identificadas y que les acepten tal y como son. Compartir sus experiencias personales con otros individuos similares es fundamental para su bienestar.
– Aceptación. Uno de los miedos más comunes durante la adolescencia es el de ser rechazado por ser uno mismo. La aceptación es extremadamente importante para conseguir un buen estado emocional durante esta etapa.
– Expresión sexual. Durante la adolescencia, se despierta por primera vez el deseo sexual hacia otras personas. Este cambio suele ser complicado de entender para la mayoría de las personas, ya que los sentimientos que provoca son muy intensos y diferentes y suelen acarrear culpa en muchos jóvenes.
A nivel interno, son muchos los factores que influyen en la construcción de un nivel adecuado de bienestar socioafectivo. Algunas de las formas más efectivas de conseguirlo son cambiar las propias creencias sobre lo que es adecuado y lo que no, llevar un estilo de vida saludable, y cuidar de uno mismo a nivel físico, mental y emocional.
Por otro lado, uno de los cambios más útiles que podemos llevar a cabo para tener un buen nivel de bienestar socioafectivo es abandonar nuestras propias expectativas sobre la manera en la que deberíamos sentirnos y comportarnos.
Estas expectativas a menudo sirven solamente para provocarnos sufrimiento, cuando no podemos alcanzar los estándares que nos hemos impuesto nosotros mismos.
Por supuesto, nuestro bienestar socioemocional también depende en cierta medida de nuestro entorno y nuestra relación con el mismo. Factores como los grupos de personas con los que convivamos, el estado de la sociedad en la que nos hallamos inmersos o nuestros recursos económicos tendrán un impacto muy importante sobre la forma en que nos sentimos.
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