Hegemonia conservadora: concepto, causas, características, consecuencias
¿Qué fue la hegemonía conservadora?
La hegemonía conservadora fue un periodo de la historia de Colombia en el que el Partido Conservador se mantuvo en el poder ininterrumpidamente durante 44 años. Esta etapa comenzó en 1886 y terminó en 1930, cuando los liberales recuperaron el poder.
Los enfrentamientos entre facciones políticas habían sido constantes en la historia colombiana desde su independencia. En 1863, los liberales radicales promulgaron la Constitución de Rionegro, con la que instauraron una república federal. A pesar de algunos logros en el ámbito de las libertades, a finales de los 70 del siglo XIX el país estaba atravesando una importante crisis.
Rafael Núñez, liberal en sus inicios, impulsó un movimiento que denominó Regeneración. Su intención era derogar las reformas decretadas por el Partido Liberal y recuperar el centralismo administrativo. Cuando alcanzó la presidencia, apoyado por los conservadores, Núñez promulgó una nueva constitución, circunstancia que dio inicio a la hegemonía conservadora.
Durante las cuatro décadas de gobiernos conservadores, Colombia atravesó momentos complicados como la Guerra de los Mil Días o la separación de Panamá. En lo positivo, ya en el siglo XX el país experimentó una gran mejora económica, lo que sirvió para mejorar sus infraestructuras.
Antecedentes
Colombia, con sus diversos nombres, nunca había conseguido estabilidad política desde su proclamación como país independiente. Esta inestabilidad había venido provocada, entre otros aspectos, por el enfrentamiento entre los federalistas (normalmente liberales) y los centralistas (mayoritariamente conservadores).
Una de los frecuentes enfrentamientos civiles terminó llevando a la presidencia a Tomás Cipriano Mosquera. Partidario del federalismo, renombró al país como los Estados Unidos de Colombia.
Olimpo Radical
Cuando la guerra civil terminó, en 1863, los liberales radicales promulgaron la Constitución de Rionegro, lo que marcó el comienzo del periodo llamado Olimpo Radical.
Esta etapa duró hasta 1886 y se caracterizó por el intento de los liberales de transformar el país. Además de la implantación del federalismo, los dirigentes impulsaron el liberalismo económico y medidas que buscaban modernizar Colombia y dejar atrás las estructuras coloniales.
La Regeneración
El modelo político y económico impuesto por el Olimpo Radical comenzó a desmoronarse en la década de 1870. Colombia pasaba por una importante crisis económica, debida a la debilidad del sector privado, al descenso de las exportaciones (excepto en el caso del café) y la falta de industria.
En ese contexto, una facción de los liberales dieron su apoyo a Rafael Núñez para las elecciones presidenciales de 1876. Aunque perdió frente a Aquileo Parra, Núñez se asentó como líder de los liberales independientes y empezó a exigir reformas estructurales basadas en lo que denominó Regeneración.
Entre los cambios que Núñez reclamaba se encontraba el fin del federalismo y que el gobierno central interviniera en la economía. Para él, el estado debía impulsar la industria, construir más infraestructuras y favorecer las inversiones extranjeras.
En 1878, Núñez fue elegido miembro del Senado, ya como candidato del Partido Conservador. Igualmente, ocupó la presidencia del Congreso hasta 1880. Ese mismo año, Núñez se impuso en las nuevas elecciones a la presidencia de la República.
Constitución de 1886
Rafael Núñez ganó de nuevo las elecciones de 1884, aunque una enfermedad retrasó su incorporación al cargo. Al año siguiente, un enfrentamiento interno en el Estado de Santander fue utilizado por los liberales radicales para comenzar un levantamiento que se extendió por todo el país y dio lugar a una guerra civil.
Los liberales radicales tenían como último propósito derrocar a Núñez. Su intento no tuvo éxito y los conservadores fueron los vencedores de la contienda. Después de esto, el propio Núñez anunció que la Constitución de Rionegro dejaba de tener validez.
El 10 de septiembre de 1885, el presidente colombiano convocó una Asamblea Constituyente. El resultado fue una nueva Carta Magna, aprobada en 1886, que acababa con el centralismo y los principios liberales de la anterior.
Causas
El primer presidente de la hegemonía conservadora fue José María Serrano, quien asumió el cargo en 1886. No obstante, el hombre fuerte del país era Rafael Núñez.
Problemas económicos
El gobierno liberal había intentado mejorar la economía mediante un sistema basado en el liberalismo. Sin embargo, los resultados no fueron los esperados, sobre todo a partir de 1870.
La falta de un sector privado fuerte y la menor participación estatal en la economía provocaron el empobrecimiento del país. El mercado interior, ya de por sí débil, disminuyó aún más.
Oposición al federalismo
El enfrentamiento entre federalistas y centralistas fue constante desde la misma declaración de independencia. La Constitución de Rionegro organizó el país como un estado federal, con amplios poderes para las provincias.
Durante el tiempo en los que el país se denominó Estados Unidos de Colombia la inestabilidad fue constante. Además, el sistema electoral, con votaciones en fechas diferentes según el estado, provocó problemas a la hora de conformar los órganos de gobierno.
Núñez afirmaba que ese federalismo estaba arruinando el país y convirtió su eliminación en una de las bases de la Regeneración.
Relaciones con la Iglesia
La Iglesia Católica en Colombia tenia un poder heredado de la época colonial. Los liberales, especialmente su facción radical, intentaron reducir su influencia política y social. Para ello decretaron la separación efectiva entre el Estado y la Iglesia, además de impulsar la educación laica.
Los conservadores, por su parte, mantenían lazos históricos con la institución eclesiástica y estaban en contra de que esta perdiera su poder. Para Núñez, por ejemplo, posicionarse en contra de la Iglesia suponía no respetar a la gran mayoría del pueblo, profundamente católico.
Características de la hegemonía conservadora
La Constitución de 1886 reflejó todas las características de la hegemonía conservadora. Esta Carta Magna, basada en la Regeneración, volvió a organizar el país como un estado centralista, con un Presidente que acumulaba el poder legislativo y el control del orden público.
Vuelta a las tradiciones coloniales
La base social que apoyaba a la hegemonía conservadora estaba compuesta, principalmente, por las clases más altas: terratenientes, clero, militares y oligarcas. Todos ellos coincidían en el deseo de mantener las estructuras heredadas de la época colonial, tanto en la política como en la economía.
Esto conllevó, por ejemplo, en que la estructura de propiedad de la tierra se mantuviera inalterada, así como el rechazo a la abolición de la esclavitud.
Cercanía con la Iglesia
La alianza entre los conservadores y la Iglesia llevó a que el gobierno negociara un concordato con Vaticano que daba enormes poderes al clero.
Durante la hegemonía conservadora, el catolicismo se convirtió en la religión oficial de Colombia. La Iglesia logró la cesión de la administración del sistema educativo, lo que significaba que era responsable de que la educación fuera acorde a la mora religiosa.
Economía
El Partido Conservador trató de limitar la política de libre mercado que habían impuesto los liberales. Sin embargo, los primeros años de ese periodo no fueron buenos para la economía colombiana, sobre todo por acontecimientos como la Guerra de los Mil Días o la separación de Panamá.
En 1904, la situación comenzó a mejorar. El presidente Rafael Reyes concedió ayudas a comerciantes y agricultores, lo que favoreció el consumo y las exportaciones. Pocos años después, Estados Unidos pagó una gran indemnización por haberse apropiado del canal de Panamá, dinero que fue utilizado para construir infraestructuras.
Por otra parte, Colombia también se vio favorecida por el auge en la exportación de café, que se convirtió en la principal fuente de divisas del país.
La contratación de la Misión Kemmerer sirvió para modernizar las estructuras económicas colombianas. Igualmente, el país comenzó a industrializarse. A pesar de todo lo anterior, a finales de los años 20 del siglo XX una nueva crisis azotó la nación.
Represión política y sindical
Los conservadores también derogaron parte de las leyes promulgadas por los liberales en el ámbito de las libertades individuales. Así, la censura volvió a ser común en el país, muchos periodistas fueron encarcelados y bastantes periódicos cerrados.
Igualmente, la hegemonía conservadora se aseguró de que los liberales no pudieran acceder a puestos re relevancia. A esto hay que unir que muchos opositores fueron enviados a prisión o al destierro.
La industrialización del país, ya en el siglo XX, provocó la aparición de organizaciones sindicales que trataban de mejorar los derechos de los obreros. El enfrentamiento entre los gobiernos conservadores, defensores de las empresas, y los movimientos de trabajadores fue una constante durante años.
La represión desatada tuvo su punto álgido en la llamada matanza de las bananeras. Miles de trabajadores de United Fruit Company fueron asesinados en el transcurso de una huelga convocada para solicitar mejoras laborales.
Consecuencias
La hegemonía conservadora tuvo consecuencias importantes para Colombia. Algunas de ellas, como la formación de instituciones públicas estables, positivas. Otras, como la censura o la represión sindical, negativas.
Expansión del cultivo de café
Los gobiernos conservadores modernizaron la industria cafetera hasta convertir a este producto en la base de sus exportaciones. Para ello, ayudaron a los grandes empresarios para que mejoraran la producción.
El resultado fue un importante aumento de los ingresos gracias al impuesto a la exportación del grano. Ese dinero, a pesar de las acusaciones de corrupción, fue en parte utilizado para mejorar las infraestructuras.
Desarrollo del transporte
A inicios del siglo XX, los gobiernos de la hegemonía conservadora ampliaron las redes de ferrocarriles en toda Colombia.
En 1919, la aviación comercial empezó a funcionar en el país. La responsable fue una sociedad con participación alemana.
Desarrollo de la industria
Los conservadores también impulsaron la industrialización del país para intentar que la agricultura no fuera la única actividad económica importante. En un primer momento, tuvieron que importar maquinaria desde el exterior, aunque poco a poco esto fue cambiando. Buena parte de esas industrias estaban en manos extranjeras.
En lo negativo, esta industrialización provocó la migración de muchos antiguos trabajadores agrícolas a las ciudades. Las condiciones laborales y vitales eran muy negativas, con muchas bolsas de pobreza. El intento de los sindicatos por mejorar esa situación fue reprimido violentamente por el gobierno.
Guerra de los mil días
Los liberales, apartados del poder por los conservadores, protagonizaron varios levantamientos armados en las provincias. En 1899, uno de ellos acabó desembocando en una cruenta guerra civil.
Se calcula que unas cien mil personas murieron durante el conflicto y el país quedó totalmente arrasado.
Presidentes
Los presidentes durante este periodo fueron José María Campo Serrano, Eliseo Payán, Rafael Núñez, Carlos Holguín Mallarino, Miguel Antonio Caro, Manuel Antonio Sanclemente, José Manuel Marroquín, Rafael Reyes, Ramón González Valencia, Carlos Eugenio Restrepo, José Vicente Concha, Marco Fidel Suárez, Jorge Holguín Mallarino, Pedro Nel Ospina y Miguel Abadía Méndez
Cada periodo presidencial tuvo sus propias características: algunos presidentes, como los dos primeros, gobernaron apenas un año, por lo que apenas tuvieron repercusión; otros permitieron la entrada en su gobierno a figuras del Partido Liberal; y algunos, como Rafael Reyes, jugaron un papel importante en la historia colombiana.
José María Campo Serrano (1886-1887), Eliseo Payán (1887) y Rafael Núñez (1887-1888)
El primer periodo presidencial de la hegemonía conservadora tuvo tres presidentes diferentes, ya que Rafael Nuñez, que debía ocupar el cargo, se encontraba enfermo.
El primero, José María Campo Serrano, ocupó el cargo el 30 de marzo de 1886. Entre sus aportaciones estuvo sancionar la nueva constitución y la mejora del alumbrado de la capital.
En enero de 1887, Campo Serrano fue sustituido por Eliseo Payán, entonces Gobernador de Cauca. Su mandato solo duró unos meses, ya que sus decisiones no gustaron a los conservadores. Así, el mandatario decretó la libertad de prensa e intentó negociar con los liberales radicales. Esto último provocó su destitución en junio del mismo año.
Rafael Núñez pudo entonces ocupar la presidencia. El ideólogo de la Regeneración negoció un concordato con el Vaticano que devolvía a la Iglesia todo el poder perdido durante el mandato liberal.
Carlos Holguin Mallarino (1888-1892)
La enfermedad de Núñez hizo que en diciembre de 1888 tuviera que dejar de nuevo la presidencia. En este caso, el Congreso eligió a Carlos Holguín Mallarino como su sustituto. Su mandato se caracterizó por la construcción de nuevas infraestructuras, entre las que destacó el primer hospital militar de Bogotá. Fue también quien fundó la Policía Nacional
Miguel Antonio Caro (1892-1898)
Las elecciones de 1892 fueron ganadas, una vez más, por Rafael Núñez. Sin embargo, su enfermedad provocó que fuera su vicepresidente, Miguel Antonio Caro, quien asumiera la presidencia.
La inestabilidad política hizo que Caro pidiera a Núñez que asumiera el poder, pero este falleció el 18 de septiembre de 1894. Al año siguiente, una revolución organizada por los liberales fue sofocada por el general Rafael Reyes.
Manuel Antonio Sanclemente (1898-1900) y José Manuel Marroquín (1900-1904)
Miguel Antonio Caro impuso como su sucesor a Manuel Antonio Sanclemente, que por entonces contaba con más de 80 años. El vicepresidente fue José Manuel Marroquín, también muy mayor. El propósito de esta elección era seguir ejerciendo el poder en la sombra, pero sin conseguirlo.
Sanclemente tuvo que enfrentarse a una dura oposición, tanto por parte de los liberales, como por parte del sector histórico del Partido Conservador, dirigido por su propio vicepresidente. Esto dio como resultado en estallido de la Guerra de los Mil Días, en 1899, un conflicto que enfrentó a los liberales con el gobierno.
Mallorquín, animado por los propios conservadores, derrocó con un golpe de Estado a Sanclemente en julio de 1900. La guerra continuó durante su mandato y se produjo la separación de Panamá.
Rafael Reyes (1904-1909) y Ramón González Valencia (1909-1910)
La victoria conservadora en la Guerra de los Mil Días provocó que muchos conservadores se opusieran a cualquier acuerdo con los liberales. Sin embargo, al llegar a la presidencia, Rafael Reyes dio entrada en su gobierno a algunos miembros de ese partido.
Colombia se encontraba en una situación muy delicada. La guerra había devastado el país y la separación de Panamá había empeorado la situación económica. Reyes trató de impulsar la economía apoyando el establecimiento de nuevas industrias. Por otra parte, promulgó una serie de medidas de talante progresista.
Esto provocó el rechazo de muchos de sus compañeros conservadores. Reyes, para evitar esa oposición, fue volviéndose más autoritario. Finalmente, desterró a sus rivales, cerró el Congreso y formó una Asamblea Constituyente.
El presidente sufrió un intento de asesinato y, a pesar de contar con bastante apoyo popular, decidió entregar el poder a Jorge Holguín Mallarino, en junio de 1909. Una vez que la dimisión se formalizó, el Congreso nombró a Ramón González Valencia como nuevo mandatario por lo que quedaba de periodo presidencial.
Carlos Eugenio Restrepo (1910-1914)
Restrepo llegó a la presidencia con el apoyo de los dos partidos políticos colombianos: el Conservador y el Liberal. Al asumir el cargo, la economía se encontraba en una situación muy delicada, especialmente debido al déficit fiscal.
El mandatario subió los impuestos y redujo todos los gastos, medidas con las que logró superavit en solo año. Además, multiplicó por dos las exportaciones.
Por otra parte, el gobierno de Restrepo se enfrentó con la Iglesia en su intento de evitar las injerencias de esta. El presidente era partidario de la libertad de culto, de prensa y de expresión.
José Vicente Concha (1914-1918)
Tras haber sido derrotado por Restrepo en 1910, José Vicente Concha logró llegar a la presidencia en 1914.
Marco Fidel Suárez (1918-1922)
Los conservadores presentaron como candidato presidencial en 1917 a Marcos Fidel Suárez. Tras ganar las elecciones, el mandatario fundó la SCADTA, la primera compañía de aviación del país.
Pedro Nel Ospina (1922-1926)
El periodo presidencial de Nel Ospina se vio favorecido por el pago de 25 millones de dólares por parte de los Estados Unidos como indemnización por la pérdida del canal de Panamá. Con ese dinero, el gobierno impulsó fuertemente las infraestructuras.
Además de esa inversión en obras públicas, Nel Ospina prestó una gran atención a la educación. En este campo aprobó numerosas leyes, aunque sin contar con el apoyo del Congreso. El motivo de ese rechazo fue la decisión del presidente de quitar a la Iglesia su poder en la educación pública.
Miguel Abadía Méndez (1926-1930)
El último presidente de la hegemonía conservadora llegó al cargo tras unas elecciones en las que fue el único candidato.
Abadía Méndez centró parte de su mandato en mejorar las relaciones internacionales. En este sentido, logró acuerdos con varios países vecinos para acabar con los conflictos fronterizos.
Sin embargo, su periodo presidencial pasó a la historia por un hecho luctuoso: la Masacre de las Bananeras.