Medicina

Cronotanatodiagnóstico: para qué sirve, cómo se hace, ejemplo


El cronotanatodiagnóstico es una especialidad de las ciencias forenses cuyo objetivo es realizar una estimación de la hora aproximada en la que sucedió un deceso. Si bien la mayoría de las muertes ocurren en entornos controlados (hogar, centro hospitalario, asilo) y en presencia de testigos que pueden certificar con bastante exactitud el tiempo de evolución de la muerte (en horas, días e incluso meses), en algunos casos es necesario determinar mediante el cronotanatodiagnóstico la hora aproximada de muerte.

Esto puede deberse a que el deceso ocurrió sin que hubiese testigos presenciales o a que por motivos médicos legales, sospecha de crimen o inconsistencia entre distintas versiones sobre la hora de muerte es necesario confirmar la información aportada por los testigos.

Aunque cualquier médico certificado tiene el conocimiento básico para establecer un marco de tiempo aproximado durante el cual una persona falleció, solo los profesionales forenses cuentan con el entrenamiento, experiencia y herramientas necesarios para poder determinar con un grado aceptable de certeza cuánto tiempo un individuo lleva muerto.

Índice del artículo

Etimología

La palabra cronotanatodiagnóstico es producto de la combinación de dos voces griegas y una palabra en español:

– Cronos = Tiempo (en griego)

– Tanatos = Muerte (en griego)

– Diagnóstico

Al combinarlas las tres se puede definir el cronotanodiagnóstico como “el diagnóstico del tiempo de muerte”.

¿Para qué sirve el cronotanatodiagnóstico?

La información obtenida mediante el cronotanatodiagnóstico es fundamental en las investigaciones forenses relacionadas con la muerte de persona,s dado que permite crear una línea de tiempo más o menos precisa entre los eventos cadavéricos y el resto de las evidencias recolectadas durante la investigación (testimonios, videos de vigilancia, evidencia física, etc).

Así pues, es posible determinar si la hora o día de muerte indicada por los testigos se corresponde con el tiempo de evolución de un cadáver o determinar cuanto tiempo tiene muerta una persona previamente reportada como desaparecida.

Por otra parte, el tener una fecha y hora de muerte más o menos certero permite confirmar o descartar sospechosos en una investigación criminal al cruzar la información disponible de tales individuos con la línea de tiempo de evolución del cadáver.

Bases científicas

La base científica que sustenta el cronotanatodiagnóstico deriva del conocimiento detallado de los fenómenos cadavéricos y el tiempo que estos tardan en instaurarse.

Para poder comprender cómo es el proceso de cronotanatodiagnóstico es necesario entender primero los fenómenos cadavéricos que estudia esta ciencia, por ello se procederá con un breve resumen que abarca los fenómenos cadavéricos en cadáveres recientes (con menos de 24 horas) y en no recientes (con más de 24 horas).

-Fenómenos cadavéricos en cadáveres recientes

Son todos los cambios físico-químicos que experimenta un cuerpo desde el momento de la muerte hasta el inicio del proceso de putrefacción, el cual en promedio inicia 24 horas posterior al deceso.

Los fenómenos cadavéricos en esta etapa incluyen:

Deshidratación

El cuerpo comienza a perder agua por evaporación. Es un fenómeno precoz que puede evaluarse por signos físicos muy evidentes como:

-Opacificación de la córnea (comienza a las 45 minutos con los ojos abiertos y 24 horas con los ojos cerrados) .

-Disminución de la tensión del globo ocular (inicia a las 15 horas postmortem)

-Apergaminamiento y arruga de la piel (evidente a partir de las 24 horas en la vulva, glande y labios, varía ostensiblemente en función del estado inicial del cadáver y las condiciones medio ambientales donde se encuentra)

Disminución de la temperatura corporal

La disminución de la temperatura corporal inicia apenas cesan las funciones vitales, equilibrándose la temperatura del cuerpo con la del medio ambiente aproximadamente a las 24 horas postmortem.

Durante las primeras 6 a 8 horas la temperatura desciende a razón de 0,8 – 1 ºC por hora y posteriormente a razón de 0,3 – 0,5 ºC/hora hasta equilibrarse con el medio externo.

Esto puede variar en función de las características del cuerpo, medio ambiente, presencia o no de ropa y un sin número de factores adicionales.

Rigidez cadavérica

Es la contracción del músculo estriado, comenzando en la cabeza y el cuello, descendiendo hacia extremidades superiores, tronco y extremidades inferiores.

Se debe a la coagulación de la miosina en las fibras musculares; comienza aproximadamente a las 3 horas del deceso y se completa entre 18 y 24 horas después.

Aproximadamente a las 24 horas los fenómenos bioquímicos a nivel muscular cesan y el cadáver pierde la rigidez.

Lividez cadavérica

Son manchas moradas que se presentan en las zonas más declive del cuerpo debido a la acumulación de fluidos corporales.

Las livideces comienzan entre las 3 y 5 horas posteriores a la muerte y alcanzan su máxima expresión aproximadamente a las 15 horas.

El estudio de las livideces permite no solo estimar el tiempo de muerte, sino también la posición en la que quedó el cuerpo dado que el líquido siempre irá hacia las zonas declive.

-Fenómenos cadavéricos en cadáveres no recientes

Son todos los fenómenos cadavéricos asociados al proceso de putrefacción. Dado que la descomposición del cuerpo inicia a las 24 horas de la muerte, cualquier cadáver con signos de putrefacción tiene por lo menos un día de muerto (en ocasiones más dependiendo de las condiciones ambientales).

Las etapas de la putrefacción permiten estimar con cierta precisión el tiempo de muerte aunque suelen presentar un margen de error superior si se comparan con los fenómenos observados en las primeras 24 horas.

Fase cromática

Se caracteriza por la aparición de manchas verdosas en la piel del abdomen, inicia a las 24 horas de evolución del cadáver y se debe al proceso de descomposición iniciado por las bacterias ubicadas en el tracto gastrointestinal.

Fase enfisematosa

Esta etapa se caracteriza por la producción de gas que genera vesículas debajo de la piel, hinchazón del abdomen y escape de gases por los orificios naturales. 

En esta etapa el cadáver está hinchado y se pierde la configuración normal de ciertas regiones anatómicas tales como la vulva y el escroto, las cuales alcanzan proporciones fuera de lo normal.

La fase enfisematosa inicia aproximadamente a las 36 horas de la muerte y se extiende hasta las 72 horas.

Fase colicuativa

En esta etapa se ha liberado todo el gas (normalmente el cuerpo se abre espontáneamente a consecuencia de la presión) y las bacterias comienzan a digerir el cuerpo convirtiéndolo en una masa informe con pérdida de las características morfológicas.

La fase colicuativa inicia a las 72 horas aproximadamente y se extiende por un período variable que puede extenderse por varios días e incluso semanas según las condiciones donde se encuentre el cadáver.

Fase reductiva

En esta última fase el cadáver comienza a reducirse como consecuencia de los procesos de degradación biológica, deshidratación y cambios químicos.

Suele extenderse de varios meses a muchos años dependiendo de las características del entorno donde se encuentra el cuerpo.

¿Cómo se hace el cronotanatodiagnóstico?

Conociendo las bases científicas que sustentan el cronotanatodiagnóstico es muy fácil hacerse una idea de los pasos a seguir en la ejecución del mismo.

En primer lugar se observan las características del cadáver, la posición en la que se encuentra así como la presencia o no de ropa en el cuerpo.

Tras la primera fase se procede a movilizar el cuerpo en una mesa o camilla de examen, se despoja de las vestiduras y se comienza el estudio detallado del mismo.

Lo primero es la inspección general del cuerpo para determinar si se trata de un cadáver reciente o no.

En el caso de cadáveres recientes se evalúan los ojos incluyendo medición de la presión intraocular con un tonómetro portátil, además se buscan livideces y se mide la temperatura del cuerpo tanto en el exterior como en el interior, siendo la temperatura más fidedigna la del hígado.

En simultáneo se evalúa la presencia de rigidez cadavérica. La combinación de todos los hallazgos permite estimar una hora aproximada de muerte.

Es importante recalcar que se trata de una estimación dado que a la fecha no existe un método que indique con exactitud el tiempo de evolución de un cadáver a menos que se cuente con un registro médico (muerte presenciada) o un video.

Si se trata de un cadáver con más de 24 horas de evolución se procederá a determinar mediante inspección la fase del proceso de descomposición en la cual se encuentra.

Ejemplo 

Los organismos de seguridad son alertados en relación a la presencia de un cuerpo sin vida en un área remota de la ciudad.

Los forenses se apersonan en el área y proceden a ubicar el cadáver, toman nota detallada de su posición y las condiciones en las que se encuentra el cuerpo, siendo una de las más importantes que los ojos estén cerrados y no hay evidencias de putrefacción.

Comienzan a recabar datos y se encuentran con que:

– La presión del globo ocular es normal

– La temperatura corporal es de 34 ºC

– Hay rigidez marcada en músculos de la cabeza y el cuello, leve en extremidades superiores

– No se identifican livideces

Con esa información determinan que la persona falleció entre 4 y 6 horas antes.

Obviamente el anterior es solo un ejemplo básico, en la vida real se trata de un proceso mucho más complejo que requiere mucha dedicación y trabajo, pero en líneas generales el resultado final será similar (aunque más extenso) al presentado.

Referencias 

  1. Brown, A., Hicks, B., Knight, B., & Nokes, L. D. M. (1985). Determination of time since death using the double exponential cooling model. Medicine, Science and the Law25(3), 223-227.
  2. Muggenthaler, H., Sinicina, I., Hubig, M., & Mall, G. (2012). Database of post-mortem rectal cooling cases under strictly controlled conditions: a useful tool in death time estimation. International journal of legal medicine126(1), 79-87.
  3. Madea, B., & Rothschild, M. (2010). The post mortem external examination: determination of the cause and manner of death. Deutsches Ärzteblatt International107(33), 575.
  4. Henssge, C., Brinkmann, B., & Püschel, K. (1984). Determination of the time of death by measurement of rectal temperature of corpses suspended in water. Zeitschrift fur Rechtsmedizin. Journal of legal medicine92(4), 255-276.
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  7. Knight, B. (1968). Estimation of the time since death: A survey of practical methods. Journal of the Forensic Science Society8(2), 91-96.