Parazoa: características y clasificación
El filo Parazoa es una categoría taxonómica que incluye a los poríferos o esponjas de mar. Estos son animales primariamente marinos, pero también dulceacuícolas (menos del 2% de las especies), que consisten de agregaciones de células que no forman tejidos u órganos verdaderos, organizadas alrededor de un sistema de conductos de agua que sirve para adquirir alimento y expulsar desechos metabólicos.
Los poríferos son componentes importantes de las comunidades de animales sedentarios de los ecosistemas marinos. Pese a su anatomía simple, compiten exitosamente con animales sésiles más avanzados. Los cuerpos de los miembros del filo Parazoa sirven de refugio para gran variedad de microorganismos y metazoos.
Índice del artículo
- 1 Porifera y Parazoa
- 2 Características generales
- 3 Tipos celulares y su ubicación
- 4 Tipos estructurales
- 5 Clasificación
- 6 Referencias
Porifera y Parazoa
Uno de los preceptos fundamentales del Código Internacional de Nomenclatura Zoológica es el Principio de Prioridad, según el cual el nombre científico válido de un grupo de animales es el más antiguo que se le haya aplicado. Las esponjas de mar han recibido dos nombres científicos con rango de phylum, Porifera, acuñado en 1836, y Parazoa, acuñado en 1884.
En 1971 se acuñó el nombre Placozoa, también con rango de phylum, para incluir en él a una única especie, Trichoplax adhaerens. Como los poríferos, T. adhaerens tiene una anatomía simple y primitiva. Suponiendo que ello era reflejo de afinidad filogenética, el nombre Parazoa fue revivido, con un rango más alto (subreino), para agrupar a Porifera y Placozoa.
A partir de la década de los 90 empezó acumularse evidencia, aportada por filogenias moleculares, que indica que T. adhaerens no está emparentado de manera particularmente cercana con los poríferos, sino más bien con los animales radiados (phylum Cnidaria). Por ello, utilizar el nombre Parazoa con rango de subreino dejó de tener justificación.
Actualmente, el nombre Parazoa ha caído en desuso. Con base en el Principio de Prioridad, es considerado un sinónimo de Porifera.
Características generales
Los adultos de los miembros del filo Parazoa son sésiles, con un eje basal-apical, en general asimétricos. Cuando hay simetría radial, esta no es equivalente a la de los animales radiados, pues no está organizada alrededor de un sistema digestivo.
Con la excepción de unas pocas especies carnívoras, se nutren filtrando partículas alimenticias suspendidas en el agua circundante.
Los poríferos tienen reproducción sexual, mediante la cual el cigoto forma varios tipos exclusivos de larva móvil con cilios o flagelos y simetría antero-posterior.
También tienen reproducción asexual, mediante la cual los adultos se fragmentan, se multiplican por gemación, o producen unas estructuras con células y materia de reserva llamadas gémulas.
Están organizados a nivel celular, lo cual los diferencia de animales más avanzados que lo están a nivel de tejidos o de tejidos y órganos. Su fisiología es similar a la de los protozoarios. Carecen de mesodermo, tejido nervioso, sistema digestivo, musculatura, estructuras respiratorias y gónadas.
Poseen células más o menos independientes unas de otras que, cuando es necesario, pueden transformarse en otros tipos de célula e incluso formar esponjas nuevas.
Estas células se encuentran embebidas en una matriz extracelular sostenida por elementos esqueléticos constituidos por fibras de colágeno y espículas calcáreas o silíceas.
Tipos celulares y su ubicación
El cuerpo de los poríferos consta de:
1) Una fina capa exterior, que protege del medio externo, llamada pinacodermo.
2) Una gruesa capa media gelatinosa, fibrosa y reforzada por espículas, llamada mesohilo.
3) Una fina capa interior, que rodea los conductos de agua, llamada coanodermo.
El pinacodermo está formado por una capa de células aplanadas llamadas pinacocitos. Estos son levemente contráctiles, por lo cual pueden modificar la forma de la esponja. Aunque el mesohilo en sí es acelular, contiene tres tipos de célula ameboide: arqueocitos, esclerocitos y espongocitos.
Los arqueocitos son amorfos y móviles. Almacenan materia de reserva y eliminan desechos. Pueden diferenciarse en los demás tipos célulares, incluyendo óvulos y espermatozoides. Los esclerocitos producen espículas. Por otro lado, los espongocitos producen fibras de espongina, una proteína afín al colágeno.
El coanodermo está revestido por unas células llamadas coanocitos, que se distinguen por poseer un flagelo rodeado por un collar de microvellosidades. Los coanocitos se asemejan a las células de unos protozoarios coloniales llamados coanoflagelados, lo cual apunta a un origen evolutivo común.
Los coanocitos generan las corrientes de agua que fluyen dentro de las esponjas, tomando de ella pequeñas partículas nutritivas para la alimentación, y espermatozoides para la fecundación.
Tipos estructurales
Los poríferos tienen una región basal adherida a un substrato sólido. Lateral y apicalmente se encuentran expuestos al medio acuático circundante. En orden de complejidad creciente, definida por paredes corporales cada vez más plegadas, poseen tres tipos estructurales: asconoide, siconoide, leuconoide.
Las pequeñas esponjas asconoides tienen apariencia de saco, con una cavidad interna, tapizada por coanocitos, llamada espongocele. El agua ingresa al espongocele directamente desde el exterior por numerosos tubos huecos, cada uno formado por un pinacocito modificado. El agua sale por un gran orificio apical único llamado ósculo.
Las pequeñas esponjas siconoides también tienen apariencia de saco. El agua ingresa por invaginaciones de la pared corporal llamadas canales incurrentes. Seguidamente, el agua atraviesa numerosos poros para ingresar a canales radiales tapizados por coanocitos que desembocan en un espongocele sin ellos. Finalmente, sale por un ósculo.
La gran mayoría de las esponjas son leuconoides. Entre ellas se cuentan las de mayor tamaño. El agua ingresa a través de numerosos poros, moviéndose por canales incurrentes ramificados que llevan a cámaras tapizadas por coanocitos.
Desde estas cámaras el agua continúa hacia canales excurrentes sin ellos que eventualmente convergen en numerosos ósculos.
Clasificación
Clase Hexactinellida (esponjas vítreas)
– Exclusivamente marinas y de aguas profundas.
– Toda la esponja está formada por un sincicio continuo multinucleado, con algunas células diferenciadas.
– Espículas silíceas, triaxónicas o hexaxónicas, con filamentos axiales proteicos cuadrados.
– Vivíparas.
– Larva triquimela.
Clase Demospongiae (demosponjas)
– Marinas y dulceacuícolas.
– Una familia (Cladorhizidae) carnívora (depreda crustáceos) con digestión extracelular.
– Con o sin espículas silíceas. Cuando las tienen, son monaxónicas o tetraxónicas, o de otras formas, con filamentos axiales proteicos triangulares.
– Con o sin espongina.
– Leuconoides.
– Vivíparas u ovíparas.
– Larva parenquímula.
Clase Homoscleromorpha (incluye las esponjas calcáreas)
– Exclusivamente marinas, de aguas someras y profundas.
– Con o sin espículas silíceas o calcáreas.
– Cuando las tienen son tetraxónicas, casi siempre sin filamentos axiales proteicos.
– Sin espongina.
– Asconoides, siconoides, o leuconoides.
– Vivíparas.
– Larva cinctoblástula, anfiblástula o calciblástula.
Referencias
- Adl, S. M., et al. 2018. Revisions to the classification, nomenclature, and diversity of eukaryotes. Journal of Eukaryotic Microbiology, 66, 4–119.
- Brusca, R. C., Moore, W., Shuster, S. M. 2016. Invertebrates. Sinauer, Sunderland, MA.
- Hickman, C. P., Jr., Roberts, L. S., Keen, S. L., Larson, A., I’Anson, H., Eisenhour, D. J. 2008. Integrated principles of zoology. McGraw-Hill, Nueva York.
- Margulis, L. 2009. Kingdoms & domains: an illustrated guide to the phyla of life on earth. W. H. Freeman, Nueva York.
- Minelli, A. 2009. Perspectives in animal phylogeny and evolution. Oxford, Nueva York.
- Moore, J. 2006. An introduction to the invertebrates. Cambridge University Press, Cambridge.
- Pechenik, J. A. 2015. Biology of the invertebrates. McGraw-Hill, Nueva York.
- Telford, M. J., Littlewood, D. T. J. 2009. Animal evolution – genomes, fossils, and trees. Oxford, Nueva York.