Cultura general

¿Qué son los principios morales? (con ejemplos)


Los principios morales son normas sociales que indican lo que las personas deberían hacer o lo que deberían evitar. También determinan cuáles son las acciones que deben ser promovidas o reconocidas y cuáles son las que deben ser criticadas o castigadas.

Este tipo de normas hacen referencia a cuestiones generales que pueden tener aplicación en casos muy diversos. Nunca se refieren a situaciones específicas, por lo tanto pueden ser interpretadas y aplicadas de forma diferente según sea el caso.

Provienen de la construcción de la sabiduría humana a lo largo del tiempo y son difundidos a través del tiempo gracias a la tradición oral. Por lo tanto, no están recopilados en ningún libro ni están determinados por una persona específica.

Sin embargo, es frecuente que las diferentes religiones consignen sus principios en las escrituras sagradas y que se adjudiquen a sus profetas. Es el caso de la “regla de oro”, un principio moral que ha sido difundido por diversas religiones y cuya creación se atribuye a diversos profetas.

¿Para qué sirven los principios morales?

Los principios morales constituyen una base fundamental para la construcción de las sociedades.

Esto se debe a que se apoyan en los acontecimientos pasados para proponer reglas que promuevan los sucesos que se consideran positivos y eviten aquellos que se consideran negativos.

Por lo tanto, pueden ser variables según los valores de cada cultura o pueden transformarse con el paso de los años. Sin embargo, existen algunos de ellos que son bastante extendidos.

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Características de los principios morales

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Cada cultura construye sus propios principios morales y cada persona elabora su sistema moral. Sin embargo, estos tienen unas características en común que atraviesan a todas las sociedades y a todos los individuos.

Son consistentes entre sí

Los principios morales deben ser consistentes entre sí, esto significa que al cumplir las demandas de un principio moral, no se debería atentar contra otro de ellos.

Por ejemplo, si se acepta que “todos los seres humanos son iguales” como un principio moral, no es posible aceptar otro principio que diga que “las mujeres son inferiores a los hombres y como tal deben obedecerles”.

Entre más extensa sea una lista de principios, más difícil será la consistencia entre ellos. Por esta razón, los principios morales son pocos y se refieren a cuestiones fundamentales que son comunes a las diferentes experiencias humanas.

Flexibilidad

Los principios morales se establecen de manera general para una amplia gama de situaciones, por eso deben ser flexibles. Esto evita que dejen vacíos en el momento en que se ponen en práctica. De esta manera se garantiza que son suficientes para cubrir situaciones de naturaleza muy diversa.

Por ejemplo, la regla de “no matar” puede ser insuficiente como principio moral. Si la conducta correcta está determinada solo por evitar esa acción, podría inferirse que están permitidas otras formas de maltrato, como por ejemplo, la tortura.

Por lo tanto, “no matar” no se considera como un principio moral. En realidad, esta norma se incluye dentro de un principio moral más flexible: “no hagas a otros lo que no quisieras que te hagan a ti”.

Tienen jerarquía

No todos los principios morales tienen igual importancia. Se considera que existen principios superiores, aquellos que deben ponerse siempre por encima de los demás en el momento de un dilema moral.

Por ejemplo, preservar la vida y la integridad de las personas es un principio moral superior. Esto significa que está por encima del principio de la autodeterminación.

Es decir, que la libre expresión cultural de un pueblo no puede estar por encima de la vida, lo cual implica que no se deberían realizar sacrificios humanos, aunque sea tradicional.

La relatividad de los principios morales

Los principios morales son variables de acuerdo con las culturas, las religiones y el paso del tiempo. Por otra parte, los principios son también una construcción individual: cada persona los construye de acuerdo con la influencia de su entorno y su propia experiencia.

Sin embargo, históricamente ha existido un debate filosófico sobre si existen o no principios morales universales e invariables.

Pensar que todos los principios son relativos, implica aceptar todos los actos de otras culturas porque tienen principios diferentes. Esta mirada validaría conductas como la tortura, el canibalismo o la pedofilia.

Pero por otra parte, aceptar que existen principios universales e invariables también sería problemático. Esto implicaría, por ejemplo, la obligación de censurar la  homosexualidad como se hacía durante la Edad Media.

Este debate se mantiene hasta el día de hoy. Sin embargo, existen algunos principios morales que son recogidos por la mayoría de culturas y religiones. Por este motivo se consideran, en cierta medida, universales.

Ejemplos de los principios considerados universales

1- La regla de oro

La regla de oro se refiere a la premisa de “no hagas a otros lo que no quisieras que te hagan a ti”. Este principio moral es uno de los considerados universales, debido a que es compartido por diferentes religiones.

Este principio es aplicable a una gran cantidad de situaciones de diferente complejidad. Puede aplicarse para evitar que un niño golpee a otro en la escuela primaria o para evitar que una persona asesine a otra.

2- El fin no justifica los medios

Este es otro principio moral que se promueve en diferentes religiones y que puede aplicarse en situaciones muy diversas.

Por ejemplo, puede usarse para evitar que un joven haga trampa en un examen escolar para tener buenas calificaciones.

Igualmente, puede aplicarse para evitar que un político pague sobornos con el fin de aprobar una ley.

3- Libertad y autodeterminación

Otro de los principios morales universales es la libertad de los seres humanos para tomar sus propias decisiones. Esta regla es particularmente polémica, porque genera un dilema: si la libertad es un principio superior ¿implica esto el derecho a pasar por encima de otros principios morales?

En otras palabras: ¿es correcto que una persona torture a otra como parte del ejercicio de sus libertades? La respuesta de la mayoría de las civilizaciones a esta pregunta es NO.

Kant argumentaba que el ser humano debería ser capaz de armonizar los principios morales con las libertades.

Según este filósofo, esto solo es posible si el individuo asume las reglas como propias, para cumplirlas de forma libre y autónoma, sin la necesidad de imposiciones que vengan del exterior.

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Referencias

  1. Bishop, A. (2005). Moral principles defined: a decision-making perspective. Recuperado de: themoralcompass.co.uk.
  2. Encyclopedia of philosophy. (2006). Moral rules and principles. Recuperado de: encyclopedia.com.
  3. Hoban High School. (S.F.). 4 universal moral principles: lessons of ages. Recuperado de: hoban.org.
  4. Stanford Encyclopedia of Philosophy. (2004). Kant’s Moral Philosophy. Recuperado de: plato.stanford.edu.
  5. Zolani. (2014). Principios morales: Diez mitos que te alegrará desmentir. Recuperado de: zolani.es.