Biología

Reactivos de laboratorio: clasificación, preparación y funciones


Los reactivos de laboratorio son sustancias químicas de diversa naturaleza y composición que ayudan al bioanalista o profesional clínico a llevar a cabo una serie de reacciones, involucradas con la determinación de una gran variedad de exámenes clínicos.

Los reactivos pueden ser según su estado físico sólidos, líquidos o gaseosos, y según su naturaleza química pueden ser ácidos, bases, sales, alcoholes, aldehídos, entre otros. Todas las áreas de un laboratorio clínico requieren el uso de diversos reactivos, que difieren uno de otros.

Reactivos de laboratorio.

Los reactivos pueden ser adquiridos listos para su uso; algunos deben reconstituirse, otros deben ser preparados a partir de la mezcla de reactivos primarios. También pueden ser preparados con una simple dilución.

La función de cada uno dependerá del análisis que se quiera realizar. Para ello existen protocolos específicos que el analista debe seguir cuidadosamente.

La manipulación y resguardo de los reactivos del laboratorio deben seguir normas establecidas por la institución, para garantizar la seguridad del trabajador y su debida conservación. Es por ello que se recomienda que los reactivos sean almacenados de acuerdo a la categoría de riesgos establecidos por las regulaciones gubernamentales.

Al tener en cuenta los riesgos y poner en práctica las normas de bioseguridad se evitan accidentes laborales.

Reactivos de laboratorio

Índice del artículo

Clasificación de los reactivos de acuerdo al grado de peligrosidad

Existen al menos 5 sistemas que clasifican a los reactivos de acuerdo al grado de peligrosidad que poseen. Estos sistemas son los propuestos por:

1) La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, Environmental Protection Agency).

2) El Departamento de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (OSHA, Occupational Safety and Health Administration).

3) La Comunidad Europea (CE).

4) El Código IMDG (International Maritime Dangerous Goods Code).

5) La Organización de las Naciones Unidas (ONU).

De forma general y acoplados a lo que propone la EPA, pueden ser clasificados como altamente peligrosos y peligrosos.

-Los reactivos altamente peligrosos

Son aquellos que pueden causar la muerte al humano en muy bajas cantidades o que presentan una dosis letal en ratas igual a LD50.

-Los reactivos peligrosos

Son sub-clasificados como inflamables, corrosivos, explosivos y tóxicos.

Sustancias inflamables

En esta categoría entran todos los reactivos que contengan en su composición más de 24% de alcohol en solución o que su punto de inflamación esté por debajo de 60 °C.

También entran en esta categoría todos los materiales que puedan originar fuego fácilmente por fricción o por modificaciones químicas espontáneas o acumulación de sus gases.

Así mismo, aquellos que al ponerse en contacto con el fuego se incineran enérgicamente, y los reactivos oxidantes tales como los cloratos, los nitratos, los manganatos y los peróxidos inorgánicos.

Sustancias tóxicas

Los reactivos tóxicos se pueden sub-dividir en irritantes, anestésicos, asfixiantes, nefrotóxicos, hepatotóxicos, neurotóxicos y cancerígenos.

Sustancias corrosivas

En esta categoría entran los ácidos y bases fuertes, es decir, aquellos que tienen un pH por debajo de 2,1 y por encima de 12,4. Estas sustancias son tan cáusticas que pueden corroer el acero.

Cualquier vestigio de estos reactivos puede reaccionar con otros residuos y formar compuestos tóxicos capaces de poner en peligro la integridad de los trabajadores.

Estos reactivos deben estar alejados del resto.

Sustancias reactivas

Son reactivos que reaccionan violentamente cuando se combinan con agua, ácidos o bases, lo que genera humo, vapores o gases. Así reaccionan los reactivos que contienen sulfuro o cianuros en su composición.

Sustancias explosivas

Son sustancias capaces de producir una explosión a 25°C a una presión de 1.03 kg /cm2. Esto se debe a que poseen una constante de explosividad igual o mayor a la del dinitrobenceno.

Preparación de los reactivos

A manera general los reactivos se deben preparar de la siguiente manera:

Preparación de reactivo a partir de solutos sólidos

De acuerdo a la técnica se pesan los gramos precisos en una balanza. Los solutos sólidos se colocan en un vaso de precipitado y se les añade un poco del disolvente que indique la técnica, por lo general se usa agua. Si es preciso se calienta la mezcla para ayudar a la disolución, siempre y cuando así lo indique la técnica.

Se debe dejar enfriar antes de trasvasar al matraz aforado. Usar embudo para el traspaso. Lavar el vaso precipitado con un poco  del disolvente que se esté utilizando y agregarlo al matraz. Enrasar hasta la marca con el mismo diluente.

Traspasar a frasco limpio y seco, etiquetar adecuadamente y guardar de acuerdo a las especificaciones del reactivo.

Preparación de reactivos a partir de solutos líquidos

Se miden los mililitros correspondientes con una pipeta serológica o volumétrica. No pipetear directamente con la boca. Usar propipeta. Cuidar que la pipeta no se llene de burbujas.

Para ello, antes de succionar se debe cerciorar que la pipeta está introducida hasta el fondo del frasco y que seguirá así aun después de terminar de succionar.

Colocar los mililitros medidos en un matraz aforado, enrasar con el diluente hasta el aforo. Se puede tapar el matraz y se invierte varias veces para mezclar. Trasvasar a un recipiente limpio y seco.

Filtración de reactivos

Algunos reactivos requieren ser filtrados, para ello se utilizan embudos de papel de filtro. Se usa un embudo liso si interesa recuperar el precipitado o un embudo plisado si no interesa el precipitado.

Traspaso de reactivos sólidos

Para tomar pequeñas cantidades de reactivos sólidos se usa una espátula limpia y seca. Y si la cantidad es un poco más grande se puede usar un papel doblado en forma de canal para ayudar a deslizar el reactivo hasta el otro envase.

Traspaso de reactivos líquidos

En el traspaso de líquidos altamente corrosivos, se deben evitar derrames y salpicaduras; para ello se usa un embudo y se coloca una varilla de vidrio por donde se hará deslizar el líquido a trasvasar.

Si el reactivo emite vapores se debe trabajar bajo una campana de extracción y usar los implementos de seguridad necesarios (guantes, tapa boca o mascarilla, lentes de seguridad, bata). Si no se dispone de la campana de extracción trabajar en un sitio bien ventilado.

Consideraciones después de preparados los reactivos

Los reactivos después de su preparación deben envasarse en recipientes que cierren herméticamente, preferiblemente color ámbar.

Los reactivos recién preparados deben rotularse muy bien con tinta indeleble, colocando el nombre del reactivo, fecha de preparación, fecha de vencimiento y el tipo de riesgo que presenta (por inhalación, ingestión o contacto).

La temperatura de almacenamiento también es importante, el reactivo preparado debe  colocarse a la temperatura adecuada de conservación. Algunos pueden ser almacenados a temperatura ambiente, pero otros requieren refrigeración.

Manejo seguro de los reactivos

Los reactivos deben manipularse con cuidado, previniendo la inhalación de vapores, contacto directo con piel o mucosas y su ingestión por accidente. Para ello, se deben tomar medidas de bioseguridad, como el uso de tapa bocas, mascarillas, guantes, lentes de seguridad y bata de laboratorio.

Todos estos elementos protegen a la persona que manipula los reactivos. No todos los reactivos emiten vapores o son corrosivos, por ello hay que aprender a conocerlos.

Antes de manipular un reactivo debe revisarse la etiqueta del frasco y observar los pictogramas de seguridad; esto orientará sobre las medidas preventivas que se deben tener. Así se evitarán los posibles accidentes.

Pictogramas

Los reactivos clasificados como inflamables no pueden ser manipulados cerca de un mechero u hornilla en funcionamiento.

Las etiquetas de los reactivos deberán colocarse siempre en el frasco, nunca en la tapa. Las tapas de los frascos no deben intercambiarse, ni deben colocarse sobre la mesa; se deben sostener con los dedos mientras se manipula el reactivo.

No devolver el exceso de reactivo tomado al frasco original, esto puede contaminarlo.

Si el reactivo es corrosivo o tóxico jamás debe pipetear con la boca, siempre debe utilizarse una propipeta. Por medida de seguridad en el área de bacteriología, a las pipetas se le debe colocar un trozo de algodón en la parte superior, en caso de accidentes el algodón sirve de barrera.

Cuando se quiera diluir reactivos como ácidos fuertes, por ejemplo ácido sulfúrico concentrado o ácido clorhídrico concentrado, se debe tener en cuenta que jamás se colocará agua directamente sobre ellos, sino lo contrario; lentamente se irá incorporando el ácido al agua, manipulando todo en campana de seguridad.

El mesón de trabajo debe mantenerse siempre limpio y seco. En caso de derrames o incendio no trate de solucionar el incidente con agua.

Almacenamiento de reactivos

Las etiquetas de los frascos poseen una franja de color que indica de qué grupo es: franja roja inflamables, blanca corrosivo, amarilla reactivos, azul riesgo para la salud, verde bajo riesgo, rayado blanco y rojo o blanco, y negro incompatible.

Los reactivos de un mismo grupo por lo general pueden ir juntos y cada grupo debe ir separado unos de otros. Sin embargo, existen reactivos que aun siendo de un mismo grupo son incompatibles entre ellos; deben ir separados. Revisar la etiqueta para las incompatibilidades.

Los ácidos y las bases jamás deben almacenarse juntos, así mismo, los reactivos inflamables, corrosivos, oxidantes y los peróxidos, deben estar lo más separados posibles unos de los otros (estantes separados).

Los reactivos corrosivos deben estar en la parte baja del estante y los más inofensivos en la parte superior. Los frascos altos van arriba en la parte de atrás del estante y los pequeños adelante. Los reactivos de alta peligrosidad requieren cabinas de seguridad.

Finalmente, siempre se debe leer la hoja informativa MSDS (Material Safety Data Sheets) de cada reactivo antes de manipularlo.

Disposición final de los residuos químicos

El uso de reactivos genera materiales de desecho que deben ser eliminados de tal manera que afecte lo menos posible al medio ambiente.

Reactivos más utilizados en un laboratorio clínico, composición y función

Consideraciones finales

Algunos de los reactivos mencionados ya vienen comercialmente preparados (listos para su uso), otros solo deben reconstituirse o diluirse y otros se preparan con reactivos primarios para elaborar la solución de trabajo final.

Referencias

  1. Mora J, Piedra G, Benavides D, Ruepert C. Clasificación de reactivos químicos en los laboratorios de la Universidad Nacional. Tecnología en Marcha. 2012; 25 (3): 50-57.
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  4. Loayza Pérez, Jorge Eduardo. (2007). Gestión integral de residuos químicos peligrosos. Revista de la Sociedad Química del Perú73 (4), 259-260. Disponible en: scielo.org.
  5. Bomant E, Meizoso M, Bravo A, Ivonnet I, R Guerra R. Disposición final de los residuos  en un laboratorio químico; 2005  VI Congreso de la Sociedad Cubana de Bioingeniería
  6. Programa Cistema –Suratep S.A. Almacenamiento de Reactivos. Disponible en: arlsura.com-reactivos_cistema
  7. Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Los reactivos químicos. Disponible en: vet.unicen.edu.ar