Parafrenia: síntomas, tipos y tratamiento
La parafrenia es un trastorno mental que se caracteriza por un delirio crónico, el cual consiste en ideas poco racionales o alejadas de la realidad que el paciente sostiene con firmeza, y que le provocan sufrimiento. Los delirios pueden acompañarse o no de alucinaciones.
Generalmente la parafrenia aparece de forma tardía, evoluciona lentamente y presenta una relativa conservación de la personalidad. Además, estos delirios se caracterizan por poseer una tonalidad fantástica y una presentación exuberante. Sin embargo, las funciones cognitivas y la inteligencia se mantienen intactas.
Exceptuando el tema delirante, el paciente con parafrenia aparenta no tener ningún problema y parece llevar a cabo sus tareas cotidianas sin dificultades. Se ha observado que tienden a ser desconfiados y/o arrogantes.
Síntomas de la parafrenia
Delirio de persecución
La persona siente que es objeto de persecución, pudiendo pensar que la están buscando para hacerle daño, y que vigilan todos sus movimientos. Este tipo de delirio es el más consistente y frecuente, y parece encontrarse en el 90% de los pacientes.
Delirio de referencia
Se encuentra en un 33% de los pacientes con parafrenia aproximadamente. Consiste en creer que sucesos, detalles o afirmaciones sin importancia van dirigidas a él o tienen un significado especial.
De esta forma, estos individuos pueden pensar, por ejemplo, que la televisión habla sobre él o le envía mensajes ocultos.
Delirio de grandeza
En este caso, el paciente piensa que posee cualidades especiales o es un ser superior, por lo que merece reconocimiento.
Delirio erótico
La persona sostiene firmemente que despierta pasiones, que tiene admiradores que le persiguen, o que cierta persona está enamorada de él/ella. Sin embargo, no existen pruebas que demuestren que esto es cierto.
Delirio hipocondríaco
El individuo cree sufrir gran variedad de enfermedades, acudiendo constantemente a los servicios médicos.
Delirios de pecado o culpa
El paciente siente que todo lo que ocurre a su alrededor está provocado por él mismo, sobre todo los eventos negativos.
Alucinaciones
Consisten en la percepción de elementos como voces, personas, objetos u olores que realmente no están presentes en el entorno. Tres cada cuatros de las personas con parafrenia normalmente tienen alucinaciones de tipo auditivo.
Las alucinaciones también pueden ser visuales, presentándose en un 60% de estos pacientes. Las olfativas, táctiles y somáticas son menos habituales, pero pueden aparecer.
Síntomas de primer orden de Schneider
Estos síntomas se delimitaron para describir la esquizofrenia, y consisten en alucinaciones auditivas como: escuchar voces que hablan entre ellas, oír voces que comentan lo que uno está haciendo, o bien, escuchar sus propios pensamientos en voz alta.
Tipos de parafrenia
Kraepelin determinó cuatro tipos de parafrenia diferentes que se exponen a continuación:
Parafrenia sistemática
Es más frecuente en hombres que en mujeres. Se inicia entre los 30 y 40 años en la mitad de los casos, y entre los 40 y 50 en el 20% de los casos.
Kraepelin la describió como “el desarrollo extraordinariamente lento e insidioso de un delirio de persecución fatalmente progresivo, al cual se agregan en última instancia ideas de grandeza sin destrucción de la personalidad psíquica”.
En la primera fase de la parafrenia sistemática, la persona se siente inquieta, desconfiada y amenazada por un ambiente hostil. Su interpretación de la realidad le lleva a experimentar alucinaciones auditivas y visuales en algunas ocasiones.
Parafrenia expansiva
Se presenta generalmente en las mujeres, iniciándose entre los 30 y 50 años. Se caracteriza por un delirio de grandeza exuberante, aunque puede poseer también ideas delirantes de tipo místico-religioso y eróticas. Parece creer en estos fenómenos, aunque algunas veces asume que son fantasías.
Esto se acompaña de una leve excitación intelectual, que le da locuacidad y le hace oscilar entre la irritabilidad y la euforia. Además, presentan un lenguaje confuso y cambios de humor, aunque mantienen su capacidad mental.
Parafrenia confabulatoria
Es menos frecuente, y en la mayoría de los casos se presenta sin predilección de sexo. Al igual que las demás, se inicia entre los 30 y 50 años.
Se caracteriza por un falseamiento de los recuerdos e historias extrañas (confabulaciones). Sin embargo, se mantiene la conciencia lúcida. Progresivamente los delirios se van haciendo más absurdos hasta generar un derrumbamiento psíquico.
Parafrenia fantástica
Se presenta más en los hombres, y aparece generalmente entre los 30 o 40 años. Evoluciona rápidamente y en 4 o 5 años conlleva a demencia. Es muy similar a la esquizofrenia; primero se presenta como una distimia, y posteriormente aparecen ideas de persecución fantásticas, o delirios de grandeza.
Al inicio, el paciente tiene interpretaciones despectivas que provocan que las ideas persecutorias se consoliden. Así, cree que está siendo acosado. Más tarde brotan las alucinaciones auditivas, principalmente voces que comentan sus actos o creencia de que su pensamiento se oye en voz alta.
Presentan un estado de ánimo indiferente y una ligera excitación. También pueden darse pseudopercepciones cinestésicas (de movimiento). Mientras que, en los casos crónicos, se observan neologismos (invento de palabras propias) durante una conversación.
Al tratar esta parafrenia, Kraepelin se cuestiona si estas personas tal vez padecen de una forma atípica de dementia praecox (esquizofrenia). A pesar de todo, estas personas pueden adaptarse a su vida cotidiana.
Diagnóstico
Aunque el diagnóstico de parafrenia no se encuentra en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM) ni en el CIE-10, se han elaborado ciertos criterios diagnósticos basados en las últimas investigaciones (Ravidran, Yatham y Munro, 1999):
Debe darse un trastorno delirante con una duración mínima de 6 meses, caracterizada por:
– La preocupación por una o más ideas delirantes, normalmente acompañada de alucinaciones auditivas. Estos delirios no forman parte del resto de la personalidad como en el trastorno delirante.
– La afectividad está conservada. De hecho, en las fases agudas se ha observado la capacidad de mantener una relación adecuada con el entrevistador.
– No debe presentar ninguno de los siguientes síntomas durante el episodio agudo: deterioro intelectual, alucinaciones visuales, incoherencia, afectividad plana o inapropiada, o comportamiento gravemente desorganizado.
– Alteración del comportamiento en concordancia con el contenido de los delirios y las alucinaciones. Por ejemplo, la conducta de mudarse a otra ciudad para evitar que sigan persiguiéndole.
– Solo se cumple parcialmente el Criterio A para la esquizofrenia. Éste consiste en delirios, alucinaciones, discurso y comportamiento desorganizado, síntomas negativos como falta de expresión emocional o apatía).
– No se presenta ningún trastorno orgánico cerebral significativo.
Tratamiento
Los pacientes con parafrenia rara vez solicitan ayuda de forma espontánea. Generalmente el tratamiento viene por la solicitud de sus familias o acción de las autoridades.
Si debe acudirse al médico, el éxito del tratamiento depende en gran parte de la buena relación terapeuta – paciente. Esto lograría una buena adherencia al tratamiento, lo que significa que el paciente estaría más comprometido con su mejora y colaboraría en su recuperación.
De hecho, muchas de las personas aquejadas por parafrenia pueden llevar una vida normal si cuentan con el debido apoyo de su familia, amigos y profesionales.
Se ha señalado que la parafrenia, como la esquizofrenia paranoide, se puede tratar con medicamentos neurolépticos. Sin embargo, este tratamiento sería crónico y no podría interrumpirse.
Según Almeida (1995), en una investigación se examinó la reacción de estos pacientes a un tratamiento con trifluoperazina y tioridazina. Encontraron que el 9% no respondía, el 31% mostró alguna mejora y el 60% reaccionó de manera efectiva al tratamiento.
Sin embargo, otros autores no han tenido resultados tan buenos, ya que encontrar un tratamiento adecuado para este tipo de síntomas sigue siendo un reto para los profesionales; ya que cada individuo puede reaccionar de manera distinta a los fármacos.
Por eso puede ser más adecuado centrarse en otro tipo de terapias, como la cognitiva conductual, que tendría el objetivo de reducir la preocupación delirante.
Referencias
- Almeida, O. (1998). 10 Late paraphrenia. In Seminars in Old Age Psychiatry (p. 148). Springer Science & Business.
- American Psychiatric Association (APA). (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-V).
- Kraepelin, E. (1905). Introducción a la clínica psiquiátrica: treinta y dos lecciones (Vol. 15). Saturnino Calleja-Fernández.