Psicología

Aceptación por parte de otros: concepto, tipos, importancia, ejemplos


La aceptación por parte de otros es una de las necesidades básicas de todo ser humano. Debido a que somos animales sociales, pertenecer a un grupo en el que nos sintamos valorados es fundamental para nuestro bienestar psicológico.

Dentro de la jerarquía de necesidades de Maslow, la aceptación por parte de otros se encuentra situada en el tercer nivel. Por delante de ella aparecen tan solo requisitos biológicos como la comida o el sueño, y la búsqueda de seguridad y estabilidad.

Al ser una necesidad tan importante para el bienestar humano, la búsqueda de aceptación por parte de otros puede provocar que algunas personas se comporten de formas poco beneficiosas o incluso dañinas. Así, por ejemplo, muchos jóvenes empiezan a beber alcohol o a fumar tan solo para ser aceptados por su grupo.

Sin embargo, la búsqueda de aceptación social también puede traer muchos beneficios a la vida de las personas, siempre que se elija con cautela las personas que nos importan y que no se lleve al extremo. En este artículo veremos algunas características de esta necesidad básica.

Tipos de aceptación

La aceptación por parte de otros puede tomar muchas formas diferentes. Sin embargo, en general se clasifica en tres tipos: condicional, implícita y explícita.

Aceptación condicional

La aceptación condicional es aquella en la que una persona recibe apoyo de los demás solo en la medida en la que cumpla con una serie de condiciones o requisitos. En el momento en el que éstas cambien o dejen de cumplirse, el grupo de referencia abandonará al individuo.

La aceptación condicional puede proporcionar parte de las sensaciones positivas necesarias para un bienestar emocional y psicológico adecuado.

Sin embargo, si una persona basa sus relaciones sociales solo en este tipo, no estará nunca completamente a gusto con el grupo al que pertenece.

Consciente o inconscientemente, el individuo se da cuenta de que sus amigos o conocidos solo están con el debido a lo que les aporta. Por lo tanto, es muy probable que sienta algún tipo de ansiedad o miedo a perderles si cambia su forma de actuar.

De esta manera, la aceptación condicional puede convertirse en tóxica muy fácilmente. La persona puede elegir no cambiar ciertos comportamientos que son dañinos para sí misma, a fin de no perder la aprobación de los demás.

Este tipo de aceptación es muy común, pero se da especialmente en las relaciones formadas durante la adolescencia.

Aceptación implícita

La aceptación implícita aparece cuando una persona siente que está integrada dentro de su grupo de referencia, pero no tiene una confirmación directa por parte de los integrantes del mismo. En general, las emociones provocadas por este tipo de aceptación son mucho más positivas que las que ocurren con la condicional.

Sin embargo, aunque para la mayoría de las personas es más que suficiente sentirse aceptadas de manera implícita, algunos individuos necesitan una confirmación directa de su estatus dentro del grupo para encontrarse totalmente a gusto.

Esto ocurre, sobre todo, en el caso de aquellos que tienen una autoestima más baja o presentan problemas de inseguridad.

Para estas personas, la aprobación implícita nunca está clara, y podrían presentarse pensamientos intrusivos y dudas recurrentes sobre si realmente los demás les aceptan realmente o no.

La mayoría de las relaciones humanas se basan en este nivel de aceptación.

Aceptación explícita

El último nivel de aprobación por parte de otros se produce cuando el grupo de referencia expresa de manera directa que están a gusto con una persona. Así, el individuo se siente validado al extremo, sin que se produzcan por lo general sentimientos de inseguridad de ningún tipo.

En general, esta aceptación tiene que estar hecha de forma verbal para considerarse implícita. Sin embargo, es posible que se exprese de otras maneras, como mediante la realización de gestos que muestren afecto hacia la persona.

No muchas personas son capaces de expresar su aprobación por otro de manera explícita. Por lo tanto, este último nivel solo suele ser común entre aquellos que han desarrollado habilidades como la asertividad o la comunicación emocional.

Importancia

La aceptación por parte de otros, al ser una de las necesidades humanas más básicas, es fundamental para que una persona viva una vida feliz y goce de buena salud emocional e incluso física.

Así, estudios con primates han mostrado que si se aísla a un individuo desde la infancia, tiene más probabilidades de sufrir todo tipo de enfermedades y de fallecer mucho antes de lo normal.

Por otro lado, a nivel psicológico, las personas que no son aceptadas por los demás en las etapas más vulnerables de su desarrollo pueden acabar sufriendo patologías como depresión o ansiedad. Incluso, se ha encontrado una relación directa entre el aislamiento social y los comportamientos antisociales.

Sin embargo, para beneficiarse de los efectos positivos de la aprobación por parte de otros, no es necesario que todo el mundo nos haga sentir valorados. Por el contrario, basta tan solo con tener un grupo de referencia en el que nos sintamos a gusto y que nos acepte de forma incondicional.

Así, una necesidad de aprobación fuera de control puede llevar a un individuo a desarrollar conductas y comportamientos dañinos. Por lo tanto, el balance puede acabar siendo más negativo que positivo si no se controla esta faceta de la psicología humana.

Ejemplos

A continuación veremos dos ejemplos de conductas buscan conseguir aceptación por parte de los demás.

Correr riesgos innecesarios

Uno de los problemas más graves de la búsqueda de aprobación social es la realización de conductas peligrosas para sentir la aceptación de un grupo en concreto.

Esto, que se da especialmente entre los más jóvenes, puede llevar a muchos individuos a tener problemas por hacer algo que realmente no querían hacer.

Así, por ejemplo, podemos encontrar a adolescentes que conducen tras haber bebido, consumen drogas o practican sexo inseguro tan solo para no sentirse rechazados por su grupo de referencia.

Mejorar algún aspecto de la propia vida

En el otro extremo, son muchas las personas que deciden tratar de conseguir una meta para conseguir la aprobación por parte de otras personas.

Esto puede implicar, por ejemplo, empezar a ir al gimnasio, vestirse mejor o estudiar una carrera para no sentirnos excluidos cuando todos los demás lo hacen.

Como se puede ver, la búsqueda de aceptación por parte de los demás no tiene por qué ser buena ni mala. Las consecuencias pueden ser negativas o positivas en función de en qué se traduzca concretamente.