Lengua y literatura

Cuento realista: características, estructura, ejemplo


¿Qué es un cuento realista?

El cuento realista es una narración o relato cuyo foco es la representación de historias que son reales y son contadas de un modo igualmente real. El tratamiento de la historia implica un acercamiento a la realidad al punto de imitarla. El cuento es una forma literaria en la que se narran acontecimientos reales o imaginarios.

Estos relatos son realizados por personajes en un contexto específico y en un tiempo determinado. De alguna u otra manera, la realidad está siempre presente en los cuentos; la materia creativa proviene de la realidad y su tratamiento se realiza mediante una interpretación que hace el autor.

Características del realismo

A mediados del siglo XIX brota el discurso sobre el realismo en Europa. Sin embargo, los escritores y artistas ya habían volcado su atención en la realidad como sustancia poética. Desde el Romanticismo, el foco realista germinaba en el arte.

Un aspecto a destacar sobre el realismo es que no se limita a contener reflejos de la realidad circundante, sino que tiene que ver con el nivel de atención que merece la realidad para ser objeto literario.

Así nace la corriente realista, en respuesta a la necesidad del momento que exigía mostrar aspectos constatables en el entorno. En un contexto de cansancio por la idealización, el discurso realista se vuelve una tendencia literaria y artística en general.

En el realismo nada tiene desperdicio. No hay temas sobresalientes; la realidad y todo lo que encierra es protagonista.

Algunos autores importantes del realismo

  • Stendhal (1783-1842)
  • Honoré de Balzac (1799-1850)
  • Gustave Flaubert (1821-1880)
  • Emile Zola (1840-1902)
  • Guy de Maupassant (1850-1893)
  • Charles Dickens (1812-1870)
  • George Elliot (1819-1880)
  • Fedor Dostoievski (1821-1881)
  • Lev Tolstoi (1821-1910)
  • Nikolai Gogol (1831-1832)
  • Giovanni Verga (1840-1922)
  • Benito Pérez Galdós (1843-1920)

Realismo sucio

En los años 70 tiene lugar en Estados Unidos un movimiento literario importante conocido como el realismo sucio. El término “sucio” se implementó para manifestar la contraposición al refinamiento asociado con la literatura.

El cuento no narrará historias fantásticas y hermosas, sino que retratará lo más fielmente posible la realidad de la gente común y corriente, cuyas vidas parecen estar inmersas en una cotidiana monotonía.

El lenguaje es igualmente sencillo y minimalista; es decir, emplea escasos recursos lingüísticos, siendo escueto, directo pero al mismo tiempo impreciso. Deja ideas incompletas y finales abiertos.

Algunos autores del realismo sucio

  • Raymond Carver (1938-1988)
  • Richard Ford (1944)
  • John Cheever (1912- 1982)

Repasemos las nociones del cuento para comprender el tratamiento que se hace de la realidad como forma y fondo del relato: forma, en tanto que se cuenta con recursos realistas; y fondo, en tanto su desarrollo ocurre dentro de los límites de la realidad.

El cuento clásico: lo convencional de la realidad

Por excelencia, el cuento clásico muestra como principio básico distintos aspectos de la realidad. A continuación describiremos algunas reglas genéricas del cuento clásico, cuya intención es responsabilidad del autor, el cual se ajusta a una tradición ya establecida de antemano.

Historia

Según la poética de Borges, hay dos historias que se cuentan en un cuento: una historia falsa y una verdadera que se revela al final de forma sorpresiva.

Tiempo

El tiempo está estructurado como una sucesión de acontecimientos organizados en un orden secuencial.

Espacio

El espacio es descrito de manera verosímil; es decir, respondiendo a las necesidades del género específico, y a este conjunto de convenciones tradicionalmente se le ha asignado el nombre de efecto de realidad, propio de la narrativa realista.

Personajes

Los personajes son convencionales, generalmente construidos desde el exterior, a la manera de un arquetipo; es decir, como la metonimia de un tipo genérico establecido por una ideología particular.

Narrador

El narrador es confiable (no hay contradicciones en su narrativa) y es omnisciente (sabe todo lo que el lector requiere saber para seguir el orden de la historia). Su objetivo es ofrecer una representación de la realidad.

Final

El final consiste en la revelación explícita de una verdad narrativa, ya sea la identidad del criminal o cualquier otra verdad personal, alegórica o de otra naturaleza.

Entonces, el final es epifánico, de tal manera que la historia está organizada con el fin de revelar una verdad en sus últimas líneas.

Características del cuento realista

Entonces, el cuento realista es una narración o relato sobre la realidad, contada al estilo realista. Es un género minimalista, por lo que sus recursos son, literalmente, mínimos.

Esta tendencia literaria hereda de Antón Chéjov (1860-1904) el deseo de dar voz a la vida cotidiana y a sus “antihéroes”, que hasta el momento habían quedado rezagados.

La idea de los autores que se apegan a este estilo no es moralizante ni educativa, no pretenden dar soluciones ni lecciones, sino reproducir una determinada realidad.

Estructura del cuento realista

Relatos

Reflejan una vida común, rutinaria, ausente de heroísmos, pero capaz de mostrar la verdadera naturaleza humana. Las historias son contadas de forma natural y coloquial, utilizando un lenguaje común y espontáneo.

Narrador

Se expresa discretamente. No enriquece con juicios o análisis, sino que muestra detallada y descriptivamente la realidad.

Personajes

Los protagonistas de estos relatos son normales, simples, planos y ordinarios.

Final

Las historias quedan inconclusas.

Ejemplo de un cuento realista

Extracto del cuento Gordo de Raymond Carver:

“Estoy sentada ante un café y unos cigarrillos en casa de mi amiga Rita, y se lo estoy contando.

He aquí lo que le cuento.

Es ya tarde, un aburrido miércoles, cuando Herb sienta al hombre gordo en una de mis mesas.

Este gordo es la persona más gorda que he visto en mi vida, aunque tiene aspecto pulcro y viste con elegancia. Todo en él es grande. Pero lo que mejor recuerdo son sus dedos.

Cuando me paro en la mesa contigua a la suya para atender a la pareja de viejos, me fijo ante todo en sus dedos. Parecen tres veces más grandes que los de una persona corriente…, dedos largos, gruesos, de aspecto cremoso.

Estoy atendiendo a mis otras mesas: un grupo de cuatro hombres de negocios, gente muy exigente, otro grupo de cuatro, tres hombres y una mujer, y la pareja de viejos. Leander le ha servido el agua al gordo, y yo le dejo tiempo de sobra para decidirse antes de acercarme.

“Buenas tardes”, digo. “¿Le atiendo ya?”, digo.

Rita, era grande. Y quiero decir grande de verdad.

“Buenas tardes”, dice. “Hola. Sí”, dice. “Creo que estamos listos para pedir”, dice.

Tiene esa forma[…]”

Extracto del cuento El Don Juan de Benito Pérez Galdós.

“Su voz había pronunciado estas palabras, que no puedo olvidar:

“Lurenzo, ¿sabes que comería un bucadu?”. Era gallega.

“Angel mío”, dijo su marido, que era el que la acompañaba, “aquí tenemos el café del Siglo, entra y tomaremos jamón en dulce”.

Entraron, entré; se sentaron, me senté (enfrente); comieron, comí (ellos jamón, yo… no me acuerdo de lo que comí; pero lo cierto es que comí).

Él no me quitaba los ojos de encima. Era un hombre que parecía hecho por un artífice de Alcorcón, expresamente para hacer resaltar la belleza de aquella mujer gallega, pero modelada en mármol de Paros por Benvenuto Cellini.

Era un hombre bajo y regordete, de rostro apergaminado y amarillo como el forro de un libro viejo: sus cejas angulosas y las líneas de su nariz y de su boca tenían algo de inscripción”.

Referencias

  1. Lissorgues, Yvan (s/f). El Realismo. Arte y literatura, propuestas técnicas y estímulos ideológicos Disponible en: cervantesvirtual.com
  2. Páez, Enrique (2001). Escribir. Manual de técnicas narrativas. Ediciones SM: España.
  3. Zavala, Lauro (2004). Cartografías del cuento y la minificción. Colección Iluminaciones. Editorial Renacimiento: España.
  4. Carver, R (2016). Todos los cuentos. Editorial Anagrama: Barcelona. Fragmento disponible en: anagrama-ed.es