Neuropsicología

Neurona bipolar: partes, ubicación y funciones


Una neurona bipolar es un tipo de célula que se caracteriza por contener dos prolongaciones: un axón y una dendrita. Este tipo de neuronas son menos prevalentes a nivel cerebral que las neuronas multipolares (contienen más de una dendrita), pero más prevalentes que las neuronas unipolares (contienen una sola prolongación que actúa como axón y como dendrita a la vez).

Las neuronas bipolares son principalmente sensoriales y están especializadas en la transmisión de señales nerviosas que provienen de sentidos específicos. De este modo, forman células muy importantes en la recepción de estímulos olfativos, gustativos y auditivos. A su vez, también forman parte de las funciones vestibulares.

Partes de una neurona bipolar

Las neuronas bipolares son aquellas que presentan un cuerpo celular alargando donde a cada uno de sus extremos posee un única dendrita. Este tipo de células se hallan en los ganglios espinales cuando están en estado embrionario.

Estas células se caracterizan pues por presentar dos ramificaciones externas al soma o cuerpo neuronal. Se diferencia de las unipolares por presentar dos extensiones (las unipolares solo contienen una) y de las multipolares por contener solo una dendrita (las multipolares presentan más de una).

Los axones de las neuronas bipolares se encargan de realizar las funciones de transmisión de información, mientras que las dendritas llevan a cabo los procesos de captación de información proveniente de otras neuronas.

El núcleo de la neurona bipolar (a diferencia de las unipolares) se encuentra ubicado en el centro. A cada uno de sus lados contiene una ramificación. En un lado el axón y en el otro la dendrita.

De forma general, las neuronas bipolares son aferentes. Es decir, se encargan de transmitir información desde los sentidos hacia el sistema nervioso central.

Funciones y características

Las funciones y características de las neuronas bipolares son:

Transmiten señales nerviosas

Las neuronas bipolares actúan como receptoras y como emisoras. En este sentido, son capaces de transmitir señales nerviosas hacia otras neuronas y células del sistema nervioso.

Envían información desde la periferia

La principal función de este tipo de neuronas consiste en captar información de los órganos sensoriales y transmitirla hacia regiones encefálicas.

Por este motivo, las neuronas bipolares destacan por enviar información desde la periferia hasta el sistema nervioso central.

Poseen una forma alargada

La morfología de este tipo de neuronas destaca por resultar levemente alargada. Así pues, se diferencia de las neuronas unipolares por su forma redondeada y de las neuronas multipolares por su morfología estrellada.

Prolongaciones separadas

Las dos prolongaciones que presentan las neuronas bipolares (axón y dendritas) se encuentran separadas entre sí. El axón se ubica en un lado del soma neuronal mientras que las dendritas se localizan en el otro lado.

Involucradas en procesos sensoriales

Las neuronas bipolares resultan células imprescindibles para la transmisión de la información sensorial del organismo.

Estas células se hallan en varios órganos sensoriales y transmiten información al sistema nervioso central acerca del oído, el olfato y la vista entre otros.

Poco habituales

Este tipo de neuronas, a pesar de ser muy importantes para transmitir la información sensorial, son poco prevalentes en los sistemas nerviosos de los seres humanos. De hecho, las neuronas multipolares son mucho más abundantes que estas.

Localización

Las neuronas bipolares se encuentran distribuidas por diferentes regiones tanto del sistema nervioso como del organismo. Concretamente, este tipo de células son especialmente prevalentes en los órganos sensoriales.

En este sentido, las principales regiones de ubicación de las neuronas bipolares son:

Retina del ojo

Las células de la retina del ojo se hallan localizadas en la región intermedia de la misma. Las dos terminaciones que poseen las neuronas bipolares (axón y dendrita) se conectan directamente con las células fotorreceptoras.

Las prolongaciones de las neuronas bipolares se encuentran conectadas con la capa externa de la retina. Esta capa externa está formada principalmente por las células ganglionares, lugar desde donde parte los nervios ópticos.

Epitelio olfatorio

El epitelio olfatorio es una región de la nariz que está formada por células receptoras olfatorias. Estas células resultan neuronas bipolares que envían sus axones hasta el cerebro.

En este caso, las neuronas tienen una vida media de entre uno y dos meses, por lo que deben ser reemplazadas continuamente por células nuevas derivadas de las células madres del epitelio olfatorio.

Cada una de las neuronas bipolares del epitelio olfatorio expresa cientos de proteínas receptoras olfatorias distintas, las cuales se encuentran codificadas por los genes correspondientes.

Los axones de estas neuronas se dirigen a una estación de paso que se conoce como glomérulo. Esta región está ubicada en el bulbo olfatorio del cerebro, por lo que las neuronas bipolares viajan desde el epitelio olfatorio hasta el sistema nervioso central.

Concretamente, las proyecciones de estas células se dirigen hasta la parte intermedia de los lóbulos temporales, es decir, la corteza olfativa. Así mismo, algunas se transportan hasta el hipocampo y el núcleo amigdalino.

Nervio vestibulo-coclear

El nervio vestibular es un nervio que se ubica en el oído interno. Esta estructura es la encargada de la función del equilibrio. Está conformada por varias ramas que provienen de los canales semicirculares que se unen formando el nervio vestibular para seguir avanzando y salir a través del conducto auditivo interno.

De este modo, el nervio vestibular está formado por el nervio coclear, el cual transporta la información sobre el sonido y por el nervio vestibular que envía la información sobre el equilibrio.

Ambas funciones son desempeñadas por neuronas bipolares, las cuales conectan estas regiones con el sistema nervioso central.

El equilibrio se puede evaluar por la estabilidad de un cuerpo, que conecta el oído del tallo cerebral. De este modo, los impulsos nerviosos son enviados desde el oído interno hasta el cerebro.

Finalmente, el oído interno contiene la cóclea, un conducto en forma de espiral que contiene también neuronas bipolares que actúan como transductores de las señales sonoras.

Referencias

  1. Interlandi, J. (2013). Romper la barrera cerebral. Investigación y Ciencia, 443, 38-43.
  2. Jones, A.R. i Overly, C.C. (2013). Atlas genético del cerebro. Mente y cerebro, 58, 54-61.
  3. Kiernan, J.A. i Rajakumar, N. (2014). Barr. El Sistema Nervioso Humano (10ena Ed.). Barcelona:Wolters Kluwer Health España.