Psicología educativa

Bullying verbal: qué es, cómo se manifiesta, ejemplos


El bullying verbal son agresiones de tipo verbal que los agresores y sus ayudantes son capaces de hacer a la víctima con ayuda de la palabra. Algunos ejemplos son motes, sobrenombres, insultos, ofensas o rumores.

Los signos del bullying verbal más comunes son los nervios, miedo, desgana, falta de apetito, aislamiento, consumo de drogas, no querer ir al colegio, preferir estar solo y otros que a continuación te explicaremos.

En las últimas décadas, los medios de comunicación e internet han destacado las noticias relacionadas con la violencia adolescente y juvenil y, específicamente, con la que se produce en el ámbito escolar o derivada de ella.

Esto junto con los recientes suicidios de menores por acoso escolar tanto en España como en otros países, ha hecho que aumente el tráfico de información entre los profesionales de la educación y familiares sobre cómo identificar y afrontar este problema.

¿Cuáles son sus características?

El bullying verbal es algo bastante común en las escuelas independientemente de la edad, aunque sí es cierto que se puede dar con más frecuencia en la adolescencia, como ya sabemos, este hecho puede afectar al bienestar de la persona que lo sufre debido al tiempo de exposición y su prolongación.

Suelen aparecer en forma de amenazas, burlas, motes, acoso etc., por parte de un grupo de personas o el líder de éste.

La víctima normalmente es una persona que podría considerarse como indefensa ya que no tiene las herramientas necesarias para afrontar esa situación, lo que le provoca miedo, hiere su autoestima significativamente y baja su rendimiento escolar.

Por otro lado, dado que es un tipo de acoso escolar que se ve o se escucha frecuentemente, todos los compañeros cercanos a su entorno o que forman parte de su grupo de clase, están al tanto de que este tipo de acciones están ocurriendo.

Desgraciadamente, es muy común que éstos no hagan nada por remediarlo invitando al agresor a continuar con sus actos y pasar al siguiente nivel: el maltrato físico.

¿Cómo se manifiesta?

En muchas ocasiones desde los centros educativos estos hechos pasan desapercibidos, llegando incluso a identificarlo cuando el acoso escolar se ha cobrado la vida de la víctima o ya ha causado daños irreparables en su bienestar psicológico y físico.

Por ello, tener las herramientas adecuadas para saber identificarlo en sus primeras fases es fundamental. A continuación, os presentamos los principales signos del acoso escolar verbal más comunes:

Lenguaje corporal agresivo

Puede darnos una gran pista sobre lo que está ocurriendo en el patio del recreo o incluso en clase. Aunque no lo creamos, algunos gestos pueden convertirse en una forma de bullying verbal.

Por ejemplo: si movemos las manos y los brazos hacia delante y hacia atrás mientras éstos están en tensión y medio doblados, podemos entenderlo como una amenaza de asfixia.

Gritos de forma frecuente

Si vemos que un grupo de alumnos o uno en particular siempre se dirige a un compañero gritándole o hablándole de forma despectiva, puede ser otro gran indicador de que algo está ocurriendo.

Ignorancia hacia la víctima

Otro indicador es ignorar a un compañero o no dirigirle la palabra durante las actividades grupales y excluirlo de éstas. Estos gestos harán que la víctima se sienta culpable o indignada ya que no sabe exactamente el por qué del comportamiento de sus compañeros.

Uso de comentarios despectivos

Los acosadores normalmente realizan comentarios despectivos de sus víctimas ya sea por su color de piel, género o religión. Suelen burlarse de ellas en cualquier lugar e insultan sus ideas, comportamientos o creencias. Normalmente, siempre niegan los hechos.

Bromas de mal gusto constantes

La víctima suele recibir bromas constantes por parte del agresor o de su grupo de mal gusto. Frases del tipo “eres un cuatro ojos”, “orejón, cabezón o gafotas” suelen ser “bromas” que utilizan y que pueden influir muy negativamente en las víctimas.

Hace sentir incómoda a la víctima

Ya sea a través de la exclusión que recibe por parte de sus compañeros acosadores en clase o por los insultos y bromas que recibe. Esta se sentirá muy incómodo, por lo que estará sentado al final de la clase donde evitará participar y tener contacto con cualquier compañero por miedo a que estos hechos se repitan de forma frecuente.

¿Cómo afecta a la persona que lo recibe?

1- Disminución de ingesta de alimentos

Las víctimas de este tipo de acoso escolar comienzan a perder el apetito. Normalmente fingen que comen y cuando se encuentran solos tiran la comida o la esconden para que nadie la vea. Esto puede ser debido a la gran tensión que sienten.

2- Nervios y tensión diarios

Suelen estar todo el tiempo en alerta y nerviosos por lo que pueda pasar o le puedan hacer tanto los compinches como su principal agresor. Esa incertidumbre constante les crea inseguridad y hace que no puedan vivir una vida normal.

3- Miedo

Todos los puntos anteriores desembocan en el miedo, miedo a lo que le puedan decir, miedo a la broma que le puedan gastar o incluso miedo a que el día de mañana comience a sufrir bullying físico.

4- Evita las redes sociales o internet en general

No quiere conectarse a las redes sociales ni a internet, ya que en muchas ocasiones el bullying verbal es la base de todos los tipos de bullying que existen.

Por ello, en muchas ocasiones hasta se borran los perfiles de las redes sociales con el fin de evitar que aumenten las agresiones.

5- No quiere participar en las actividades

Por miedo a que le puedan gastar bromas en presencia del profesor y que sus compañeros tanto compinches como los que permiten este tipo de actos se rían de él y lo humillen públicamente, evitará participar en todo tipo de actividades en los que haya que hablar o salir a la pizarra.

6- Prefiere estar solo

Una vía de escape a su sufrimiento es estar solo. De esta forma, piensa que no habrá nadie que lo amenace o que le haga sentir inferior y débil. Este es un error que suele cometer la mayoría de los jóvenes que sufren este tipo de acoso.

7- Siente ansiedad cuando tiene que ir a la escuela

Hará todo lo posible por no ir a la escuela hasta fingir que se encuentra enfermo. Para las víctimas tener que enfrentarse al centro escolar puede causarle incluso ataques de ansiedad debido a la tensión que sufren.

8- Consumo de drogas

Otra de las vías de escape a su sufrimiento son las drogas. Cuando se sufre bullying en la adolescencia, muchos jóvenes deciden apoyarse en ellas para evadir sus pensamientos y su malestar.

9- No quiere salir a la calle

Por temor a encontrarse con sus agresores fuera del colegio, muchas víctimas no quieren salir a la calle solas o acompañada de otros iguales, por lo que siempre estarán en casa.

10- Faltas continuadas al centro

Por otro lado, debido a la gran ansiedad que le produce el acudir al colegio, intentará evitar ir a toda costa incrementando así sus faltas en el centro.

11- No quiere salir al recreo

En clase debido a la presencia del profesorado el acoso verbal puede darse en menor medida. Sin embargo, en el recreo aunque exista supervisión de los maestros no pueden controlar este tipo de acoso de forma sencilla. Será ahí en ese momento, cuando el acosador y sus compinches se ensañen con su víctima.

¿Por qué ocurre?

Aunque es complicado entender exactamente por qué existen agresores y realizan este tipo de acciones hacia otros compañeros. Pueden existir varias razones que nos ayuden a explicar este tipo de conductas:

  • Para impresionar a sus amigos o construir algún tipo de reputación. En muchas ocasiones, los agresores también suelen ser víctimas debido a que tienen una baja autoestima y necesitan sentirse queridos y aceptados por su grupo de iguales. Por ello, una forma de hacerlo es atentando contra un compañero que es más débil que el.
  • Pueden haber sido intimidados. Otra de las razones por las que deciden realizar este tipo de acoso, puede ser porque incluso el mismo fue en otro tipo acosado. No es lo más común pero también puede pasar y es una forma que tiene de revelarse contra el mundo y contra su propio acosador.
  • Para recibir atención. En muchas ocasiones, los agresores no han tenido una infancia feliz o no han visto sus necesidades del todo cubiertas por el estilo de crianza o educación que sus padres le han dado. Por ello, una forma de que le presten atención aunque no sea la más adecuada, es acosar a un compañero.
  • Como forma de evadirse. Debido a los problemas que pueden existir en casa utilizan como vía de escape para sentirse mejor el acosar a un compañero.

Referencias

  1. Cardona Gaviria. A y otros (2012). Determinación de riesgos y consecuencias que ocasiona el bullying verbal en la institución educativa Colegio Loyola para la Ciencia y la Innovación.
  2. Gómez, A., Gala, F., Lupiani, M., Bernalte, A., Miret, M., Lupiani, S. (2007). El” bullying” y otras formas de violencia adolescente. Cuadernos de medicina forense(48-49), 165-177.