Medicina

Posición de Trendelenburg: usos, cuidados, ventajas, desventajas


La posición de Trendelenburg es una modificación de la posición supina o acostada, que se consigue colocando al individuo en una cama que se incline hasta los 45° aproximadamente, de manera que la cabeza quede en un eje inferior al de los pies.

Fue popularizada en los primeros años del siglo XX por el Dr. Friedrich Trendelenburg (1844-1924), el cual la utilizaba de manera rutinaria para facilitar los procedimientos quirúrgicos de la zona pélvica

Se trata de una de las posiciones que se utilizan con mayor frecuencia durante la cirugía de abdomen y pelvis, tanto abiertas como laparoscópicas. Al colocar al paciente con esa inclinación, el contenido abdominal se moviliza hacia el diafragma, despejando la cavidad pélvica, lo que hace más fácil su acceso para el cirujano.

A pesar de que suele utilizarse también en pacientes que han sufrido un colapso por disminución de la presión arterial, no está comprobado científicamente su beneficio en estos casos.

El razonamiento de quienes utilizan la posición de Trendelenburg para el tratamiento de síncopes por hipotensión, es que al ubicar las piernas por encima de la cabeza se facilita el retorno de sangre y el paciente recupera el conocimiento.

Al ser una posición que se utiliza principalmente en individuos anestesiados, es importante que el equipo de salud sepa posicionar adecuadamente al paciente y reconozca cualquier anomalía en su estado cardiovascular y pulmonar para evitar complicaciones.

Índice del artículo

Historia

Trendelenburg es el epónimo de la posición y se utiliza en honor a la persona que la describió, el Dr. Friedrich Trendelenburg (1844-1924). Este fue un cirujano alemán que se dedicó básicamente a la cirugía pélvica. Por seguir esta línea de estudio, la mayoría de sus aportes clínicos tienen que ver con procedimientos en esa área.

Entre sus múltiples contribuciones en el área de la cirugía y de la anestesiología, se encuentra la descripción de una posición que facilitaba la cirugía de los órganos de la pelvis.

A pesar de que no fue el primero en describir la posición, sí fue quien la popularizó a principios del siglo XX por considerarla una herramienta importante para la exposición de los órganos en la cirugía pélvica.

La posición consiste en colocar al paciente acostado con los pies más altos que la cabeza. En la descripción del Dr. Trendelenburg, las piernas del paciente quedaban por fuera de la mesa. Sin embargo, hoy día se posiciona al paciente con todo su cuerpo sobre la superficie de la cama.

Adoptar la posición de Trendelenburg

El paciente debe estar en posición decúbito supino, acostado boca arriba, en una cama móvil que sea capaz de inclinarse más de 30°.

De esa forma, el médico moviliza la superficie hasta alcanzar la posición deseada. La descripción indica que debe haber una inclinación de 45°, quedando la cabeza por debajo del eje de los pies.

La posición contraria, en la cual la inclinación favorece a la parte superior del cuerpo, quedando la cabeza por encima de los pies, se conoce como Trendelenburg invertido.

Cuidados

La posición de Trendelenburg es una postura bastante segura para el paciente desde el punto de vista orgánico y metabólico

Sin embargo se debe tener en cuenta que al inclinar la cama con el paciente anestesiado, este puede desplazarse y caer. Por lo tanto, se debe asegurar con una faja o cinta de seguridad a nivel de la cadera o un poco más abajo.

Se recomienda colocar un material acolchado debajo de la articulación de las rodillas, de manera que queden en semiflexión y así evitar lesiones por elongamiento muscular.

Es importante que los brazos estén reposando por completo sobre los reposabrazos. A nivel de las muñecas también se deben asegurar los miembros superiores con cintas o abrazaderas de seguridad para evitar que los brazos caigan violentamente durante el procedimiento.

Usos de la posición de Trendelenburg

La posición de Trendelenburg permite, por medio de la gravedad, que los órganos intraabdominales se desplacen hacia el diafragma.

Este movimiento abre el espacio pélvico facilitando la realización de procedimientos quirúrgicos, como la histerectomía o la extracción de tumores de ovario.

La Asociación Americana de Anestesiología (ASA) recomienda la posición de Trendelenburg como la ideal para la cateterización de accesos venosos centrales. Estos son vías de paso especiales, que se colocan en el cuello a nivel de la vena subclavia para administración de tratamiento y medición de la presión venosa central.

A pesar de que no hay evidencia científica, ni a favor ni en contra, del uso de esta posición en pacientes que sufren síncopes por hipotensión, teóricamente hay un beneficio debido a que al elevar las piernas y mantener la cabeza del paciente en un plano inferior, existe un aumento del retorno venoso, que es la cantidad de sangre que regresa de los miembros inferiores hacia el cerebro.

Así, cuando un individuo se desmaya y la causa es la disminución de la presión arterial, esta posición lo ayuda a recuperar su estado de conciencia.

Contraindicaciones

Dentro de la preparación del paciente en el pre-operatorio, la evaluación pulmonar es una de las principales a tomar en cuenta en un paciente que requiera un procedimiento en el cual deba colocarse en esta posición.

Al inclinar al paciente, dejando la cabeza en un eje más bajo que el de los pies, los órganos internos hacen presión sobre el diafragma.

En condiciones normales, la presión ejercida por los órganos no es suficientemente fuerte como para ocasionar una complicación respiratoria. Sin embargo, en aquellos pacientes con condiciones respiratorias de base, puede disminuir la movilidad diafragmática y llevar a una insuficiencia respiratoria aguda.

Si es absolutamente necesario posicionar de esta forma a un paciente con problemas respiratorios, el anestesiólogo debe estar atento a cualquier cambio en la saturación de oxígeno, o cantidad de oxígeno en la sangre del paciente.

En caso de que haya evidencia de una disminución de la capacidad respiratoria, el médico deberá horizontalizar al paciente y tomar las medidas necesarias para recuperar la condición respiratoria normal.

Ventajas y desventajas

La principal ventaja de la posición de Trendelenburg se observa en los procedimientos quirúrgicos de la pelvis, ya que esta cavidad es estrecha y las asas intestinales entorpecen la visibilidad.

Cuando se inclina al paciente, el intestino delgado se mueve hacia el diafragma y se despeja la cavidad pélvica para poder operar cómodamente y sin peligro de lesionar las asas intestinales.

Una desventaja se observa en el caso de realizarse procedimientos quirúrgicos simultáneos. Por ejemplo, un equipo de cirujanos opera un tumor pélvico y otro la vesícula biliar del mismo paciente. En esta situación, la posición de Trendelenburg entorpecería al equipo que trabaja en el abdomen, por lo que no es recomendable la realización de cirugías pélvicas y cirugías intra-abdominales de manera simultánea.

Se ha visto que esta posición aumenta la presión arterial, por lo tanto debe evitarse en aquellos pacientes con hipertensión arterial. Igualmente las presiones intracraneana y ocular se ven aumentadas.

Referencias

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  4. Johnson, S; Henderson, S. O. (2004). Myth: The Trendelenburg position improves circulation in cases of shock. Canadian Journal Emergency Medicine. Tomado de: jems.com
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